domingo, 15 de abril de 2012

Historia de los musulmanes en al-Ándalus. Geometrias nazaries, lenguaje del poder

GEOMETRIAS NAZARÍES
LENGUAJE DEL PODER


La simbología es, según Cirlot, un vehiculo en dos direcciones, la primera transporta a través de los tiempos bajo unos códigos cifrados, un mito universal y sabio no tangible.


El segunda dirección remite a la contemporaneidad, al suceso y a las caracteristicas de la expresión teológica del momento ( y evidentemente politica).Es por ello que podemos objetar que la simbología trabaja en dos direcciones, en el aspecto esotérico y exotérico y podemos hallar bajo signos convencionales temas universales dirigido por la inteligencia ética y estética de las elites sociales, en su mayoría castas sacerdotales o místicas.


La simbología tiene, además, una carga ancestral y tradicional capaz de comunicar un mensaje director sin que incluso sea apercibido con nitidez y claridad por las diversas mayorías sociales de todos los tiempos.


Podemos incluso ir más lejos y aseverar que esta simbología obliga, como es obvio, a acatar unos códigos de conducta. Así todo funciona como una unidad orgánica donde cada elemento de la sociedad realiza lo que algunos antropólogos han denominano como mitopraxis1. Las geometrías son la representación del lenguaje del poder andalusí y también son las consecuencia de la ejecución de un esquema mental con una finalidad: la sugestión a través de la trascendencia abstracta de la divinidad fácilmente observada en los motivos decorativos de la Alhambra o de los tejidos que aún se conservan en los diversos museos del mundo.


Para entender la especifidad de la geometrias Andalusíes y por extensión Nazaríes, hemos de navegar, aunque someramente, por las procelosas aguas de la relación con la divinidad de aquel tiempo, donde todos los actos estaban imbuidos de religiosidad y hasta de deseo de relación con ésta; comprender estos engranajes es comprender también el lenguaje del poder, así como el pensamiento científico teológico de la época.


Creo que entender el significado de Dikr2 para los musulmanes es capital. Dikr o recuerdo y repetición es, a través del estimulo tautológico, un modo de conectar con la divinidad y una práctica muy común entre los musulmanes y creyentes de los monoteísmos de todos los tiempos, por supuesto que también los peninsulares del medioevo.


Se trata, entre sus objetivos, de crear, una unión entre el mundo visible e invisible por analogía.


Y toda estas geometrias alcanzan tal grado de perfección y composición de un modo intituitivo que resulta sorprendente, tal y como se ha llegado a la conclusión de que las geometrías de la Alhambra donde están representadas todas y cada una de las combinaciones posibles de los geometrías Isométricas, que en total son 17 y que fueron estudiadas (en el siglo XIX) por Fedorov, llegando a la conclusión que son sólo estos 17 movimientos isométricos los posibles capaces de mantener la regularidad de un embaldosado3.


Es necesario entender también el aspecto abstracto de las simbologías islámicas y peninsulares a través de la existencia del poder imanente de la fitra4 esa disposición natural de conjunción y naturalidad con el uno.


Es aquí donde, en definitiva, se debe de entender el significado de las isometrias en un intento de representar unión con la divinidad y con el todopoderoso Uno, según la perpectiva de los musulmanes.Las muqarnas no son más que la manifestación de la diversidad hacia el Uno.


Toda la multiplicidad no puede ser sino igual así misma, para enfatizar el uno, el todopoderoso, según la concepción islámica del mundo. La maraña de columnas que se repiten en la mezquita cordobesa, como un Dkir, los hexágonos de las salas del palacio de la Alhambra, los motivos de las telas y vestidos y hasta los actos sociales encaminados hacia ese hiperformalismo, profundamente reglado, están encaminados a crear, incesantemente, ese ambiente propicio para la isoformas y equidistancias, todo guarda relación con la unicidad para las mentalidades islámicas del mundo.


Algo que además es muy interesante es el intento por representar geométricamente el universo de un modo matemático y geométrico a través de composiciones que recrean el firmamento y supuestos motivos vegetales. La equidistancia tiene un sentido de iguales distancias queno restan creatividad sino que la potencian en la colectividad, en el conjunto y en la unión creativa de todos los elementos.


