lunes, 21 de mayo de 2012

Historia de los musulmanes en al-Ándalus. Giralda de Sevilla



GIRALDA DE SEVILLA



Las invasiones africanas de los siglo XI y XII (almoravide y almohade) trajeron consigo a Al-Andalus una arquitectura y arte musulmán basados en el sillarejo o mampostería entre hiladas de ladrillo, (aunque ésta ya se utilizó en el mundo romano) arco polilobulado o de herradura apuntada (túmido), bóvedas de mocárabes, y artesonados de lazo y armaduras de par y nudillo.

En este contexto, el Imperio Almohade fijó la capital de Al-Andalus en Sevilla y erigió una grandiosa mezquita, más grande incluso que la de Córdoba, con 17 naves y cinco cúpulas ante el mihrab.

Esta mezquita mayor de Sevilla fue destruida para construir la catedral cristiana de estilo gótico, respetando únicamente dos elementos musulmanes: la citada Giralda, reconvertida en campanario cristiano y el Patio de los Naranjos.

La Giralda, a pesar de su autonomía, ejerce la función de torre y de campanario de la Catedral de Sevilla. Patrimonio de la Humanidad desde 1987, no sólo destaca por su ubicación e historia, también debemos subrayar su factura arquitectónica, su función a lo largo de los siglos y su significado dentro del casco antiguo de la ciudad. Su base cuadrada se sitúa a 7,12 metros sobre el nivel del mar, teniendo 13,61 metros de lado y una altura de 104,06 metros. Fue construida en su base a imagen y semejanza del alminar de la mezquita Kutubia de Marrakech (Marruecos), aunque el remate superior y campanario es de progenie europeo renacentista.

El último cuerpo de la torre almohade fue sustituido en el siglo XVI por Hernán Ruiz mediante un remate renacentista sobre el que gira una estatua femenina de bronce de 4 metros de altura que representa "la fé victoriosa" llamada el "giraldillo" que da nombre a la torre.

La Giralda tiene la estructura clásica de los alminares almohades y que se seguirá usando durante siglos en la mayoría de los campanarios mudéjares. Está compuesta de un prisma central de base cuadrada, rodeada por los cuatro muros externos. Entre ambas estructuras se situaban las rampas de subida, que en el caso de la Giralda y por su gran tamaño, permitía incluso el acceso a caballo.

La decoración exterior se basa en vanos bíforos o ajimeces, bien con arcos de herradura semicirculares o polilobulados, rodeados por alfiz y acogidos por otro gran arco lobulado apuntado (arco túmido).

En las calles laterales hay arcos murales ciegos y se extienden paños de "sebka" así llamada la retícula que forman dichos arcos polilobulados cuando se extienden por amplias superficies murales y que desde lejos semejan ser una red de rombos.

No sólo la gran altura de este alminar hace destacar a la Giralda entre todas las norteafricanas, sino su decoración en franjas o calles verticales le confiere una airosidad especial.

La torre está constituida por dos cuerpos diferentes aunque perfectamente unidos, mostrando un ejemplo perfecto del crisol de culturas existente en la ciudad.

El cuerpo musulmán es el más antiguo, fue iniciado en 1184 por orden de Abu Yaqub Yusuf para ser el alminar de la mezquita almohade de Sevilla. Su construcción se comenzó en piedra, tal y como se puede apreciar en su base, y se emplearon los restos de algunos edificios y lápidas romanas. La muerte de Abu Yacub trajo un cambio en la obra, al encargarse de ella Alí de Gomara, quien contunuó la construcción en ladrillo. Se basó en el alminar de la mezquita Kutubia (70 metros) de Marrakech, (Marruecos) y considerada obra maestra del arte hispano-magrebí. También se la considera hermana de la gran Torre Hasan (60 metros) de Rabat.

Cuerpo cristiano del campanario, acabado en 1568 por Hernán Ruiz II.

Como curiosidad cabe destacar el hecho de que la Giralda no tiene escaleras, sino 35 rampas suficientemente anchas para permitir que el sultán subiera por ellas montado a caballo para ver la bella estampa que se divisa.

