viernes, 17 de enero de 2020

MANTECADOS


MANTECADOS



Ingredientes
350 gr de harina
150 gr de manteca de cerdo
Canela en polvo
125 gr de azúcar
1 cucharadita de levadura en polvo
Azúcar glas

Elaboración
En un bol, mezclamos la harina, el azúcar, la levadura en polvo y la manteca. Trabajamos los ingredientes con las manos, hasta que estén bien integrados y formen una masa fina y arenosa.

Dejamos reposar la masa unos minutos tapada con  un paño húmedo.

Precalentamos el horno a 180º.

Cubrimos una placa de horno con papel sulfurizado.

Extendemos la masa con un rodillo (también puede hacer bolas con las manos y luego aplastarla para darle forma al mantecado), dejando que sea de un buen grosor, cortamos los mantecados con un corta pasta circular, y vamos colocándolos en la bandeja del horno, así hasta completar, lo que nos va quedando por los lados después de cortar con el corta pasta, amasamos con las manos y volvemos a hacer la misma operación hasta aprovechar toda la masa.

Metemos la placa en el horno y horneamos durante 15 o 20 minutos aproximadamente, hasta que veamos su color dorado y aspecto crujiente.

Una vez sacado la placa del horno, espolvoreamos con azúcar glas y canela en polvo,  debemos dejar enfriar, antes de quitar del papel sulfurizado, para que no se nos rompan.

Si se desea, podemos poner semillas de sésamo (ajonjolí) por encima antes de hornear. Es otra opción.

¡Buen provecho!


PIERNA DE CORDERO AL HORNO


PIERNA DE CORDEROAL HORNO




Esta receta de cordero en el horno, asado a la parrilla a la perfección, es una delicia, teniendo en cuenta que  en la elaboración de la misma he usado una pierna de “CORDERO LOJEÑO” (Loja – Granada), cordero totalmente ecológico. La elaboración es muy fácil, pero que lleva mucho tiempo al cocinar, por lo que debe planificar 2 A  3 horas de cocción o más, dependiendo del peso de la pierna de cordero, para obtener una carne tierna, tierna en boca, jugosa y sobre todo rica en sabor.

Ingredientes
1 pierna de  cordero “Lojeño” www.acrol.es de entre 1,5 a 2 kilos
6 a 8 dientes de ajos
Ramas de romero
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra recién molida
Agua

Elaboración
Precalentamos el horno a 220º.

Pelamos dos dientes de ajos, y lo colocamos en el mortero, desmenuzamos una rama de romero y la añadimos al mortero, y con un poco de sal y pimienta negra recién molida, majamos muy bien hasta obtener una pasta. A continuación añadimos un  buen chorreón de aceite de oliva virgen extra, removemos bien para mesclar los ingredientes.

En una placa de horno con fondo,  echamos el agua suficiente, 4 o 5 diente de ajos machacados con la mano, unas ramas de romero.

Con el majado anterior, untamos la pierna de cordero por  todos lados, procurando que se impregne bien la pierna. Colocamos la misma sobre la placa de horno con agua. Metemos en el horno con la parte interior hacia arriba, aunque sobre salga un poco no os preocupéis, pues luego mengua un poco. .

Pasado 15 minutos de cocción en el horno, damos la vuelta a la pierna y bajamos la temperatura del horno a 180º, rociamos con un poco de aceite de oliva virgen extra, y comprobamos que no falte agua en la bandeja, ya que esto hará que la pierna en su cocción esta jugosa por dentro.

Cada 15 o 20 minutos giramos la pierna y comprobamos que no falte líquido y engrasamos con aceite de oliva de vez en cuando, y el jugo que va soltando sobre la placa al asarse, bajando la temperatura a 160º, grados cuando hayan pasado 45 minutos aproximadamente, recordad que debe tener durante su cocción calor abajo y arriba (sin ventilador), .

Cocinamos hasta que veamos que la piel de la parte superior de la pierna  comienza a tomar color y se pone un poco crujiente, si desea los últimos 20 o 30 minutos para que aun sea más jugosa la puede tapar durante la cocción ultima con papel de aluminio.


Para el trinchado, cogeremos la pierna (con un trapo) por la parte del hueso que sobresale, y con un cuchillo bien afilado, vamos cortando lonchas de esta pierna de cordero “Lojeño” siguiendo la forma de la pierna hasta que finalmente lleguemos al hueso.

Servir las lonchas en platos con su propia salsa de cocción, (colada).