Se trata en definitiva de una abstracción fascinante de la materia viva hacia un universo puramente esencial y algebraico.


En la formación del Arte islámico Grabar incidía sobre esta redundancia, porque según él “podríamos aducir que el islam, habiéndose impuesto cierto número de limitaciones en el terreno de los significados iconográficos, se redujo a concentrar sus energías en lo ormanental”5.


Muchos son los autores contemplan de igual modo esta conclusión, es decir, la escasez de iconografias por imperativos coránicos, cuando fruto de un conocimiento mínimo del corán son innecesarias, pues para las mentalidades de los musulmanes la representación y figuración humana para ilustrar la divinidad o divinidades carece de sentido y desvía del objetivo único y más importante de representar la unicidad.


No se trata de una prohibición expresa (respecto a la fuguración icónica, no así la representación de la divinidad) sino que sencillamente son la consecuencia teológica de interpretación del corán. Otra cosa sea las representaciones profanas y humanas así como de animales que sí se han dado en las tierras de mayorías sociales islámicas e incluso a otras de origen celestial.


La divinidad en el corán no tiene copartícipes ni atributos de ahí que su arte más sacro esté orientado hacia la abstracciòn más matemática y estilización más sugestiva de motivos geométricos. Esto no implica que todo fuera abstracción geométrica pues existe, también en el islam, representación de seres humanos, a través de miniaturas, y otras formas.


Otro dato obvio a tener en cuenta, es que, según Grabar, no existe posibilidad de comprensión de que algunas representaciones iconográficas islámicas no tengan “un significado perfectamente visible” (p, 213), cuando el arte medieval o el clásico antiguo posee significados y significantes por doquier.


Obvia Grabar que la vivencia y mentalidad del musulmán es horizontal, es decir, no necesita de una representación vertical de la divinidad sino que el islam, según el teólogo Jose Luis morales es la religión de la razón natural6, si esto es así, ¿qué necesidad hay de programas iconográficos, cuando es suficiente una representación de la naturaleza divina de un modo abstracto y prácticamente matemático y cuyas posibilidades son enormes y ciertamente suficientes para expresar una realidad basada en la unidad y dentro de una enorme aunque aparentemente simple complejidad?.


Apenas hay cabida para la representación de figuras humanas sustituidas por las representaciones geométricas para no caer en idolatrías.


Asi se justifican en el uno. Todo es unidad y vamos hacia la unidad, según la perspectiva islámica.


Esta es una de las claves fundamentales del islam. Creo que sería imprescindible remitir, así mismo, a la obra de Guénnon que hace referencia al simbolismo con el que los sabios construyeron numerosos templos de orígenes religiosos, la simbología del Octógono en las cúpulas nazaríes como ese elemento de transición entre las cúpulas celestiales y las bases cuadradas del complejo palacio nazarí.


Se trata, obviamente, de una iconografía universal y empleada en todas las culturas y tradiciones. Estamos hablando de la cuadratura del circulo, algo para lo que es imprescindible la figura del octógono, que a su vez guarda múltiples significados exotéricos y esotéricos. Un Octógono que significa básicamente, la transición de un mundo a otro7 y es uno de los elementos geométricos caracterisiticos de la Alhambra y el estampado en diversos tapices.


La Transición de un mundo a otro tiene enormes posibilidades simbólicas e iniciáticas


Respecto a la simbología de los números en el palacio de la Alhambra8 es interesante este artículo relacionado con la simbología numérica de la Alhambra donde el uno y los poligonos estrellados guardan estrecha relación simbólica, el número 2 representa el equilibrio coránico o justicia, a la famosa triada y sus tres tiempos existenciales, (pasado, presente y futuro) enlazándolo con la tradición India, al cuatro, fundamental también en la tradición islámica, con sus múltiples rectángulos aúreos de las instancia de la Alhambra simbólos de 4 de los 5 pilares islámicos (el restante simbolizaría las cúpulas de la alhambra, el uno)


No deja de ser simbólico los siete cielos, las cosmología islámica por excelencia, con su último cielo “puro” final, representado en las siete filas del techo, o en los diferentes 7 niveles de mocárabes que se distribuyen en otras cúpulas, similitud obvia con las 7 vueltas que hay que dar a la Ka´ba durante la peregrinación o hayy. También incluso podemos hallar siete niveles diferentes de frisos (todas las combinaciones posibles representadas, es decir, siete) e inspirados en el cuadrado mágico en la Alhambra de origen védico. No voy a continuar con la simbología numérica de la Alhambra pero es tan fascinante y creo que sobrecogedora que nos llevaría mucho tiempo el estudiarla en profundidad.


