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viernes, 1 de diciembre de 2023

TORTILLA DE CALABACÍN Y CEBOLLA CON HIERBAS AROÁTICAS

 

TORTILLA DE CALABACÍN Y CEBOLLA CON  HIERBAS AROMÁTICAS

Existen pruebas de que el calabacín ya era consumido por los egipcios y más tarde por griegos y romanos. Sin embargo, fueron los árabes quienes lo extendieron su cultivo por las regiones mediterráneas, donde se convirtió en u n alimento de consumo habitual en la Edad Media. En las zonas del norte de Europa, su consumo fue más tardío.

Esta receta está inspirada en la diete y la gastronomía de nuestros antepasados andalusíes, ellos eran amantes de las verduras, las especias y las hierbas aromáticas. La gastronomía Andalusí era disfrutar, alimento, medio de relacionarse social y sobre todo, fuente de salud. Cita que resume a la perfección el sentir de los médicos y tratadistas islámicos sobre el papel de la dieta en la salud del individuo.

“si el  paciente puede ser tratado con dieta, deben evitarse los medicamentos simples y especialmente las asociaciones de medicamentos.”

“Abu Bakr b. M. b Zakariya al-Razi, Rhazes; cfr. Huetos y Salas-Salvadó, 2005:2224”

Tales premisas, dieron una forma de comer variada y rica, con amplia presencia de verduras cultivadas o silvestres.

 

Ingredientes:

1 Calabacín grande o 2 medianos

1Cebolla grande

5 Huevos

Aceite de oliva virgen extra

½ manojo de cilantro fresco

1 Rama de albahaca fresca, o 1 cucharadita de albahaca seca

1 Cucharadita de eneldo

1 Cucharadita de estragón

1 Diente de ajo

Sal

Pimienta negra recién molida

Elaboración:

Pelamos y picamos el ajo, lo ponemos a dorar en una sarten con  aceite de oliva a fuego muy lento.

Pelamos, lavamos y cortamos la cebolla en juliana. La añadimos a  la sarten junto con el ajo, salpimentamos y subimos la potencia a fuego medio-bajo.

Lavamos el calabacín, eliminamos los extremos y cortamos en rodajas. Lo incorporamos a la sarten de la cebolla que ya estará medio pochada. Agregamos las hierbas aromáticas y dejamos pochar todo junto, hasta que estén tierno el calabacín y la cebolla.

Mientras cascamos los huevos en un bol y lo salpimentamos al nuestro gusto, batimos muy bien, hasta que hagan mucha espuma para que la tortilla quede esponjosa.

Cuando ya esté tierno el calabacín y la cebolla, bajamos el fuego al mínimo, retiramos el exceso de aceite, y mezclamos con los huevos batidos, removiendo suavemente para que se  integren bien los ingredientes, volcamos todo en la misma sarten donde hemos pochado la cebolla y el calabacín (procurad que la sarten sea antiadherente para que no se nos pegue la tortilla).

Movemos bien la sarten para que la tortilla ocupe toda la superficie, tapamos y dejamos cuajar a fuego medio – bajo.

Con una espátula, teniendo cuidado de no estropear la tortilla, teniendo cuidado de no estropear la tortilla, comprobamos si está lo suficientemente cuajada como para darle la vuelta.

Damos la vuelta a la tortilla con la ayuda de una tapadera o de un plato grande, y  dejamos que se dore la otra cara de la tortilla.

 

A mí me gusta que el huevo quede un poco crudo en el centro de la tortilla, jugosa sí, pero no cruda, eso va a gustos, así que cuando este en  el punto deseado, la sacamos y Emplatamos.

Esta aromática tortilla  es  una delicia y saludable opción para un primer plato o una cena ligera.

¡Buen provecho!

jueves, 23 de noviembre de 2023

ALUBIAS BLANCAS CON MIGAS DE BACALAO

 

ALUBIAS BLANCAS CON MIGAS DE BACALAO

Nuestros antepasados andalusíes, consideraban que  las legumbres, soja, garbanzos, lentejas y alubias de toda clase, eran un alimento altamente nutritivo. El  nombre que se ha conservado hasta nuestros días: alubias, proviene del árabe “al-lbyã.