¡Buen provecho!

miércoles, 15 de enero de 2020

CREMA DE CALABAZA, NUECES Y CILANTRO


CREMA DE CALABAZA, NUECES Y CILANTRO



Cada día hace más frio, durante el día pienso en lo que voy a elaborar para la noche, algo que nos caliente y reconforte, en un cuenco humeante, y como estamos en época de calabazas, he pensado en esta crema suave y aterciopelada, ligera y deliciosa.

Ingredientes
½ Calabaza
½ Cebolla grande
Caldo de pollo (en cubitos)
300 ml de leche entera
200 gr de agua
1 Puñado de nueces de CALONGE www.cortijodecalonge.es
Unas hojas de cilantro
Aceite de oliva virgen extra
Un poco de nata fresca para decorar

Elaboración
Pelamos la calabaza, limpiamos de semillas y cortamos en dados.

Pelamos la cebolla, picamos en trozos grandes, y en una olla con aceite de oliva virgen extra, salteamos la cebolla, una vez la cebolla este  transparente, añadimos la calabaza, seguimos cocinando unos minutos y a continuación agregamos el caldo de pollo, removemos bien y dejamos cocinar durante 5 minutos a fuego medio.

Añadimos la leche y el agua, y cocinamos hasta que la calabaza este tierna. Apartamos del fuego y dejamos enfriar unos 10 minutos.

Trituramos con la batidora, muy bien, hasta que veamos que queda una crema suave y aterciopelada.

Salteamos las nueces troceadas de CALONGE, en una sartén con un poco de aceite, un  minuto.

Vertimos la velouté en cuencos, rociamos con un poquito de nata, hojas de cilantro y nueces de CALONGE .

Servir caliente.

¡Buen provecho!

BOLITAS DE QUESO CON SURIMI


BOLITAS DE QUESO CON SURIMI



Ingredientes
100 gr de surimi con sabor a cangrejo
6 porciones quesitos
1 Cucharada de jugo de limón
3 Ramitas de cebollino
Una pizca de pimienta  negra recién molida
Palillos para pinchar las bolas

Elaboración
Picamos muy bien el surimi con sabor a cangrejo, podéis usar el surimi tal cual.

En un bol con la ayuda de un tenedor, deshacemos las porciones de quesitos, le añadimos  el surimi bien picadito, la pizca de pimienta negra recién molida, el jugo de limón, el cebollino muy picado, mezclamos todo muy bien, formamos bolas con las manos, colocamos las mismas en una bandeja de servir, pinchamos con un palillo de aperitivo cada bola, y metemos en el frigorífico, durante una hora.

Servir fríos.

¡Buen provecho!

COMENZAMOS EL AÑO


Hola a todos;
                               Antes de nada espero que las fiestas pasadas, las habréis disfrutados con alegría y buen humos en compañía de la familia, amigos, etc.

Yo las he pasado de lo lindo, primero una faringitis de una semana de cama o butacón, en el cual me ha dado tiempo a revisar en mis libros nacionales e internacionales, apuntes y web en mi portátil, he tenido tiempo para hacer recetas nuevas  “ideas al poder”. Después la cantidad de comidas en casa con amigos, familiares y vecinos, así que después, del nuevo año, y reyes, después si amigos el fin de las fiestas. Es entonces cuando hacemos un poco de reflexión acerca de las comilonas. Así que unos días de descanso sin ponerme en el ordenador, total casi un mes.


