GEOMETRIAS NAZARÍES
LENGUAJE DEL PODER
El segunda
dirección remite a la contemporaneidad, al suceso y a las caracteristicas de la
expresión teológica del momento ( y evidentemente politica).Es por ello que
podemos objetar que la simbología trabaja en dos direcciones, en el aspecto
esotérico y exotérico y podemos hallar bajo signos convencionales temas
universales dirigido por la inteligencia ética y estética de las elites
sociales, en su mayoría castas sacerdotales o místicas.
La simbología
tiene, además, una carga ancestral y tradicional capaz de comunicar un mensaje
director sin que incluso sea apercibido con nitidez y claridad por las diversas
mayorías sociales de todos los tiempos.
Podemos incluso
ir más lejos y aseverar que esta simbología obliga, como es obvio, a acatar
unos códigos de conducta. Así todo funciona como una unidad orgánica donde cada
elemento de la sociedad realiza lo que algunos antropólogos han denominano como
mitopraxis1. Las geometrías son la representación del lenguaje del
poder andalusí y también son las consecuencia de la ejecución de un esquema
mental con una finalidad: la sugestión a través de la trascendencia abstracta
de la divinidad fácilmente observada en los motivos decorativos de la Alhambra
o de los tejidos que aún se conservan en los diversos museos del mundo.
Para entender la
especifidad de la geometrias Andalusíes y por extensión Nazaríes, hemos de
navegar, aunque someramente, por las procelosas aguas de la relación con la
divinidad de aquel tiempo, donde todos los actos estaban imbuidos de
religiosidad y hasta de deseo de relación con ésta; comprender estos engranajes
es comprender también el lenguaje del poder, así como el pensamiento científico
teológico de la época.
Creo que entender
el significado de Dikr2 para los musulmanes es capital. Dikr o
recuerdo y repetición es, a través del estimulo tautológico, un modo de
conectar con la divinidad y una práctica muy común entre los musulmanes y
creyentes de los monoteísmos de todos los tiempos, por supuesto que también los
peninsulares del medioevo.
Se trata, entre
sus objetivos, de crear, una unión entre el mundo visible e invisible por
analogía.
Y toda estas
geometrias alcanzan tal grado de perfección y composición de un modo
intituitivo que resulta sorprendente, tal y como se ha llegado a la conclusión
de que las geometrías de la Alhambra donde están representadas todas y cada una
de las combinaciones posibles de los geometrías Isométricas, que en total son
17 y que fueron estudiadas (en el siglo XIX) por Fedorov, llegando a la
conclusión que son sólo estos 17 movimientos isométricos los posibles capaces
de mantener la regularidad de un embaldosado3.
Es necesario
entender también el aspecto abstracto de las simbologías islámicas y
peninsulares a través de la existencia del poder imanente de la fitra4
esa disposición natural de conjunción y naturalidad con el uno.
Es aquí donde, en
definitiva, se debe de entender el significado de las isometrias en un intento
de representar unión con la divinidad y con el todopoderoso Uno, según la
perpectiva de los musulmanes.Las muqarnas no son más que la manifestación de la
diversidad hacia el Uno.
Toda la
multiplicidad no puede ser sino igual así misma, para enfatizar el uno, el
todopoderoso, según la concepción islámica del mundo. La maraña de columnas que
se repiten en la mezquita cordobesa, como un Dkir, los hexágonos de las salas
del palacio de la Alhambra, los motivos de las telas y vestidos y hasta los
actos sociales encaminados hacia ese hiperformalismo, profundamente reglado,
están encaminados a crear, incesantemente, ese ambiente propicio para la
isoformas y equidistancias, todo guarda relación con la unicidad para las
mentalidades islámicas del mundo.
Algo que además
es muy interesante es el intento por representar geométricamente el universo de
un modo matemático y geométrico a través de composiciones que recrean el
firmamento y supuestos motivos vegetales. La equidistancia tiene un sentido de
iguales distancias queno restan creatividad sino que la potencian en la
colectividad, en el conjunto y en la unión creativa de todos los elementos.
Se trata en
definitiva de una abstracción fascinante de la materia viva hacia un universo
puramente esencial y algebraico.
En la formación
del Arte islámico Grabar incidía sobre esta redundancia, porque según él
“podríamos aducir que el islam, habiéndose impuesto cierto número de
limitaciones en el terreno de los significados iconográficos, se redujo a
concentrar sus energías en lo ormanental”5.
