DĀWŪD B. ‘Ā’IŠA.
Dāwūd b. ‘Ā’iša fue un relevante personaje de la época de Yūsuf
b. Tāšfīn, primer emir almorávide, del cual solo disponemos de unas cuantas
noticias dispersas en crónicas y fuentes de diverso tipo, las cuales son
insuficientes para reconstruir su perfil biográfico y su trayectoria política.
Las primeras noticias nos lo sitúan como uno de
los responsables de las cuatro regiones en las que, hacia 1074-1075, Yūsuf b.
Tāšfīn dividió sus dominios territoriales magrebíes, correspondiéndole, en
concreto, el gobierno de Siŷilmāsa y la región de Dar’a. Ello obliga a
considerarlo como uno de los personajes más relevantes del momento, impresión
que se corrobora mediante el análisis de su actuación posterior.
A partir de este momento, no tenemos más
noticias de su actuación hasta una década más tarde cuando, en 1086, y ante la
gravedad de la amenaza cristiana, Yūsuf b. Tāšfīn cruza el Estrecho para
dirigirse a al-Andalus. En este momento, Ibn ‘Ā’iša vuelve a desempeñar un
papel de primer orden, actuando como auténtica mano derecha del emir
almorávide. En efecto, Ibn ‘Ā’iša aparece junto al emir durante los
preparativos realizados en Marrakech antes de la partida, siendo, en realidad,
el jefe de la expedición. En calidad de tal, se adelantó a la llegada del emir
a Algeciras, donde debía desembarcar la expedición, para entrevistarse con el
gobernador y pedirle que abandonara la ciudad para que el emir almorávide
pudiera ocuparla. Tras la llegada de la orden del soberano abadí sevillano
al-Mu’tamid, Ibn ‘Ā’iša tomó posesión de la ciudad, tras lo cual se produjo la
llegada del emir almorávide.
Su segunda aparición en las fuentes se produce
en el contexto de la célebre batalla de Sagrajas, cerca de Badajoz, ocurrida en
octubre de 1086 y en la que la coalición formada por el emir almorávide y los
principales reyes de taifa logró derrotar al soberano Alfonso VI, conquistador
de Toledo. Ibn ‘Ā’iša tuvo en este episodio un protagonismo propio destacado.
En efecto, de acuerdo con la tradición vigente, ambos soberanos habían acordado
el día del combate pero, incumpliendo su palabra, los cristianos se dirigieron
contra el campamento almorávide, atacando a las fuerzas de los régulos taifas,
que formaban la vanguardia, obligándoles a retirarse hacia Badajoz. Ibn ‘Ā’iša
quien, junto a al-Mu’tamid de Sevilla, formaba una segunda línea, pudo detener
el avance de las fuerzas cristianas, hasta que, finalmente, las fuerzas
comandadas por el emir decidieron la lucha a favor de los musulmanes.
Bibl.: J. Bosch Vilá, Los almorávides, Tetuán, Editorial Marroquí,
1956 (reed. Granada, Universidad, 1990), págs. 119, 133, 134 y 137; M.ª
J. Viguera, Los reinos de taifas y las
invasiones magrebíes (Al Andalus del XI al XIII), Madrid, MAPFRE, 1992; M.ª
J. Viguera (coord. y pról.), Los reinos
de taifas. Al-Andalus en el siglo XI, en J. M.ª Jover Zamora (dir.), Historia de España de Menéndez Pidal, vol.
VIII-2, Madrid, Espasa Calpe, 1997; V.
Lagardère, Les almoravides. Le djihâd
andalou, Paris, L’Harmattan, 1998; P. Guichard, Al-Andalus
frente a la conquista cristiana: los musulmanes de Valencia (siglos XI-XIII),
Madrid-Valencia, Biblioteca Nueva-Universitat de València, 2001; H.
T. Norris y P. Chalmeta, “Al-Murābiṭīn”, en VV.AA., Encyclopédie
de l’Islam, vol. VII, Leiden, E. J. Brill, 1993, págs. 584-591.
Alejandro García Sanjuán
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