Pero a partir de hoy comienzo a bombardear con las elaboraciones realizadas

lunes, 30 de diciembre de 2019

FELIZ 2020







MAKSÁN BEN BADIS, REY DE LA TAIFA DE JAÉN


MAKSÁN BEN BADIS, REY DE LA TAIFA DE JAÉN

.Javier Iglesia Aparicio

[¿? – Batalla de Zalaca o Sagrajas, 23 octubre 1086 ]
Rey de la taifa de Jaén (c. 1067 – c. 1068)
Hijo menor de Badis ben Habbus, rey de la taifa de Granada.
Los detalles de su biografía son conocidos por las Memorias publicadas por su sobrino ‘Abd Allah, último emir zirí de Granada.
Como hermano menor de Buluggin Sayf al-Dawla, Maksán fue centro de numerosas conspiraciones contra su hermano y contra su propio padre. En un fragmento de sus Memorias, ‘Abd Allah lo retrata así:
Por otra parte, era Maksán hombre de mala conducta, irrespetuoso y de lenguaje grosero, que a todo el mundo amenazaba, con lo cual se atrajo el aborrecimiento y el odio de los cortesanos de su padre, que recibía frecuentes quejas de su comportamiento
Memorias de ‘Abd Allah en El siglo XI en 1ª persona
La primera de ellas fue organizada por el visir judío Josef ben Nagrela y acabó con el envenenamiento de Buluggin (1064). Según ‘Abd Allah, el visir judío reunió un consejo de jeques y propuso envenenar a Buluggin para que fuera Maksán el sucesor en el gobierno de Granada.
Josef ben Nagrela trató por todos los medios que Badis nombrara sucesor a Maksán pero parece que Maksan despreciaba al visir judío, posiblemente también incitado por su madre, quien prefería a tro judío como visir llamado Abu-l-Rabí ben al-Matuni, quien además le hacía préstamos personales.
Ante este desprecio Josef ben Nagrela decidió hacer caer en desgracia a Maksán. Aprovechando la antipatía que despertaba el príncipe zirí, logró que varios cortesanos testificaran en su contra. Badis ordenó la muerte de la madre de Maksan y de sus nodrizas así como algunas mujeres a su servicio.
Maksan, por su comportamiento, pero también por los recelo de su propio padre, acabó siendo desterrado de Granada. Debía de salir de los confines del reino acompañado por un abid (esclavo). Parece que este abid a su vez estaba soborndado por Josef ben Nagrela de forma que debía de cortar la cabeza a Maksan una vez que llegarán auna detrminada localización. Su objetivo es que fuera proclamado sucsor al-Mu’izz, un nieto de Badis.
Pero los designios de Josef ben Nagrela no se cumplieron ya que el 30 de diciembre de 1066 fue asesinado, provocando además una macre entre los judio de Granada.
Maksán se encontró camino de su destierro con Musakkan ben Habus al-Magralí, uno de los jefes sinhaya que el visir judío había logrado expulsar de Granada con destino a Jaén.
Musakkan liberó a Maksan y lo condujo a Jaén diciéndose:
Nada me será más útil que tener a mi lado a este hijo del soberano para apoyar mi pretensión de apoderarme de Jaén o de cualquier otra plaza, pues las gentes se le someterán y yo adquiriré grandes riquezas.
 Memorias de ‘Abd Allah en El siglo XI en 1ª persona
Una vez llegados a Jaén Musakkan se hizo gobernador de Jaén en nombre de Maksán.
Gobierno en Jaén
El nuevo visir de Badis, al-Naya, veía con preocupación la rebelión de Jaén pues temía que los bereberes de dicha zona se aliaran con sus adversarios dentro de Granada y le derrocaran para poner en el gobierno a Maksán.
Sin embargo, Badis no deseaba enfrentarse militarmente a su hijo y prefería una solución diplomática. al-Naya mientras trataba de ganarse mediante sobornos a los bereberes de Jaén.
En Jaén quien realmente gobernaba era Musakkan. Así lo cuenta su sobrino Abd Allah:
