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sábado, 8 de febrero de 2025

CÓRDOBA. NORIA Y MOLINO DE LA ALBOLAFIA

 

CÓRDOBA. NORIA Y MOLINO DE LA ALBOLAFIA


Texto de Alejandro Pérez Ordóñez
Fotografías de © Rafael Galán García



Uno de los elementos singulares que se concentran en el área monumental cordobesa próxima a la mezquita Omeya y el puente sobre el Guadalquivir es una gran noria o rueda hidráulica, integrante de los restos del Molino de la Albolafia, de origen medieval, junto a varios más que se sitúan en esta zona del cauce fluvial, en los llamados Sotos de la Albolafia. La imagen de la noria es tan icónica que incluso forma parte del escudo de la ciudad de Córdoba.


En lo que a nosotros nos interesa, es sabido que en el periodo andalusí se introducen en la península Ibérica numerosas innovaciones hidráulicas aplicadas sobre todo a la agricultura, destacando la generalización de redes de acequias y otro tipo de conducciones en áreas anteriormente poco productivas, generándose de este modo profundas modificaciones en el paisaje agrícola que en algunos casos aún perduran, como numerosas áreas de huerta levantinas. Así, destacó el empleo de norias (palabra procedente del árabe na’ura) para la extracción de agua de pozos o su elevación para ser canalizadas hacia molinos, áreas irrigadas, etc. El agua se tomaba mediante unos recipientes cerámicos, denominados cangilones o arcaduces (del árabe qadus), que presentan característicos estrangulamientos o acanaladuras para su fijación a la estructura de la noria.


Volviendo a la noria cordobesa, este ingenio se encuentra situado sobre la margen derecha del Guadalquivir y, en origen, se destinaba al aprovisionamiento de agua para regar las huertas del Alcázar. Hay referencias documentales al molino desde finales del siglo VIII y estuvo en uso hasta que la reina Isabel la Católica ordenó su desmontaje en 1492. El arquitecto Félix Hernández reconstruyó la noria en 1965, y finalmente la que contemplamos hoy es una nueva recreación instalada en 1994.


La arquitectura del molino responde a diversas adiciones de diferentes épocas, aunque la parte más antigua corresponde a la amortización de fragmentos de un acueducto almohade, del que se pueden apreciar un arco y el arranque de otro. A la arquería andalusí se añadieron los muros de sillería, recorridos por una imposta, y ya en época de Alfonso XI se hicieron unos arquillos mudéjares. Desde el siglo XVI deja su función de riego para convertirse en molino harinero y batán, pasando a manos del Cabildo Catedralicio, quienes construyen el tajamar cilíndrico y otras dependencias. En 1855 fue desamortizado, y tras pertenecer a varios propietarios privados fue embargado en 1914 por el Estado, que lo cedió al Ayuntamiento de Córdoba en 1965.



Los 
Sotos de la Albolafia son un área declarada Monumento Natural por la Junta de Andalucía en 2001, comprendiendo varias ramificaciones del cauce del río entre barras e islotes, fruto de las fluctuaciones históricas del curso fluvial, que acogen a diversas especies vegetales y animales, especialmente avifauna acuática, además del conjunto de molinos históricos de la Albolafia, de Téllez, de Enmedio y de San Antonio.



 

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miércoles, 29 de enero de 2025

CAZORLA . CASTILLO DE LA YEDRA

 

Cazorla. Castillo de la Yedra


Texto de Alejandro Pérez Ordóñez
Fotografías de © Rafael Galán García


Viajamos hoy con las fotografías de Rafael Galán hasta el Castillo de la Yedra, situado en la villa de Cazorla (Jaén).


Cazorla da nombre a la famosa región montañosa que forma parte del parque natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, uno de los mayores espacios naturales protegidos de la Unión Europea, con espectaculares paisajes de montaña y una gran riqueza ecológica. Su Castillo de la Yedra es una fortaleza de origen andalusí, si bien recibió diversas reformas realizadas por sus nuevos ocupantes cristianos, mostrando diversos elementos góticos en sus fábricas, especialmente la torre del homenaje, con tres salas que hoy en día acogen el Museo de Artes y Costumbres Populares del Alto Guadalquivir. Se sitúa en la parte inferior del cerro de Salvatierra, sobre el río Cerezuelo, a 831 metros de altitud.

Se pueden distinguir tres etapas constructivas en sus fábricas:


·        Primera: islámica, probablemente del siglo XI o XII. Se trata de un recinto de calicanto que albergaría intramuros a la población del lugar en caso de peligro, elemento denominado albacar o albacara.


