miércoles, 12 de noviembre de 2025

TOJUNTO MANCHEGO

 

TOJUNTO MANCHEGO

El tojino, es un guiso tradicional de Castilla la Mancha, concretamente de la provincia de Ciudad Real. Su nombre, que resulta de la unión de las palabras “todo junto”, hace referencia a que todos los ingredientes se cocinan juntos a fuego lento en una olla de barro. A veces también se le llama tocrúo, como en Tomelloso. Los ingredientes principales son carne de ternera, cerdo, pollo o perdiz, aunque a menudo se prepara con carne de caza, como conejo o liebre y verduras.

 

Ingredientes

1 k de patatas

800 gr de carne de ternera

1 cebolla

1 pimiento rojo

2 dientes de ajo

Vino blanco

2 hojas de laurel

azafrán

Clavos de olor

Sal

Pimienta negra recién molida

Aceite de oliva

 

Elaboración

Limpiamos la carne de ternera y cortaos en trozos pequeños. Limpiamos también los pimientos y las cebollas y cortamos en dados. Pelamos y picamos el ajo. Luego pelamos las patatas y cortamos en dados grandes.

En una olla, calentamos un poco de aceite y doramos la carne previamente cortada, sazonamos con sal y pimienta negra recién molida. Una vez bien doradas o selladas, añadimos todas las verduras a la olla y dejamos que se cocinen unos minutos.

A continuación, añadimos la hoja de laurel, unas hebras de azafrán, los clavos majados y un chorrito de vino blanco.

Añadimos un poco de agua fría, justo la suficiente para cubrir todos los ingredientes, removemos bien, tapamos la olla y cocinamos a fuego alto hasta que hierva. Salpimentamos y reducimos el fuego. Cocinamos hasta que la carne esta tierna, aproximadamente una hora.

Cuando la carne del Tojunto esta tierna, rectificamos la sazón si fuese necesario y lo acompañamos cada plato con un buen trozo de pan.

¡Buen provecho!

PINCHO DE CHORIZO Y HUEVO DE CODORNIZ

 

PINCHO DE CHORIZO Y HUEVO DE CODORNIZ

Los huevos de codorniz son relativamente difíciles de cascar, porque su membrana interior es dura. Para un corte limpio, rómpelo sobre el dorso de la hoja de un cuchillo. Esta receta de aperitivo es deliciosa y fáciles de elaborar.

 

Ingredientes

12 rebanadas de pan de baguette

12 huevos de codorniz

12 lonchas de chorizo

Aceite de oliva

12 brochetas pequeñas de madera.

 

Elaboración

Tostamos las rebanadas de pan en el horno, sin que lleguen a dorarse del todo.

En una sartén, sin aceite, salteamos las rodajas de chorizo, para que suelten la grasa.

Limpiamos la sartén, añadimos aceite de oliva y freímos los huevos de codorniz.

Colocamos las rebanadas de pan tostado, un huevo de codorniz en cada una y una rodaja de chorizo en cada una, y las sujetamos con una brocheta de madera.

Servir este delicioso aperitivo inmediatamente.

¡Buen provecho!

MAGDALENAS DE CHOCOLATE FACIL

 

MAGDALENAS DE CHOCOLATE FACIL

Una receta muy sencilla para preparar magdalenas de chocolate con trocitos de cacao, que ofrecerá a los gourmets todo el placer del chocolate puro, suave y crujiente.

 

Ingredientes

180 gr de mantequilla

140 gr de huevos enteros

60 gr de leche entera

120 gr de azúcar granulada

160 gr de harina

10 gr de levadura en polvo

45 gr de cacao en polvo

 

Elaboración

Precalentamos el horno a 180º.

Derretimos la mantequilla y reservamos.

Vertemos los huevos y la leche en un bol grande y con una batidora eléctrica o una varilla manual , batimos muy bien hasta que se integren los ingredientes. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo, a continuación, añadimos la harina y la levadura en polvo tamizada y el cacao en polvo, batimos suavemente para que se integren todos los ingredientes, e incorporamos la mantequilla derretida con una de paula, lo amasamos bien, hasta que veamos que todos los ingredientes están bien integrados y formen una masa homogénea. Vertimos la masa en moldes pequeños de silicona y si no tienes molde de silicona en moldes de papel. Llenamos hasta tres cuartos de su capacidad, y horneamos entre 8-10 minutos.

Sacamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente.

¡Buen provecho!



MARAVILLOSO PASTEL

 

MARAVILLOSO PASTEL

Dulce ideal para las fiestas navideñas. Este pastel delicioso es entretenido, pero con amor, cariño y paciencia, obtendrás un maravilloso pastel que hará las delicias de la familia e invitados.

 

Ingredientes

Para el relleno:

120 r de clara de huevo

125 gr de azúcar granulada

125 gr de azúcar glas

Pata la crema de mantequilla:

8 yemas de huevo

250 gr de azúcar granulada

250 gr de mantequilla ablandada

100 gr de pasta de praliné

Para el montaje:

200 gr de almendras laminadas

azúcar glas para espolvorear

Unos trocitos de cacao (opcional)

 

Elaboración

Precalentamos el horno a 80º.

Batimos en un bol grande las claras de huevo a punto de nieve, añadiendo el azúcar granulado poco a poco en tres tandas. Tamizamos el azúcar glas e incorporamos suavemente a las claras batidas con una espátula con movimientos envolventes suaves. Vertemos la mezcla de merengue en una manga pastelera con boquilla lisa y formamos espirales de merengue de 7 centímetros de diámetro, sobre papel sulfurizado sobre una placa de horno. Metemos en el horno y horneamos durante 2 horas. Pasado ese tiempo sacamos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Para la mantequilla de praliné: calentamos el azúcar en una cacerola,con5 cl. de agua hasta que alcance los 121ª. En un bol, batimos las yemas ligeramente con una batidora eléctrica y si no la tienes con una manual. Una vez cocido el almíbar viértelo poco a poco sobre las yemas y batimos a máxima velocidad hasta que se enfríe por completo. Añadimos la mantequilla ablandada en trocitos, batimos bien. Incorporamos el praliné y seguimos batiendo hasta que la masa este ligeramente esponjosa.

Para montar: Tostamos las almendras laminadas en el horno a 150º durante 10 minutos aproximadamente. Extendemos una porción de crema de mantequilla de praliné en el centro de un disco de merengue. Colocamos encima el segundo disco de merengue, alisamos los bordes con crema de mantequilla y a continuación, rebozamos el merengue en las almendras laminadas tostadas para decorar los bordes. Espolvoreamos con azúcar glas y decoramos con unas virutas de cacao.

Refrigeramos durante 30 minutos antes de servir.

¡Buen provecho!

 

 

ALQASIM B. HAMMUD

 

AL-QASIM B. HAMMUD

Al-Qāsim b. Ḥammūd: Abū Muḥammad, al-Qāsim b. Ḥammūd b. Maymūn b. Ḥammūd b. ‘Alī b. ‘Ubayd Allāh b. Idrīs b. Idrīs b. ‘Abd Allāh b. Ḥasan b. al-Ḥasan b. ‘Alī b. Abī Ṭalīb, al-Ma’mūn (El Fidedigno). Marruecos, c. 345-6/958 – Málaga, ša‘bān del año 427/VI.1036. Segundo califa ḥammūdí de Córdoba, descendiente de ‘Alī b. Abī Ṭalīb y de Fāṭima, hija del Profeta. Según Ibn ‘Iḏārī, siguiendo a Ibn Ḥayyān, su califato en dos etapas duró cuatro años y veintitrés días.

Califa hamudí

Biografía

Su padre, Ḥammūd b. Maymūn, fue un notable de la zona de Arcila de familia árabe fuertemente berberizada. Su madre se llamaba al-Bayḍā’ (Blanca) al-Qurayšiyya, hija del tío paterno de su esposo.