Muchos son los
autores contemplan de igual modo esta conclusión, es decir, la escasez de
iconografias por imperativos coránicos, cuando fruto de un conocimiento mínimo
del corán son innecesarias, pues para las mentalidades de los musulmanes la
representación y figuración humana para ilustrar la divinidad o divinidades
carece de sentido y desvía del objetivo único y más importante de representar
la unicidad.
No se trata de
una prohibición expresa (respecto a la fuguración icónica, no así la
representación de la divinidad) sino que sencillamente son la consecuencia
teológica de interpretación del corán. Otra cosa sea las representaciones
profanas y humanas así como de animales que sí se han dado en las tierras de
mayorías sociales islámicas e incluso a otras de origen celestial.
La divinidad en
el corán no tiene copartícipes ni atributos de ahí que su arte más sacro esté
orientado hacia la abstracciòn más matemática y estilización más sugestiva de
motivos geométricos. Esto no implica que todo fuera abstracción geométrica pues
existe, también en el islam, representación de seres humanos, a través de
miniaturas, y otras formas.
Otro dato obvio a
tener en cuenta, es que, según Grabar, no existe posibilidad de comprensión de
que algunas representaciones iconográficas islámicas no tengan “un significado
perfectamente visible” (p, 213), cuando el arte medieval o el clásico antiguo
posee significados y significantes por doquier.
Obvia Grabar que
la vivencia y mentalidad del musulmán es horizontal, es decir, no necesita de
una representación vertical de la divinidad sino que el islam, según el teólogo
Jose Luis morales es la religión de la razón natural6, si esto es
así, ¿qué necesidad hay de programas iconográficos, cuando es suficiente una
representación de la naturaleza divina de un modo abstracto y prácticamente
matemático y cuyas posibilidades son enormes y ciertamente suficientes para
expresar una realidad basada en la unidad y dentro de una enorme aunque
aparentemente simple complejidad?.
Apenas hay cabida
para la representación de figuras humanas sustituidas por las representaciones
geométricas para no caer en idolatrías.
Asi se justifican
en el uno. Todo es unidad y vamos hacia la unidad, según la perspectiva
islámica.
Esta es una de
las claves fundamentales del islam. Creo que sería imprescindible remitir, así
mismo, a la obra de Guénnon que hace referencia al simbolismo con el que los
sabios construyeron numerosos templos de orígenes religiosos, la simbología del
Octógono en las cúpulas nazaríes como ese elemento de transición entre las
cúpulas celestiales y las bases cuadradas del complejo palacio nazarí.
Se trata, obviamente,
de una iconografía universal y empleada en todas las culturas y tradiciones.
Estamos hablando de la cuadratura del circulo, algo para lo que es
imprescindible la figura del octógono, que a su vez guarda múltiples
significados exotéricos y esotéricos. Un Octógono que significa básicamente, la
transición de un mundo a otro7 y es uno de los elementos geométricos
caracterisiticos de la Alhambra y el estampado en diversos tapices.
La Transición de
un mundo a otro tiene enormes posibilidades simbólicas e iniciáticas
Respecto a la
simbología de los números en el palacio de la Alhambra8 es
interesante este artículo relacionado con la simbología numérica de la Alhambra
donde el uno y los poligonos estrellados guardan estrecha relación simbólica,
el número 2 representa el equilibrio coránico o justicia, a la famosa triada y
sus tres tiempos existenciales, (pasado, presente y futuro) enlazándolo con la
tradición India, al cuatro, fundamental también en la tradición islámica, con
sus múltiples rectángulos aúreos de las instancia de la Alhambra simbólos de 4
de los 5 pilares islámicos (el restante simbolizaría las cúpulas de la
alhambra, el uno)
No deja de ser
simbólico los siete cielos, las cosmología islámica por excelencia, con su
último cielo “puro” final, representado en las siete filas del techo, o en los
diferentes 7 niveles de mocárabes que se distribuyen en otras cúpulas,
similitud obvia con las 7 vueltas que hay que dar a la Ka´ba durante la peregrinación o hayy.