En definitiva la simbología geométrica que emplearon los musulmanes respecto a sus creencias religiosas y prácticas conlleva un análisis profundo del simbolo, y su carga ideológica y los ancestrales conocimientos que retrotraen a mitos fundacionales humanos profundisimos y que, no solo poseen y otorgan significados sino que este símbolo otorga toda la capacidad de despliegue para que los seres humanos sustenten todas sus civilizaciones y capacidades intelectuales y morales, es decir, que el símbolo es civilizatorio.


Es así como el símbolo legitima, a través de sus importantes geometrías, todo un sistema representativo de expresión y capacidad mistica encaminada hacia la unidad en su diversidad, así como al desarrollo de las artes y las ciencias islámicas orientados hacia ese espacio común. Son, en definitiva, como ecos de la unidad desde una perspectiva islámica. Es así como creo que se debe denominar estas formas expresivas geométricas al servicio de la cuestión de nuestro din.


Los mosaicos


Respecto a la representación geométrica de los mosaicos podemos decir que ningún punto es más importante que los demás, que la singularidad de todos los puntos son inexistentes, sin embargo cada signo geométrico es bello e importante. Esta es, teóricamente, la noción social del islam9.


La deformación simétrica de poligonos crea extraordinarias formas denominadas pétalos, estrellas nazaríes y aún otras, en base a cuatro, ocho o dieciséis repeticiones de polígonos así como otras de múltiplos de tres10. Es decir, que con la deformación de los poligonos regulares la maestria del arte hispanomusulmán va a alcanzar unas cotas de grandeza verdaderamente fascinantes con un conocimiento pleno de las geometrías como las simbologías que representan el poder y están basadas en la fuerte consciencia religiosa de la sociedad andalusí.


Una conciencia humana que es impregnada por todo con relación al poder terrenal de los sultanes y los preceptos coránicos.

René Genón: símbolos fundamentales de la ciencia sagrada


Creo que pocos sabios de la historia actual tienen el potencial y capacidad de trabajo, la profundidad analítica y conocimiento como el demostrado por René Guenon (Abd al-Wâhid Yahyâ), matemático y filósofo de formación académica dedicado casi desde su adolescencia al estudio de la grandes tradiciones Orientales y a las ciencias espirituales.


Brillante y precoz estudiante formó parte de la masonería en sus primeros años de juventud ( perteneciente a la logia thebah de Francia, dependiente a su vez de la Gran logia de Francia13 y más tarde devenido en musulmán. Guénon nunca negó su vinculación a la Franc-Masonería, en la que fue iniciado aunque parece ser que la llegó a denunciar por su "carácter superficial y pseudo-esotérico”.


Estudió y profundizó en las ciencias hindúes y todas las tradiciones monoteistas esotéricas y exotéricas islámicas cristianas y judias.


Es interesante el porqué de este interés en el Islam cuando sus obras guardan un gran interés por el hinduismo, facilitadas por conocimiento del hindú, una lengua que parecía conocer con soltura, realizando numerosos estudios al respecto ayudado por su prolífica capacidad políglota y su dominio del árabe, el hindú, hebreo y otras lenguas romances y germánicas.


Llama la atención así mismo su particular interés por cualquier ciencia sagrada y creencia, así como su trabajo para una revista católica, en el que llega a afirmar que la única salvación posible para Occidente era el papel que la Iglesia católica podía realizar en su conexión con la gran tradición Oriental, según la recopilación de Michael Valsan y traducido por el Dr Armando Asti Vera en 196914, algo que no gustó a parte de la Iglesia y que le obligó a cesar su colaboración en la revista católica Regnabit (p 9).