En las primeras semanas que siguieron al asesinato de su hermano ‘Alī b. Ḥammūd, primer califa ḥammūdí de Córdoba, y el advenimiento de al-Qāsim, se dio un pretendiente omeya —suscitado en el Levante de al-Andalus por Jayrān, señor de Almería y el tuŷībí al-Munḏir b. Yaḥyà, señor de Zaragoza, así como por otros notables—, del que esperaban los cordobeses una restauración omeya que diera nuevo esplendor al califato ya moribundo, pero no llegó a cuajar. El flamante califa omeya era un bisnieto de Abderramán III, llamado ‘Abd al-Raḥmān IV b. Muḥammad b. ‘Abd al-Malik, que se había retirado a Valencia y había sido proclamado califa bajo el nombre de al-Murtaḍà, luego del asesinato de ‘Alī b. Ḥammūd; mas viendo Jayrān y al-Munḏir que el nuevo Califa no iba a ser manejable, decidieron antes de ir a Córdoba atacar a los beréberes zīríes de Granada, a fin de deshacerse de al-Murtaḍà. Dicho y hecho, dejaron al flamante califa cuasi abandonado ante el ejército beréber, y los dos fautores califales se retiraron a Almería. Con todo, al-Murtaḍà pudo escapar y refugiarse en Guadix, donde unos sicarios de Jayrān lo volvieron a apresar y lo asesinaron.

En el ínterin, las milicias bereberes ḥammūdíes de Córdoba y Sevilla proclamaron a al-Qāsim como sucesor, vulnerando, pues, el testamento del difunto califa ḥammūdí ‘Alī, que había nombrado a su hijo mayor Yaḥyà heredero presunto y se hallaba entonces en Ceuta.

Al-Qāsim se apresuró a trasladarse de Sevilla, ciudad de la que era gobernador, a Córdoba para recibir el juramento de fidelidad de los cordobeses, que se lo prestaron el martes 4 de ḏū-l-qa‘da de 408/25 de marzo de 1018, tres días después de la muerte de su hermano menor ‘Alī. El nuevo califa había sobrepasado los 61 años de edad el día de su proclamación.

Yaḥyà, a quien correspondía la herencia de su padre, no estimó conveniente oponerse de momento a la proclamación de su tío, pero no descuidó asegurar sus dominios: Málaga, donde estaba su hermano Idrīs, y las plazas africanas. Al-Qāsim por su parte designó como heredero a su sobrino Yaḥyà y le dio a su hija Fátima como esposa. Cuando Yaḥyà más tarde reciba propuestas de los beréberes de Córdoba que el califa al-Qāsim había postergado, ofreciéndole su apoyo para ocupar el Trono, entonces Yaḥyà se desplazó a Málaga, enviando a su hermano y lugarteniente Idrīs a Ceuta.

Mientras, la capital cordobesa conoció durante tres años seguidos una verdadera paz. Al-Qāsim no estaba desprovisto de ciertas dotes políticas y su avanzada edad lo inclinaba a la moderación; de ahí que hasta gozase de cierta popularidad entre la población. Al hacerse cargo del poder decretó una amnistía general y abolió las medidas de su hermano ‘Alī, que obligaban, entre otras cosas, a la gente acomodada a pagar personalmente el equipo y el mantenimiento de un soldado. Poco a poco se ganó la animadversión de las milicias beréberes, hasta el punto de que el califa empezó a desconfiar de ellos, por lo que reclutó en el norte de África mercenarios negros que empleó como guardia de corps. Algunos le atribuían opiniones ši‘íes; pero no las dejaba transparentar. Su talante moderado atrajo a la corte a jefes esclavones amiríes de Levante, tales como Jayrān y Zuhayr, confiándoles el mando sobre sus regiones, Almería al primero, y Jaén, Baeza y Calatrava al segundo.

Con el tiempo las relaciones entre el califa y su heredero presunto, su sobrino y yerno Yaḥyà b. ‘Alī se fueron deteriorando; el segundo se había dado buena maña para acrecentar sus apoyos (Jayrān de Almería siempre dispuesto a venderse al señor del momento, le aseguró su participación). Cuando se sintió lo suficientemente fuerte, se sublevó contra su tío en Málaga, un día de rabī‘ I de 412/15 de junio de 1021, y acto seguido marchó contra Córdoba.

Su tío al-Qāsim, inseguro de los cordobeses, abandonó la capital el 22 de rabī‘II de 412/5 de julio de 1021 y se fue a refugiar a Sevilla, ciudad de la que había sido antaño gobernador. Los beréberes se fortificaron en el alcázar de Córdoba esperando la llegada de Yaḥyà b. ‘Alī, que entró sin dificultades en la ciudad y tanto los cordobeses como los beréberes se pusieron de acuerdo para proclamarlo califa. La jura tuvo lugar el primero de ŷumādā I de 412/13 de agosto de 1021.

