jueves, 5 de enero de 2012

Historia de los musulmanes en al-Ándalus. La Alhambra de Granada

LA ALHAMBRA DE GRANADA


Granada (Garnata en árabe) fue fundada en el siglo VIII por los musulmanes, cerca del antiguo asentamiento romano de Ilíberis (la Elvira musulmana), distante unos diez kilómetros al noroeste. Su nombre exalta las cualidades de la fruta que produce el granado y que es recomendada en el Islam. Granada fue un territorio dependiente del califato de Córdoba.
El origen de este fantástico palacio Nazarí, una de las mayores obras maestras del arte árabe en todo el mundo, se remonta a una sencilla fortaleza erigida en el siglo IX.

La Alhambra es un recinto emplazado en una colina sobre la ciudad de Granada, en cuyo seno se encuentra uno de los palacios más relevantes de la arquitectura islámica. El nombre de Alhambra procede del color rojo de sus muros, en árabe Al-Hamrá, construidos con la arcilla ferruginosa del propio terreno.
Muhammad I al-Ahmar (1237-1273), primer rey de la dinastía nazarí, comenzó la urbanización de la colina junto al río Darro y construyó la alcazaba (al-qasab en árabe), una impresionante fortaleza -con capacidad para una guarnición de cuarenta mil hombres- que domina la ciudad de Granada desde un espolón, la colina de la Sabika. Su sucesor Muhammad II (1273-1302) concluyó el recinto amurallado, asegurando así la paz interior del palacio-ciudadela de los sultanes granadinos. El palacio real que hoy se conserva, sin embargo, fue construido por Yusuf I (1333-1354) y Muhammad V (1354-1358 y 1362-1391).
La Alambra, denominada así por sus muros de color rojizo, debido al color de la tierra que se había empleado en su construcción (“ga’lat al-Hamra”, Castillo rojo), esta situado en lo alto de la colina de al-Sabika, en la margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad, frente a los barrios del Albaicin y de la Alcazaba.
Su posición estratégica, desde la que se domina toda la ciudad y la vega granadina, hace pensar que existían construcciones anteriores a la llegada de los musulmanes. Su conjunto, completamente amurallado, posee una forma irregular limitando al norte por el valle del Darro, al sur por el de la al-Sabika, y al este por La Cuesta del Rey Chico, que a su vez la separan del Albaicin y del Generalife, situado en el Cerro del Sol.
Se tiene constancia por primera vez de ella en el siglo IX, cuando en 889 Awwar ben Hamrun tuvo que refugiarse en la Alcazaba y repararla debido a las luchas civiles que azotaban  por entonces el Califato cordobés, al que pertenecía Granada. Posteriormente, este recinto comenzó a ensancharse y a poblarse, aunque no hasta lo que seria con posterioridad, ya que los primeros monarcas ziríes fijaron su residencia en lo que posteriormente seria el Albaicin.



El antiguo palacio nazarí es un conjunto de construcciones agrupadas de forma irregular, pero al mismo tiempo con un extraordinario sentido del rigor espacial. Las distintas estancias se articulan por medio de patios, comenzando por el de ingreso y el de Machuca -desaparecidos casi por completo- que conducían al mexuar o salón de justicia. Entre éste y el patio de los Arrayanes aparece una pequeña obra maestra, el patio del Cuarto Dorado, cuya sorprendente fachada al cuarto de Comares sirvió de modelo para numerosas obras hispanomusulmanas posteriores.
Pasadas estas estancias se abre el Patio de los Arrayanes, una de las piezas fundamentales de la Alhambra gracias a sus prodigiosas proporciones, tensadas por la alberca longitudinal que divide su planta. Su nombre se debe a los dos setos de arrayanes o mirtos que flanquean la alberca sobre la que se reflejan los soportales de la Sala de la Barca y la monumental Torre de Comares. Dentro de la torre está el ornado Salón de Embajadores donde los monarcas de Granada recibían a los emisarios extranjeros que se maravillaban del arte y riqueza del singular dominio islámico; ahí también el 4 de junio de 1526, el emperador Carlos V, mirando desde un balcón los jardines, las arboledas y el río, exclamó: "¡Cuán desgraciado el hombre que perdió todo esto!". En la antesala de la Torre de Comares se encuentra la siguiente inscripción en árabe: "Edificaste para la fe en la preciosa cumbre una tienda de gloria, que no necesita cuerdas para su sostén".
A la derecha del Patio de los Arrayanes se encuentra el Patio de los Leones, considerado uno de los momentos culminantes del arte islámico y construido por Muhammad V a semejanza del paraíso soñado por los fieles musulmanes. Allí una docena de leones de mármol guardan una majestuosa fuente de alabastro. Los doce leones simbolizan los Doce Imames o Jalifas de la Descendencia del Profeta (BPD), a los cuales éste se refirió en firmes tradiciones.