En al-Ándalus, los pescados se comían frescos o tratados para su conservación, tales como salazones secados al sol, mezclados con vinagre, otros eran consumidos como condimento alimenticio “murri al-hut”, tal como los describe el sabio murciano Ibn Razin al-Tugibi, en su flamante recetario “Relieves de las mesas, acerca de las delicias de la comida y los diferentes platos”.  Los médicos de al-Ándalus creían que el pescado salado estimulaba el apetito.

 

Ingredientes

500 gr de alubias blancas

300 gr de migas de bacalao seco

1 Hoja de laurel

2 Cebollas

3 Dientes de ajo

Perejil fresco

Cilantro

Aceite de oliva virgen extra

Pimienta negra recién molida

 

Elaboración

Para desalar las migas, nos basta con lavarlas, colocarlas en un recipiente con agua fría que las cubra y mantenerlas en el frigorífico durante 12 horas. No es necesario cambiar el agua, ya que no añadiremos sal al guiso.

Ponemos las alubias a remojo en agua fría durante toda la noche, unas 12 horas.

Al día siguiente, pelamos y picamos finamente los dientes de ajos, y sofreímos en aceite de oliva virgen extra, y reservamos.

Lavamos, y secamos la hoja de laurel.

Pelamos y cortamos la cebolla en juliana fina.

Enjuagamos y escurrimos las migas de bacalao.

En una olla con aceite de oliva virgen extra, añadimos  el ajo sofrito con el aceite,  la cebolla en juliana, el laurel, la pimienta negra recién molida y las migas de bacalao. Removemos bien y cuando este dorado, apartamos y reservamos la mitad de los ingredientes sofritos. Vertemos agua fría en la olla que contiene la otra mitad y añadimos las alubias enjuagadas y escurridas.

Cuando comience a hervir, Desespumamos: quitamos con la espumadera las impurezas que floten en la  superficie, Bajamos el fuego al mínimo y tapamos.

Dejamos que se cocinen a fuego muy lento durante 1 hora. De vez en cuando añadimos un poco de agua fría y removemos los ingredientes con la espumadera para que no se peguen al fondo.

Añadimos el resto de los ingredientes sofritos que teníamos reservados, removemos y las probamos, y según  estén tiernas las dejamos media hora más. Es decir, tapamos y dejamos cocer un poco más  20-30 minutos.

Cuando quede poca cocción, añadimos el perejil, cilantro lavado y picado o cortado, según gustos. Las alubias deben quedar tiernas y melosas.

¡Buen provecho!

NOTA<

Es un plato sano, sencillo, delicioso y fácil de elaborar, solo requiere un poco de paciencia. También se puede elaborar sin sofreír, poniendo todo en crudo.

lunes, 20 de noviembre de 2023

LECHE FRITA AL ESTILO ANDALUSÍ

 

LECHE FRITA AL ESTILO ANDALUSÍ

Ahondar en la historia de al-Ándalus, es conocer de dónde viene nuestra cocina, a la vez que rescatamos nuestro acervo gastronómico y cultural

En la obra “Herencia de la cocina Andalusí” de Jorge Fernández Bustos y José Luis Vázquez González (Fundación Al Ándalus). Encontramos la referencia al origen andalusí de la leche frita que formaba parte de la categoría llamada “frutas de sarten). Dentro de los oficios de al-Ándalus, está el de “freidor”, que se dedicaba a la elaboración de los churros, porras, buñuelos o tejeringos y otros postres de sarten cocinados en un aceite hirviente de oliva.

Su origen  se remonta a la cocina de Al-Ándalus y permanece en nuestro recetario tras la expulsión de los moriscos, gracias a la repostería conventual. Era costumbre en la Edad Media que algunas damas ingresaran en los conventos y llevaran con ellas a sus sirvientes musulmanas convertidas al cristianismo.

