LA ENSEÑANZA EN
AL-ANDALUS
La
educación era un bien muy preciado por el pueblo musulmán. El acceso en
Al-Andalus a una educación elemental estuvo al alcance de una buena parte de la
población a través de las escuelas
coránicas donde desde los seis o siete
años se aprendía a leer, escribir, y recitar el Corán y nociones elementales de
matemáticas, sistema de aprendizaje que estaba basado en la transmisión oral y
en la memoria, tanto por la escasez de libros como porque así habían sido las
primeras enseñanzas del Profeta.
Estas
escuelas, presentes tanto en ciudades como en pueblos, eran particulares,
siendo las familias de los niños las que pagaban a los maestros. Las clases acomodadas disponían de tutores
particulares.
Mucho
más restringido era el acceso a la madraza, verdadero embrión de las
universidades europeas. En ellas los maestros más reputados impartían lecciones
de gramática, poesía árabe, matemáticas, astronomía, medicina y ciencias
naturales, aunque lo más importante era el estudio del Corán, las tradiciones
del Profeta. Al finalizar estos estudios se recibía un diploma que autorizaba a transmitir el saber
aprendido.
De
las grandes madrazas que se erigió en Al-Andalus (1349) fue la de Málaga, a la
que siguieron las de Granada y Zaragoza, esta ultima dedicada casi
exclusivamente a la enseñanza de la medicina. Todavía a comienzos del XVI se impartía
en lengua árabe. Córdoba, centro mundial
de la cultura, llego a tener tres universidades, 80 colegios y una biblioteca
con 700.000 volúmenes manuscritos.
Sabemos
que la mujer de Al-Andalus disfruto de
mayor libertad que en el resto del mundo de su época. El acceso a la educación
permitió que algunas de ellas destacaran en la cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario