martes, 22 de abril de 2025

FILETES DE RUBIO CON CORAZONES DE ALCACHOFAS, MENTA, ALBAHACA Y TOMILLO

 

FILETE DE RUBIO CON CORAZONES DE ALCACHOFAS, MENTA, ALBAHACA Y TOMILLO

Ingredientes

2 Rubios de tamaño mediano

1 Ramita de tomillo

1 Docena de corazones de alcachofas, limpias cortadas en cuartos

Salvia fresca

Menta fresca

1 Cebolla muy picada

Unas hojas de albahacas

Aceite de oliva virgen extra

Vino blanco

Sal

Ajo

Pimienta negra recién molida

 

Elaboración

Lo ideal es que el pescadero limpie los rubios y saque cuatro filetes, pues es un poco entretenido el comprarlos y limpiarlos y filetearlos en casa si uno no es muy  diestro con los pescados.

En un bol con  agua y limó  metemos los corazones de alcachofas (yo los compro congelados, me facilita la tarea) para que no se oxiden.

En una cacerola con unas cucharadas de aceite, añadimos un diente de ajo con piel y lo dejamos dorar, luego lo retiramos y añadimos las alcachofas bien escurridas y la cebolla picada, rehogamos a fuego fuerte, luego añadimos un poco de vino blanco y dejamos cocer unos minutos con la tapa puesta junto con unas hojas de menta.

Mientras en una sartén antiadherente, vertemos un par de cucharadas de aceite de oliva, disponemos los filetes de rubio con la piel hacia abajo, añadimos unas hojas de salvia, unas ramitas de tomillo y unas hojas de albahaca,  salpimentamos al gusto y cocinamos durante unos minutos, luego añadimos un poco de sal y humedecemos con vino blanco, volvemos los filetes con una espátula y terminamos de cocinar unos minutos más, luego revisamos las alcachofas, las sazonamos y terminamos de cocinar.

Disponemos los filetes de rubio en cada plato y añadimos las alcachofas, decoramos con algunas hierbas.

¡Buen provecho!

 

CONEJO CON SEMILLAS DE MOSTAZA, ALCAPARRAS, ZANAHORIA Y ROMERO

 

CONEJO CON SEMILLAS DE MOSTAZA, ALCAPARRAS, ZANAHORIAS Y ROMERO

Ingredientes

1 Conejo ya limpio

1 Cucharada de semillas de mostaza

2 Zanahorias

1 Cucharada de alcaparras encurtidas, enjuagadas

2 Ramitas de romero fresco

1 Vaso de buen vino blanco

Aceite de oliva virgen

Sal

Pimienta negra recién molida

1 Diente de ajo con piel

 

Elaboración

Cortamos el conejo en trozos, reservando algunos despojos al gusto (corazón, riñones, pulmones, hígado,……), si la carne tiene un olor fuerte, pasamos la carne por agua y vinagre.

Lavamos y pelamos las zanahorias y luego las picamos en daditos pequeños.

En una cacerola ponemos 3 cucharadas de aceite, doramos el ajo y una vez dorado lo retiramos y reservamos, luego añadimos las zanahorias picadas y las sofreímos. Luego añadimos los trozos de conejo y los doramos durante unos minutos.

Añadimos el vino blanco y dejamos que se evapore. Cuando el nivel del vino haya bajado a la mitad, añadimos las alcaparras, las semillas de mostaza y las hojas  de romero sin  la ramita, sal y pimienta negra recién molida al gusto, removemos bien para la integración de  todos los ingredientes al objeto que de cada uno de ellos suelten sus sabores y los aboba la carne del conejo.

Tapamos la cacerola dejando una pequeña abertura para dejar salir el vapor y cocinamos durante unos veinte minutos a fuego moderado, dándole la vuelta a los trozos de conejo de vez en cuando. Si se seca, añadimos un poco más de vino blanco.

Servimos en el centro del plato y disfrutar de este exquisito conejo.

¡Buen provecho!

 

PATATAS DAUPHINE

 

PATATAS DAUPHINE

Ingredientes

700 gr de patatas harinosas

Para la pasta choux:

100 gr de mantequilla

150 gr de harina

4 Huevos grandes

Sal

Aceite para freír

 

Elaboración

Lavamos las patatas y cocemos en una olla grande con agua  con sal. Dejamos hervir de 20 a 30 minutos.