Las recetas aprendidas en sus hogares pasaron a formar  de esta manera de la dulcería de los conventos de clausura, en los que aún se siguen elaborando.

Esta receta que  os pongo de leche frita esta especiada y aromatizada con naranja, hierbabuena, anís estrellado y agua de azahar, recogiendo toda la herencia gastronómica andalusí, tan amante del dulce y del refinamiento que introdujo la caña de azúcar y los cítricos en la península para el enriquecimiento culinario.

Ingredientes

400 gr de leche entera

150 gr de nata

100 gr de azúcar

40 gr de maicena

40 gr de azahar

2 Naranjas

Ralladura de piel de naranja

Agua de azahar

1 Piel de limón 1 Rama de canela

1 Cucharada de azúcar

Hierbabuena

2 Estrellitas de anís estrellado

Huevo batido para rebozar

Aceite de oliva para freír

 

Elaboración

Lavamos bien las naranjas, y cortamos a una de ellas los dos extremos en una tabla de cocina y le hacemos unos cortes longitudinales con ayuda de la punta de un cuchillo, retirando por completo la mondadura y la parte blanca.

Envolvemos la naranja con papel film y reservamos en el frigorífico para poder desgajarla posteriormente.

Quitamos la parte blanca de la piel, porque la utilizaremos para aromatizar la leche y no queremos que amargue.

Para infusionar, introducimos en un cazo la leche (excepto un poco que apartamos para diluir la maicena), la nata, la piel de la naranja, el agua de azahar, la rama de canela (la partimos para que desprenda sus aromas), una estrellita de anís estrellado, piel de limón y una ramita de hierbabuena. Lo ponemos a calentar a fuego bajo, sin que llegue a hervir.

Cuando la mezcla de leche se ha calentado y aromatizado, sacamos la canela y la hierbabuena del cazo, añadimos el azúcar y la maicena disuelta en leche que habíamos apartado. Mezclamos con una varilla y espesamos sin  que comience a hervir. Debemos conseguir la textura de  una masa  de croquetas.

Mientras va enfriando, espolvoreamos una  fuente con mantequilla y un poco de  maicena. Volcamos la mezcla de la cazo en la  fuente, y tapamos con papel film toda la supervise de la fuente para que no se forme costra. Reservamos en el frigorífico toda la noche, o un mínimo de 3 horas.

Cuando la masa esta fría y lo suficientemente cuajada para hacer leche frita, cogemos la naranja que teníamos reservada en el frigorífico, le sacamos la mitad de los gajos uno a uno con cuidado que no se rompan: cortamos en los laterales de los gajos pegando el cuchillo a las pieles, llegando hasta el centro y de arriba hacia abajo.

Tendremos por un lado gajos limpios, y por otro nos quedaran las pieles interiores como si fueran un libro. Los reservamos porque los utilizaremos para coronar la leche frita a la hora de servir.

Exprimimos el zumo de media naranja restante y de otro entera lavada.

Para preparar el almíbar, utilizamos este zumo de  naranja recién exprimido, aromatizado con una estrellita de anís estrellado, añadimos una cucharada grande de azúcar y cocinamos a fuego lento, hasta que espese. Cuando tenga textura de jarabe lo paramos y reservamos.

Sacamos la masa frigorífico, despegamos el papel film, y la cortamos en cuadrados pequeños. Los pasamos por harina, después por huevo batido y las freímos ligeramente en aceite de oliva caliente, hasta que se dore la superficie por ambos lados.

Sacamos y colocamos sobre papel absorbente de cocina, para quitar el exceso de aceite, después las colocamos en plato o fuente y espolvoreamos la superficie con azúcar glas.

Coronamos con los gajos de naranja cada pedazo de leche frita y aliñamos con el almíbar.

Decoramos con hojas de hierbabuena y servimos.