Mientras al-Qāsim seguía titulándose califa y emir de los creyentes en Sevilla, y como tal lo reconocían sus habitantes; lo cual fue piedra de escándalo en al-Andalus ver reinar a dos califas a la vez. Pronto Yaḥyà no pudo mantenerse en Córdoba, su desmesurado orgullo le enajenó los apoyos beréberes y sintiéndose amenazado optó por huir a Málaga. Aprovechó la situación su tío al-Qāsim para volver a Córdoba de inmediato y entró en la ciudad el martes 17 de ḏū-l-qa‘da de 413/11 de febrero de 1023. Los cordobeses le renovaron el juramento de fidelidad y al-Qāsim revocó la designación de heredero que había formulado a favor de su sobrino Yaḥya, otorgando la herencia de su precario califato a su hijo Muḥammad.

El viejo califa reinó esta segunda vez siete meses y algunos días, hasta que el martes 21 de ŷumādā II de 414/9 de septiembre de 1023 la gente de la ciudad se levantó contra él y sus beréberes, a los que el califa no podía sujetar. Intentó impedir la llegada de toda clase de víveres y reducir por hambre a los cordobeses; pero al final al-Qāsim debió abandonar la ciudad para no volver el 16 de ramadán de 414/2 de diciembre de 1023.

Enseguida los cordobeses nombraron califa al omeya ‘Abd al-Raḥmān V al Mustaẓhir, hermano menor del desastroso califa Muḥammad II al-Mahdī, iniciador de la guerra civil que llevaría al califato de Córdoba a su extinción. En vano al-Qāsim buscó refugio en Sevilla, esta vez los habitantes le cerraron las puertas y expulsaron a sus familiares del alcázar; finalmente se refugió en Jerez, donde su sobrino Yaḥyà pronto vino a sitiarlo, obligándolo a capitular y desde donde sería conducido cautivo a Málaga. Permaneciendo en ese estado hasta la muerte de Yaḥyà b. ‘Alī; entonces su hermano y sucesor Idrīs mandó estrangularlo en prisión, corría el mes de ša‘bān del año 427/junio de 1036. Era por esas fechas un anciano octogenario. El cadáver fue entregado a sus dos hijos, Muḥammad y Ḥasan, que a la sazón residían en Algeciras.

Bibliografía

J. A. Conde, Historia de la dominación de los árabes en España, t. II, Barcelona, Imprenta de D. Juan Oliveres, Editor, 1844, págs. 140-142

Al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, ed. bajo el título de Analectes sur l’Histoire et la littérature des Arabs d’Espagne, t. II, por R. Dozy, G. Dugat, L. Krehl, W. Wright, Leiden, Brill, 1855, págs. 315-319 (trad. parc. P. de Gayangos, The History of the Mohammedan Dynasties in Spain, t. II, New York-London, Johnson Reprint Corporation, 1964, págs. 230, 234, 237 y 240-241)

Ibn al-Aṯīr, Al-Kāmil fī-l-ta’rīj, t. IX, ed. de C. J. Tornberg, Leiden, Brill, 1863, pág. 273

‘Abd al-Wāḥid Al-Marrākušī, Kitāb al-Mu‘ŷib fī taljīṣ ajbār al-Magrib, ed. R. Dozy bajo el título de History of the Almohades, Leiden, Brill, 1881 (trad. de E. Fagnan, Histoire des Almohades, Argel, Adolfo Jordán, Libraire-Éditeur, 1893, págs. 43-45), reimpr. Ámsterdam, Oriental Press, 1968, págs. 35-37

Al-Nuwayrī, Kitāb Nihāyat al-‘arab fī funūn al-adab, ed. y trad. M. Gaspar Remiro bajo el título de Historia de los musulmanes de España y África por En-Nuguairí, t. I, Granada, Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 1917, págs. 80-82/76-77

Ibn ‘Iḏārī, al-Bayān al-Mugrib fī [ijtṣār] ajbār mulūk al-Andalus wa l-Magrib, con título y subtítulo en francés que reza: Al-Bayān al-Mugrib. Tome troisième. Histoire de l’Espagne Musulmane au XIème siècle. Texte Arabe publié par la première fois d’après un manuscrit de Fès, ed. de E. Lévi-Provençal, Paris, Paul Geuthner, 1930, págs. 113-114, 122-124, 127-135 y 144 (trad. crítica [con centenares de correcciones, merced a la Ḏajīra de Ibn Bassām y a las “Observations sur le texte du tome III du Bayān de Ibn ‘Iḏārī”, establecidas por E. Lèvi-Provençal, en Mélanges Gaudefroy de Mombynes, El Cairo, 1935-1945, págs. 241-258] de F. Maíllo Salgado, La Caída del Califato de Córdoba y los Reyes de Taifas [al-Bayān al-Mugrib], Salamanca, Estudios Árabes e Islámicos, Universidad de Salamanca, 1993, págs. 103, 110-112, 114, 116-120, 126)

