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martes, 13 de mayo de 2025

LA ALCAZABA DE MALAGA

 

LA ALCAZABA DE MALAGA

 La Alcazaba, cuyo nombre al-Qasba viene a significar fortaleza urbana está situada en la ladera del monte Gibralfaro, en la pequeña bahía en la que se sitúa la ciudad de Málaga. Su posición estratégica hace que haya sido habitada por antiguas civilizaciones como los fenicios, que se establecieron en el monte hacia 600 a.c. Los romanos que se ubicaron en sus alrededores, en la ladera sur, donde aparecieron restos de una villa romana y también instalaciones industriales para la salazón de pescado y en la ladera oeste del monte de Gibralfaro, donde construyeron un teatro en el s. I. Durante la época islámica la Alcazaba fue construida inicialmente como fortificación para después convertirse en palacio-fortaleza, sede del gobierno de la ciudad.


Se tiene constancia por primera vez de ella durante la época del Emirato Omeya, al que es afín la ciudad de Malaqa, en tiempos de Abd-al-Rahman I en el 755, donde en las fuentes aparece mencionada la Alcazaba como fortaleza, ya que en el mismo siglo VIII se ordena la construcción de una mezquita en su interior, como mezquita aljama o de los viernes. Pudo estar ubicada en la actual Plaza de Armas, cumpliendo la función de aljama hasta que se construyó la nueva gran mezquita en la ciudad, en el siglo IX. De este primer periodo denominado Emiral, han aparecido restos de viviendas en la zona de entrada a la Alcazaba, en un espacio que no fue ocupado posteriormente al estar en la puerta de la fortaleza hasta el siglo XVIII, preservándose de este modo los restos, muy barridos, bajo la casa que se demolió en los años 40.

Los 100 años que duró el Califato es un período de prosperidad. Malaqa retoma su importancia como ciudad costera y puerto que había tenido en la antigüedad. En la actualidad se fecha durante el califato la construcción de algunas zonas de la Alcazaba en las que su aparejo es de sillares a soga y tizón característico de esta época, pero esta construcción quedó totalmente cubierta por las obras del período taifa y luego el nazarí.

El período Taifa y la fecha del 1014 es considerada como la del inicio de la independencia de los gobernantes locales contra el poder central. El Califato Hammudí se instala en Málaga, aunque tenemos muy pocas noticias en las fuentes escritas. Es un momento de gran inestabilidad y de la presión del avance cristiano. Es ahora cuando se ejecutan las primeras obras de envergadura, por lo que es a ellos a los que se atribuye el origen de la muralla. Fue esta dinastía hamudí la que inicia la construcción de la zona áulica en la Alcazaba como sede del poder, convirtiéndose en palacio residencia de los gobernantes de la ciudad hasta su conquista por los cristianos y no sólo mera fortaleza defensiva, por lo que se irá embelleciendo y dotando progresivamente de símbolos relacionados con el poder. De este período es la triple arquería con alfiz en el Palacio Taifa, con la que se intenta imitar la moda cordobesa y probablemente la primera Torre del Homenaje actualmente en el interior de la obra nazarí.



En cuanto a la propia fortaleza el período más importante para su conocimiento es el de Badis, rey de la taifa ziri de Granada que tomó la ciudad en el 1056, expulsando a los hamudíes y anexionándola a su taifa. A través de las Memorias de Abd-Allah, nieto de Badis, se menciona que éste dotó a la Alcazaba de un doble muro, con todos los avances técnicos y militares de la época. Construyó gran parte de las Fortificaciones de Ingreso, destacando en ellas la Puerta de la Bóveda en recodo, la Puerta del Cristo, de igual tipología, luego reformada en época Nazarí, reformó también el palacio del siglo XI de los hamudíes, construyendo el pabellón de arcos lobulados que se aleja del estilo califal adaptándose a la nueva estética taifa.