·        Segunda: correspondería a las obras de reforzamiento de las defensas emprendidas por los conquistadores cristianos en la segunda mitad del siglo XII.



·        Tercera: en el pontificado de don Pedro Tenorio, arzobispo de Toledo entre 1357 y 1399, quien modificó radicalmente el planteamiento del castillo. En la parte alta dispuso el llamado “alcazarejo”, recinto destacado que incluye la torre del homenaje. También se añadieron torreones de sillería adaptados a la albacara.


En el entorno también han aparecido elementos cerámicos que muestran una ocupación de época romana, de la cual no quedan estructuras visibles.

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La referencia al año 1606 que aparece en la puerta del recinto del castillo que abre a la albacara, debe corresponderse con la fecha de la realización de ciertas reparaciones en la fortaleza.

domingo, 15 de diciembre de 2024

MÁLAGA. LA ALCAZABA

 

MÁLAGA. LA ALCAZABA

 Málaga alcazabapalaciosviviendas

Texto de Alejandro Pérez Ordóñez
Fotografías de © Rafael Galán García



Alcazaba de Málaga. Patio de la Alberca, en los Cuartos de Granada.

Málaga es una ciudad de antiguos orígenes. De fundación como colonia fenicia (Malaka, ss. VIII-IV a.C.), con presencia o al menos estrechos contactos comerciales con los griegos (Mainake, ss. VII-VI a.C.), tuvo importancia en el periodo romano (ss. III a.C.-V d.C., del que se conservan restos importantes, como el teatro), siendo luego ocupada por visigodos (ss. V-VIII) e, incluso, por los bizantinos (s. VI), que tuvieron presencia en las costas meridionales y sudorientales de la península Ibérica, antes de convertirse en una medina andalusí (Madinat Malaqa, ss. VIII-XV).



Alcazaba de Málaga. Acceso actual desde la Plaza de la Aduana.Alcazaba de Málaga. Vista de la muralla con el teatro romano asentado en la ladera hacia la calle Alcazabilla.Alcazaba de Málaga. Detalle del aparejo mixto de las murallas y torres.



Tras la caída del Califato Omeya de Córdoba, Málaga se escindió como taifa gobernada por los hamudíes (1016), antes de la llegada de los almorávides. Con posterioridad volvió a crearse una segunda taifa malagueña, que fue independiente durante una década a mediados del siglo XII hasta que los almohades tomaron el control de al-Andalus. Finalmente, ya bajo el gobierno de los nazaríes granadinos, la ciudad conoció su mayor esplendor y desarrollo, teniendo mucha importancia económica y estratégica debido a su puerto de mar, con una gran actividad comercial. Fue conquistada por los Reyes Católicos y se convirtió en sede episcopal, integrando en su diócesis a las poblaciones que habían pertenecido a las coras andalusíes de Rayya y Takurunna, coincidiendo en gran medida con los límites de la actual provincia de Málaga.



Alcazaba de Málaga. Mirador de arcos polilobulados entrelazados de la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga. Taca con decoración nazarí en yesería.Alcazaba de Málaga. Capitel de tipo nazarí policromado.



La principal construcción andalusí que podemos contemplar hoy en Málaga es su Alcazaba. Ubicada sobre un cerro que domina el actual puerto y toda la zona antigua de la ciudad que estuvo conformada por la medina amurallada y sus arrabales de Fontanalla (al norte) y al-Tabanin (al oeste), además de las amplias vegas del Guadalmedina y el Guadalhorce hasta las estribaciones montañosas que las rodean, data en sus construcciones más antiguas del siglo XI.



Alcazaba de MálagaAlcazaba de MálagaAlcazaba de Málaga

Presenta un recinto defensivo con doble circuito de murallas flanqueadas por torres rectangulares distribuidas regularmente. Durante el reinado de Yusuf I de Granada (siglo XIV) se construyó en otro cerro colindante el castillo de Gibralfaro (Yabal Faruh), que fue unido a la Alcazaba mediante una larga coracha. La fábrica general de los muros defensivos y torres de la Alcazaba malagueña presenta un característico aparejo mixto de cajones de mampostería entre verdugadas de ladrillo, con arcos de descarga y otros elementos, sobre todo de las puertas, realizados también en este último material.



Alcazaba de Málaga. Acceso por el primer recinto.Alcazaba de MálagaAlcazaba de Málaga



En estos recintos defensivos destacan algunos elementos de interés, como la Puerta de las Columnas, llamada así por presentar en sus jambas sendas columnas y capiteles de mármol blanco de origen romano, sin duda reutilizadas de alguno de los edificios antiguos de la ciudad, como puede ser el teatro que se extiende a los pies de la ladera.



