IBN ZUHR
(Avenzoar)
Biografía
Ibn Zuhr: Abu Marwan ‘Abd al-Malik b. Zuhr b. ‘Abd al-Malik b.
Muhammad, al-Isbili al-Iyadī. Abenzoar, Avenzoar, Abhomeron
Abinçoar, Abymeron Avenzohar. Sevilla, c. 483 H. / 1091 C. – 557 H. /
1161-1162 C. Destacado médico andalusí, cuya obra Kitab al-Taysir formó
parte de los estudios médicos en las universidades europeas hasta el siglo
XVIII.
Se desconoce la fecha exacta de su nacimiento, que se sitúa en torno al
484/1091 o poco después. Hasta principios del siglo XX, se consideró que había
nacido en el año 465/1072 de acuerdo con la noticia transmitida por León
Africano de que Abu Marwan b. Zuhr había vivido noventa y dos años lunares. Sin
embargo, nadie cuestiona que nació en Sevilla y, por tanto, su nacimiento no
pudo producirse antes de que su padre Abu l–‘Ala’ Zuhr recuperara las
propiedades familiares confiscadas tiempo atrás por los abbadíes y se instalara
en esa ciudad, hecho este último que tuvo lugar cuando Yusuf b. Tasufin, de la
dinastía almorávide, depuso al príncipe al-Mu‘tamid b. ‘Abbad en el año
484/1091. Abu Marwan b. Zuhr pertenece a una familia cuyos miembros destacaron
en al-Ándalus durante varias generaciones, tanto por sus aportaciones
científicas y literarias, como por su influencia política. El primero de ellos,
Zuhr al-Iyadi, se habría instalado en Játiva, a principios del siglo X. Su
nieto, Abu Bakr Muhammad b. Marwan b. Zuhr ‘m. 922/1031) fue un famoso jurista
afincado en Sevilla, viéndose obligado a abandonar sus bienes al enemistarse
con el fundador de la dinastía abbadí que se alzó con el poder en esa ciudad
andaluza. Su hijo, Abu Marwan ‘Abd al-Malik b. Muhammad ‘470/1077-1078) —abuelo
y homónimo del biografiado— se formó como médico durante su viaje a Oriente y a
su regreso se instaló en Denia, siendo el fundador de esta dinastía de médicos
cuyo rastro parece continuar a lo largo de seis generaciones. Su hijo Abu
l–‘Ala’ Zuhr ‘m. 525/1130-1131), padre del biografiado, ejerció la medicina
desde muy joven, escribió destacadas obras médicas y participó activamente en
la política de su tiempo. Los avatares histórico-políticos relacionados con Abu
Marwan b. Zuhr son oscuros, en parte porque las crónicas no aportan datos
explícitos y, en parte, porque aluden genéricamente a “Ibn Zuhr”, sin
especificar si se trata del padre o del hijo. Ambos ostentaron el título de
visir, cargo que no entraña necesariamente un puesto político, ya que en el
Occidente musulmán se otorgaba también con carácter honorífico. Abu Marwan b.
Zuhr, conocido en la tradición latina como Avenzoar, estudió ciencias
coránicas, derecho, lengua y literatura, educación propia de la categoría
intelectual de su familia. Su formación médica empezó muy pronto, pues desde su
infancia, su padre le acostumbró a leer las obras de los clásicos,
principalmente Galeno e Hipócrates. Asimismo, Abu Marwan b. Zuhr también debió
conocer los escritos médicos de las figuras más importantes de la medicina
islámica medieval oriental, sin duda representados en la biblioteca familiar a
juzgar por la producción médico-literaria de su padre, en la que predomina la
refutación, comentario y ampliación de tratados médicos islámicos anteriores.