También incluso podemos hallar siete niveles diferentes de frisos (todas las
combinaciones posibles representadas, es decir, siete) e inspirados en el
cuadrado mágico en la Alhambra de origen védico. No voy a continuar con la
simbología numérica de la Alhambra pero es tan fascinante y creo que sobrecogedora
que nos llevaría mucho tiempo el estudiarla en profundidad.
En definitiva la
simbología geométrica que emplearon los musulmanes respecto a sus creencias
religiosas y prácticas conlleva un análisis profundo del simbolo, y su carga
ideológica y los ancestrales conocimientos que retrotraen a mitos fundacionales
humanos profundisimos y que, no solo poseen y otorgan significados sino que
este símbolo otorga toda la capacidad de despliegue para que los seres humanos
sustenten todas sus civilizaciones y capacidades intelectuales y morales, es
decir, que el símbolo es civilizatorio.
Es así como el
símbolo legitima, a través de sus importantes geometrías, todo un sistema
representativo de expresión y capacidad mistica encaminada hacia la unidad en
su diversidad, así como al desarrollo de las artes y las ciencias islámicas
orientados hacia ese espacio común. Son, en definitiva, como ecos de la unidad
desde una perspectiva islámica. Es así como creo que se debe denominar estas
formas expresivas geométricas al servicio de la cuestión de nuestro din.
Los mosaicos
Respecto a la
representación geométrica de los mosaicos podemos decir que ningún punto es más
importante que los demás, que la singularidad de todos los puntos son
inexistentes, sin embargo cada signo geométrico es bello e importante. Esta es,
teóricamente, la noción social del islam9.
La deformación
simétrica de poligonos crea extraordinarias formas denominadas pétalos,
estrellas nazaríes y aún otras, en base a cuatro, ocho o dieciséis repeticiones
de polígonos así como otras de múltiplos de tres10. Es decir, que
con la deformación de los poligonos regulares la maestria del arte
hispanomusulmán va a alcanzar unas cotas de grandeza verdaderamente fascinantes
con un conocimiento pleno de las geometrías como las simbologías que
representan el poder y están basadas en la fuerte consciencia religiosa de la
sociedad andalusí.
Una conciencia
humana que es impregnada por todo con relación al poder terrenal de los
sultanes y los preceptos coránicos.
René Genón: símbolos fundamentales de la ciencia sagrada
René Genón: símbolos fundamentales de la ciencia sagrada
Creo que pocos
sabios de la historia actual tienen el potencial y capacidad de trabajo, la
profundidad analítica y conocimiento como el demostrado por René Guenon (Abd
al-Wâhid Yahyâ), matemático y filósofo de formación académica dedicado casi
desde su adolescencia al estudio de la grandes tradiciones Orientales y a las
ciencias espirituales.
Brillante y
precoz estudiante formó parte de la masonería en sus primeros años de juventud
( perteneciente a la logia thebah de Francia, dependiente a su vez de la Gran
logia de Francia13 y más tarde devenido en musulmán. Guénon nunca
negó su vinculación a la Franc-Masonería, en la que fue iniciado aunque parece
ser que la llegó a denunciar por su "carácter superficial y
pseudo-esotérico”.
Estudió y
profundizó en las ciencias hindúes y todas las tradiciones monoteistas
esotéricas y exotéricas islámicas cristianas y judias.
Es interesante el
porqué de este interés en el Islam cuando sus obras guardan un gran interés por
el hinduismo, facilitadas por conocimiento del hindú, una lengua que parecía
conocer con soltura, realizando numerosos estudios al respecto ayudado por su
prolífica capacidad políglota y su dominio del árabe, el hindú, hebreo y otras
lenguas romances y germánicas.
Llama la atención
así mismo su particular interés por cualquier ciencia sagrada y creencia, así
como su trabajo para una revista católica, en el que llega a afirmar que la
única salvación posible para Occidente era el papel que la Iglesia católica
podía realizar en su conexión con la gran tradición Oriental, según la
recopilación de Michael Valsan y traducido por el Dr Armando Asti Vera en 196914,
algo que no gustó a parte de la Iglesia y que le obligó a cesar su colaboración
en la revista católica Regnabit
(p 9).
Es muy importante
que nos detengamos en este punto. La Iglesia católica era para René el posible
reenganche con las grandes tradiciones Orientales y un elemento de cohesión y
coherencia histórica.Varios son los autores que han reconocido que el desapego
que tuvo la Alemania nazi durante su gestación con los valores más cristianos
desembocó en la terrible guerra. Sin duda están en lo cierto. Cuando la
sociedad pierde el norte ético y moral se halla ante un enorme riesgo. ¿Bastará
la ingeniería social de la masoneria para detener este descalabro que se
avecina? No.