R. Dozy, Histoire des Musulmans d’Espagne, t. II, ed. E. Lévi-Provençal, Leiden, Brill, 1932, págs. 316-321

L. Seco de Lucena, Los Hammudies, Señores de Málaga y Algeciras, Málaga, Exmo. Ayuntamiento de Málaga, 1955

Ibn al-Jaṭīb, Kitāb A‘māl al-A‘lām, ed. de E. Lévi-Provençal bajo el título Histoire de l’Espagne Musulmane (Kitāb A‘māl al-A‘lām), Beirut, Dār al-Makchouf, 1956, págs. 129-130 (trad. de W. Hoenerbach, Islamische Geschichte Spanien. Übersetzung der A‘mal al-A‘lam und Ergänzender Texte, Zürich-Stuttgart, Artemis Verlag, 1970, pág. 264)

Al-Ḥumaydī, Yaḏwat al-muqtabis fī ḏikr wulāt al-Andalus, ed. de M. T. al-Tan’ī, El Cairo, al-Dār al-Miṣriyya, 1966, pág. 22-24

E. Lévi-Provençal, España musulmana hasta la caída del califato de Córdoba (711-1031 de J.C.), en R. Menéndez Pidal (dir.), Historia de España, t. IV, Madrid, Espasa Calpe, 1967, págs. 479-482

A. Huici Miranda, “Hammudides”, en Encyclopédie de l’Islam, Leiden-Paris, Brill-Maisonneuve, 1975. t. III, págs. 150-151

J. M. Continente, “Los Ḥammūdíes y la poesía”, en Awrāq, 4 (1981) pág. 57-72

Anónimo, Ḏikr bilād al-Andalus, ed. y trad. L. Molina bajo el título de Una descripción anónima de al-Andalus, 2 vols. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1983, págs. 171/217

Autor/es

Felipe Maíllo Salgado

 

YAHYÁ B. ALI B. HAMMUD

 

YAHYÀ B. ALI B. HAMMUD

Yaḥyà b. ‘Alī b. Ḥammūd, al-Mu‘talī bi-llāh. ?, s. m. s. X – Carmona (Sevilla), 11 de muḥarram de 427/11.XI.1035 C. Tercer califa Ḥammūdí de Córdoba y soberano de la taifa de Málaga.

Califa hamudí Rey de Taifa

Biografía

Yaḥyà b. ‘Alī b. Ḥammūd, cuya relación de parternidad (kunya) era Abū Zakariyā’, fue el tercer soberano de la dinastía ḥammūdí, que durante cierto tiempo detento el título califal en Córdoba y, además, ejerció el gobierno de Málaga, Algeciras, Ceuta y otras ciudades del norte de África.

Yaḥyà era el hijo primogénito de ‘Alī b. Ḥammūd, señor de Málaga y primer soberano de la dinastía, quien se proclamó califa en Córdoba en 407/1016, suponiendo la sustitución del linaje omeya por el ḥammūdí. Al trasladarse desde Ceuta hacia Córdoba, ‘Alī b. Ḥammūd tomó Málaga y Algeciras, que serían sedes principales del linaje en la Península. En vida de su padre, Yaḥyà ejerció el gobierno de Ceuta, mientras a su hermano Idrīs le correspondía el de la ciudad de Málaga y al tío paterno de ambos, al-Qāsim, se le confió el de Sevilla. Tras la destitución y asesinato de ‘Alī b. Ḥammūd en Córdoba en 408/1018, la sucesión al frente del califato debía haber recaído en su primogénito Yaḥyà, quien había sido designado previamente heredero al Trono y, en ese momento, se encontraba en Ceuta. Sin embargo, los beréberes proclamaron en Córdoba a al-Qā’im, hermano mayor del asesinado Califa y, por lo tanto, tío del heredero legal. Yaḥyà adoptó una actitud no beligerante ante la proclamación de su tío y se limitó a trasladarse a Málaga, enviando a su hermano menor Idrīs a Ceuta. Como contrapartida a esta actitud, el califa al-Qā’im nombró su heredero al propio Yaḥyà y le dio como esposa a su hija Fátima.

