LECHE
FRITA AL ESTILO ANDALUSÍ
Ahondar
en la historia de al-Ándalus, es conocer de dónde viene nuestra cocina, a la
vez que rescatamos nuestro acervo gastronómico y cultural
En
la obra “Herencia de la cocina Andalusí” de Jorge Fernández Bustos y José Luis Vázquez
González (Fundación Al Ándalus). Encontramos la referencia al origen andalusí
de la leche frita que formaba parte de la categoría llamada “frutas de sarten).
Dentro de los oficios de al-Ándalus, está el de “freidor”, que se dedicaba a la
elaboración de los churros, porras, buñuelos o tejeringos y otros postres de
sarten cocinados en un aceite hirviente de oliva.
Su
origen se remonta a la cocina de
Al-Ándalus y permanece en nuestro recetario tras la expulsión de los moriscos,
gracias a la repostería conventual. Era costumbre en la Edad Media que algunas
damas ingresaran en los conventos y llevaran con ellas a sus sirvientes
musulmanas convertidas al cristianismo.
Las
recetas aprendidas en sus hogares pasaron a formar de esta manera de la dulcería de los
conventos de clausura, en los que aún se siguen elaborando.
Esta
receta que os pongo de leche frita esta
especiada y aromatizada con naranja, hierbabuena, anís estrellado y agua de
azahar, recogiendo toda la herencia gastronómica andalusí, tan amante del dulce
y del refinamiento que introdujo la caña de azúcar y los cítricos en la península
para el enriquecimiento culinario.
Ingredientes
400 gr de leche entera
150 gr de nata
100 gr de azúcar
40 gr de maicena
40 gr de azahar
2 Naranjas
Ralladura de piel de naranja
Agua de azahar
1 Piel de limón 1 Rama de
canela
1 Cucharada de azúcar
Hierbabuena
2 Estrellitas de anís
estrellado
Huevo batido para rebozar
Aceite de oliva para freír
Elaboración
Lavamos bien las naranjas, y
cortamos a una de ellas los dos extremos en una tabla de cocina y le hacemos
unos cortes longitudinales con ayuda de la punta de un cuchillo, retirando por
completo la mondadura y la parte blanca.
Envolvemos la naranja con papel film y reservamos en el frigorífico para poder desgajarla posteriormente.
Quitamos la parte blanca de
la piel, porque la utilizaremos para aromatizar la leche y no queremos que
amargue.
Para infusionar,
introducimos en un cazo la leche (excepto un poco que apartamos para diluir la
maicena), la nata, la piel de la naranja, el agua de azahar, la rama de canela
(la partimos para que desprenda sus aromas), una estrellita de anís estrellado,
piel de limón y una ramita de hierbabuena. Lo ponemos a calentar a fuego bajo,
sin que llegue a hervir.
Cuando la mezcla de leche se
ha calentado y aromatizado, sacamos la canela y la hierbabuena del cazo,
añadimos el azúcar y la maicena disuelta en leche que habíamos apartado. Mezclamos
con una varilla y espesamos sin que
comience a hervir. Debemos conseguir la textura de una masa
de croquetas.
Mientras va enfriando,
espolvoreamos una fuente con mantequilla
y un poco de maicena. Volcamos la mezcla
de la cazo en la fuente, y tapamos con
papel film toda la supervise de la fuente para que no se forme costra.
Reservamos en el frigorífico toda la noche, o un mínimo de 3 horas.
Cuando la masa esta fría y
lo suficientemente cuajada para hacer leche frita, cogemos la naranja que teníamos
reservada en el frigorífico, le sacamos la mitad de los gajos uno a uno con
cuidado que no se rompan: cortamos en los laterales de los gajos pegando el
cuchillo a las pieles, llegando hasta el centro y de arriba hacia abajo.
Tendremos por un lado gajos
limpios, y por otro nos quedaran las pieles interiores como si fueran un libro.
Los reservamos porque los utilizaremos para coronar la leche frita a la hora de
servir.
Exprimimos el zumo de media
naranja restante y de otro entera lavada.
Para preparar el almíbar,
utilizamos este zumo de naranja recién exprimido,
aromatizado con una estrellita de anís estrellado, añadimos una cucharada
grande de azúcar y cocinamos a fuego lento, hasta que espese. Cuando tenga
textura de jarabe lo paramos y reservamos.
Sacamos la masa frigorífico,
despegamos el papel film, y la cortamos en cuadrados pequeños. Los pasamos por
harina, después por huevo batido y las freímos ligeramente en aceite de oliva
caliente, hasta que se dore la superficie por ambos lados.
Sacamos y colocamos sobre
papel absorbente de cocina, para quitar el exceso de aceite, después las
colocamos en plato o fuente y espolvoreamos la superficie con azúcar glas.
Coronamos con los gajos de
naranja cada pedazo de leche frita y aliñamos con el almíbar.
Decoramos con hojas de hierbabuena
y servimos.
¡Buen provecho!
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