Es importante
notar que para René la solución de Occidente pasa por tres posibles, a saber;
reengache por la asimilación de grado en Oriente, por la fuerza o por el hundimiento
en la peor de las barbaríes.
Al margen de
estas consideraciones y la extraordinaria biografía de René Guénon, tenemos un
interés especial en su estudio sobre simbología constructiva.
Para Guenon el
símbolo surge y toda la naturaleza es un símbolo, desde esta perspectiva, el
símbolo sugiere, pero no expresa y según Guenon su origen es no humano, pues
tiene su fundamento en la naturaleza de los seres y las cosas, de ahí que la
naturaleza sea un símbolo (p 25).
Esta aseveración
se halla en plena sintonía con el sentido islámico de estado natural del ser en
relación con el Creador, así como de la representación simbólica del universo
islámico, abstraido en la contemplación y experiencia de la realidad natural.
Cada símbolo es,
desde la perpectiva islámica, una sugerencia de la realidad que emana del uno.
Es realmente
interesante comprender el significado de la simbología nazarí peninsular como
simbología para ser sentida, vivida, y por último comprendida.
Esta simbología
religiosa-geométrica puede ser explicada pero corremos el riesgo de la perdida
de percepción sensitiva sino es siquiera comprendida.
Es interesante
aquí el capitulo que René Guénon dedica al simbolismo constructivo, comenzado,
como no podía ser de otra manera, por la cúpula y su simbología de microcosmos
y macrocosmos, relacionada con la naturaleza divina y la nauraleza humana. Hace
aquí una hermosa disección que abarca desde el simbolismo búdico del cuatro a
la trasposición del uno representado en la cúpula del hombre de la escuadra y
compás (Guenon 253, nota 427) para el iniciado masón, (nótese que la escuadra
es al cuatro como el compás al uno).
Las referencias
al mundo Indico-védico y al persa respecto al valor simbólico del cubo y las
cúpulas de valores 4 y 1, a
los que me he referido anteriormente, se orientan en la misma dirección.
Respecto al
estudio de René Guenon sobre los símbolos volveremos más tarde durante el
análisis que hagamos de los tejidos andalusies.
Un trabajo
excepcional. El simbolismo político religioso del Salón de Comares según
Cabanelas.
El estudio del
techo del salón de Comares en la Alhambra es muy necesario para entender el
objetivo de culto a Dios que ofrece el palacio nazarí que lo combina
perfectamente con los aspectos lúdicos y majestusos de exaltación de la concepción
teológica así como de recreo para hombres y mujeres.
Lo que más llama
la atención de este estudio es la inscripción coránica de este techo15 del
salón de Comares, un salón que está perfectamente ubicado hacia los cuatro
puntos cardinales, con la consiguiente simbología para “subrayar este
simbolismo del poder de Dios en el cielo empíreo en la tierra, representado en
el centro superior del techo, y el de Yusuf I que está en esta sala, tenía su
trono como centro del reino” ( Cabanelas Rodríguez 83).
La sura Al mulk
(sura 67, Tafsir de Ali Unäil, p 1236 ) ilustraba la cúpula y su simbiosis
constructiva con el texto coránico, cuyo resultado es una composición
arquitectónica como una maravillosa recreación de ésta.
Creo que es
importante ilustrar sus primeras aleyas pues en ellas se van a basar las
tipología constructivas de las geometrías de la Alhambra:
¡Bendito
sea aquel en cuya mano está el señorio! El sobre toda cosa es poderoso - Aquél
que ha creado la muerte y la vida para probar quien de entre vosotros obra
mejor - El es el poderoso, el indulgente - Aquel que ha creado siete cielos
superpuestos - Mira si ves en la obra del clemente imperfección alguna -
¡vuelve la vista! - ¿Has observado alguna falla? - Luego, vuelve la vista a
ella un par de veces; la vista volverá a ti cansada y fatigada - Hemos adornado
el cielo del mundo con candilejas - que hemos colocado con piedras para lapidar
a los demonios, para quiénes hemos preparado el tormento del fuego - Resulta
interesante de igual modo que en los diferentes cielos se hallan distribuidas
las estrellas representativas de los cielos hasta el cielo número siete -
Mientras el ocho se sitúa el trono llamado de Dios (en su sino o cella)
Hay que advertir
de igual modo que la concepción islámica de los siete cielos corresponde con al
sistema Ptolemaico enriquecido por las diversas leyendas medievales (Cabanelas,
pag 85) . Un dato muy a tener en cuenta es en el islam también se habla de los
8 cielos islámicos. El octavo está destinado a Muhammad (saw), incluso hay
autores que hablan de 9 cielos, el último reservado al asiento del trono de
Dios, y de forma similar a la rosa mística de Dante.
