PASTELITOS DEL AID
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Todas las casas musulmanas de Nazaret se convierten
unos días antes del Aid en pastelerías provisionales. Un rico
olor a mantequilla y a dátil se escapa por las ventanas recordándonos que
debemos prepararnos para la Fiesta de Fin de Ramadán y aprovechar los últimos
días del mes sagrado para rezar, recordar a Dios y hacer buenas obras.
La preparación de estos pastelitos, elaborados a
partir de harina, mantequilla y dátiles, se ha convertido en todo un ritual.
Todas las mujeres de la familia se reúnen durante una mañana para prepararlos
en cadena. Las abuelas preparan la masa y el relleno, las madres forman los
pasteles y las hijas los decoran y los hornean. Como resultado obtienen kilos
de dulces que repartirán entre vecinos, amigos, familiares, necesitados y, cómo
no, entre todas las participantes en esta cadena de pastelería. Durante los
días de fiesta serán ofrecidos a los invitados y visitantes que vayan a las
casas a felicitar el Aid.
Para preparar la masa necesitamos: 1 kg. de harina,
100 g. de mantequilla, 100 g. de margarina, una pizca de sal, un poco de
almáciga molida (no es imprescindible pero aporta muy buen olor y sabor) y
agua.
En una olla se derrite la mantequilla y la margarina.
Después se añade esta mezcla al recipiente donde hayamos puesto la harina y
demás ingredientes. El agua se añadirá al final y en la cantidad que convenga
(la masa tiene que quedar suave y que no se pegue a las manos). Hay que
amasar durante un rato.
Para preparar el relleno necesitamos: 1 kg. de
dátiles, 100 g. de mantequilla y una cucharada grande de canela.
Tenemos que triturar los dátiles deshuesados y
añadirles la mantequilla derretida y la canela. Y seguir triturando unos
minutos hasta que quede una mezcla uniforme.
Una vez que tengamos la masa y el relleno listos
podemos hacer muchas bolitas de masa y muchas de relleno para que a la hora de
elaborar el pastelito nos resulte más rápido y sencillo, pues sólo tendremos
que coger una bolita de cada montón.
Primero ponemos la porción de masa sobre nuestro plato
o bandeja y le damos forma.
Podemos hacerla redonda, cuadrada o con forma de dedo.
En este último caso después lo convertiremos en aro. A continuación añadimos el
relleno y cerramos la masa procurando que no se vea nada del relleno. Para
decorar el pastelito hay aquí un utensilio especial, pero si lo hacemos en otro
lugar en el que no haya podemos intentarlo con un tenedor.
Vamos poniendo los pastelitos en una bandeja de horno
normal y corriente, sin necesidad de añadir aceite, mantequilla o papel especial.
El horno debe estar muy caliente y en unos 10 ó 15 minutos estarán los
pastelitos listos (según el tamaño de los pasteles y la cantidad que hayamos
puesto en la bandeja). Deben quedar tostados pero no oscuros. Hay que dejarlos
enfriar y cuando estén fríos espolvorearlos con azúcar glas. Pero si prefieres
sin azúcar también estarán deliciosos.
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