A raíz de un terremoto ocurrido en 1365 se perdió el yamur original, conjunto de cuatro esferas o "mazanas" de tamaño decreciente en cobre dorado que coronaba la torre. En aquel momento fue sustituido por una sencilla espadaña.

Posteriormente en el siglo XVI, se añadió el actual cuerpo cristiano, el campanario que remata la torre. La construcción de este cuerpo estuvo a cargo del arquitecto cordobés Hernán Ruiz, encargado para realizarlo con un remate en forma de estatua que representara la Fe.

Ya desde principios del año 1558 este arquitecto presentó ante el Cabildo las trazas para la construcción de un modelo para el campanario, junto con las de la Sala Capitular, sus dos obras emblemáticas para la catedral hispalense. El conjunto fue comenzado en ese mismo año, y aunque las obras de la catedral estaban abiertas por varios frentes (también por entonces se trabajaba en la Capilla Real), en aquellos años la principal ocupación de Hernán Ruiz II estaba en la realización del cuerpo de campanas de la torre, obra que acabó en el año 1568.


El Giraldillo, réplica ante la Puerta del Príncipe de la Catedral.

Originalmente Giralda era el nombre que tenía la figura de la Fe, una enorme estatua realizada por el escultor Juan Bautista Vázquez El Viejo sobre el modelo previamente diseñado por el pintor Luis de Vargas, que con más de 4 m de altura (7 con el pedestal) corona el campanario y que fue instalado en el mismo año 1568. El nombre proviene de los giros que se producían en la figura con los cambios de viento, pues hace las veces de veleta. Con el paso del tiempo, ese nombre pasó a denominar a la propia torre, conociéndose la figura como el Giraldillo.

El siguiente cuerpo que tiene encima del de campanas es el cuerpo de las azucenas, que cuenta con cuatro jarras de azucenas de bronce, una en cada esquina. Las actuales azucenas son reproducciones de las antiguas, casi desaparecidas por el deterioro del tiempo. Son obra del conocido y recientemente fallecido orfebre Fernando Marmolejo Camargo, que incluso tuvo el honor de colocarlas por lo que se le conoce cariñosamente como "el prioste de la Giralda". Y encima de este existe otro cuerpo más de estilo renacentista formado por el cuerpo de carambolas, cuerpo de estrellas, cúpula y cupulín y sobre éste la estatua de la Fe.

El 29 de diciembre de 1928, fue declarada Patrimonio Nacional; en 1987, integró la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Si la arquitectura de la Giralda es interesante por su perpetuación en el mundo mudéjar, algo similar podemos decir de su decoración exterior que veremos, más o menos evolucionada, durante siglos en numerosos edificios mudéjares de Aragón, Castilla y Andalucía.

El esfuerzo de ascender por el interior de esta torre hasta el cuerpo de campanas da oportunidad de poder observar, a muy poca distancia, los magníficos trabajos de sus ventanales, donde se pueden admirar los propios arcos y los capiteles de ascendencia califal.

Otro de los alicientes de visitar la La Giralda es poder presenciar la complicada estructura exterior de la catedral sevillana. Pocas veces se tiene oportunidad de estudiar la compleja estructura de ventanales, bóvedas, pináculos y arbotantes de una gran catedral gótica.


vasiones africanas de los siglo XI y XII (almoravide y almohade) trajeron consigo a Al-Andalus una arquitectura y arte musulmán basados en el sillarejo o mampostería entre hiladas de ladrillo, (aunque ésta ya se utilizó en el mundo romano) arco polilobulado o de herradura apuntada (túmido), bóvedas de mocárabes, y artesonados de lazo y armaduras de par y nudillo.


En este contexto, el Imperio Almohade fijó la capital de Al-Andalus en Sevilla y erigió uiosa mezquita, más grande incluso que la de Córdoba, con 17 naves y cinco cúpulas ante el mihrab.


Esta mezquita mayor de Sevilla fue destruida para construir la catedral ciana de estilo gótico, respetando únicamente dos elementos musulmanes: la citada Giralda, reconvertida en campanario cristiano y el Patio de los Naranjos.