Preparamos la pasta choux: Vertemos 25 centímetros de agua en una cacerola, añadimos una pizca de sal y la mantequilla, llevamos a ebullición. Retiramos del fuego y agregamos la harina de una vez. Mezclamos  muy bien y añadimos los huevos de uno en uno mientras removemos la masa para la integración del huevo, cuando la veamos bien integrado, echamos el siguiente y volvemos a batir la mezcla hasta la integración del huevo, así hasta que los 4 huevos estén bien mezclados e integrados en la masa.

Precalentamos el aceite de la freidora a 170º.

Pelamos las patatas calientes, las hacemos pure con un machacador o con un pasapuré, una vez  estén hechas pure, las mezclamos en un bol la pasta choux y el pure de patatas hasta que estén bien integrados y formen una masa homogénea.

Tomamos el equivalente de una cucharadita de masa y las vamos friendo en la freidora.

Freímos de 10-12  unidades de bolitas durante 6 o 7 minutos, procurando que estén doradas por todos lados.

Sacamos y las ponemos sobre papel absorbente de cocina, para quitarles el exceso de aceite.

Sazonamos con sal y servimos inmediatamente como guarnición.

¡Buen provecho!

lunes, 21 de abril de 2025

ALCACHOFAS Y PATATAS AL WOK

 

ALCACHOFAS Y PATATAS AL WOK

Ingredientes

4 Alcachofas

1 Limón natural

2 Dientes de ajos

12 Patatas nuevas

4 Lonchas finas de jamón serrano

80 Gr de aceitunas negras

½ Manojo de menta o hierbabuena

½ Manojo de eneldo

Aceite de oliva

Sal

Pimienta negra recién molida

 

Elaboración

Con un rallado, rallamos la piel del limón y reservamos.

Enjuagamos las patatas y cortamos en cuartos.

En un wok echamos un chorrito de aceite de oliva y freímos las patatas.

Cortamos el tallo de las alcachofas por la base y retiramos las hojas más duras. Cortamos los extremos duros y puntiagudos de  las hojas. Cortamos las alcachofas en cuartos a lo largo y rociamos con jugo de limón para que no se oxiden.

Luego añadimos las alcachofas con las patatas y doramos dándoles vueltas regularmente.

Cuando veamos que las alcachofas están en su punto, añadimos las aceitunas negras, el ajo machacado y la ralladura de limón, continuamos cocinando removiéndolas suavemente de vez en cuando.

Cuando las verduras estén cocidas, añadimos el jamón serrano cortado en tiras, y por ultimo las ramitas de menta o hierbabuena, y el eneldo. Añadimos la sal y la pimienta negra recién molida, removemos suavemente para que se integren con las verduras, y disfrutar caliente o tibias.

¡Buen provecho!

ISLA FLOTANTE DE CHOCOLATE

 

ISLA FLOTANTE DE CHOCOLATE

Ingredientes

5 Huevos

500 ml de leche entera

80 gr + 59 gr de azúcar moreno de caña

60 gr + 59 gr de chocolate negro 70%

1 Pizca de sal

1 Nuez de mantequilla

100 ml de nata fresca

 

Elaboración

Precalentamos el horno a 140º.

Separamos las claras dé las yemas, Batimos las claras con una pizca de sal y 80 gr de azúcar moreno de caña, hasta que estén a punto de nieve fuerte.

Untamos un molde de suflé con mantequilla.

Trituramos el chocolate negro.

Añadimos a las claras a punto de nieve la mitad del chocolate con una espátula, removiéndolo suavemente con movimiento envolvente para su integración. Vertemos en el molde de suflé, y colocamos en una fuente con la mitad de agua caliente cubriendo el molde de suflé... Horneamos durante 15 minutos.

Calentamos la leche en una cacerola. Batimos en un bol las yemas de huevo con el azúcar moreno; vertemos la leche caliente una vez bien batidas las yemas con el azúcar y que hayan doblado su volumen,  mezclamos y devolvemos a la cacerola, ponemos a fuego lento y dejamos espesar. Vertemos la nata caliente sobre el resto de chocolate triturado y removemos  muy bien para emulsionar todo.

Vaciamos en un recipiente ancho. Desmoldamos la isla flotante y la colocamos en el centro del recipiente.

