Almería, una ciudad islámica
Dominada por la Alcazaba, la Almería
musulmana se dividía en tres recintos, el más antiguo, (la “Medina”) fue
mandado construir por Abderramán III
17/08/2016 - Autor: Redacción - Fuente: www.islamyal-andalus.es
Dominada por la
Alcazaba, la Almería musulmana se dividía en tres recintos, el más antiguo, (la
“Medina”) fue mandado construir por Abderramán III, pronto hubo de ampliarse
ante el rápido desarrollo económico y la masiva llegada de nuevos habitantes.
Así que, a principios del siglo XI, la ciudad se amplió por el este en tiempos
de Jayrán (arrabal de la “Musalla” el Oratorio), y por el oeste por su sucesor
Zuhayr (arrabal del “Hawd”, el Aljibe). Esta estructura urbana, con tres
barrios, se mantiene hasta la toma de la ciudad por los Reyes Católicos.
Para el Islam, la
ciudad es la suma de los creyentes (musulmanes) que comparten un ideal
religioso. En ese sentido, el esquema urbano de Almería es similar a otras
ciudades islámicas: mezquitas, murallas y alcazaba, zocos, palacios..., calles
y casas. Se trata de un mundo de tensiones entre lo público y lo privado, entre
lo abierto y lo cerrado, entre lo visible y lo secreto. Lo importante es
proteger la intimidad, la vida privada, la casa, donde se encuentra el “harem”
(lugar sagrado)
Tampoco la vida
cotidiana de los almerienses era diferente a la de otras ciudades andalusíes.
Eran amantes del hogar, al que procuraban proteger del ruido y de las miradas
indiscretas. La vida diaria, se repartía entre el cumplimiento de los preceptos
coránicos y el trabajo. Los hombres en sus talleres artesanales o comercios,
algunos relacionados con la fabricación de sus famosas telas de lujo muy
solicitadas en todo el Mediterráneo.
El día sagrado de los
musulmanes, el viernes, acudían a la Mezquita Mayor, tras lo cual solían
visitar los cementerios, cerca de las puertas de la ciudad. La población se
divertía en reuniones familiares, juegos de cañas en la plaza vieja o paseos
por correderas, alamedas o cementerios.
Judíos y mozárabes vivían
pacíficamente integrados en la ciudad, la judería se localizaba en los
alrededores de la actual plaza de la Administración Vieja; los mozárabes en el
arrabal del Aljibe.
El ZOCO: Los comerciantes
y artesanos abrían sus tiendas en la calle, y ofrecían a sus clientes,
productos elaborados por ellos mismos, o traídos desde todo el mundo. En
Almería se localizaban en las proximidades de la Mezquita Mayor, y en las
calles principales (Real, Tiendas).
LA ALCAICERÍA: Dentro del zoco las
mercancías valiosas se guardaban en la Qaysariyya (alcaicería), calle donde se
situaba el comercio de lujo: joyas, sedas, orfebrería, brocados, situada entre
la Mezquita y las Atarazanas.
CALLES Y PLAZAS: La calle no existía
como tal, eran pasadizos entre terrados. Las calles principales nacían en las
puertas de las murallas, la más importante era el camino de Pechina al mar
(este-oeste), y del Puerto a la Puerta de Musa (sur-norte). El resto es un
laberinto de piedra y callejones imprevisibles.
LA MUSARÁ (plaza de los
juegos de cañas): Actual plaza de la Constitución, era el espacio más
importante de la Almería musulmana, rodeada por casas, baños tiendas, fondas,
edificios de la administración musulmana..., que en los días de fiesta se
transformaba en coso para los juegos de cañas, caballos o desfiles militares.
LA MEDINA: Centro y origen de la
Almería islámica, sus 20 has estaban densamente pobladas. Constituía el núcleo
religioso (Mezquita Mayor), político (Alcazaba) y económico (alcaicería y zoco)
de la ciudad.
LA MUSALLA: El arrabal de
levante, con unas 40 has, era el más extenso de la ciudad. Aquí se encontraban
el Oratorio y cementerio primitivo, la musará, las alamedas de recreo y
abundantes almunias, que hacían sentirse a sus propietarios, unos
privilegiados, al contar con las ventajas de la vida del campo y la protección
de las murallas de la ciudad.
AL-HAWD: Uno de los espacios
más antiguos de la Almería musulmana, este pequeño arrabal de 8 has amurallado
por Zuhayr, era uno de los espacios más antiguos de la Almería musulmana, y uno
de los primeros en desaparecer. Densamente poblado, por su proximidad al
puerto, estaba provisto de numerosas posadas, baños y telares.
EL PUERTO: El mar es la puerta
natural de Almería, acentuada por su tradicional aislamiento terrestre. Al mar
le debe Almería su nacimiento y esplendor. Su situación privilegiada en el
Mediterráneo convierte al puerto de Almería en sede de la flota califal y uno
de los más importantes del Mediterráneo.
LA CALLE REAL: La calle Real* de la
Almedina, era la calle principal de la Almería musulmana. Comunicaba la Puerta
de la Imagen con la Mezquita y la Puerta del Puerto.
*El nombre de Real fue puesto después de la conquista cristiana en honor de
Isabel la Católica. Sede de la primera Casa Consistorial de la ciudad, ha
sufrido grandes transformaciones, aunque todavía conserva un cierto sabor
tradicional. Sufrió las consecuencias del terremoto de 1522 y de la
despoblación de la medina, de la que no se recupera hasta el siglo XVIII).
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