El propio Abu Marwan b. Zuhr afirma que, siendo muy joven, su padre le tomó el
juramento hipocrático y que empezó a practicar la medicina como su ayudante o
sustituto, dato que confirman los relatos clínicos de personajes a los que
atendió y que contrasta con el arraigado tópico literario que se le atribuye de
haber comenzado su carrera a la edad de cuarenta años. Su vida transcurrió
principalmente entre Sevilla y Marrakus, primero al servicio de la dinastía
almorávide y, más tarde, de la almohade. Mientras estuvo al servicio de los
primeros, Abu Marwan b. Zuhr atendió en varias ocasiones al emir ‘Alī b. Yusuf
b. Tasufīn ‘477-537/1084-1143) en la ciudad magrebí, a la que se trasladó
repetidas veces para prestar servicios médicos y también por alguna misión
política, sin contar la larga estancia de su encarcelamiento. Más estrecha y
personal parece haber sido su relación con los príncipes Ibrahīm y Tamīm,
hermanos del emir y gobernadores de Sevilla entre 511-516/1118-1122 y
516-517/1122-1124 respectivamente. Al primero de ellos le dedicó su primer
tratado médico, el Kitab al-Iqtisad, en el año 515/1121 y al
segundo lo salvó de ser envenenado por sus familiares. Las fuentes coinciden en
destacar la posición privilegiada de los Banu Zuhr en la corte almorávide,
hasta el punto de que podrían haber influido en la destitución del príncipe Abu
Bakr b. ‘Alī b. Yusuf como gobernador de Sevilla ‘518-522/1124-1128) a raíz de
un enfrentamiento entre ellos. Aunque no se conocen los motivos concretos, las
desavenencias con este gobernador ‘primogénito de ‘Ali b. Yusuf), las intrigas
palaciegas en las que Abu Marwan b. Zuhr se vio involucrado y el mal carácter
de su padre Abu l–‘Ala’ debieron incidir en el deterioro de sus relaciones con
la dinastía almorávide, así como en su posterior caída en desgracia. Al perder
el favor real, Abu Marwan b. Zuhr tuvo que huir y ocultarse, separándose de su
familia durante un periodo en el cual estuvo gravemente enfermo. Finalmente fue
encarcelado en Marrakus por orden de ‘Ali b. Yusuf b. Tasufin. El inicio de su
cautiverio puede situarse hacia 525/1130-1, año en el que murió su padre, a
cuyo entierro no pudo asistir. En 535/1140 aún estaba preso, pues en ese año su
discípulo Ibn Galindo —también encarcelado— estudió bajo su dirección el Kitab
al-Iqtisad. Se cree que Abu Marwan b. Zuhr recuperó su libertad antes de
morir ‘Alī b. Yusuf b. Tasufīn en 537/1142-3 y que permaneció en la capital
magrebí algún tiempo, pues alguna de las noticias autobiográficas dispersas en
sus obras sugiere que fue testigo del asedio y conquista de la ciudad por parte
de los almohades en 541/1146-7. De hecho, si en su obra más conocida, el Kitab
al-Taysir, Abu Marwan b. Zuhr aporta ciertos detalles sobre las penalidades
de su persecución y nos informa de que siguió ejerciendo la medicina durante su
encarcelamiento ‘llegando a atender incluso a familiares y dignatarios de la
dinastía almorávide), la alusión en el prólogo de su K. al-Agdiya a
la falta de sus libros para componer esta obra —dedicada a la nueva dinastía
reinante— ha sido interpretado como indicio de que la escribió en Marrakus y
que en el momento de la conquista almohade no había regresado aún a su patria
andalusí. Ambas obras —y quizá otros tratados menores— fueron escritos bajo los
auspicios del califa almohade ‘Abd al-Mu’min, a cuya protección se acogió desde
muy pronto. Se desconoce la fecha en la que regresó a Sevilla, donde se dedicó
a la práctica y a la enseñanza de la medicina, así como a la redacción de obras
por encargo del soberano, aparentemente bajo la supervisión de un representante
suyo. Aunque se conservan testimonios de los tratamientos que aplicó al califa
‘Abd al-Mu’min, no parece que volviera a visitar el Norte de África, ya que los
desplazamientos forzosos por tierras inhóspitas de al-Andalus y el Magreb tras
perder el favor almorávide habían minado su salud. Sin embargo, Abu Marwan b.
Zuhr continuó cultivando sus relaciones con el Magreb a través de su hijo y
discípulo Abu Bakr, que llegaría a ocupar junto a los califas almohades una
posición similar a la de Abu l–‘Ala’ Zuhr entre los príncipes almorávides antes
de caer en desgracia. Abu Marwan b. Zuhr murió en Sevilla en 557/1161-2 a
consecuencia de una nagla, término usualmente identificado con el
epitelioma. Como médico, debe destacarse en primer lugar que Abu Marwan b. Zuhr
—en contraste con la tendencia polifacética de los médicos islámicos
medievales— se dedicó exclusivamente a esta disciplina. Entre sus méritos
científicos, tradicionalmente se le ha atribuido la descripción de determinadas
patologías como los tumores del mediastino, el abceso de pericardio o la
erosión intestinal, así como la introducción o perfeccionamiento de la
alimentación artificial por vía esofágica o rectal. Se considera también que
fue uno de los primeros médicos que trató del sarcoptes scabiei como
agente de la sarna, así como uno de los primeros en recomendar la traqueotomía,
procedimiento que en realidad sólo llegó a practicar en una cabra cuando él era
muy joven. Tales descubrimientos y recursos terapéuticos —cuya identificación,
en general, carece de un juicio crítico definitivo— aparecen asociados al Kitab
al-Taysir, un tratado de patología y terapéutica de gran impacto en la
medicina medieval del Occidente latino. Traducido al latín en 1281 por Juan de
Capua, sería empleado como libro de texto en las universidades medievales y
renacentistas europeas junto a otros tratados árabes como el Canon de
Avicena. Objeto de al menos diez impresiones entre 1490 y 1576, durante mucho
tiempo se ha considerado que la redacción de esta obra se debió a una petición
del médico y filósofo Ibn Rusd ‘Averroes). Sin embargo, del prólogo del Taysir se
desprende que Abu Marwan b. Zuhr la escribió obedeciendo a un mandato superior
—con mayor probabilidad, el de su mecenas— aludiendo también a un encargado de
supervisar la obra que encontró el manual demasiado científico. No está del
todo claro si a raíz de esa crítica reelaboró la obra para hacerla más
accesible o si se refiere a la composición de lo que luego sería el Kitab
al-Yami‘, un breve formulario de medicamentos compuestos. Lo cierto es que
estas dos obras casi siempre se imprimieron junto al Kitab al-Kulliyat
fi l-tibb ‘Libro de las generalidades de la medicina) de Averroes, que
así reunidas constituían un conjunto orgánico de medicina teórica y práctica.