La Giralda de Sevilla es el minarete de la antigua mezquita almohade de la ciudad. La sección inferior de la Giralda es la originalmente construida por los musulmanes. Comenzó a construirse en 1184 por orden del sultán de Marruecos Abu Yaqub Yusuf. Para los cimientos se utilizaron piedras de antiguas construcciones romanas, algunas de estas piedras aún pueden verse en la Giralda a ras del suelo. La estructura de la Giralda consta de cuatro paredes exteriores y cuatro interiores, y entre estas se encuentra una rampa espiral inclinada que sube hasta la terraza. De esta forma era posible para el sultán y los muecines subir al minarete a caballo. La construcción se terminó en 1196 y en 1198 se añadieron arriba cuatro grandes esferas de cobre pulido que reflejaban la luz del Sol y hacían visible la ciudad a muchos kilómetros de distancia. Con sus 82 metros de altura fue durante algún tiempo la torre más alta del mundo y una de las más bellas del mundo islámico. Cuando la ciudad fue conquistada por el rey cristiano Fernando III de Castilla en 1248 la mezquita fue adaptada para convertirse en catedral. En 1356 un terremoto destruyó parcialmente la parte superior de la Giralda, haciendo caer las esferas de cobre. Hacia 1400 se colocó una espadaña en sustitución de las partes dañadas. La mezquita fue derribada en 1433 para construir una catedral de formas cristianas, que se inauguró en 1507. Afortunadamente la Giralda se salvó de esta destrucción y continuó siendo utilizada como campanario de la catedral. Entre 1558 y 1568 se construyó un nuevo campanario renacentista y las secciones que se encuentran sobre este, y se colocó una gran veleta de bronce que corona la Giralda y que representa a la fe cristiana. De esta forma la Giralda adquirió su aspecto actual, con una altura de 98,5 metros. El nombre de Giralda proviene de los giros que el viento produce en esta veleta. La Giralda continúa siendo en la actualidad el campanario de la catedral de Sevilla.


La Giralda, a pesar de su autonomía, ejerce la función de torre y de campanario de la Catedral de Sevilla. Patrimonio de la Humanidad desde 1987, no sólo destaca por su ubicación e historia, también debemos subrayar su factura arquitectónica, su función a lo largo de los siglos y su significado dentro del casco antiguo de la ciudad. Su base cuadrada se sitúa a 7,12 metros sobre el nivel del mar, teniendo 13,61 metros de lado y una altura de 104,06 metros. Fue construida en su base a imagen y semejanza del alminar de la mezquita Kutubia de Marrakech (Marruecos), aunque el remate superior y campanario es de progenie europeo renacentista.


El último cuerpo de la torre almohade fue sustituido en el siglo XVI por Hernán Ruiz mediante un remate renacentista sobre el que gira una estatua femenina de bronce de 4 metros de altura que representa "la fé victoriosa" llamada el "giraldillo" que da nombre a la torre.


La Giralda tiene la estructura clásica de los alminares almohades y que se seguirá usando durante siglos en la mayoría de los campanarios mudéjares. Está compuesta de un prisma central de base cuadrada, rodeada por los cuatro muros externos. Entre ambas estructuras se situaban las rampas de subida, que en el caso de la Giralda y por su gran tamaño, permitía incluso el acceso a caballo.


La decoración exterior se basa en vanos bíforos o ajimeces, bien con arcos de herradura semicirculares o polilobulados, rodeados por alfiz y acogidos por otro gran arco lobulado apuntado (arco túmido).


En las calles laterales hay arcos murales ciegos y se extienden paños de "sebka" así llamada la retícula que forman dichos arcos polilobulados cuando se extienden por amplias superficies murales y que desde lejos semejan ser una red de rombos.


No sólo la gran altura de este alminar hace destacar a la Giralda entre todas las norteafricanas, sino su decoración en franjas o calles verticales le confiere una airosidad especial.


La torre está constituida por dos cuerpos diferentes aunque perfectamente unidos, mostrando un ejemplo perfecto del crisol de culturas existente en la ciudad.