Es muy importante que nos detengamos en este punto. La Iglesia católica era para René el posible reenganche con las grandes tradiciones Orientales y un elemento de cohesión y coherencia histórica.Varios son los autores que han reconocido que el desapego que tuvo la Alemania nazi durante su gestación con los valores más cristianos desembocó en la terrible guerra. Sin duda están en lo cierto. Cuando la sociedad pierde el norte ético y moral se halla ante un enorme riesgo. ¿Bastará la ingeniería social de la masoneria para detener este descalabro que se avecina? No.


Es importante notar que para René la solución de Occidente pasa por tres posibles, a saber; reengache por la asimilación de grado en Oriente, por la fuerza o por el hundimiento en la peor de las barbaríes.


Al margen de estas consideraciones y la extraordinaria biografía de René Guénon, tenemos un interés especial en su estudio sobre simbología constructiva.


Para Guenon el símbolo surge y toda la naturaleza es un símbolo, desde esta perspectiva, el símbolo sugiere, pero no expresa y según Guenon su origen es no humano, pues tiene su fundamento en la naturaleza de los seres y las cosas, de ahí que la naturaleza sea un símbolo (p 25).


Esta aseveración se halla en plena sintonía con el sentido islámico de estado natural del ser en relación con el Creador, así como de la representación simbólica del universo islámico, abstraido en la contemplación y experiencia de la realidad natural.


Cada símbolo es, desde la perpectiva islámica, una sugerencia de la realidad que emana del uno.


Es realmente interesante comprender el significado de la simbología nazarí peninsular como simbología para ser sentida, vivida, y por último comprendida.


Esta simbología religiosa-geométrica puede ser explicada pero corremos el riesgo de la perdida de percepción sensitiva sino es siquiera comprendida.


Es interesante aquí el capitulo que René Guénon dedica al simbolismo constructivo, comenzado, como no podía ser de otra manera, por la cúpula y su simbología de microcosmos y macrocosmos, relacionada con la naturaleza divina y la nauraleza humana. Hace aquí una hermosa disección que abarca desde el simbolismo búdico del cuatro a la trasposición del uno representado en la cúpula del hombre de la escuadra y compás (Guenon 253, nota 427) para el iniciado masón, (nótese que la escuadra es al cuatro como el compás al uno).


Las referencias al mundo Indico-védico y al persa respecto al valor simbólico del cubo y las cúpulas de valores 4 y 1, a los que me he referido anteriormente, se orientan en la misma dirección.


Respecto al estudio de René Guenon sobre los símbolos volveremos más tarde durante el análisis que hagamos de los tejidos andalusies.


Un trabajo excepcional. El simbolismo político religioso del Salón de Comares según Cabanelas.


El estudio del techo del salón de Comares en la Alhambra es muy necesario para entender el objetivo de culto a Dios que ofrece el palacio nazarí que lo combina perfectamente con los aspectos lúdicos y majestusos de exaltación de la concepción teológica así como de recreo para hombres y mujeres.


Lo que más llama la atención de este estudio es la inscripción coránica de este techo15 del salón de Comares, un salón que está perfectamente ubicado hacia los cuatro puntos cardinales, con la consiguiente simbología para “subrayar este simbolismo del poder de Dios en el cielo empíreo en la tierra, representado en el centro superior del techo, y el de Yusuf I que está en esta sala, tenía su trono como centro del reino” ( Cabanelas Rodríguez 83).


La sura Al mulk (sura 67, Tafsir de Ali Unäil, p 1236 ) ilustraba la cúpula y su simbiosis constructiva con el texto coránico, cuyo resultado es una composición arquitectónica como una maravillosa recreación de ésta.