¡Buen provecho!

viernes, 17 de noviembre de 2023

ASSAFFA

 

ASSAFFA

En la época andalusí, nos llegó la pasta de trigo procedente de la cocina amazigh, del norte de África. A  pesar de las creencias populares, la cocina andalusí introdujo, gracias a la harina de trigo, pasta para elaborar platos tan actuales como los fideos “fidaws” que eran cocinados con carne de cordero o leche y miel para sobremesa. También los macarrones “atiyya o aletria” como se denominan actualmente en Murcia, fueron producción de la época.

La Assafa, es un plato de “fidaws (fideos) rubios al vapor. Esta receta (4 personas) requiere poco tiempo, pero el resultado es exquisito, una delicia para los amantes del contraste dulce-salado.

La receta esta sacada del libro de recetas de cocina que escribió “Ibn Razin al-Tugibi, jurista, poeta y pensador, en Túnez en el 1227.  De la cocina andalusí de su tiempo y algunas menciones a la comida de los reinos cristianos de la Península Ibérica.

 

Ingredientes

400 gr de fideos

½ pollo, preferiblemente parte de los muslos

1 Cebolla picada

1 Huevo

Pasas

Almendras

Jengibre

Cúrcuma

Perejil

Canela en polvo

1 Ramita de canela

200 gr de azúcar glas

Aceite de oliva virgen extra

Mantequilla

Sal

Pimienta negra recién molida

Para decorar, azúcar glas, canela en polvo, y almendras picadas.

 

Elaboración

En una olla, a fuego medio, ponemos tres cucharadas de  aceite de oliva virgen extra, añadimos la cebolla picada, el pollo y ½ cucharadita de cada especia: de jengibre, de cúrcuma, de pimienta negra recién molida, de canela en polvo y de sal. Añadimos también la canela en rama y el perejil. Cubrimos con agua, mezclamos muy bien y dejamos cocer una hora, removiendo ocasionalmente de vez en cuando.

Mientras se cuece el pollo, nos ocupamos de los fideos. Preparamos la cuscusera con agua y la ponemos al fuego.

En una fuente, mezclamos los fideos con dos cucharaditas de aceite de oliva virgen extra, mezclamos bien para que los fideos no se peguen entre si y queden suelte en la cocción. Cuando el agua de la cuscusera haya empezado a hervir, colocamos los fideos en la parte de arriba de la cuscusera para coserlos al vapor durante 20 minutos.

Pasado los 20 minutos, los retiramos de la cuscusera y los colocamos en una fuente.

Les añadimos poco a poco un vaso de agua, si parar de remover con un tenedor al objeto de que se hidraten pero no se peguen. Añadimos sal a la mezcla y volvemos a colocarlos en la parte de arriba de la  cuscusera para dejarlos cocer al vapor, unos 20 minutos...

Volvemos a sacarlos pasados los 20 minutos y los colocamos en la fuente.

Volvemos a añadirles un vaso de agua mientras removemos con un tenedor, para que los fideos absorban bien. Después añadimos dos buenos puñados de azúcar glas y las pasas, removemos todo para su integración y volvemos a colocarlos en la cuscusera por tercera vez otros 20 minutos.

Sacamos los fideos de la cuscusera y los ponemos en una fuente, le agregamos dos cucharadas de mantequilla derretida y removemos bien. Comprobamos que los fideos están tiernos. En caso de que nos hayan quedado duros, podemos volver a ponerlos al vapor. Reservamos.

Cuando el pollo esta cocina, lo sacamos de la olla, lo deshuesamos y lo cortamos en trocitos. Con el caldo que nos ha quedado de cocer el pollo, preparamos una salsa, solo tenemos que quitar la rama de canela y añadir un huevo, con.

E la olla a fuego mínimo, removemos muy bien para que la salsa espese.