Dentro de esa ciudad, Musakkan tenía oscurecido a mi tío Maksán, se había arrogado toda la autoridad y allegaba riquezas por su propia cuenta. Maksán no era para él más que una especie de halcón que utilizaba para su caza, y a mi tío no le quedaba otro recurso que soportar este estado de cosas, ya que no tenía más partidarios que aquellos y, por otra parte, estaba satisfecho con su suerte, puesto que Musakkan le había salvado la vida y él pensaba que seguir con el alma unida al pellejo era ya un botín que le dispensaba de aspirar a otras cosas
 Memorias de ‘Abd Allah en El siglo XI en 1ª persona
Ibn Idarí se hace eco del mal gobierno de Maksán en Jaén y cuenta un anécdota de que este tenía una perra llamada Labunna para burlarse de los hammudíes pues era el nombre de una hija de esa familia.
El visir al-Naya consiguió finalmente su propósito y un grupo de bereberes se alzó en Jaén contra Maksan y Musakkan. Ambos huyeron de la ciudad y se encaminaron hacia Toledo. Allí Yahya ben Ismael ben-Di-l-Nun, Al-Mamum, le acogió y le confió un puesto en el ejército, mientras que Musakkan ofreció sus servicios militares en diverso reinos.
Exilio en Toledo
Mientras tanto la estrella del visir al-Naya, a pesar de su éxito al tomar Baeza, se fue eclipsando. Un numeroso grupo de bereberes seguía conspirando para asesinar a al-Naya y poner en su lugar a Maksán. Y así fue, al-Naya fue asesinado y los asesinos enviaron el anillo del difunto visir a Toledo a Maksan diciendo: “Ya no hay en Granada quien se te oponga ni haga frente”.
Sin embargo Maksan no acudió rápidamente y Badis nombró visir a un mozárabe, Abu-l- Rabí con la oposición de la mayoría de los jefes bereberes. Sabiamente, el nuevo visir aconsejó a Badis que se reconciliara con Maksan y que le escribiera perdonándole y con la promesa de que le nombraría sucesor al trono.
Regreso a Granada
Maksán retornó entonces a Granada. Pero Badis decidió tomarse un fría venganza. Le prodigó dinero pero le aconsejó de modo que los que al principio eran sus partidarios, los sinhaya, acabaron odiándolo. Le dijo que debía de mostrarse duro y cruel con ellos. Y así lo hizo, despreciando y humillando a todos.
Lo mismo hizo con miembros de su propia familia como su prima Umm al-‘Ulu, quien deseaba casarse con él, pero a cambio recibió ultrajes e insultos. La narración de su sobrino ‘Abd Allah es muy descriptiva de la situación:
Al coincidir sus aviesas inclinaciones con los pésimos consejos de su padre, la maldad se apoderó de él por entero, y nada tenía en más que insultar y burlarse de las gentes. Lo asombroso era que contra quienes mostraba mayor odio era contra quienes le amaban y habían trabajado en su favor. Tales ataques hizo a su honor y tantas obligaciones imposibles les impuso, que todo el mundo pasó a odiarlo y se dio perfecta cuenta de su poco seso. Unánimemente se pensó que nada bueno podía esperarse de él
 Memorias de ‘Abd Allah en El siglo XI en 1ª persona
Últimos años de Maksán ben Badis
Finalmente Badis decidió volver a apartar a su hijo de Granada y lo designó como gobernador en Jaén. De este modo Maksán no acabó siendo el sucesor de Badis sino que lo serían sus sobrinos.
No hay noticias de que se opusiera al gobierno de su sobrino ‘Abd Allah en Granada, seguramente porque gobernó Jaén prácticamente de forma autónoma. En el año 466H/1074 perdió Jaén a manos de la taifa de Sevilla .
‘Abd Allah señala que Maksán falleció en la batalla de Badajoz, es decir, en la famosa batalla de Zalaca o Sagrajas acaecida el 23 de octubre de 1086. Suponemos que formaba parte del ejército granadino que combatió junto a los almorávides a las tropas de Alfonso VI de Castilla y León.