Resulta bastante
curioso, así mismo, la recreación que hacen en la cúpula de árboles que enlazan
con las estrellas (representadas como formas geométricas) según el árbol de la
felicidad, relatado en un Hadiz atribuído al profeta sobre el árbol del
paraiso, árboles representados en las diagonales de la cúpula.
En el nivel 1 del techo se obervan unas candilejas que simbolizan la obra de Dios, situadas éstas a modo de piedras para apedrear a los demonios que se acercan (estos es a los cielos o cúpula) a escuchar lo que pasa en el consejo más secreto (Cabanelas p 82).
En el nivel 1 del techo se obervan unas candilejas que simbolizan la obra de Dios, situadas éstas a modo de piedras para apedrear a los demonios que se acercan (estos es a los cielos o cúpula) a escuchar lo que pasa en el consejo más secreto (Cabanelas p 82).
Es importante
notar que a semejanza de las aleyas coránicas no hay aperturas en esta cúpula
del Salón de Comares y su ornamentación debía ser tan rica y deslumbrante que
“los que la observaban no podían aguantar semejante brillo y esplendor,
recogiéndose (la vista) de nuevo cansada y fatigada".
Es muy
interesante asimismo, el comentario que realizan a propósito del Mi´ray, la
ascensión a los cielos de Muhammad, un texto muy difundido entre todos los
países Europeos, especialmente la descripción que realiza Ibn ´Arabi del
paraíso celeste, de forma geométrica, descripción de la materia de éstas
esferas y que tanta relación guarda con la obra de Dante.
Lo más
interesante es que estos colores con los que se describen las 7 esferas
terrestres están representados en la cúpula del salón del trono o el palacio de
Comares. Estos colores, como es de suponer, no ilustran las geometrias de un
modo casual.
Hay que decir que
el color del cielo 1º corresponde al hierro, el 2º bronce (por cercanía a la
tierra), el 3º es plata, 4º oro, 5º perlas, 6º esmeralda y 7º rubí. Mientras
que el 8º era el trono de Dios.
Las composiciones
policromadas de estas cúpulas son de diversa naturaleza cromática y obedece,
una vez más, a la simbología teologíca propia de la representación islámica.
Colores que se hacen más intensos o no dependientes de nociones teológicas.
No se nos puede
pasar por alto que esta interpretación de los cielos y su simbología guardan
relación con el hallazago de las versiones latinas de la escala de Muhammad,
intuida genialmente por el gran arabista Asín Palacios y descubierta por Muñoz
Sendino y Cerulli.
En esta narración
se describe minuciosamente las características de los cielos imaginarios por
los que asciende el profeta y que están representados en la cúpula de Comares.
Ciertamente esta
obra influyó en la escatología de la divina comedia de Dante.
Colores como el
blanco, blanco nuez, amarillo, rojo y verde. El primero se compara con el sol,
la luz, la nieve, mientras que los otros los simboliza el topacio, el rubí y la
esmeralda (Cabanelas, 88).
Mucho más
interesante me parece, citando de nuevo a Casariego, la interpretación que
realiza de los materiales constructivos de la Alhambra, por lo certeras que me
parecen. Así para el creyente musulmán solo la permanencia pertenece a Dios, al
que se somete con suma humildad.
Es por ello que
la solidez de las construcciones de la Alhambra y de sus pesadas cúpulas son
cubiertas como símbolo de vanidad humana y se recubren con ese madeja de
fantasía lumínica y estilistica que menciona gráficamente los cielos de la escala
del profeta, la sutileza de los detalles y lo más importante: la sensación de
ingravidez, lo transitorio de la vida humana que se muestra a través de estos
fenómenos ilustrativos casi irreales. Solo Dios permanece quiere decirnos la
Alhambra.