Emplatamos, mezclando todos los ingredientes, y decorando con canela en polvo, azúcar glas y las almendras picadas (tostadas).

lunes, 3 de julio de 2023

TORTILLA DE CHORIZO, TOMATE Y QUESO FETA

 

TORTILLA DE CHORIZO, TOMATE Y QUESO FETA

Esta receta es muy común en países como Túnez, Turquía, etc., pero la verdad es muy versátil  y exquisita, una vez que la pruebas repite. Yo diría, o más bien afirmaría, que se asemeja mucho a las distintas variaciones de tortilla que hacemos en el mediterráneo español, señal inequívoca que algo nos dejaron los árabes.

 

Ingredientes

1 Cucharada de aceite de oliva

1 Cebolla pequeña, cortada en juliana

1 Chorizo, cortado en daditos (sin piel)

150 gr de tomates cherry

½ Taza de perejil picado

100 gr de queso feta, desmenuzado

6 Huevos

Aceite de oliva virgen extra para rociar

½ Limón, solo el jugo

 

Elaboración

Precalentamos el horno solo la parte de arriba a 180º, (grill).

En una sarten antiadherente de 20 cm... Añadimos  una cucharada de aceite de oliva, la cebolla, sofreímos suavemente durante 3 minutos, removiendo con una espátula de silicona regularmente, hasta que este tierna.

Agregamos el chorizo en  daditos, chisporroteara al remover para integrarlos, liberando su grasa y especias, añadiendo su sabor a la cebolla.

Agregamos los tomates y la albahaca, removemos bien  y cocinamos por 1 minuto más.

Retiramos de la sarten y reservamos.

Batimos muy bien los huevos en un bol y sazonamos  a nuestro gusto.

Volvemos a poner la sarten en el fuego, cuando este caliente, vertimos los huevos batidos, movemos la mezcla de huevo con un tenedor a ser posible de madera durante 30 segundos, luego esparcimos la mezcla de chorizo junto con el queso y el perejil.

Colocamos la sarten, en el horno, hasta que la tortilla este dorada. Yo lo hice dándole la vuelta con un plato, creo que a lo tradicional, queda mejor y más bonita su presentación.

Servimos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unas gotas de jugo de limón.

¡Buen provecho!

 

 

miércoles, 19 de abril de 2023

COCIDO HALAL DE INSPIRACIÓN ANDALUSÍ

 

COCIDO HALAL DE INSPIRACIÓN ANDALUSÍ


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Ingredientes

(las verduras varían un poco según temporada):

- Un cuarto entero de pollo (de pechuga o de muslo).

- 4 chuletas grandes de cuello de cordero.

- Hueso de rodilla de ternera.

- 4 trozos de costilla de ternera.

- 250 g. de garbanzos.

- 4 patatas ecológicas medianas (no muy grandes).

- 1 un vaso de arroz.

- 1 cebolla.

- 1 nabo blanco grande (o 2 pequeños).

- 1 chirivía.

- 1 puerro.

- 3 zanahorias medianas.

- 1 rama de hierbabuena fresca o de menta.

- Hebras de azafrán.

- 1 rama grande de apio.

- 1 cucharadita de comino.

- Sal y pimienta negra recién molida.

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En la página 207 del manuscrito andalusí Kitāb al-Tabīh aparece el Sinhayi  considerado el antepasado más antiguo del cocido. Se trata de un guiso de origen amazigh que se cocinaba en al-Ándalus.

El arroz  es otro ingrediente estrella de este plato. La palabra "arroz" viene del árabe أرز (Ar-ruzz). Fueron los hispanomusulmanes los que trajeron la "Oryza sativa" a Europa introduciendo su cultivo a través de las tierras bajas y pantanosas de la Península Ibérica durante la época de al-Ândalus.


Un ingrediente que también considero indispensable y le da un toque muy especial son las hebras de azafrán de alta calidad, además de color, aportan un limpio e intenso aroma y un sabor único y misterioso. Fueron los árabes los que trajeron el azafrán "Crocos sativus L." a Occidente, y fue en la Península Ibérica, durante "al-Ándalus" o época andalusí, donde introdujeron el cultivo del "za'farän" en el siglo IX. .