Cubrimos con la mezcla de las yemas de huevo.

¡Buen provecho!

 

 

 

 

sábado, 19 de abril de 2025

"ANEDOCTAS DE HASDAY". MECENAS DE LA CULTURA SEFARDÍ ANDALUSÍ

 

“ANECDOTAS DE HASDAY”

Mecenas de la cultura sefardí andalusí

Elisa Simón


En este artículo, quiero recordar con Ustedes la importancia e influencia que tuvo Hasday ibn Shaprut en el origen de la cultura sefardí de al-Andalus. Gracias a su mecenazgo, su tenacidad y su cargo como na´sí o príncipe de las comunidades judías andalusíes, convirtió la ciudad de Córdoba en el centro del saber para los judíos de dentro y fuera de al-Andalus. 

Hasday atrajo a sabios y eruditos sefardíes, del Magreb y de Oriente, para que desarrollaran en Córdoba los estudios del Talmud, la poesía, la ciencia, la medicina y las artes. Bajo su patrocinio trajo libros de Oriente y de todos los rincones del mundo conocido, para ser traducidos y ampliar el saber en al-Andalus. Hasday sentó las bases para alcanzar el esplendor de la cultura sefardí andalusí en todos los campos del saber en los siglos siguientes.

Personajes que florecieron bajo Hasday 

Tres personajes que florecieron gracias al mecenazgo de Hasday. Menahem ben Saruq, Dunash ben Labrat y Moshe ben Hanok.


Menahem ben Saruq

Recordarán de los artículos anteriores a su secretario, Menahem ben Saruq. Hasday le encargó un trabajo muy especial: la redacción de un diccionario-hebreo de las raíces bíblicas, llamado “Mahberet”.

En dicho diccionario Menahem incluyó:

“con claridad la lengua hebrea de acuerdo con el contenido esencial de sus fundamentos y la esencia de sus raíces, aplicando la plomada de la razón y el cordel de medir de la instrucción para explicar los sentidos de sus especies según leyes regulares, exponer las clases de significados de acuerdo con sus divisiones, mostrar las acepciones de la palabra según su significado, enseñar las letras que forman parte de la raíz y las que tienen función servil en medio de la palabra y en sus dos extremos, hasta llegar a abarcar plenamente la lengua hebrea y hacerla inteligible en toda su extensión. “ 

Menahem se tomó muy en serio su tarea. Fue agrupando las palabras hebreas según sus raíces biconsonanticas, uniconsonanticas y triconsonanticas. Explicó y ofreció su interpretación, en hebreo, del significado de la raíz de cada palabra en lengua hebrea. Así surgió una literatura hebrea andalusí unido a estudios lingüísticos.  Cuando este diccionario se dio a conocer, comenzó una gran discusión de tipo gramatical, semántica, filológica y hasta religiosa. Esto afectó, en parte, a la vida diaria de los judíos de al-Andalus.

Las interpretaciones del diccionario llegaron a confundir al pueblo en sus quehaceres diarios. Los defensores y detractores del diccionario de Menahem dividieron a los sefardíes. Sin embargo, dejando aparte lo que se formó, es relevante la importancia de que se trata del primer diccionario en hebreo, que daría lugar al desarrollo de la lengua hebrea en al-Andalus. Además, este diccionario sería de máxima ayuda para los judíos que desconocían el árabe, así fueron favorecidos los judíos europeos. Aquellos que no sabían árabe, desconocían el origen de la raíz de las palabras hebreas, similar a las árabes. 


Dunash ben Labrat ha Leví 

Uno de los principales detractores del diccionario de Menahem fue el poeta Dunash ben Labrat ha Levi. Este poeta había llegado a Córdoba gracias a la invitación de Hasday. Dunash ben Labrat, “ …originario de Bagdad y educado en Fez…”, como nos indica Moseh ibn Ezra. Nació hacia 920-925, estudió en Sura, Babilonia, donde aprendió no solo la lengua y cultura árabe sino la gramática y jurisprudencia rabínica.
Uno de sus maestros fue Se´adyah Ga´on, impulsor de la renovación y apertura de la cultura judía. Estas enseñanzas hicieron que Labrat contribuyera de forma destacada al florecimiento de la poesía sefardí. La relevancia de Dunash y su gran aportación a la poesía fue adoptar el sistema métrico árabe en poesía y a las características de la lengua hebrea. Lo importante es que Dunash adoptó la temática de la poesía en árabe, tales como descripciones de la naturaleza, temas amorosos, poesía dedicada a los pájaros, el agua, el vino, las fiestas, la amistad, etc.