Textiles
hispanomusulmanes
Por supuesto que
los motivos textiles de la época medieval española guardan relación con estos
temas anteriormente mencionados, tanto geométricos y simbólicos, no así,
obviamente, constructivos. Así pasamos de un espacio de tres dimensiones y de
fuerte contenido espiritual al estampado de la telas, principalmente sedas.
Estas telas son
firmente deudoras de las iconografias clásicas islámicas donde podemos hallar
hexágonos entrelazados que confluyen en cuadrados con cruces en su interior.
Lo más
interesente de nuevo es que en el interior del rombo confluyen unas estrellas
de ocho puntas, tema típicamente hispánico y que surge en multitud de
alicatados, frisos y taraceas16.
Estos motivos
técnicos estéticos fueron algo común en los tiempos nazríes prestados a su vez
de los almohades así como de los propios reyes católicos, según la historiadora
López Redondo.
Dibujo
geométricos de losanges (rombos), estrellas de ocho puntas en el carril central
del diseño, donde podemos hallar pinos nazaries rematados por estrellas de ocho
puntas llamadas rosetas asirias pavones y palomas se suceden en diversos
tejido, absolutamente lleno de lacerías y motivos geometricos de desarrollos
simétricos y puntos de fuga perpendiculares al eje de simetria.
Simetria, Orden,
profusión de caracteres y en definitva hermosa repeticíón creativa que como un
Dikr se prolongan por el tejido al igual que por numerosos mosaicos de las
construcciones palatinas nazaríes.
Según Partearroyo
Lacaba, gran especialista en tejidos nazaríes, éstos son firmemente deudores de
la época almohade. Discos, estrellas de ocho puntas, lacerías, y roleos finos
aunque con características propias, como el enorme colorido empleado, muestra
del enorme lujo del vestido de las musulmanas, y que trataban de
representaciones pictóricas que se pueden ver en las escenas del partal de la
Alhambra.
Resulta
especialmente hermosos los tejidos de entrelazados y bandas de diversas
anchuras y cenefas, escritura cursiva y cúfica donde se puede leer, en algunos
tejidos, la palabra Alyum, o felicidad.
Temas clásicos
como el León persiguiendo a la gazela, parejas de antílopes y por supuesto las
conocidas geometrias de la Alhambra. Esta decripción, quizás en apariencia, un
tanto caótica, pues corresponde al hipernaturalismo sintético de representación
islámica, con motivos ciertamente orientales y simbología precisa que rinde
pleitesia al amor de la pareja y se somete a los designios divinos y unicidad
dentro del din islámico.
Breve estudio
sobre el simbolismo axial y el simbolismo del pasaje
El gran
metafísico (metafísco en su primigenio significado) René Guénon, que hemos
mencionado con anterioridad, realiza un interesantisimo estudio sobre el hilo y
su valor como una linea sin solución de continuidad.
Una de la características
de la simbología nazarí es el nudo, siendo el nudo la muerte de la linea y
considerando este nudo como un “nudo vital”. Este nudo vital es la fuerza que
determina de nuevo el estado en que se halla o se estructura como urdimbre.
Así, el autor, se
refiere al hilo como las lineas de fuerza que definen las estructuras del
cosmos. Realiza asi mismo un pequeño análisis sobre el valor de la ligadura,
como de significado ambivalente, tanto como lo que une como lo que liga o
incluso encadena. La ligadura así realiza una función doble, una como la
incapacidad de la ligadura en su ser de mostrar y enseñar más allá de lo que
fija, mientras el otro, más interesante, es la que hace mención al sûtrâtma
hindú, es decir, la ligadura en función universal y en relación con las otras
ligaduras.Desde esta visión universal y de una vez por todas entronca con el
principio universal.
Así la cuerda
tiene un valor axial y de vuelta a lo primigenio. ¿Que son las geometrías de
nazaríes sino una vuelta al valor primigenio que sirve, como si de una urdimbre
se tratara, a esa realidad una y primigenia?.
La concepción
válida y final de sûtrâtma es la transmutación de lo que encadena a lo que une.
La correspondencia de las ligaduras textiles son plenas con las gráficas y
visuales lineas que unen y desunen el universo mental y figurativo de toda esta
tipología nazarí y resultan un fenómeno a tener muy en consideración para
entender este modo ancestral de representación que abarca toda cultura que haya
surcado la tierra.