LA MUJER EN AL-ÁNDALUS


LA MUJER EN AL-ANDALUS.

Manuela Marín. Taurus.

            Además de la obra de Pierre Guichard (Al-Andalus. Estructura antropológica de una sociedad islámica en Occidente, Barcelona, 1976) y de la obra colectiva “La mujer en al-Andalus. Reflejos históricos de su actividad y categorías sociales”, ed. por María Jesús Viguera, Madrid-Sevilla, 1989, esfuerzo por estudiarla a partir de fuentes árabes. Las fuentes escritas en época árabe, diccionarios biográficos, crónicas históricas, compendios jurídicos, etc, proporcionan una información notable pese a que las mujeres aparecen de forma esporádica. Pero su voz no está, las mujeres no hablan, son los autores de la historia, excepto en la poesía.
Las mujeres en al-Andalus. Fuentes e Historiografía. Manuela Marín, en Árabes, judías y cristianas. Mujeres en la Europa Medieval, Feminae, Unv. Granada, 1993, 35-52. ( CSIC)
    Las fuentes son fragmentarias para aspectos sociales y económicos, y no han sido analizadas historiográficamente en su totalidad, muchos manuscritos se han perdido, y otros no han sido editados. Si el objeto de estudio son las mujeres o los campesinos, se acrecientan los problemas. El de Viguera pasa revista a la bibliografía secundaria, ella va a centrar el examen en las fuentes árabes que divide en dos apartados, fuentes documentales y literarias. Las documentales son más decepcionantes, no existen apenas documentos en archivos árabes anteriores al periodo mameluco (XIII_XV), y en al-Andalus carencia absoluta. Se conserva correspondencia diplomática desde época almohade (XIII), pero nada de nuestro tema. Otro conjunto es el de los documentos referidos a los mudéjares y moriscos. Ana Labarta y Camen Barceló son autoras de estudios sobre la mujer mudéjar y morisca en la obra colectiva de Viguera. El aspecto más interesante de esta documentación no son los personajes excepcionales, como sucede con las fuentes literarias, se trata de mujeres del pueblo, urbanas o campesinas, que atraen momentáneamente la atención del mundo oficial. No es posible considerarlas como pertenecientes a al-Andalus, ya que se trata de musulmanas que viven en entorno cristiano o de conversas forzosas al cristianismo cuando al-Andalus ya no tenía existencia. Otro tipo de la documentación es la epigrafía. En España no hay Corpus completo de inscripciones árabes, una editada en Leiden en 1931 por E. Leví-Provençal, y el Repertorio de Almería publicado por Manuel Ocaña en Madrid en 1964. De las 309, 30 se refieren a mujeres.
    Aportan información onomástica, st las funerarias, otras son conmemorativas. Una recoge la construcción de una fuente cuyos gastos fueron sufragados por la famosa princesa Subh madre de Hisam II, y la llama madre del emir de los creyentes. Otra inscripción es de un siglo después cuando ya época taifa, conmemorativa de la construcción de un alminar en la mezquita, llamandola la gran dama madre de al-Rasid. Una está en una caja de marfil conservada en Lonfres que dice se hizo para la hija de la señora, la hija de Abd al-Rahman. Las mujeres de la familia real gozan de un rango especial y las de más elevado eran las madres del heredero o monarca. Suelen aparecer sin nombre propio, solo con el título lo que es común a las de esta clase. En las lápidas de otros miembros femeninos de casas reales sí constan los nombres. En algún caso una nisba o apellido, pero muy restringido. Junto a la onomástica, algunas dan datos sobre el origen social de algunas y su entorno familiar, un epitafio menciona a la hija de un alfaquí, de un gobernador, o una mawlat. Escasas todas pero muy fiables.
    Los estudios de las mujeres del emir o califa a través de diccionarios biográficos si destacaron en campos de la ciencia, y que pertenecían a familias de ulemas o sabios, de grupos urbanos y dedicados al estudio y administración de justicia. Solo si se trata de personas de grandes familias aparece la cadena familiar de ascendencia. La razón, porque en la sociedad árabe clásica la mujer no transmite filiación alguna y no es necesario conservar la memoria de su ascendencia. Pero alguna por su importancia sí; una de las mujeres de Abd al-Rahman III, Fatima bint al-Mundir legó a su hijo y a los descendientes de éste el apellido con que era conocida, al-Qurasiya, pertenecer a la familia de Omeyas de tribu de Qurays, la del Profeta. O los hijos de Banu l-Qutiya, los hijos de la Goda, descendían de la famosa Sara la goda, sobrina de Artobás.
   Como se prohibe la representación figurativa casi no hay imágenes femeninas, algunas en miniaturas en XIII y XIV en Bib Vaticana de la Historia de los amores de Bayad y Riyad, imágenes femeninas en interior y jardines. Las esclavas siempre con la cabeza descubierta y el cabello sobre los hombros, las señoras un tocado que recuerda una tiara. Su problema es que proceden de los códigos estéticos bagdadíes, no andalusíes, de Iraq. La iconografía para el XIII con imágenes recogidas en obras de Alfonso X como las miniaturas del Tratado de Ajedrez, una esclava de piel cetrina y cabeza cubierta acompaña a otra de piel clara que lleva un cesto con comida y benida. En el Libro de los juegos sí hay tab moras con detalles, vestidos, adornos y una con las manos pintadas con aleña. De la 1 mitad XIV son las pinturas murales del Partal, en la Alhambra, una mujer, seguram cautiva conducida en camello y escena de grupo de ocho mujeres celebran una fiesta sentadas en el suelo con instrumentos. Más tardías son las miniatruas de un ms en el Escorial que publicó Rachel Arié en Miniatures hispano-musulmanes. Recherches sur un manuscrit arabe illustré de L’Escurial, Leiden, 1969. Se trata probablemente de obra de un morisco del XVI: varias escenas con mujeres con atavío semenjante, adornadas con joyas y calzando babuchas. Una se incluye un molinero y su mujer con traje y tocado diferente a las otras y va descalza. Otros soportes icónicos los marfiles cordobeses, pero escenas de caza o banquetes, dos aparecen en bajorrelieves de la pila de Játiva, una poco usual una mujer desnuda que amamanta un niño.