Creo que es importante ilustrar sus primeras aleyas pues en ellas se van a basar las tipología constructivas de las geometrías de la Alhambra:


¡Bendito sea aquel en cuya mano está el señorio! El sobre toda cosa es poderoso - Aquél que ha creado la muerte y la vida para probar quien de entre vosotros obra mejor - El es el poderoso, el indulgente - Aquel que ha creado siete cielos superpuestos - Mira si ves en la obra del clemente imperfección alguna - ¡vuelve la vista! - ¿Has observado alguna falla? - Luego, vuelve la vista a ella un par de veces; la vista volverá a ti cansada y fatigada - Hemos adornado el cielo del mundo con candilejas - que hemos colocado con piedras para lapidar a los demonios, para quiénes hemos preparado el tormento del fuego - Resulta interesante de igual modo que en los diferentes cielos se hallan distribuidas las estrellas representativas de los cielos hasta el cielo número siete - Mientras el ocho se sitúa el trono llamado de Dios (en su sino o cella)


Hay que advertir de igual modo que la concepción islámica de los siete cielos corresponde con al sistema Ptolemaico enriquecido por las diversas leyendas medievales (Cabanelas, pag 85) . Un dato muy a tener en cuenta es en el islam también se habla de los 8 cielos islámicos. El octavo está destinado a Muhammad (saw), incluso hay autores que hablan de 9 cielos, el último reservado al asiento del trono de Dios, y de forma similar a la rosa mística de Dante.


Resulta bastante curioso, así mismo, la recreación que hacen en la cúpula de árboles que enlazan con las estrellas (representadas como formas geométricas) según el árbol de la felicidad, relatado en un Hadiz atribuído al profeta sobre el árbol del paraiso, árboles representados en las diagonales de la cúpula.

En el nivel 1 del techo se obervan unas candilejas que simbolizan la obra de Dios, situadas éstas a modo de piedras para apedrear a los demonios que se acercan (estos es a los cielos o cúpula) a escuchar lo que pasa en el consejo más secreto (Cabanelas p 82).


Es importante notar que a semejanza de las aleyas coránicas no hay aperturas en esta cúpula del Salón de Comares y su ornamentación debía ser tan rica y deslumbrante que “los que la observaban no podían aguantar semejante brillo y esplendor, recogiéndose (la vista) de nuevo cansada y fatigada".


Es muy interesante asimismo, el comentario que realizan a propósito del Mi´ray, la ascensión a los cielos de Muhammad, un texto muy difundido entre todos los países Europeos, especialmente la descripción que realiza Ibn ´Arabi del paraíso celeste, de forma geométrica, descripción de la materia de éstas esferas y que tanta relación guarda con la obra de Dante.


Lo más interesante es que estos colores con los que se describen las 7 esferas terrestres están representados en la cúpula del salón del trono o el palacio de Comares. Estos colores, como es de suponer, no ilustran las geometrias de un modo casual.


Hay que decir que el color del cielo 1º corresponde al hierro, el 2º bronce (por cercanía a la tierra), el 3º es plata, 4º oro, 5º perlas, 6º esmeralda y 7º rubí. Mientras que el 8º era el trono de Dios.


Las composiciones policromadas de estas cúpulas son de diversa naturaleza cromática y obedece, una vez más, a la simbología teologíca propia de la representación islámica. Colores que se hacen más intensos o no dependientes de nociones teológicas.


No se nos puede pasar por alto que esta interpretación de los cielos y su simbología guardan relación con el hallazago de las versiones latinas de la escala de Muhammad, intuida genialmente por el gran arabista Asín Palacios y descubierta por Muñoz Sendino y Cerulli.


En esta narración se describe minuciosamente las características de los cielos imaginarios por los que asciende el profeta y que están representados en la cúpula de Comares.


Ciertamente esta obra influyó en la escatología de la divina comedia de Dante.


Colores como el blanco, blanco nuez, amarillo, rojo y verde. El primero se compara con el sol, la luz, la nieve, mientras que los otros los simboliza el topacio, el rubí y la esmeralda (Cabanelas, 88).


Mucho más interesante me parece, citando de nuevo a Casariego, la interpretación que realiza de los materiales constructivos de la Alhambra, por lo certeras que me parecen. Así para el creyente musulmán solo la permanencia pertenece a Dios, al que se somete con suma humildad.


Es por ello que la solidez de las construcciones de la Alhambra y de sus pesadas cúpulas son cubiertas como símbolo de vanidad humana y se recubren con ese madeja de fantasía lumínica y estilistica que menciona gráficamente los cielos de la escala del profeta, la sutileza de los detalles y lo más importante: la sensación de ingravidez, lo transitorio de la vida humana que se muestra a través de estos fenómenos ilustrativos casi irreales. Solo Dios permanece quiere decirnos la Alhambra.