“Me dice: no
duermas, bebe vino viejo.

Hay alheñas y
lirios, mirra y áloes,

En el jardín con
granados, palmeras y parras,

Plantas agradables
y muchos tamariscos,

Ruidos de acequias
y sones de laúdes,

Acompañados de la
voz de cantores con cítaras y adufes. ….”


Según parece fue el hazzan o cantor de sinagoga de Córdoba. Compuso poemas litúrgicos que son hoy conocidos en todo el mundo judío.

Las  desavenencias y controversias gramaticales y filológicas entre Dunash y Menahem, pronto se convirtieron en discusiones, que se extendía más allá de los salones de las Academias. Dunash escribió una serie de artículos y libros criticando la postura de Menahem en su diccionario. Sin embargo, fueron los discípulos de ambos filólogos, los que más crudamente se enfrentaron en sendas cartas, poemas, artículos, defendiendo a sus maestros. De ahí que Menahem no se defendiera personalmente de ninguno de los ataques de Dunash. Con el paso del tiempo, estas discusiones dieron lugar a dos posturas enfrentadas dentro de la comunidad sefardí. Mientras unos defendían las viejas tradiciones de Menahem,  la otra hacía lo propio con las ideas innovadoras de Dunash. Hasday ibn Shaprut se vio, sin querer, entre ambas facciones. Intentó mantenerse neutral, sin embargo, parece que se vio forzado a decantarse por una de ellas. Optó por las ideas innovadoras introducidas por los sabios de Oriente. De esta manera, su secretario Menahem, perdió el favor de su mecenas.  

Menahem se lamenta en este poema:


“… tendrías que
honrarme por haber trabajado en casa de mi señor, tu padre…..

Sirviéndote agua
en las manos… el me tenía aprecio y me atraía con los lazos de la amistad…

Y mientras me tuvo
bajo su sombra, no me hizo daño el sol.

En la medida de
las pocas fuerzas de mi inteligencia proclamé yo sus alabanzas.

Grabadas están en
el Arca del Testimonio en la Sinagoga que él construyó en honor del Señor,

Y la inscripción
es obra de mi mano… “




Moshe ben Hanok 

El tercer personaje relacionado con Hasday. El rabi Moshe ben Hanok. Mientras en al-Andalus los sefardíes fueron adquiriendo importancia gracias a los patrocinios y esfuerzos de Hasday, en Oriente las grandes Academias Talmúdicas estaban ya en decadencia, y eran regidas por directores o gaonim (singl. Gaon). Dos de estos centros talmúdicos se situaban en las ciudades de Sura y Pumbeditha respectivamente. En ellas se estudiaba la interpretación del Talmúd y se velaba por los intereses de las comunidades judías. En estas Academias se estudiaba no solo el saber religioso, sino el profano también, como la medicina o la poesía, por ejemplo. Lo que se dictaba como enseñanza servía de guía o apoyo a todas las comunidades judías esparcidas por el mundo conocido de aquella época. Hacia mediados del siglo X, estas Academias iniciaron una imparable decadencia. La precaria situación de las Academias de Babilonia forzó su cierre y la migración de sus directores o gaonim hacia otros países.  



Fue así como cuatro de los sabios de estas Academias embarcaron hacia Occidente con la idea de crear nuevas Academias. En una de estas naves viajaba el gaon rabi Moshe ben Hanok con su esposa y su hijo. Una tempestad  empujó su embarcación hacia las costas italianas. Allí el corsario Ibn Rumahis, asaltó la nave y apresó a sus pasajeros. La esposa de Hanok, temerosa de lo que le pudiera ocurrir, decidió arrojarse al mar, dejando desolado a su esposo e hijo pequeño. Como Ibn Rumahis estaba subvencionado por el califa abd ar-Rahman III, los prisioneros convertidos en esclavos arribaron al puerto de Córdoba, donde fueron ofrecidos al mejor postor en el mercado de esclavos. A todo esto,  Hasday sabiendo que entre los esclavos se encontraban judíos, éste los redimió y pasaron a formar parte de la comunidad cordobesa. Moseh y su hijo, cansados, humillados y tristes por la muerte de su esposa y madre, llevaban una vida anónima en la capital del califato. No habían dicho a nadie que Moseh había sido gaón de Babilonia.

Moseh solía asistir regularmente a las sesiones de la escuela talmúdica en la sinagoga. Se sentaba en un rincón para escuchar al dayyan o juez, rabí Nathan. Un día estando rabí Nathan explicando un pasaje del Talmud, dio una interpretación que no compartía Moseh.
Sin embargo, guardó silencio y esperó hasta que los asistentes expusieran sus preguntas y que el rabí respondiera. Fue entonces, cuando Moseh hizo su comentario, dejando tanto al dayyan como a los allí presentes atónitos por su forma de expresarse y de exponer su argumento. Su modestia y humildad con la que demostró su sabiduría, hizo que se ganara la simpatía de los asistentes y la admiración del dayyan Nathan. En aquella misma sesión, rabí Nathan terminó invitando a Moseh a subir a su cátedra para que continuara sus explicaciones e interpretaciones de los pasajes del Talmud. Una vez finalizada la sesión, rabí Nathan declaró solemnemente que a partir de ahora el cargo de juez y maestro lo ostentaría Moseh ben Hannoch. Hasta ese momento no se descubrió su identidad.
De esta forma Córdoba se convirtió en uno de los centros del saber más sobresalientes del judaísmo. La herencia de la gran Academia de Babilonia acababa de establecerse en la capital de al-Andalus, lo cual atrajo a un sinfín de judíos que se asentaron en Córdoba.

BIBLIOGRAFÍA

– Judíos Españoles de la Edad de Oro. Antonio Antelo Iglesias. Fundación Amigos de Sefarad. Madrid 1991 
–  Literatura Hebrea en la España Medieval. Ángel Sáenz-Badillos. Fundación Amigos de Sefarad. Madrid 1991 

 

miércoles, 16 de abril de 2025

COQUINAS

 

COQUINAS

Estas exquisitas y sabrosas almejitas, propias de las costas de Huelva, Cádiz y Málaga, se cocinan con ajo, perejil y vino blanco.

Este plato es un clásico que destaca el sabor natural de las coquinas, realzando con el toque aromático del ajo y el perejil.

Ingredientes

750 gr de coquinas

4 Dientes de ajos

1 Chorreón de vino blanco o  manzanilla

Perejil fresco picado

Aceite de oliva virgen extra

Sal

Elaboración

En un bol con agua fría y sal, dejamos reposar durante 1-2 horas para que suelten la arena.

En una sartén grande calentamos el aceite de oliva, añadimos los ajos pelados y picados, sofreímos a fuego medio alto hasta que estén dorados.

En ese momento incorporamos las coquinas el vino blanco de nuestra elección. Tapamos la sartén y cocinamos hasta que las coquinas se abran, moviendo la sartén de vez en cuando.

Retiramos el fuego una vez las coquinas estén  abiertas, espolvoreamos con perejil fresco y añadimos una pizca de sal. Movemos bien la sartén.

Servir caliente en un plato o fuente hondo, con su caldito.

No olvidéis el pan para mojar en la salsa de la cocción de las coquinas, es una delicia para el paladar más exigente.

¡Buen provecho!

 

 

GAMBAS PICANTES SOBRE CAMA DE AGUACATES

 

GAMBAS PICANTES SOBRE CAMA DE AGUACATES


Ingredientes

250 gr de gambas  frescas peladas (o congeladas)

1 Lima grande, o un limón

1 Cebolla morada

1 Guindilla

Un poco de cilantro

1 Pepino

50 ml de tomate triturado

1 Aguacate

1 Cucharada de vinagre de vino tinto

3 Cucharadas de yogur

Sal

Pimienta negra recién molida

 

Elaboración

Enjuagamos brevemente las gambas.

Exprimimos la lima sobre un cazo, y añadimos 1 litro de agua con un poco de sal, ponemos al fuego y llevamos a ebullición brevemente.

Hervimos brevemente las gambas, e inmediatamente las enjuagamos con agua fría y marinama en un bol con el jugo de la lima restante y dejamos reposar en el frigorífico una hora aproximadamente.

Mientras se marinan las gambas en el frigorífico, cortamos la cebolla y la guindilla.