El cuerpo musulmán es el más antiguo, fue iniciado en 1184 por orden de Abu Yaqub Yusuf para ser el alminar de la mezquita almohade de Sevilla. Su construcción se comenzó en piedra, tal y como se puede apreciar en su base, y se emplearon los restos de algunos edificios y lápidas romanas. La muerte de Abu Yacub trajo un cambio en la obra, al encargarse de ella Alí de Gomara, quien contunuó la construcción en ladrillo. Se basó en el alminar de la mezquita Kutubia (70 metros) de Marrakech, (Marruecos) y considerada obra maestra del arte hispano-magrebí. También se la considera hermana de la gran Torre Hasan (60 metros) de Rabat.


Cuerpo cristiano del campanario, acabado en 1568 por Hernán Ruiz II.


Como curiosidad cabe destacar el hecho de que la Giralda no tiene escaleras, sino 35 rampas suficientemente anchas para permitir que el sultán subiera por ellas montado a caballo para ver la bella estampa que se divisa.


A raíz de un terremoto ocurrido en 1365 se perdió el yamur original, conjunto de cuatro esferas o "mazanas" de tamaño decreciente en cobre dorado que coronaba la torre. En aquel momento fue sustituido por una sencilla espadaña.


Posteriormente en el siglo XVI, se añadió el actual cuerpo cristiano, el campanario que remata la torre. La construcción de este cuerpo estuvo a cargo del arquitecto cordobés Hernán Ruiz, encargado para realizarlo con un remate en forma de estatua que representara la Fe.


Ya desde principios del año 1558 este arquitecto presentó ante el Cabildo las trazas para la construcción de un modelo para el campanario, junto con las de la Sala Capitular, sus dos obras emblemáticas para la catedral hispalense. El conjunto fue comenzado en ese mismo año, y aunque las obras de la catedral estaban abiertas por varios frentes (también por entonces se trabajaba en la Capilla Real), en aquellos años la principal ocupación de Hernán Ruiz II estaba en la realización del cuerpo de campanas de la torre, obra que acabó en el año 1568.




El Giraldillo, réplica ante la Puerta del Príncipe de la Catedral.


Originalmente Giralda era el nombre que tenía la figura de la Fe, una enorme estatua realizada por el escultor Juan Bautista Vázquez El Viejo sobre el modelo previamente diseñado por el pintor Luis de Vargas, que con más de 4 m de altura (7 con el pedestal) corona el campanario y que fue instalado en el mismo año 1568. El nombre proviene de los giros que se producían en la figura con los cambios de viento, pues hace las veces de veleta. Con el paso del tiempo, ese nombre pasó a denominar a la propia torre, conociéndose la figura como el Giraldillo.


El siguiente cuerpo que tiene encima del de campanas es el cuerpo de las azucenas, que cuenta con cuatro jarras de azucenas de bronce, una en cada esquina. Las actuales azucenas son reproducciones de las antiguas, casi desaparecidas por el deterioro del tiempo. Son obra del conocido y recientemente fallecido orfebre Fernando Marmolejo Camargo, que incluso tuvo el honor de colocarlas por lo que se le conoce cariñosamente como "el prioste de la Giralda". Y encima de este existe otro cuerpo más de estilo renacentista formado por el cuerpo de carambolas, cuerpo de estrellas, cúpula y cupulín y sobre éste la estatua de la Fe.


El 29 de diciembre de 1928, fue declarada Patrimonio Nacional; en 1987, integró la lista del Patrimonio de la Humanidad.


Si la arquitectura de la Giralda es interesante por su perpetuación en el mundo mudéjar, algo similar podemos decir de su decoración exterior que veremos, más o menos evolucionada, durante siglos en numerosos edificios mudéjares de Aragón, Castilla y Andalucía.


El esfuerzo de ascender por el interior de esta torre hasta el cuerpo de campanas da oportunidad de poder observar, a muy poca distancia, los magníficos trabajos de sus ventanales, donde se pueden admirar los propios arcos y los capiteles de ascendencia califal.