La afirmación de que Averroes fuera discípulo de Avenzoar parece infundada,
aunque el filósofo sí pudo contribuir a la difusión del Taysir en
virtud de la mención que de él hace al final de su compendio médico. Las obras
de Abu Marwan b. Zuhr revelan un sólido conocimiento de los escritos médicos
greco-romanos, fundamentalmente los de Galeno, pero su interés se centra en los
problemas prácticos de la medicina ‘diagnóstico, pronóstico y terapéutica) más
que en cuestiones puramente teóricas. De hecho, confiesa sentir verdadera afición
por la farmacología, haciendo gala del perfeccionamiento de algunas fórmulas y
de su habilidad para preparar excipientes y para disimular el mal olor o sabor
de los medicamentos. Por otra parte, Abu Marwan b. Zuhr es uno de los pocos
autores médicos islámicos conocidos que dedican especial atención a la
cosmética, aspecto que desarrolla ampliamente en su Kitab al-Iqtisad,
obra identificada con el Kitab al-Zina ‘Libro de Cosmética)
que se consideraba perdido. En este sentido, Abu Marwan b. Zuhr va mucho más
lejos que sus predecesores andalusíes al ocuparse, no sólo del uso de perfumes,
ungüentos, colirios, tratamientos dermatológicos y capilares o normas de
higiene dental y sexual, sino también de malformaciones físicas para cuyo
arreglo llega a proponer operaciones quirúrgicas. Asimismo, el planteamiento
que hace de la cosmética en este tratado constituye una de las aportaciones más
originales de la literatura médica andalusí, ya que el interés del autor no se
limita a mejorar la funcionalidad de las distintas partes del cuerpo, sino que
subordina el embellecimiento y la eliminación de lo feo a un ideal estético que
concibe como parte destacada de la medicina y, por tanto, del servicio al
Supremo Hacedor. En esta línea debe destacarse también que, a diferencia de
otros médicos islámicos medievales que en la práctica profesional dejaron a un
lado las enseñanzas del Islam, Abu Marwan b. Zuhr —ya por convicción religiosa,
ya a causa del fanatismo imperante en su tiempo— se caracteriza por su estricta
observancia de los preceptos musulmanes.
Obras de ~: Kitab al-Iqtisad fi islah al-anfus wa-l-aysad ‘Libro
del justo medio sobre el restablecimiento de las almas y de los cuerpos),
identificado con la obra presuntamente perdida del mismo autor titulada Kitab
al-Zina ‘Libro sobre cosmética), inéd. ‘ed., trad. y estudio de R.
Kuhne Brabant en preparación); Kitab al-Agdiya ‘Libro de los
alimentos), también conocido por K. al-Agdiya wa-l-adwiya ‘Libro
de los alimentos y medicamentos), ed., trad. y estudio por E. García Sánchez,
Madrid, 1992; ed. parcial de M. A. al-Jattabi en Al-Agdiya wa-l-adwiya
‘inda mu’allifi al-garb al-islami, Beirut, 1990, págs. 79-179; Kitab
al-Taysir fi mudawat wa-l-tadbir ‘Libro para facilitar la medicación y
el régimen), ed. de Misil Juri, Dimasq, 1983 y ed. de M. b. ‘Abdallah
al-Rawdani, Rabat, 1991; Kitab al-Yami‘ fi l-asriba wa-l-ma‘ayin ‘Compendio
de jarabes y electuarios), tradicionalmente considerado como un apéndice
del K. al-Taysir y publicado con él en las ediciones
citadas; Kitab al-Qanun ‘Libro de la norma), ed. abreviada de
M. A. al-Jattabi en Al-Tibb wa-l-atibba, fi-l-Andalus al-islamiyya,
2 vols., Beirut, 1988, I, págs. 304-308; Risala fi tafdil al-‘asal ‘alà
l-sukkar ‘Epístola acerca de la preferencia de la miel sobre el
azúcar), ed. parcial de M. A. al-Jattabi en Al-Tibb wa-l-atibba’
fi-l-Andalus al-islamiyya, 2 vols., Beirut, 1988, I, págs. 310-317; Kitab
al-Tadkira fi dawa’ al-mushil ‘Memorandum sobre los medicamentos
purgantes), atrib., editada por primera vez con traducción francesa por G.
Colin, La Tedkira d’Abû l-‘Alâ’, Paris, 1991 y edición del
texto árabe por M. A. al-Jattabi en Al-Tibb wa-l-atibba’ fi-l-Andalus
al-islamiyya, 2 vols., Beirut, 1988, I, págs. 286-303; Maqala fi
‘ilal al-kulà ‘Tratado sobre las enfermedades de los riñones),
atrib.; Risala fi l-baras ‘Epístola sobre la lepra), no
conservada.
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Cristina Álvarez Millán
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