Pero la apariencia de buenas relaciones entre tío y sobrino se rompió muy pronto, ya que, como afirman las fuentes, Yaḥyà conspiraba en secreto contra el Califa. De esta forma, cuando llegó a sentirse suficientemente fuerte, se proclamó en rebeldía contra al-Qā’im en Málaga en 412/1021, dirigiéndose a continuación sobre Córdoba con la intención de tomarla. El califa rehuyó el enfrentamiento y optó por la huida, refugiándose en Sevilla. Ello permitió a Yaḥyà apoderarse sin dificultad de Córdoba, donde logró al fin ser proclamado califa el lunes 1 ŷumādà I de 412/13 de agosto de 1021, solo nueve días después de la partida de su tío al-Qā’im, adoptando el sobrenombre de al-Mu‘talī bi-llāh. Se abre, de esta forma, la segunda fase de la actuación de Yaḥyà, como titular del califato de Córdoba. Pero el tercer ḥammūdí no permaneció mucho tiempo al frente de la comunidad de creyentes. Su apoyo decidido a los andalusíes irritó a los señores beréberes que lo habían apoyado en su proclamación, de forma que un año y medio después de la misma, el 13 de ḏū-l-qada de 413/7 de febrero de 1023 abandonó la capital de al-Andalus y se dirigió a Málaga, donde se inicia su tercera y última fase, como soberano de la taifa malagueña. Ello fue inmediatamente aprovechado por su tío al-Qā’im, hasta entonces refugiado en Sevilla y que seguía manteniendo su dignidad califal, para regresar a Córdoba, donde entró cuatro días después de la partida de su sobrino Yaḥyà, el 17 de ḏū-l-qa‘da (11 de febrero). Pero la relación entre ambos personajes aún no había terminado: el 16 de ramadán de 414/2 de diciembre de 1023, al-Qā’im fue de nuevo expulsado de Córdoba, buscando refugio en Sevilla, donde no fue acogido, y luego en Jerez, ciudad donde fue capturado por Yaḥyà, quien lo llevó a Málaga, donde permaneció prisionero hasta su asesinato por orden de Idrīs, hermano y sucesor de Yaḥyà.

La tercera y última fase política de Yaḥyà b. Ḥammūd transcurre en su ciudad, Málaga, donde llegó a construir una de las taifas más importantes de su época, debiendo ser considerado, por lo tanto, entre los soberanos más poderosos de al-Andalus. Tras abandonar Córdoba, Yaḥyà perdió todo interés por el dominio de la capital omeya y se centró en sus tierras malagueñas, mucho más poderoso que la antigua sede del califato. No obstante, cuando el califa al-Muktafī la abandonó, Yaḥyà se apoderó de ella en 416/1025, si bien regresó a sus dominios de Málaga, dejando al frente de Córdoba como gobernador a Abū Ŷa‘far b. Mūsà. De esta forma, Córdoba pasaba a ser dominada por Málaga, como uno más de los territorios de la taifa Ḥammūdí, si bien por poco tiempo, ya que el gobernador nombrado por Yaḥyà fue expulsado. A pesar de ello, los soberanos Ḥammūdíes siguieron ostentando la dignidad califal y considerándose sus legítimos titulares.

El fin de la trayectoria política del soberano Ḥammūdí se relaciona con la intrincada política de los reinos de taifa. Dada la zona sobre la que ejercía su poder, la taifa de Málaga pronto entró en colisión con el poder más fuerte de la zona del Occidente andalusí, la taifa abadí de Sevilla. Yaḥyà logró hacerse con el dominio de Carmona, ciudad próxima a Sevilla y a Córdoba, convirtiéndose así en una amenaza directa para los abadíes. Sin embargo, el 11 de muḥarram de 427/11 de noviembre de 1035, Ismā‘īl b. ‘Abbād sorprendió a Yaḥyà en su campamento de Carmona y logró derrotarlo, dándole muerte.