Otro de los alicientes de visitar la La Giralda es poder presenciar la complicada estructura exterior de la catedral sevillana. Pocas veces se tiene oportunidad de estudiar la compleja estructura de ventanales, bóvedas, pináculos y arbotantes de una gran catedral gótica.










La Giralda

Es la denominación actual de la torre y campanario de la Catedral, antiguo alminar como ya hemos comentado, constituyendo dentro de ella una entidad autónoma, destacable no sólo por su ubicación e historia, sino además por sus variados aspectos formales, funcionales y simbolicos, hasta el punto de ser el emblema de la Catedral y constituir su imagen una de las típicas de la ciudad, objeto de uso, consumo y abuso. En apariencia es una unidad, pero sin embargo, es el resultado de la superposición de dos obras muy distantes en el tiempo y en los estilos, aunque bien integradas gracias a los artificios compositivos del arquitecto Hernan Ruiz.

Con la ciudad enriquecida por el oro procedente de América, las autoridades eclesiasticas decidierón edificar un nuevo remate que simbolizará el poder cristiano. Para ello añadierón un cuerpo de campanas renacentistas sobre el fuste islamico.

En 1555 se presenta el más antiguo proyecto de remate de la torre, proyecto que fué rechazado por el cabildo. Era su autor el arquitecto Diego de Vergara, Maestro Mayor de la Catedral de Malaga, y que proponía coronar la torre con un remate piramidal, de madera de roble, forrado de "planchas de aletón morisco y dado color dorado, lo cual relumbrará mucho tiempo". Dos años después, en 1557, el cabildo hispalense convova un nuevo concurso abierto entre arquitectos españoles para solucionar el problema del definitivo remate, y el 5 de enero de 1558 se aprobó el proyecto presentado por el arquitecto cordobés Hernán Ruiz Jimenez, el Joven, iniciándose de inmediato las obras del precioso campanario manierista, que se remató en 1565. Esta obra arquitectónica se vió completada, desde esta fecha, con el programa pictórico que, siguiendo las normas de Pacheco, ejecutarón el maestro Luis de Vargas y su equipo, y del que apenas si quedan vestigios en los paramentos de la torre.

Dado los amplisímos conocimientos acumulados por Hernan Ruiz, no es de extrañar que al cuerpo por él añadido al alminar se le quieran buscar infinidad de precedentes tanto en la arquitectura real como en la efímera, y aun en artes consideradas menores, como su estructura "al modo de una custodia". Sea como sea, el diseño de los balcones, la alternancia de dinteles y arcos en el cuerpo de campanas, las jarras de azucenas, los adornos cerámicos, etc., nos hablan de una dignísima "montera" que corona airosamente al viejo alminar.

Se ha escrito que "el cambio de función de la torre, de alminar a campanario, no sólo se constituía como símbolo del triunfo del cristianismo sobre el islam, sino que adquiría ahora nuevas connotaciones, ya que aludía también a recientes victorias de la cristiandad "romana" sobre los turcos, protestantes y moriscos alpujarreños... " A este efecto, la lápida commemorativa reza así: "La torre se recreció en cien pies ... y los Padres de la Iglesia Hispalense, con motivo del feliz desenlace de los asuntos religiosos, ordenarón poner el Coloso de la Fé Victoriosa."

Y este coloso no fué otra cosa más que la estatua de Santa Juana, aunque siempre se le llamó la Fé y Giralda -como sinonimo de veleta-, y hoy día se le conoce popularmente como "Giraldillo". Esta figura, de 7,52 metros de alto y un peso aproximado de dos toneladas, realizada en hierro y bronce, se colocó en su sitio en agosto de 1568 y, según los últimos estudios, fué diseñada por Luis de Vargas, inspirándose en la iconografía clásica de la diosa Minerva y más especificamente en el grabado de Raimondi que representa a la diosa Palas. Todo parece apuntar que el modelado lo hizo el escultor Juan Bautista Vázquez el Viejo, siendo fundida por Bartolomé Morel.