Arrancamos unas hojas de cilantro, pelamos y picamos el pepino.

Sacamos del frigorífico el bol con las gambas que estaban marinando, agregamos todo junto con el tomate a las gambas y mezclamos bien.

Cortamos el aguacate por la mitad, descorazonamos, quitamos la piel y con la pulpa lo trituramos en la batidora con el vinagre de vino tinto, el yogur, la sal y la pimienta negra recién molida al gusto.

Vertemos sobre molde redondo la crema de aguacate y decoramos con la ensalada de gambas.

¡Buen provecho!

jueves, 10 de abril de 2025

ARROZ CON BACALAO Y ALCACHOFAS

 

ARROZ CON BACALAO Y ALCACHOFAS

Esta receta que mi madre la solía hacer en Cuaresma. Es importante revisar el estado del arroz durante la cocción, ya que si se pasa, el plato no quedara tan rico. También recomiendo usar caldo casero (fumet). Sin embargo, muchas veces suelo usar tetabrik de caldo de pescado del supermercado.

Ingredientes

300 gr de bacalao desalado

2 Alcachofas frescas, o congeladas (o de bote) partidas en  cuartos

300 gr de arroz bomba

1 Cebolla

2 Dientes de ajos

1 Pimiento rojo

1 Pimiento verde

1,5 L de caldo de pescado o fumet

½ Taza de tomate triturado

1 Cucharadita de pimentón dulce

Azafrán molido, una pizca

Aceite de oliva

Sal al gusto

Pimienta negra recién molida, al gusto

 

Elaboración

Retiramos las espinas del bacalao desalado y la piel. Lo desmenuzamos con las manos o con un tenedor para cortarlos en trozos pequeños. Reservamos.

Cortamos la cebolla en brunoise.

Lavamos los pimientos, los abrimos para retirar las semillas, los rociamos con agua y los cortamos en tiras.

Las alcachofas si son frescas, las pelamos hasta llegar a las hojas más tiernas. Las cortamos en cuartos y las ponemos en un bol con agua y unas gotas de limón para evitar que se oxiden. Las reservamos.

En una paellera a fuego medio, calentamos el aceite de oliva a fuego medio. Añadimos la cebolla picada en brunoise y los pimientos cortados en tiras. Los rehogamos hasta que la cebolla este transparente y tierna, removemos bien, y añadimos el tomate triturado, removemos bien y dejamos rehogar unos minutos.

Picamos el ajo muy menudito y lo añadimos a la paellera, removemos un momento hasta que desaparezca su aroma.

A continuación añadimos el arroz, la cebolla y el pimiento, las alcachofas y el tomate (es decir el sofrito para el arroz). Removemos bien con cuidado para que el arroz se impregne del sabor  de todos los ingredientes.

A continuación añadimos una vez que todos los ingredientes estén en la paellera, el bacalao desmenuzado, una pizca de azafrán en polvo y el pimentón. Mezclamos  con cuidado para que los ingredientes estén bien integrados y cojan todos sus sabores.

Vertemos el caldo de pescado o fumet. Removemos suavemente y seguimos cocinando a fuego medio durante unos 20-25 minutos removiendo de vez en cuando, hasta que el arroz se haya cocido y absorbido todo el caldo de pescado o fumet.

Retiramos pasado el tiempo  estimado la paellera del fuego y la dejamos reposar unos minutos antes de servir.
Para su presentación podemos decorarla con tiras de pimiento rojo (a gusto de cada uno).

Servir caliente.

¡Buen provecho!

 

LA VID EN AL-ANDALUS: MITOS Y REALIDADES

 

LA VID EN AL-ANDALUS: MITOS Y REALIDADES

Las plantaciones de la vid Durante el periodo de al-Andalus el estado musulmán aportó un importante desarrollo de las técnicas agrícolas,...

Las plantaciones de la vid

Durante el periodo de al-Andalus el estado musulmán aportó un importante desarrollo de las técnicas agrícolas, con la inserción de nuevas especias en la agricultura y un destacado desarrollo del  comercio. El caso de la vid tiene importantes peculiaridades, ya que la plantación de la vid en el al-Andalus estaba estrechamente asociada a la producción de las uvas pacificadas, que era el producto de lujo más demandado del comercio exterior andalusí. Era  uno de los cultivos más importantes del  mediterráneo, conocido como la "trilogía mediterránea".