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Bibliografía

F. Codera, “Estudio crítico sobre la historia y monedas de los Ḥammūdíes de Málaga y Algeciras”, en Museo Español de Antigüedades, VIII (1877), págs. 427-466

F. Guillén Robles, Málaga musulmana, Málaga, M. Oliver Navarro, 1880

F. Codera, “Ḥammūdíes de Málaga y Algeciras”, en Estudios críticos de historia árabe española, Zaragoza, Andrés Uriarte, 1903 (col. de Estudios Árabes), págs. 301-322

L. Seco de Lucena, Los Ḥammūdíes, señores de Málaga y Algeciras, Málaga, Ayuntamiento, 1955, págs. 17-30

D. Wasserstein, The Rise and Fall of the Party Kings. Politics and Society in Islamic Spain, 1002-1086, Princeton, Princeton University Press, 1985

F. Maíllo Salgado (intr., trad. y notas), Crónica anónima de los reyes de taifas, Madrid, Akal, 1991

M.ª J. Viguera, Los reinos de taifas y las invasiones magrebíes (Al Andalus del XI al XIII), Madrid, MAPFRE, 1992

F. Maíllo Salgado (est., trad. y notas), La caída del califato de Córdoba y los Reyes de Taifas = Al-Bayān al-Mugrib / Ibn ‘Iḏārī, Salamanca, Universidad-Estudios Árabes e Islámicos, 1993

M.ª J. Viguera (coord. y pról.), Los reinos de taifas. Al-Andalus en el siglo XI, en J. M.ª Jover Zamora (dir.), Historia de España de Menéndez Pidal, vol. VIII-I, Madrid, Espasa Calpe, 1996

F. Clément, Pouvoir et légitimité en Espagne musulmane à l’époque des taifas (Ve-XIe siècle). L’imam fictif, pról. de P. Guichard, París, L’Harmattan, 1997

Autor/es

Alejandro García Sanjuán

 

martes, 11 de noviembre de 2025

CALAMARES COCIDOS A FUEGO LENTO CON PATATAS

 

CALAMARES COCIDOS A FUEGO LENTO CON PATATAS

Este guiso es muy tradicional en el sur de España, como Cádiz y Huelva. Calamares cocidos a fuego lento con patatas, como la mayoría de los guisos de patatas, es sencillo de elaborar, y el único secreto está en cocinar los ingredientes a fuego lento. Solo se necesita un poco de tiempo para que quede perfecto.

 

Ingredientes

500 gr de calamar o sepia en trozos

1,5 k de patatas peladas troceadas

125 ml de aceite d oliva

2 cebollas

4 dientes de ajo

2 hojas de laurel

3 tomates picados, a ser posible pelados

1 pimiento rojo picado

1 pimiento verde grande picado

½ vaso de vino blanco

3 vasos de agua

2 cucharadas de pimentón dulce

Pimienta negra recién molida

orégano

Sal al gusto

 

Elaboración

En una cacerola u olla, con aceite a fuego medio, sofreímos los pimientos, la cebolla y el ajo con un poco de sal durante 10 minutos, removiendo ocasionalmente. Añadimos los tomates picados finamente y cocinamos durante otros 10 minutos.

Una vez que las verduras están bien sofritas, agregamos los trozos de calamar o sepia, el pimentón dulce, la pimienta negra recién molida, el agua, el vino y las hojas de laurel, removemos muy bien. Cocinamos a fuego lento durante 30 minutos.

Una vez transcurrido el tiempo, añadimos las patatas y cocinamos otros 30 minutos. Finalmente, añadimos un poco de orégano y sal al gusto, removemos bien, y comprobamos que las patatas estén tiernas.

Servir caliente.

¡Buen provecho!


JUDIAS BALANCAS CON SALCHICHAS Y BEICON

 

JUDIAS BLANCAS CON SALCHICHAS Y BEICON

Las legumbres secas, son siempre una opción cuando empieza a hacer frio. En este sentido, los guisos y las sopas nunca defraudan, verduras, carnes y calor, sobre todo calor. Y una buena siesta. Esta es una receta sencilla, como suele ser el caso con los platos a base de legumbres secas. Una receta para el día a día, que nos ahorra tiempo y nos permite comer bien, sano y saludable.