Este campanario, en el que se integran cuatro espadañas, cada una de las cuales tienen seis campanas, se llamó "Torre Mayor" o "Torre de Santa Maria". A comienzos del siglo XVII, concretamente en 1603 se publicó El Viaje Entretenido, de Rojas Villandrando y la veleta comenzó a llamarse "Giralda"; a mediados de la centuria siguiente este nombre se aplicaba al conjunto, como "Torre de la Giralda"; la evolución se completó llamando Giralda a toda la torre y "Giraldillo" a la veleta. No ha sufrido ningún cambio desde entonces, salvo la eliminación de sus yeserias almohades y los frescos renacentistas a fines del siglo XIX. Hoy la torre, que llegó a ser defensa de la catedral en la Edad Media, candelero e intrumento músical para las celebraciones urbanas y vivienda para sus servidores, sólo se usa como campanario y mirador.

Los cimientos de la Giralda que bajan quince metros desde el nivel del suelo están construidos a base de las ruinas romanas de Sevilla e Itálica. Su base cuadrada, que arranca a 7,12 metros llega a una altitud de 104,06 metros.


Cuando decida admirar las vistas de la ciudad desde este impresionante minarete descubrirá que para subir hay 35 rampas, y no escaleras. Esto es así para que el almuédano, el encargado de llamar a la oración al musulman, pudiera subir a caballo.

La Giralda dispone de veinticinco campanas, cada una tiene su nombre. Las de San Miguel y Santa Cruz, del año 1400 son las más antiguas. Otra curiosidad: las lagrimas de San Pedro, es un toque especial de clarinetes y campanas que se hace el dia del ápostol.

Cronologia de la Catedral

1184-1198 Construcción de la mezquita mayor de Sevilla y de su alminar. Se conservan partes en el patio de los naranjos y en los tercios inferiores de la Giralda. Se hizo con ladrillo.
1248-1401 La mezquita se consagra como catedral.
1434-1517 Obras de la catedral gótica. Comenzarón por la parte oeste. Se hizo con piedra.
1528-1601 Obras renacentistas en la capilla real, sacristía mayor, sala capitular y sus anexos. Destacan las de cuerpos superiores de la Giralda, obras de Hernán Ruiz Jiménez entre 1558-1568.
1618-1758 Barroco de la catedral: Parroquia del Sagrario y dos capillas menores del mismo lado.
1825-1928 Las últimas obras significativas de la catedral: tres portadas mayores y el ángulo suroeste.





Según vestigios de la época, se dice que las caras exteriores de los estribos, en un principio, dibujaron un rectángulo de 43,32 metros (N/S) por81,36 metros(E/W). De esta manera, los lados menores estaban constituidos por siete arcos gemelos cada uno y los mayores contaban con trece arcos, formando dos tandas de seis con un gran arco central. Este último constituía la entrada principal del Patio y es lo que hoy conocemos como la Puerta del Perdón.

Las obras del Patio se iniciaron en 1172, siendo acabadas 24 años después. A partir de entonces, en ella se desarrollaron las actividades típicas de las sahnse musulmanas. Sólo fue, hasta que los cristianos tomaron Isbilya en 1248, cuando esta plaza se convirtió en cementerio. Asimismo, es constatable que hasta 1432 se celebraba, en dicho Patio, una de las ferias anuales de la ciudad.

Hoy en día, el Patio de los Naranjos es uno de los anexos más importantes de la Catedral de Sevilla, estando totalmente integrado en ella. Para ello, a lo largo de los siglos ha sufrido varias modificaciones significativas como los derribos de la Sala de Oración y la nave de Poniente. Asimismo, a partir del siglo XV fue perdiendo poco a poco su connotación cultural, siendo hoy, un recinto sin prácticamente sentido religioso.












2 comentarios:

  1. Desde luego, en Sevilla es más que palpable el legado árabe en sus edificaciones.
    Interesante historia, yo estuve en Sevilla hace unas semanas y durante un free tour Sevilla nos introdujeron brevemente. La curiosidad por saber más fue la que me trajo hasta tu blog, el cual, me ha parecido muy interesante.
    Gracias.
    Saludos.

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