La Torre del Homenaje también fue fortalecida pudiendo contener en su zona baja otra puerta de ingreso a la fortaleza, alejada de la ciudad, a juzgar por el gran arco monumental a la manera de los de Madinat al Zahara, que pudo dar paso a una estancia de carácter representativo, hoy totalmente relleno y macizado con tapial de época nazarí. La Torre se encuentra en el extremo superior del recinto superior, protegiendo el área palatina y la zona de servicio. De esta época se conserva también el barrio de viviendas con baño y aljibe, para personajes de la corte o servidores de palacio, que pudo albergar unas 50 personas, y puede que hubiera en el interior de la fortaleza una rauda (cementerio) a juzgar por la maqbriya descubierta in situ.

En la época de los reinos de taifas, a los almohades se debe según las fuentes, la decoración de la Alcazaba y se monumentaliza la Torre de Maldonado con columnas de mármol e inscripción en su collarino en letras cúficas, así como los zócalos que decoran con almagra las casas del barrio de viviendas del siglo XI. Además, las mismas fuentes también mencionan el uso de la Alcazaba como prisión de estado. Durante la dinastía almohade se establecen importantes relaciones entre Málaga, Algeciras y Almería con los puertos magrebíes. La Alcazaba continúa siendo una auténtica ciudad palatina, independiente en todas sus funciones de la madina.

Durante el período de pertenencia al Reino Nazarí de Granada, en la segunda mitad del siglo XIV con los gobiernos de Yusuf I y Muhammad V (del 1333 a 1391) es un período de estabilidad. La ciudad de Malaqa tiene un gran desarrollo, llegando a tener unos 150.000 habitantes. En este momento la fortaleza de la Alcazaba ha dejado de ser solo una fortificación para convertirse en el palacio-fortaleza, sede del gobierno de la ciudad. Se presenta como dos fortalezas una dentro de otra y protegida por una serie de fortificaciones antes de acceder a los recintos cerrados. Hacia el 1340 se estaba generalizando la artillería, quedando en evidencia que desde el cercano monte de Gibralfaro el interior de la fortaleza era vulnerable. Yusuf I acometió las obras del Castillo y de la Coracha, aunque ambas obras puede que no estuvieran acabadas a su muerte en 1354 y las finalizara su sucesor Muhammad V.

Tenía competencias político-administrativas, era sede del gobierno y de las jerarquías de la ciudad, y funcionaba como una pequeña madina independiente, con funciones administrativas, residenciales y a la vez defensivas. Comprende 14.200 m², de ellos 7.000 son superficie construida, 3.478 m² de construcciones civiles y 3.516 m² de construcciones militares.

De la época de los Reyes Católicos hasta nuestros días, podemos destacar la paulatina ocupación de sus espacios inicialmente como espacio de artillería, residencia del Alcaide, así como las constantes reparaciones. A partir del siglo XVIII con el abandono de las fuerzas políticas de la ciudad y la administración militar, el espacio fue ocupada la parte superior de la fortaleza por la población civil, convirtiéndola en un barrio marginal de la ciudad. Hasta 1933 no se comienzan las obras de restauración que serán tan destacadas en la recuperación del monumento.


[1] La información reflejada en estos textos ha sido extraída del libro de Fanny de CARRANZA SELL, Alcazaba de Málaga, Colección Domus Aurea, Ediciones Esirtu, Málaga, 2010.

 

sábado, 8 de febrero de 2025

CÓRDOBA. NORIA Y MOLINO DE LA ALBOLAFIA

 

CÓRDOBA. NORIA Y MOLINO DE LA ALBOLAFIA


Texto de Alejandro Pérez Ordóñez
Fotografías de © Rafael Galán García



Uno de los elementos singulares que se concentran en el área monumental cordobesa próxima a la mezquita Omeya y el puente sobre el Guadalquivir es una gran noria o rueda hidráulica, integrante de los restos del Molino de la Albolafia, de origen medieval, junto a varios más que se sitúan en esta zona del cauce fluvial, en los llamados Sotos de la Albolafia. La imagen de la noria es tan icónica que incluso forma parte del escudo de la ciudad de Córdoba.