 

Ingredientes

400 gr de judías blancas

4 salchichas medianas o butifarra blanca

200 gr de tocino o panceta

200 gr de calabaza

1 puerro

1 cebolla

2 dientes de ajo

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Agua

 

Elaboración

Ponemos las judías al menos durante 12 horas en agua fría, esto acortara el tiempo de cocción.

Preparamos todas las verduras: Una vez que la cebolla este limpia, la añadimos a la olla junto con el `puerro, cortado por la mitad, la calabaza pelada y cortada en trozos. Añadimos el ajo, el tocino y las salchichas, cubrimos con agua y, finalmente, añadimos las judías a la olla.

Cocemos todo a fuego alto, y en el momento que comience a hervir,  bajamos a fuego medio, cocinamos unos 45-50 minutos aproximadamente, comprobando la ternura de las judías

Cuando veamos que las judías están en su punto, retiramos las verduras verdes y las licuamos en la batidora con un poco de caldo de la cocción, y una vez trituradas, las añadimos a la olla, y le añadimos un buen chorreón de aceite de oliva virgen extra, probamos el punto de sal, y si es necesario sazonamos a nuestro gusto, removemos bien. Cocinamos durante otros 10-12 minutos a fuego lento.

Una vez que las judías estén tiernas, dejamos reposar el guiso durante al menos una hora o incluso un día entero, así cogen mejor todos los sabores.

Si lo deseas, también puedes añadir unas patatas cortadas en trozos medianos y hervirlas antes en agua con sal. De esta forma, cada comensal podrá añadirla a su plato como guarnición.

Luego simplemente cuando la vayas a servir , calentamos y disfrutamos de este delicioso plato de invierno.

¡Buen provecho!

 

 

CEOQUETAS DE BACALAO CON ALIOLI

 

CROQUETAS DE BACALAO CON ALIOLI

Las croquetas siempre triunfan. ¡Hay pocos ingredientes que no se puedan convertir en croquetas! . En este caso, estas croquetas de bacalao son perfectas para los amantes del bacalao. Se diferencian de otras porque, como otras tradicionales, llevan salsa bechamel, pocos ingredientes para un resultado excelente. Y por supuesto, no olvides un buen alioli casero.

Ingredientes

300 gr de bacalao desalado

Perejil picado al gusto

50 gr de mantequilla

20 gr de aceite de oliva virgen extra

2 dientes de ajos grandes

65 gr de harina

1 cebolla mediana

500 ml de leche entera

250 ml de caldo de bacalao

Pimienta negra recién molida

Sal al gusto

Huevos

Pan rallado

Abundante aceite de oliva para freír las croquetas

 

Elaboración

Ponemos 300 ml de agua en una cacerola y llevamos ebullición. Añadimos el bacalao y cocemos fuego medio durante solo 2 minutos. Retiramos el bacalao del agua y dejamos enfriar. Reservamos 250 ml de agua de la cocción del bacalao para preparar la salsa bechamel.

Una vez que el bacalao este tibio. Desmenuzamos, retirando todas las espinas y la piel. Reservamos para añadirlo mas tarde a la salsa bechamel.

sofreímos en una sartén amplia, la cebolla y los dientes de ajo muy picados en aceite de oliva y mantequilla hasta que estén dorados. Luego añadimos la harina y removemos muy bien hasta que la harina este bien tostada o dorada, cuidando de que no se queme la harían.

Añadimos poco a poco la harina y el caldo de bacalao a la harina, sin dejar de remover para su integración y formar la salsa bechamel, procurando que no queden grumos.

Un a vez lista la bechamel, añadimos el `perejil picado y el bacalao desmenuzado. Cocinamos durante 10 minutos más, sin dejar de remover para su integración, hasta que la masa espese ligeramente. Colocamos en un bol y cubrimos con papel film transparente, para que no forme costra la superficie. Dejamos reposar durante 5-6 horas.

Finalmente, cogemos trozos de masa y formamos con las manos croquetas, las pasamos por pan rallado, luego por huevio batido y de nuevo por pan rallado, presionándolas con la mano para que quede bien incrustado en la masa de la croqueta el pan rallado. Esta es la manera más tradicional de prepararlas.

Solo queda freírlas en abundante aceite, y luego una frita por todos lados, ponerlas en un plato con papel absorbente de cocina para quitar el, exceso de acete.

Servir caliente acompañada de la salsa alioli.

¡Buen provecho!