   Es necesario recurrir a otras fuentes escritas para informarnos de aspectos de su existencia. Las fuentes literarias, no de carácter de documento de archivo, toda producción histórica, poética, jurídica, científica, etc. En las crónicas históricas, la mayoría historiografía oficial, de corte, centrada en la dinastía cordobesa de los omeyas. Las mujeres aparecen de manera marginal, en las listas de hijos de los emires o califas, como madres o esposas y se omite a menudo el nombre. Pero, como en el mundo cristiano, el cronista a veces se ve compelido a incluis a mujeres cuya personalidad o circunstancias no es posible dejar de mencionar. Ella no cree en la pretendida libertad de la mujer andalusí, como Henri Peres, la crónica siempre es excepcional. El verdadero protagonista de los asuntos públicos es el hombre, y la mujer solo figura por la ausencia, de la forma que sea, del varón. Es el caso de Subh que domina el reinado de su hijo débil e incapaz hasta que Almanzor decide tomar las riendas. O la viuda de Almanzor, al-Dalfa, que financia la revuelta que termina con el califato de Córdoba para vengar la muerte de su hijo al-Muzaffar. Los textos históricos ofrecen datos sobre alianzas matrimoniales y, con alguna frecuencia, sobre la vida de las mujeres en el interior del Alcázar. Breves pinceladas que dan cierta idea de su actividad, tomando parte activa en las luchas por asegurar la sucesión al trono. De las crónicas obtenemos la imagen de la mujer situada en el entorno del poder, su papel social de esposa y madre sobretodo. Las mujeres que asoman en los textos no llegan al poder por sí mismas sino a través del hijo que llega a reinar o es nombrado heredero. Con la llegada de los almorávides (XI) los textos recogen una participación más activa de algunas de la familia reinante en derrocaciones poder.
   Los diccionarios biográficos (Mª Luisa Avila, Las mujeres sabias de al-Andalus”), de los miles de biografías a sabios andalusíes, 116 son de mujeres. Personalidades destacadas, mujeres fuera de lo común. El espectro social es más amplio pero también limitado al ámbito urbano. La mayoría estudia con sus padres o parientes, siguen sus pasos en la dedicación a una disciplina. De todas ellas solo dos reciben el calificativo de ‘alima, sabia, aunque algunas se dedicaron al estudio de temas de la tradición profética o el derecho, una astrónoma, médica, poetas, y katiba o secretaria, copista y calígrafa. Ahora bien, las biografías que les dedican son distintas a las de los hombres, incluso falta información cronológica, y los datos son esquemáticos. Suelen corresponder a dos tipos, de mujeres de familias de alfaquíes y ulemas, que participan así en la transmisión del conocimiento, y esclavas especializadas en música, canto o poesía quizás incluidas por su inteligencia y representan una cultura más profana que las otras. Las primeras de familias acomodadas y cultas.
   Los niveles cultrales a los que pueden acceder a veces responden a las poesías, amorosas st, en versos clásicos, y otros estróficos (muwassahat) que pueden incluir versos en romance o jarayat, posible que vengan de esclavas cantoras del Norte o más allá Pirineos. La otra serie de obras pertenecen al género de las anécdotas, por temas, de tradición oriental y pese a que la cultura árabe es igual (digo YO) no nos sirve a la hora de intentar recomponer la vida de las mujeres andalusíes.
    Las fuentes jurídicas sacadas del fiqh, derecho islámico, aporta bastante al ocuparse de todos los temas y aspectos de la vida individual y en sociedad. Muchas tienen carácter teórico, pero son interesantes para normas de matrimonios, divorcios, herencias, custodia de hijos y valorar la posición de la mujer en las leyes islámicas. Estas reglas tienen aplicación práctica. En las biografías de jueces a veces se habla de casos referentes a una mujer. También hay formularios notariales (modelos compraventas, divorcios, manumisiones, conversión al Islam) Y un tercer tipo son los casos reales de consultas al juez, controvertidos sobre los que diversos alfaquies dieron su opinión. Disputas religiosas también, crímenes, minorías religiosas. Relacionados con la vida cotidiana los manuales o tratados de hisba, gobierno del zoco que tienen informaciones sobre ventas de esclavas o prostitución. Por fin, obras de medicina, curas, interrupción embarazo voluntaria o no, perfumes o cosméticos o actividad sexual.
    Pero las carencias son irremediables, para amplias capas urbanas y todas las campesinas.