En lo que a nosotros nos interesa, es sabido que en el periodo andalusí se introducen en la península Ibérica numerosas innovaciones hidráulicas aplicadas sobre todo a la agricultura, destacando la generalización de redes de acequias y otro tipo de conducciones en áreas anteriormente poco productivas, generándose de este modo profundas modificaciones en el paisaje agrícola que en algunos casos aún perduran, como numerosas áreas de huerta levantinas. Así, destacó el empleo de norias (palabra procedente del árabe na’ura) para la extracción de agua de pozos o su elevación para ser canalizadas hacia molinos, áreas irrigadas, etc. El agua se tomaba mediante unos recipientes cerámicos, denominados cangilones o arcaduces (del árabe qadus), que presentan característicos estrangulamientos o acanaladuras para su fijación a la estructura de la noria.


Volviendo a la noria cordobesa, este ingenio se encuentra situado sobre la margen derecha del Guadalquivir y, en origen, se destinaba al aprovisionamiento de agua para regar las huertas del Alcázar. Hay referencias documentales al molino desde finales del siglo VIII y estuvo en uso hasta que la reina Isabel la Católica ordenó su desmontaje en 1492. El arquitecto Félix Hernández reconstruyó la noria en 1965, y finalmente la que contemplamos hoy es una nueva recreación instalada en 1994.


La arquitectura del molino responde a diversas adiciones de diferentes épocas, aunque la parte más antigua corresponde a la amortización de fragmentos de un acueducto almohade, del que se pueden apreciar un arco y el arranque de otro. A la arquería andalusí se añadieron los muros de sillería, recorridos por una imposta, y ya en época de Alfonso XI se hicieron unos arquillos mudéjares. Desde el siglo XVI deja su función de riego para convertirse en molino harinero y batán, pasando a manos del Cabildo Catedralicio, quienes construyen el tajamar cilíndrico y otras dependencias. En 1855 fue desamortizado, y tras pertenecer a varios propietarios privados fue embargado en 1914 por el Estado, que lo cedió al Ayuntamiento de Córdoba en 1965.



Los 
Sotos de la Albolafia son un área declarada Monumento Natural por la Junta de Andalucía en 2001, comprendiendo varias ramificaciones del cauce del río entre barras e islotes, fruto de las fluctuaciones históricas del curso fluvial, que acogen a diversas especies vegetales y animales, especialmente avifauna acuática, además del conjunto de molinos históricos de la Albolafia, de Téllez, de Enmedio y de San Antonio.



 

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miércoles, 29 de enero de 2025

CAZORLA . CASTILLO DE LA YEDRA

 

Cazorla. Castillo de la Yedra


Texto de Alejandro Pérez Ordóñez
Fotografías de © Rafael Galán García


Viajamos hoy con las fotografías de Rafael Galán hasta el Castillo de la Yedra, situado en la villa de Cazorla (Jaén).


Cazorla da nombre a la famosa región montañosa que forma parte del parque natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, uno de los mayores espacios naturales protegidos de la Unión Europea, con espectaculares paisajes de montaña y una gran riqueza ecológica. Su Castillo de la Yedra es una fortaleza de origen andalusí, si bien recibió diversas reformas realizadas por sus nuevos ocupantes cristianos, mostrando diversos elementos góticos en sus fábricas, especialmente la torre del homenaje, con tres salas que hoy en día acogen el Museo de Artes y Costumbres Populares del Alto Guadalquivir. Se sitúa en la parte inferior del cerro de Salvatierra, sobre el río Cerezuelo, a 831 metros de altitud.

Se pueden distinguir tres etapas constructivas en sus fábricas:


·        Primera: islámica, probablemente del siglo XI o XII. Se trata de un recinto de calicanto que albergaría intramuros a la población del lugar en caso de peligro, elemento denominado albacar o albacara.


·        Segunda: correspondería a las obras de reforzamiento de las defensas emprendidas por los conquistadores cristianos en la segunda mitad del siglo XII.



·        Tercera: en el pontificado de don Pedro Tenorio, arzobispo de Toledo entre 1357 y 1399, quien modificó radicalmente el planteamiento del castillo. En la parte alta dispuso el llamado “alcazarejo”, recinto destacado que incluye la torre del homenaje. También se añadieron torreones de sillería adaptados a la albacara.


En el entorno también han aparecido elementos cerámicos que muestran una ocupación de época romana, de la cual no quedan estructuras visibles.