A pesar de la incorporación del castillo de la Alambra al recinto amurallado de la ciudad en el siglo XI, lo que la convirtió en una fortaleza militar desde la que se dominaba toda la ciudad, no seria hasta el siglo XIII con la llegada del primer monarca nazarí, Mohamed ben All-Amar (Mohamed I, 1238-1273) cuando se fijaría la residencia real de la alambra. Este hecho marcó el inicio de su época de mayor esplendor.
Primero se reforzó la parte antigua de la Alcazaba, y se construyo la Torre de la Vela y del Homenaje, se subió agua del río Darro, se edificaron almacenes, depósitos y comenzó la construcción del palacio y el recinto amurallado que continuaron Mohamed II (1273-1302) y Mohamed III (1302-1309), al que también se le atribuyen un baño publico y la Mezquita sobre la que se construyo la actual iglesia de Santa Maria.
A Yúsuf I (1333-1353)  y Mohamed V (1353-1391) les debemos la inmensa mayoría de las construcciones de la Alambra que han llegado hasta nuestra época. Desde la reforma de la Alcazaba y los palacios, pasando por la ampliación del recinto amurallado, la puerta de la Justicia, la ampliación y decoración de las torres, construcción de los Baños y el Cuarto de Comares, la Sala de la Barca, hasta los patio de Los Leones y sus dependencias  anexas. De los reyes nazaríes posteriores no se conserva prácticamente nada.
La arquitectura nazarí constituye el final de una época de esplendor que comenzó en la Córdoba de los Omeyas en el siglo VIII. Esta arquitectura no se vió muy influenciada por los arquitectos que desarrollaron la mezquita cordobesa, muy anterior a la Alhambra, aunque si presenta algunos de los elementos típicos de la arquitectura andalusí, como el arco de herradura con  alfiz (marco amplio cuadrado en el que se envuelve al arco), las albanegras (enjuta de arco de forma triangular), además de elementos propios como el capitel de las columnas de la Alhambra.

La mayor preocupación de la arquitectura de la Alhambra era cubrir decorativamente cada espacio, por pequeño que fuese. Cualquier elemento decorativo resultaba escaso. La mayoria de los arcos interiores son falsos, no sustentan  ninguna estructura, simplemente decoran, las paredes estan cubiertas  de ceramica o yeserías, hermosisimas y muy ricas, las cubiertas presentan armazones de madera labrados de un gusto exquisito. etc.

En la Alhambra se emplea un tipo de columna propio que no aparece en ninguna otra construcción. Es una columna de fuste cilíndrico muy fino, con una base que presenta una gran moldura cóncava y adornada por anillos en su parte superior. El capitel,  dividido en dos cuerpos, presenta en el primero, en forma de cilindro, una decoración muy sencilla y sobre él un prisma con los ángulos de la base redondeados, decorado de ataurique.

A la derecha del Patio de los Arrayanes se encuentra el Patio de los Leones, considerado uno de los momentos culminantes del arte islámico y construido por Muhammad V a semejanza del paraíso soñado por los fieles musulmanes. Allí una docena de leones de mármol guardan una majestuosa fuente de alabastro. Los doce leones simbolizan los Doce Imames o Jalifas de la Descendencia del Profeta (BPD), a los cuales éste se refirió en firmes tradiciones.