La mujer en la legislación musulmana. Caridad Ruiz-Almodovar; en Árabes, etc. 64-75
La principal fuente de derecho islámico es el Corán, pero otras son la Sunna conjunto de hechos y dichos del Profeta y su manera de proceder en tales casos, y los Hadices o relatos de algunos hechos referentes a la sunna. La interpretación de estos textos dio lugar al fiqh o derecho islámico establecido según varias escuelas, 4 sunnies que afectan a este tema y la maliki que se implantó en al-Andalus. El tratamiento de la ley islámica de hombre y mujer en cuanto a seres humanos son iguales ante Dios, mental y espiritualmente, porque fueron creados por El. Se reconoce a la mujer su condición humana idéntica a la del hombre cuando en la cristiana se decidía si la mujer tenía o no alma. Consecuencia del hecho es la prohibición de la prácticas preislámicas del infanticidio femenino y de que las mujeres formasen parte de la herencia. Al establecer que tanto Adán como Eva fueron culpables de la expulsión del Paraíso los identifica como iguales. Y al otorgarles los mismos premios y castigos por sus obras en esta y la otra vida igual. O concederles derecho a la educación en un hadiz que dice que la búsqueda del saber es un deber para todo musulmán y musulmana, a la propiedad privada, la herencia, el trabajo para el que no existe prohibición concreta. Pero el tratamiento que la ley islámica hace de estos seres como personas, hombres y mujeres si es diferente. En cuanto personas, el hombre y la mujer tienen naturalezas diferentes y no sin iguales, con lo que no podían tener derechos y deberes iguales. Esa desigualdad queda establecida en varias aleyas, los hombres tienen sobre ellas preeminencia, o los hombres están por encima de las mujeres porque Dios ha favorecido a uno respecto a otros. Este desequilibrio entre los sexos es el reflejo de que el Islam es el producto de la sociedad donde surge, en Arabia en el siglo VII, patriarcal, patrilineal, patrilocal, en la que el hombre es el proveedor y protector y recaía sobre el la obligación de mantener a la familia, y la mujer estaba en un nivel intermendio entre los animales y el hombre ya que se consideraba una posesión más y a veces menor que otra pieza. Al hacer suya el Corán esta desigualdad emerge el hombre favorecido por Dios en todos los planos.
    En el social, la inferioridad de la mujer queda establecida en el valor otorgado a los testigos, porque el testimonio femenino vale la mitad, y en la reclusión y el velo que la jurisprudencia, con el proceso de urbanización, fue dándole forma legal, aunque las aleyas 32 y 33 se refieren solo a las mujres del Profeta. En el plano político la prohibición del acceso de la mujer a esta función se encuentra en un hadiz recogido por Bujari que dice no conocerá jamás la prosperidad el pueblo que confía sus asuntos a una mujer. En el plano económico se manifiesta en los derechos de herencia. Aunque dio un gran paso al reconocerles el derecho de herencia, pero en seguida lo matiza estableciendo que la mujer solo tenia derecho a la mitad de lo que percibiese el hombre en su mismo grado de parentesco. Se entendió también como el modo de entregar parte de los bienes de una familia a otra ajena y se escatimó a la mujer su derecho de herencia por distintos medios. En el plano sexual queda establecida la desigualdad cuando se regula el matrimonio, el repudio y la poligamia.
    El matrimonio es el contrato de ambos sin límite de duración para crear una familia. No es indisoluble y no es una institución religiosa aunque se le imprima carácter sagrado. El Corán valora a los casados de todos modos. Debe existir el consentimiento de ambos, una dote y no haber impedimentos. Los testigos deben ser varones, musulmanes libres, o cada uno por dos mujeres, pero la escuela maliki no las considera válidas para testimoniar un matrimonio. El consentimiento ha de ser oral pero no es imprescindible que lo expresen los novios, sino que pueden estar representados por padres o tutores. En la maliki la mujer no puede expresar su consentimiento en persona, y lo normal es que se prescindiese del de ambos porque los padres decidían por ellos. La dote es la suma o regalos entregada por el novio a la novia que pasa a formar parte de la propiedad legal de la esposa, se da un adelanto y el atraso cuando hay fallecimiento y divorcio. Los impedimientos son las circunstancias que hacen imposible el matrimonio, como el parentesco de sangre, leche o matrimonio. Religiosos porque no pueden casarse con paganos si no se convierten. En los religiosos uno atañe a la mujer, no puede casarse con cristiano o judío o sabeo. Los temporales o sociales atañen a ambos como el repudio irrevocable y definitivo, otro al hombre, el tener ya cuatro esposas, y otro a la mujer que es la más estricta monogamia porque en un sistema patriarcal se requiere la certeza absoluta sobre la paternidad. Si hay disolución la mujer no puede casar en 3 ciclos o 4 meses.
   Como contrato comporta deberes y derechos. Los del marido son consumarlo, cohabitar, mantenerla, tratarla bien, autorizarla a recibir la visita de sus padres y parientes en grado prohibido para el matrimonio, visitarlos y proceder con sus esposas con equidad. Los de ella son obediencia al marido, habitar en el domicilio y fidelidad. Su infidelidad es penada doblemente porque la adúltera está castigada con 100 azotes como el hombre y además recluida hasta que muera o se arrepienta. El repudio es unilateral e ilimitado para el hombre, echandola de la casa sin su consentimiento. Es su voluntad. El repudio puede ser revocable si se pronuncia una vez, pero si se repite dos es de por vida. Aunque se dice que es un acto permitido pero el mas odiado por Dios, se instauró. Una repudiada vivirá mal, sin pensión y volverá con los padres, pierde la custodia de los hijos y no tiene derecho sino a la dote atrasada. La nulidad solo se observa en caso de enfermedad incurable del marido que haga difícil o repugnante la convivencia, o por ausencia injustificada del marido, la maliki añade malos tratos e injurias de palabra, negligencia en sus deberes e impago de sumas para mantener el hogar. Esto es, la inferioridad no solo está en la legislación, sino que la manipulación de las leyes hecha por los hombres la aumentó.