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La referencia al año 1606 que aparece en la puerta del recinto del castillo que abre a la albacara, debe corresponderse con la fecha de la realización de ciertas reparaciones en la fortaleza.

domingo, 15 de diciembre de 2024

MÁLAGA. LA ALCAZABA

 

MÁLAGA. LA ALCAZABA

 Málaga alcazabapalaciosviviendas

Texto de Alejandro Pérez Ordóñez
Fotografías de © Rafael Galán García



Alcazaba de Málaga. Patio de la Alberca, en los Cuartos de Granada.

Málaga es una ciudad de antiguos orígenes. De fundación como colonia fenicia (Malaka, ss. VIII-IV a.C.), con presencia o al menos estrechos contactos comerciales con los griegos (Mainake, ss. VII-VI a.C.), tuvo importancia en el periodo romano (ss. III a.C.-V d.C., del que se conservan restos importantes, como el teatro), siendo luego ocupada por visigodos (ss. V-VIII) e, incluso, por los bizantinos (s. VI), que tuvieron presencia en las costas meridionales y sudorientales de la península Ibérica, antes de convertirse en una medina andalusí (Madinat Malaqa, ss. VIII-XV).



Alcazaba de Málaga. Acceso actual desde la Plaza de la Aduana.Alcazaba de Málaga. Vista de la muralla con el teatro romano asentado en la ladera hacia la calle Alcazabilla.Alcazaba de Málaga. Detalle del aparejo mixto de las murallas y torres.



Tras la caída del Califato Omeya de Córdoba, Málaga se escindió como taifa gobernada por los hamudíes (1016), antes de la llegada de los almorávides. Con posterioridad volvió a crearse una segunda taifa malagueña, que fue independiente durante una década a mediados del siglo XII hasta que los almohades tomaron el control de al-Andalus. Finalmente, ya bajo el gobierno de los nazaríes granadinos, la ciudad conoció su mayor esplendor y desarrollo, teniendo mucha importancia económica y estratégica debido a su puerto de mar, con una gran actividad comercial. Fue conquistada por los Reyes Católicos y se convirtió en sede episcopal, integrando en su diócesis a las poblaciones que habían pertenecido a las coras andalusíes de Rayya y Takurunna, coincidiendo en gran medida con los límites de la actual provincia de Málaga.



Alcazaba de Málaga. Mirador de arcos polilobulados entrelazados de la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga. Taca con decoración nazarí en yesería.Alcazaba de Málaga. Capitel de tipo nazarí policromado.



La principal construcción andalusí que podemos contemplar hoy en Málaga es su Alcazaba. Ubicada sobre un cerro que domina el actual puerto y toda la zona antigua de la ciudad que estuvo conformada por la medina amurallada y sus arrabales de Fontanalla (al norte) y al-Tabanin (al oeste), además de las amplias vegas del Guadalmedina y el Guadalhorce hasta las estribaciones montañosas que las rodean, data en sus construcciones más antiguas del siglo XI.



Alcazaba de MálagaAlcazaba de MálagaAlcazaba de Málaga

Presenta un recinto defensivo con doble circuito de murallas flanqueadas por torres rectangulares distribuidas regularmente. Durante el reinado de Yusuf I de Granada (siglo XIV) se construyó en otro cerro colindante el castillo de Gibralfaro (Yabal Faruh), que fue unido a la Alcazaba mediante una larga coracha. La fábrica general de los muros defensivos y torres de la Alcazaba malagueña presenta un característico aparejo mixto de cajones de mampostería entre verdugadas de ladrillo, con arcos de descarga y otros elementos, sobre todo de las puertas, realizados también en este último material.



Alcazaba de Málaga. Acceso por el primer recinto.Alcazaba de MálagaAlcazaba de Málaga



En estos recintos defensivos destacan algunos elementos de interés, como la Puerta de las Columnas, llamada así por presentar en sus jambas sendas columnas y capiteles de mármol blanco de origen romano, sin duda reutilizadas de alguno de los edificios antiguos de la ciudad, como puede ser el teatro que se extiende a los pies de la ladera.