Por lo tanto en muchas ocasiones se asocia de forma errónea la producción y el consumo del vino con la agricultura de la vid,  y como consecuencia se asume que al ser prohibido el consumo del alcohol por el Corán, la plantación de la vid era escasa. Podemos ver que muchos artículos que tratan la historia del vino, describen la producción del vino y las técnicas de la vid en la época romana o visigoda, y luego pasan directamente al siglo XV, describiendo la época después de la conquista cristiana, omitiendo 800 años de historia de la vid en la Península Ibérica.

En el congreso "La Vid en al –Andalus" organizado en 2019 por la Universidad de Granada  se presentaron datos sobre el volumen de las plantaciones de la vid antes de la llegada de los reyes católicos y después, pudiéndose observar una drástica reducción de las plantaciones de vides en los territorios que ocupan actualmente las provincias de Granada y de Málaga (sobre todo la zona de Axarquía)   después de la llegada de los Reyes Católicos.

Los tratados andalusíes y el comercio del vino

 La copia manuscrita en 1348 del Tratado de Agricultura de Ibn Luyūn , obra que conserva la Biblioteca de la Escuela de Estudios Árabes de Granada.

Las referencias en los tratados andalusíes sobre la elaboración, conservación y comercio del vino, o incluso del vinagre, son muy escasas y la mayoría de los autores insiste que las uvas de los  viñedos se destinaban para el consumo en fresco o para la pacificación.  Por lo tanto cabe mencionar las principales esclarecimientos sobre porque esto ocurre:

  • teniendo en cuenta que la producción del vino se permitía solo a los judíos y cristianos, autores musulmanes  no se atrevían a dejar por escrito testimonios sobre la producción o el consumo por el miedo de la ley coránica.
  • según Claude Cahen su breve artículo «Unas palabras sobre el declive comercial del mundo musulmán a finales de la Edad Media», se expresa una hipótesis que esto ocurre porque era un producto que no merecía la pena ser comerciado fuera del ámbito local.

Esta hipótesis es bastante interesante, el investigador Eduardo Escartin Gonzales cree que esto podría haber ocurrido por la razón de que "el  principal objetivo del comercio para los árabes era el comercio de larga distancia", para poder especular con los precios y así de esta manera poder obtener mayores beneficios, y debido a las restricciones islámicas sobre el alcohol, no es sorprendente la escasez de referencias a la exportación y al consumo abierto de vinos andalusíes, como el ejemplo tenemos referencias a que el cadí de Algeciras, Abū-l-asan al-Jazīrī, en un manuscrito inédito resalta que las prohibiciones coránicas no lograron poner fin a la cultura del vino en Al-Andalus, ni en otros países islámicos.

El consumo de vino en al-Andalus y los castigos de Ibn Abdún.

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El hecho de que la única descripción de la elaboración del vino dulce de Ibn Al-Awwam, esta fechada en la época de los almohades es un dato muy interesante, ya que la vida cotidiana en esta época sobrellevo importantes cambios  de las normas religiosas que produjo después de su desembarque en la Península  Ibérica en 1145  y la instauración de la dinastía almohade. Podemos encontrar referencias sobre los castigos de acuerdo con los preceptos contenidos en el Corán,  en la obra de  Išbīlī Ibn Abdūn quien deseando preservar las buenas costumbres propone una cierta regulación sobre el vino,  como por ejemplo sobre la embriaguez:

Ibn Abdún dice "No se vendan muchas uvas a quien se sospeche que las va a exprimir para hacer vino".

Ibn Abdun hace grandes esfuerzos para poder erradicar el consumo del vino, incluso sugiere que  para evitar  la elaboración del vino casera y erradicar su consumo,  "sugiere que el vinagrero vaya por las casas poco a poco elaborando el vinagre para asegurarse de que el mosto no se convierta en vino de una manera natural".

A pesar de que no se pueden considerar los datos obtenidos de las fuentes literarias como 100% fiables, pero en su conjunto, con los escasos datos sobre vinicultura en la fuentes arqueológicas y jurídicas, sobre los impuestos o castigos por el consumo, venta o producción,  y debido a la gran cantidad de viñas que existían podríamos deducir que el vino se elaboraba y se consumía.

Un artículo de Maria Demidovich