Era miembro de uno de
los linajes más tradicionales de la intelectualidad de la Sevilla andalusí
Fatima bt. Muhammad b.
´Ali b. Sari´a al-Lajmi(l) era miembro de uno de los linajes más
tradicionales de la intelectualidad de la Sevilla andalusí. Su familia llena
toda la historia de la ciudad: La familia de Fatima como solía pasar en la
época con los andalusíes importantes "decía ser de origen árabe de una
tribu yemení, originaria, como indicaban en la nisba por la que fue
conocida", de la cora de Beja, debió establecerse en Sevilla, como muy
tarde, en época de su padre. En efecto, su hermano, Abü Muhammad ´Abd Allah,
era conocido por Ibn al-Báyí(2). La vida de Fatima bt. Muhammad b. ´Ali
b. Sari´a al-Lajmi debió correr paralela a la de su hermano (nacido 291/903 y
muerto 378/988), al decir sus biógrafos. Los datos que conservamos de él nos
permiten situarla cronológicamente en los dos primeros tercios del siglo IV H/
X (de la Era Común). Sabemos por noticia transmitida por Ibn Bakuwal que acompañó
a su hermano a escuchar a Muhammad b. Futays al-Ilbirí. El mismo autor nos
indica que Abü Muhammad Abd Allah al-Bayí estudió con este maestro en la última
etapa de su aprendizaje, tras haberlo hecho antes en Sevilla (escuchando entre
otros a Abü-l-Qásim al-Hasan b. ´Abd Allah al-Zubaydí) y Córdoba. La estancia
de ambos hermanos en Granada debió tener lugar antes del año 368/978, pues en
éste ya encontramos a Abd Allah al-Bayi impartiendo clases en Córdoba.
Su biografía nos
conserva, por otra parte, un pequeño detalle para la historia de la enseñanza
en al-Andalus, Ibn Baskuwál nos dice como vio la iyaza que les dio Muhammad b.
Futays al-Ilbirí a los dos hermanos al-Báyí en algunos de sus libros. La firma
del certificado correspondiente a haber recibido un libro determinado, en los
estudios «superiores», debería normalmente estamparse en el ejemplar del
estudiante. El conjunto de textos aprendidos por un personaje en particular se
verían de este modo físicamente reflejados por los certificados extendidos por
los maestros en los ejemplares de estos textos o de sus resúmenes. Es de
suponer que ésta sería la base fundamental, aparte de la memoria de los
autores, para la confección de los diversos faharis que han llegado hasta
nosotros.
(1) Sila, n° 1420; Bugya,
n° 1594.
(2) IBN AL-FARAQI: Ta´rij, B.A.H. VII-VIII, Madrid 1891, no 740.
ARTE GUIA
(2) IBN AL-FARAQI: Ta´rij, B.A.H. VII-VIII, Madrid 1891, no 740.
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