Alcazaba de MálagaAlcazaba de Málaga. Puerta de las Columnas, con material romano reutilizado.Alcazaba de Málaga



El paso al recinto superior se realiza a través de la Puerta de los Cuartos de Granada, de trazado en recodo, dando acceso al área palatina de la Alcazaba. Este conjunto residencial fue iniciado en el siglo XI bajo el reinado de Badis en la taifa zirí de Granada, pero las obras más importantes se realizaron en el siglo XIV con los nazaríes. Tras la puerta nos hallamos en el Patio de los Surtidores, ajardinado, con el conjunto de la Torre de Maldonado en su extremo sur, donde aparece un conjunto de tres pórticos paralelos que dan paso a un mirador abierto al paisaje, destacando un triple arco de herradura con dovelas de decoración inspirada en la arquitectura califal cordobesa de Madinat al-Zahra’, y otra doble arquería lobulada y entrelazada similar a las presentes en la Aljafería de Zaragoza.



Alcazaba de MálagaAlcazaba de Málaga. Mirador de la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga



A continuación, accedemos al área reformada o construida en época nazarí, que actualmente presenta diversas soluciones en cuanto a arquerías, soportes verticales y cubiertas. Esto se debe a que fueron reconstruidos desde los cimientos con bastantes licencias por parte de sus restauradores durante el siglo XX, por lo que lo más interesante es fijarnos en su disposición en planta. Los patios de los Naranjos y de la Alberca son los ejes principales de este conjunto de palacios. En los lados más cortos de ambos patios se disponen los salones principales con alcobas en sus extremos.



Alcazaba de Málaga. Arcos de herradura de época taifa en la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga. Arcos de herradura de época taifa en la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga. Patio de los Naranjos, en los Cuartos de Granada.



El Patio de la Alberca presenta en su centro la lámina de agua que le da nombre, siguiendo un modelo similar al Patio de Comares o de los Arrayanes de la Alhambra, mientras que el Patio de los Naranjos dispone de dos albercas pequeñas.



Alcazaba de Málaga. Patio de los Naranjos.Alcazaba de Málaga. Capitel nazarí policromado.Alcazaba de Málaga. Cuartos de Granada.



En la parte más oriental de este último recinto se encontraron las ruinas de un barrio de pequeñas casas formado por tres manzanas entre calles enlosadas, que viene datándose en la fase fundacional de la Alcazaba (siglo XI). Fue objeto de intervención arqueológica por Leopoldo Torres Balbás, estudiado por Rafael Puertas Tricas y Manuel Ocaña Jiménez, y restaurado por Rafael Manzano Martos, quien reconstruyó las viviendas recreciendo los muros conservados y dotándolas de cubiertas y acabados exteriores de los paramentos.



Alcazaba de Málaga. Arco angrelado de yesería en los Cuartos de Granada.Alcazaba de Málaga. Detalle de arco angrelado de yesería y albanega con estrella de ocho puntas de tracería geométrica.Alcazaba de Málaga. Cubierta con decoración geométrica pintada.



La manzana sudoeste se conformaba por un pequeño baño y dos viviendas muy reducidas, y la manzana más oriental está formada por otras dos casas también de pequeño tamaño. En la manzana sur sin embargo se encontraron tres viviendas de mayor extensión que las anteriores. La altura máxima de los muros que se han conservado es de un metro. Todas las casas tenían un pequeño patio casi cuadrado, con andenes y crujías alrededor. Algunas conservan los primeros peldaños de las estrechas escaleras que conducían a la planta superior. El suelo de las habitaciones se resolvía con una capa de mortero de cal teñida de almagra, aunque algunas conservan losetas de barro y piezas de mármol reaprovechadas. En el interior aparecieron zócalos pintados de rojo, con inscripciones en cúfico y dibujos geométricos de lazo de ocho.



Alcazaba de Málaga. Arcos taifas de la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga. Vistas hacia el puerto de la ciudad.Alcazaba de Málaga. Torre de Maldonado.



Casi todas las viviendas tenían letrinas, y el barrio contaba con un sistema de atarjeas para evacuar las aguas fecales. En la parte septentrional del barrio había un baño, al que se hacía subir el agua mediante una noria desde un pozo llamado Airón, en el recinto inferior.



Alcazaba de Málaga. Puerta en arco de herradura apuntado con mocheta doble.



Alcazaba de Málaga. Columna y capitel romanos reutilizados.