Alcazaba de MálagaAlcazaba de Málaga. Puerta de las Columnas, con material romano reutilizado.Alcazaba de Málaga



El paso al recinto superior se realiza a través de la Puerta de los Cuartos de Granada, de trazado en recodo, dando acceso al área palatina de la Alcazaba. Este conjunto residencial fue iniciado en el siglo XI bajo el reinado de Badis en la taifa zirí de Granada, pero las obras más importantes se realizaron en el siglo XIV con los nazaríes. Tras la puerta nos hallamos en el Patio de los Surtidores, ajardinado, con el conjunto de la Torre de Maldonado en su extremo sur, donde aparece un conjunto de tres pórticos paralelos que dan paso a un mirador abierto al paisaje, destacando un triple arco de herradura con dovelas de decoración inspirada en la arquitectura califal cordobesa de Madinat al-Zahra’, y otra doble arquería lobulada y entrelazada similar a las presentes en la Aljafería de Zaragoza.



Alcazaba de MálagaAlcazaba de Málaga. Mirador de la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga



A continuación, accedemos al área reformada o construida en época nazarí, que actualmente presenta diversas soluciones en cuanto a arquerías, soportes verticales y cubiertas. Esto se debe a que fueron reconstruidos desde los cimientos con bastantes licencias por parte de sus restauradores durante el siglo XX, por lo que lo más interesante es fijarnos en su disposición en planta. Los patios de los Naranjos y de la Alberca son los ejes principales de este conjunto de palacios. En los lados más cortos de ambos patios se disponen los salones principales con alcobas en sus extremos.



Alcazaba de Málaga. Arcos de herradura de época taifa en la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga. Arcos de herradura de época taifa en la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga. Patio de los Naranjos, en los Cuartos de Granada.



El Patio de la Alberca presenta en su centro la lámina de agua que le da nombre, siguiendo un modelo similar al Patio de Comares o de los Arrayanes de la Alhambra, mientras que el Patio de los Naranjos dispone de dos albercas pequeñas.



Alcazaba de Málaga. Patio de los Naranjos.Alcazaba de Málaga. Capitel nazarí policromado.Alcazaba de Málaga. Cuartos de Granada.



En la parte más oriental de este último recinto se encontraron las ruinas de un barrio de pequeñas casas formado por tres manzanas entre calles enlosadas, que viene datándose en la fase fundacional de la Alcazaba (siglo XI). Fue objeto de intervención arqueológica por Leopoldo Torres Balbás, estudiado por Rafael Puertas Tricas y Manuel Ocaña Jiménez, y restaurado por Rafael Manzano Martos, quien reconstruyó las viviendas recreciendo los muros conservados y dotándolas de cubiertas y acabados exteriores de los paramentos.



Alcazaba de Málaga. Arco angrelado de yesería en los Cuartos de Granada.Alcazaba de Málaga. Detalle de arco angrelado de yesería y albanega con estrella de ocho puntas de tracería geométrica.Alcazaba de Málaga. Cubierta con decoración geométrica pintada.



La manzana sudoeste se conformaba por un pequeño baño y dos viviendas muy reducidas, y la manzana más oriental está formada por otras dos casas también de pequeño tamaño. En la manzana sur sin embargo se encontraron tres viviendas de mayor extensión que las anteriores. La altura máxima de los muros que se han conservado es de un metro. Todas las casas tenían un pequeño patio casi cuadrado, con andenes y crujías alrededor. Algunas conservan los primeros peldaños de las estrechas escaleras que conducían a la planta superior. El suelo de las habitaciones se resolvía con una capa de mortero de cal teñida de almagra, aunque algunas conservan losetas de barro y piezas de mármol reaprovechadas. En el interior aparecieron zócalos pintados de rojo, con inscripciones en cúfico y dibujos geométricos de lazo de ocho.



Alcazaba de Málaga. Arcos taifas de la Torre de Maldonado.Alcazaba de Málaga. Vistas hacia el puerto de la ciudad.Alcazaba de Málaga. Torre de Maldonado.



Casi todas las viviendas tenían letrinas, y el barrio contaba con un sistema de atarjeas para evacuar las aguas fecales. En la parte septentrional del barrio había un baño, al que se hacía subir el agua mediante una noria desde un pozo llamado Airón, en el recinto inferior.



Alcazaba de Málaga. Puerta en arco de herradura apuntado con mocheta doble.



Alcazaba de Málaga. Columna y capitel romanos reutilizados.