Receta:

El día anterior, lavamos los garbanzos y los ponemos en remojo con mucha agua porque la absorberán y se hincharan; han de permanecer en el frigorífico totalmente cubiertos de agua de un día para otro.

Comenzaremos con los garbanzos, los escurrimos y enjuagamos; reservamos. Lavamos el apio y lo cortamos en tiras alargadas. Pelamos y lavamos una cebolla, le practicamos unos cortes en forma de X. Quitamos la primera capa del puerro, le hacemos un corte vertical y lo lavamos muy bien por dentro y por fuera. Pelamos y lavamos la chirivía; también le hacemos dos cortes en forma de X. Lavamos la hierbabuena o la menta.

En un puchero grande y hondo, vertemos 5 o 6 litros de agua fría; añadimos los garbanzos, la chirivía, la cebolla, el apio y el ajo puerro; llevamos a ebullición. A los garbanzos no se le puede cortar la cocción y estarán unas 5 horas al fuego, por ello, hay que poner agua suficiente desde el comienzo porque después no añadiremos nada de agua.

Al subir la temperatura, momentos antes de romper el hervor, comenzaremos a des espumar. Cuando ya está hirviendo y completamente limpio de espuma, añadimos la hierbabuena, el comino y la sal. Bajamos el fuego, tapamos y dejamos cocer una hora.

Pasada una hora, salpimentamos la carne, subimos la potencia del fuego, y la añadimos al puchero, (excepto el pollo). Bajamos de nuevo a fuego lento, tapamos y dejamos cocer 3 horas más. Durante este tiempo hay que ir des espumando si fuera necesario.

Antes de que se cumplan las 3 horas, pelamos y lavamos las patatas, las dejamos enteras. Raspamos y lavamos las zanahorias, las cortamos en trozos regulares. Pelamos y lavamos los nabos, los amarillos lo cortamos por la mitad y los blancos los dejamos enteros.

Transcurridas las tres horas, salpimentamos el pollo, subimos la potencia del fuego, añadimos el pollo, las patatas y los nabos. Bajamos a fuego lento, tapamos el puchero y dejamos cocer 60 minutos más.

Mientras, vamos a preparar el azafrán: Lo tostamos en una sartén a fuego medio sin cesar de mover para que no se queme; notaremos como desprende aroma y aumenta su color, con cuidado de que no se queme; lo retiramos y lo asamos a un bol o a un portero, lo machacamos con el mazo del mortero, añadimos un poco del caldo y lo disolvemos en él. Con ello conseguimos sacar las mejores cualidades de aroma y pigmentación al azafrán. Lo vertemos todo en el puchero.

Cuando el caldo está hecho y los ingredientes casi cocidos, apartamos caldo en una cazuela, mejor si lo colamos para que la sopa quede limpia y trasparente, le añadimos el arroz. tipo bomba. Es el momento de probarlo y rectificar de sal si fuera necesario. Durante los 15 o 20 minutos que necesitará el arroz, se terminarán de cocer los ingredientes del puchero. En el momento que el arroz esté cocido al punto, lo apartamos del fuego y dejamos reposar mientras preparamos la carne y las verduras para servir.

Disponemos las verduras y los garbanzos en una fuente de servir. Si los pulpos son medianos o pequeños, podemos ponerlos sobre las verduras, si es un pulpo grande, mejor por separado, en una fuente redonda. Rociamos el pulpo con el  ¼ del vasito de aceite de oliva ecológico virgen extra que teníamos reservado para la hora de servir y lo espolvoreamos con un poco de pimentón rojo dulce y una pizca de pimentón picante.

Servimos en un plato la sopa de arroz (a nosotros nos gusta meloso pero hay quien lo prefiere más caldoso, la solución es fácil, se le añade más caldo y listo); en una fuente las verduras, las patatas y los garbanzos y, finalmente, la carne en otra fuente. Una delicia que te permite disfrutar varios días porque las sobras son tan apreciadas como el plato principal.