La urdimbre y el
nudo es como una representación de una naturaleza humana y no humana que
impregna los códigos universales de las manifestaciones naturales.
Cnclusión
Creo que es
importante otorgar a las iconografias nazaríes un fundamental papel estético y
sobre todo en la transmisión de conocimientos.
Son tan
importantes y fundamentales en su labor sugestiva y expositiva que están
consustancialmente unidas al universo mental del último islam peninsular, ya
agónico y en franca desaparición política, que no social.
Un islam
peninsular que tuvo que enfatizar en lo más profundo de sus creencias a través
de estas geometrías, alcanzando el valor más alto de perfección matemática y
científica-teológica, quizás de la historia de Al andalus, en una paradoja,
justo cuando más amenazado se veía.
Las geometrias
nazaríes se construyen como símbolos de poder terrenal, indudablemente, pero
tienen un componente sumamente inquietante como es el altisimo nivel de
perfección y complejidad matemática.
Este
templo-palacio provoca una sugestión tan grande en el espectador que apenas se
encuentran palabras para lo visto, porque es una experiencia vivida, la cumbre
de todos los poderes terrenales y divinos expresados en la Granada nazarí.
Cuando nos
ponemos en contacto con una experiencia constructiva vivida por los artístas
anónimos provoca inquietud el observar que el objetivo era el de comunicar una
realidad cercana al sentido espíritual y natural del hombre.
El conocimiento
metafisico de estos valores geométricos nos enseñan que los grandes maestros
hispanomusulmanes tenían en su poder el conocimiento de la universalidad divina
en varias de sus dimensiones, como demuestra el conocimiento de principios
astronómicos y matemáticos absolutamente impropios para la época que les tocó
vivir y quizás sufrir.
Conocimientos de
origen proximo orientales y extremo orientales a juzgar por los motivos
iconográficos de sus tejidos y sus estructuras arquitctónicas y esto es lo que
verdaderamente nos ofrecen estas formas representativas de la realidad de la
que estamos muy alejados
En definitiva
estas geometrias a pesar de su rigor de exactitud matemática estaban destinadas
a rendir culto a la divinidad donde la dinastia nazarí se muestra o se quiere
mostrar como garante de esta realidad múltiple y única.
NOTAS
(1): Kupper, A .: Cultura, la versión de los antropólogos,
Paidós Ibérica, Barcelona, 2001, p 225.
(2): http://www.webislam.com/?idt=476)
(3): Usón Villalba, C y Ramírez, A.: “Sharq al andalus”, 16-17,
Geometrias Moriscas, p 291)
(5): Grabar O.: La formación del arte islámico, Cátedra, Madrid,
2000, pag 214
(6): Morales, J.:El islam, Rialp, Madrid, 2001, pp 240
(7): (http://www.artehistoria.jcyl.es/artesp/contextos/7267.htm)
(8):
http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_24/TOMAS_PAEZ_2.pdf
(9): http://www.youtube.com/watch?v=ls53O75VVH8. Es bastante
interesante este video gratuito en la red ofrecido por la universidad Nebrija
de Madrid.
(10):
http://edu.jccm.es/ies/bsotos/index.php?option=com_content&task=view&id=114&Itemid=
(11):
http://peterlu.org/content/decagonal-and-quasicrystalline-tilings-medieval-islamic-architecture
(12):http://home.earthlink.net/~mayathelma/sitebuildercontent/sitebuilderfiles/alhambra.tlc.2004.pdf
(13): Página web y oficial de la Gran Logia Francesa :
http://www.gldf.org/
(14): Guenon, R.: Simbolos fundamentales de la ciencia sagrada,
compilación de Valsan, M y traducido por Asti Vera, A, Eudeba, Buenos Aires,
1969, 419 p.Libro disponible de un modo gratuito en la red en:
http://www.euskalnet.net/graal/index2.htm
(15): Cabanelas Rodriguez, D.: El techo de la cúpula de Comares
en la Alhambra, Patronato de la Alhambra y generalife, Granada, 1998, p
81.(16): López Redondo, A.: En la página ofrecida por el instituto Galdiano
http://www.flg.es/ficha.asp?ID=3836
No hay comentarios:
Publicar un comentario