Textiles hispanomusulmanes


Por supuesto que los motivos textiles de la época medieval española guardan relación con estos temas anteriormente mencionados, tanto geométricos y simbólicos, no así, obviamente, constructivos. Así pasamos de un espacio de tres dimensiones y de fuerte contenido espiritual al estampado de la telas, principalmente sedas.


Estas telas son firmente deudoras de las iconografias clásicas islámicas donde podemos hallar hexágonos entrelazados que confluyen en cuadrados con cruces en su interior.


Lo más interesente de nuevo es que en el interior del rombo confluyen unas estrellas de ocho puntas, tema típicamente hispánico y que surge en multitud de alicatados, frisos y taraceas16.


Estos motivos técnicos estéticos fueron algo común en los tiempos nazríes prestados a su vez de los almohades así como de los propios reyes católicos, según la historiadora López Redondo.


Dibujo geométricos de losanges (rombos), estrellas de ocho puntas en el carril central del diseño, donde podemos hallar pinos nazaries rematados por estrellas de ocho puntas llamadas rosetas asirias pavones y palomas se suceden en diversos tejido, absolutamente lleno de lacerías y motivos geometricos de desarrollos simétricos y puntos de fuga perpendiculares al eje de simetria.


Simetria, Orden, profusión de caracteres y en definitva hermosa repeticíón creativa que como un Dikr se prolongan por el tejido al igual que por numerosos mosaicos de las construcciones palatinas nazaríes.


Según Partearroyo Lacaba, gran especialista en tejidos nazaríes, éstos son firmemente deudores de la época almohade. Discos, estrellas de ocho puntas, lacerías, y roleos finos aunque con características propias, como el enorme colorido empleado, muestra del enorme lujo del vestido de las musulmanas, y que trataban de representaciones pictóricas que se pueden ver en las escenas del partal de la Alhambra.


Resulta especialmente hermosos los tejidos de entrelazados y bandas de diversas anchuras y cenefas, escritura cursiva y cúfica donde se puede leer, en algunos tejidos, la palabra Alyum, o felicidad.


Temas clásicos como el León persiguiendo a la gazela, parejas de antílopes y por supuesto las conocidas geometrias de la Alhambra. Esta decripción, quizás en apariencia, un tanto caótica, pues corresponde al hipernaturalismo sintético de representación islámica, con motivos ciertamente orientales y simbología precisa que rinde pleitesia al amor de la pareja y se somete a los designios divinos y unicidad dentro del din islámico.


Breve estudio sobre el simbolismo axial y el simbolismo del pasaje


El gran metafísico (metafísco en su primigenio significado) René Guénon, que hemos mencionado con anterioridad, realiza un interesantisimo estudio sobre el hilo y su valor como una linea sin solución de continuidad.


Una de la características de la simbología nazarí es el nudo, siendo el nudo la muerte de la linea y considerando este nudo como un “nudo vital”. Este nudo vital es la fuerza que determina de nuevo el estado en que se halla o se estructura como urdimbre.


Así, el autor, se refiere al hilo como las lineas de fuerza que definen las estructuras del cosmos. Realiza asi mismo un pequeño análisis sobre el valor de la ligadura, como de significado ambivalente, tanto como lo que une como lo que liga o incluso encadena. La ligadura así realiza una función doble, una como la incapacidad de la ligadura en su ser de mostrar y enseñar más allá de lo que fija, mientras el otro, más interesante, es la que hace mención al sûtrâtma hindú, es decir, la ligadura en función universal y en relación con las otras ligaduras.Desde esta visión universal y de una vez por todas entronca con el principio universal.


Así la cuerda tiene un valor axial y de vuelta a lo primigenio. ¿Que son las geometrías de nazaríes sino una vuelta al valor primigenio que sirve, como si de una urdimbre se tratara, a esa realidad una y primigenia?.


La concepción válida y final de sûtrâtma es la transmutación de lo que encadena a lo que une. La correspondencia de las ligaduras textiles son plenas con las gráficas y visuales lineas que unen y desunen el universo mental y figurativo de toda esta tipología nazarí y resultan un fenómeno a tener muy en consideración para entender este modo ancestral de representación que abarca toda cultura que haya surcado la tierra.