La vida cotidiana de la mujer en al-Andalus y su reflejo en las fuentes literarias, Nadia Lachiri 102-
Tres tipos de mujeres, la que es honesta, humilde y musulmana, la que es un recipiente para los hijos y la tercera es una atadura que Dios pone alrededor del cuello de sus siervos. Pese a que la poesía habla de ellas a veces como infieles y ligeras, la verdad es que la cosa no era así.
A través de estas fuentes se sabe que las niñas no iban a las escuelas coránicas, muchos fatwas desaprobaban eso, aunque algunos alfaquies educaban a la mujer y consideran indispensable que sepan leer para saber su religión, pero en casa por padres o parientes. Solo si casaban con intelectuales tenían oportunidad de aprender, por la tarde podían ir a la mezquita a recibir dictámenes de los religiosos, o por maestras si bien no es lo normal.
Los manuales de hisba dictaminan que hasta las prostitutas no deben salir sin la cabeza cubierta, y exigían la clausura de ventanas de las habitaciones altas y de las puertas que daban a los cementerios porque allí se podía verlas a cara descubierta. Se ve mal que alguna princesa reciba sin estar cubierta incluso. Walada fue la primera que dejó de llevar velo pero era princesa y pudo influir en las otras. Algunas eran maestras con título, poetisas, ciencias coránicas y fiqh, cálculo, calígrafas, y algunos aprendieron de ellas detrás de una cortina.
Otras se dedican al canto y la música, esclavas educadas para ello. Otras profesiones eran la de aplicadora de ventosas, corredora de objetos, peinadora, plañidera, adivinadora, mandadera, hilandera y tejedora. Comadronas y parteras. La prostitución también se ejercía a pesar de ser imperdonable por la sociedad, vivían en posadas y a ellas acudían tb cristianos y judíos dicen los versos. Aunque la más frencuente era la de esclavas.
En los versos tampoco se ve bien la poligamia por ellas, mejor irse a la tumba que a casa de otra dice uno de ellos.
Y como puede suponerse el control sobre las de la realeza era superior al de las otras. Pero en los harenes eran ellas las que mandaban y se hacía a título honorífico. Las de la clase media y baja salían a ala calle, solas, para ir al mercado, se paraban a hablar en la calle, se visitaban, incluso hablan con hombres.

Aperçus sur la femme dans l’Espagne musulmane, Rachel Arié.
     Bien, hemos visto como el Coran los coloca igual,incluso no se le prohibe el estudio de la ciencia religiosa, pero en el terreno político y jurídico son inferiores, está excluída de oficios públicos, de ser juez, presidir plegaria, predicar, ni tutoras de niños. En derecho penal el precio de la sangre es la mitad que el del hombre.
   Pero su vida es variada. La actividad aquí como en Oriente se desarrolla en el medio familiar porque segun los hadit ello es lo propio de las mujeres.