El agua que brota de los leones surtidores es la Misericordia divina que se derrama de los Imames sobre la humanidad. Con su valor ritual, su función refrescante y su contenido simbólico, el agua es un complemento esencial de la arquitectura islámica.
La presencia de estanques, canales y fuentes, sirve para enfatizar los ejes de la composición arquitectónica, para relacionar ámbitos aparentemente inconexos, o para transformar la configuración espacial de diferentes dependencias. Pero además, el agua funciona como un espejo, capaz de reflejar y multiplicar los esquemas arquitectónicos y su decoración. Unida a la luz, el agua incrementa el carácter dinámico de la decoración y origina composiciones místicas, incomparables. La Alhambra, tanto en su Patio de los Arrayanes como en el de los Leones, es el mejor ejemplo de la importancia capital que tiene el agua en la arquitectura islámica, tanto que se puede llamar a al-Ándalus por este motivo "una cultura del agua".
Las esbeltas columnas y floridos capiteles de la arcada circundante en el Patio de los Leones, las estalactíticas archivoltas, los caracteres cúficos que constantemente proclaman la divisa de la Granada nazarí -la que a través del tiempo se ha convertido en el símbolo de al-Ándalus por excelencia: Lá gáliba illa Allah "¡No hay vencedor más que Dios!" (tradición que se remonta al califa almohade Abu Yusuf Yaqub, el cual, al derrotar a los castellanos en Alarcos, el 18 de julio de 1195, portaba ya en su estandarte esta consigna)- hacen de este monumento la obra maestra de la arquitectura del Islam en Occidente.

Entre las estancias que rodean al patio de los Leones destacan la Sala de Dos Hermanas, que repite la composición espacial del patio y se ilumina de luz natural a través de una excepcional cúpula de mocárabes; la Sala de los Abencerrajes, cubierta por una cúpula similar a la anterior, y la sala de los Reyes, sorprendente por sus pinturas figurativas inusuales en el arte islámico medieval. El conjunto de palacios y estancias de la Alhambra se sucede en los restos del antiguo palacio y los jardines del Portal, y más adelante en algunas torres de sus murallas, como la de la Cautiva o la de las Infantas, guardianas de un misterioso encanto estrechamente relacionado con las leyendas que les dan nombre.
Uno de los elementos decorativos mas impresionantes utilizados en la Alhambra es la bóveda de mocárabe, que esta compuesta por celdillas o alveólos superpuestos, destacando por su utilización la Sala de los Abencerrajes y la Sala de las Dos Hermanas.


Era como es costumbre en los palacios árabes dividida en dos funciones, la residencia  palaciega y al mismo tiempo sede del aparato administrativo del Estado.

La Alcazaba de la Alhambra era la entrada propiamente dicha, rodeada de altas torres y puertas, solo es posible a través de sendos pasadizos rectangulares construidos como medida defensiva. La Puerta del Vino, del siglo XV, conduce a la plaza de los aljibes, en la parte occidental se encuentra el palacio de Carlos V, y al norte de este el Palacio ärabe.(Biblioteca básica de arte)e los Reyes Católicos hasta nuestros días podemos destacar la  demolición de parte del conjunto arquitectónico por parte de Carlos V para construir el palacio que lleva su nombre, la construcción n de las habitaciones del emperador y el Peinador de la Reina y el abandono de la conservación de la Alambra a partir del siglo XVIII. Durante la dominación francesa fue volada parte de la fortaleza y hasta el siglo XIX no comenzó su reparación, restauración y conservación que se mantiene en la actualidad.

No se si nunca monumento mas hermoso, mas lleno de historia pueda romper el sueño de lo que una persona puede imaginar mientras hace su recorrido interior dentro de sus muros rojos, seguramente no, pues  todo lo que hemos leido de pequeños y mayores  de su historia y lo acaecido  es tan bello que quedas pensativo en cada momento y en cada rincón que vez, con tu imaginación ,volviendo atras en su historia, en tu silencio interior estas rememorando cada echo que esperas nadie te interrumpa. Cuando acabas el recorrido y sales  de la Alhambra, sientes la imperiosa necesidad de regresar a comtemplar otra vez tan maravilloso monumento.

Y otros

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