La urdimbre y el nudo es como una representación de una naturaleza humana y no humana que impregna los códigos universales de las manifestaciones naturales.


Cnclusión


Creo que es importante otorgar a las iconografias nazaríes un fundamental papel estético y sobre todo en la transmisión de conocimientos.


Son tan importantes y fundamentales en su labor sugestiva y expositiva que están consustancialmente unidas al universo mental del último islam peninsular, ya agónico y en franca desaparición política, que no social.


Un islam peninsular que tuvo que enfatizar en lo más profundo de sus creencias a través de estas geometrías, alcanzando el valor más alto de perfección matemática y científica-teológica, quizás de la historia de Al andalus, en una paradoja, justo cuando más amenazado se veía.


Las geometrias nazaríes se construyen como símbolos de poder terrenal, indudablemente, pero tienen un componente sumamente inquietante como es el altisimo nivel de perfección y complejidad matemática.


Este templo-palacio provoca una sugestión tan grande en el espectador que apenas se encuentran palabras para lo visto, porque es una experiencia vivida, la cumbre de todos los poderes terrenales y divinos expresados en la Granada nazarí.


Cuando nos ponemos en contacto con una experiencia constructiva vivida por los artístas anónimos provoca inquietud el observar que el objetivo era el de comunicar una realidad cercana al sentido espíritual y natural del hombre.


El conocimiento metafisico de estos valores geométricos nos enseñan que los grandes maestros hispanomusulmanes tenían en su poder el conocimiento de la universalidad divina en varias de sus dimensiones, como demuestra el conocimiento de principios astronómicos y matemáticos absolutamente impropios para la época que les tocó vivir y quizás sufrir.


Conocimientos de origen proximo orientales y extremo orientales a juzgar por los motivos iconográficos de sus tejidos y sus estructuras arquitctónicas y esto es lo que verdaderamente nos ofrecen estas formas representativas de la realidad de la que estamos muy alejados


En definitiva estas geometrias a pesar de su rigor de exactitud matemática estaban destinadas a rendir culto a la divinidad donde la dinastia nazarí se muestra o se quiere mostrar como garante de esta realidad múltiple y única.


NOTAS


(1): Kupper, A .: Cultura, la versión de los antropólogos, Paidós Ibérica, Barcelona, 2001, p 225.


(2): http://www.webislam.com/?idt=476)


(3): Usón Villalba, C y Ramírez, A.: “Sharq al andalus”, 16-17, Geometrias Moriscas, p 291)




(5): Grabar O.: La formación del arte islámico, Cátedra, Madrid, 2000, pag 214


(6): Morales, J.:El islam, Rialp, Madrid, 2001, pp 240


(7): (http://www.artehistoria.jcyl.es/artesp/contextos/7267.htm)


(8): http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_24/TOMAS_PAEZ_2.pdf


(9): http://www.youtube.com/watch?v=ls53O75VVH8. Es bastante interesante este video gratuito en la red ofrecido por la universidad Nebrija de Madrid.


(10): http://edu.jccm.es/ies/bsotos/index.php?option=com_content&task=view&id=114&Itemid=


(11): http://peterlu.org/content/decagonal-and-quasicrystalline-tilings-medieval-islamic-architecture


(12):http://home.earthlink.net/~mayathelma/sitebuildercontent/sitebuilderfiles/alhambra.tlc.2004.pdf


(13): Página web y oficial de la Gran Logia Francesa : http://www.gldf.org/


(14): Guenon, R.: Simbolos fundamentales de la ciencia sagrada, compilación de Valsan, M y traducido por Asti Vera, A, Eudeba, Buenos Aires, 1969, 419 p.Libro disponible de un modo gratuito en la red en: http://www.euskalnet.net/graal/index2.htm


(15): Cabanelas Rodriguez, D.: El techo de la cúpula de Comares en la Alhambra, Patronato de la Alhambra y generalife, Granada, 1998, p 81.(16): López Redondo, A.: En la página ofrecida por el instituto Galdiano http://www.flg.es/ficha.asp?ID=3836



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