La ciudad palaciega de Medina Azahara
Cuando 'Abd ar-Rahmán III proclamó el califato, en el
año 929, la dinastía de los omeyas de al-Andalus había alcanzado el punto
culminante de su poder. El califato quiso dejar patente su nuevo rango
construyendo la ciudad palaciega de Medina Azahara (936 - 1010), situada a solo
13 kilómetros
al noroeste de Córdoba, que convirtió en sede administrativa y gubernamental de
su reino. Los trabajos de construcción de Medina Azahara progresaron
rápidamente, pues, 'Abd ar-Rahmán III invirtió en ellos un tercio de todos los
ingresos del Estado, con o que impulsó el proyecto de construcción más grande y
ambicioso de su tiempo, que no fue superado en los siglo sucesivos.
La ciudad palaciega aprovechó su situación en una
pendiente parecida a una terraza a los pies de Sierra Morena. Según al-Idrisi,
un viajero cultivado que visitó las ruinas de la ciudad palaciega en el siglo
XII, Medina Azahara se asentaba sobre tres terrazas. En el lugar más alto
estaba el palacio del califa, que destacaba respecto a los otros palacios por
su ubicación aislada. El palacio simboliza de manera impresionante el poder del
califa, que desde este lugar podía mirar más allá de la ciudad y de los límites
de su territorio. Se supone que este palacio es uno de los primeros edificios
que se construyeron en Medina Azahara. En la terraza media había edificios del
gobierno y palacios, así como las salas de recepciones y las viviendas de
funcionarios importantes. Entre la terraza media y la inferior se encontraba la
mezquita, sobre una colina artificial que unía la zona cortesana de la terraza
media con la zona de sencillas viviendas de la terraza inferior. En el año 941
se pudo celebrar en la mezquita el primer salat ÿumu'a del viernes, ya que al
parecer la mezquita fue construida en tan solo 48 días por un millar d
trabajadores. En el año 945 se ha documentado una primera recepción grandiosa
en la ciudad palaciega, y poco tiempo después el califa debió de trasladar allí
su casa real y su ceca. La supervisión de los trabajos de construcción de
Medina Azahara le fue encargada más tarde, todavía en vida del califa, a su
hijo y sucesor al-Hakam II.
Fuentes históricas relatan que los trabajos de
construcción de Medina Azahara duraron más de 40 años, es decir, 25 años bajo
el gobierno de Abd ar-Rahmán III y 15 años bajo el reinado de al-Hakam II, es
decir, del 961 al 976. Además de impulsar la ampliación de la Gran Mezquita de
Córdoba, al-Hakam II también ejerció seguramente una gran influencia en algunas
construcciones palaciegas de Medina Azahara, sobre todo en las salas de
recepciones, los jardines, baños e instalaciones de fuentes.
Con la muerte de al-Hakam II en el año 976, los
trabajos de construcción del edificio oficial de Medina Azahara fueron
probablemente suspendidos, aunque todavía se trabajó en los edificios de la
terraza inferior, que no tenían reilación directa con el distrito del palacio.
Allí se extendía la ciudad con sus casas sencillas, cuarteles, jardines y
mercados. Fuentes históricas mencionan la existencia de manufacturas estatales
e incluso la existencia de una prisión subterránea.
La importancia de Medina Azahara como ciudad
palaciega y sede del califato se redujo cuando Almanzor, primer ministro y
regente del califa Hisham II, todavía menor de edad, fundó en las cercanías de
Córdoba la residencia de Madina az-Zahira (978 - 980). El final de3 Medina
Azahara no llegó, sin embargo, hasta el año 1010, cuando grupos rebeldes
bereberes redujeron a cenizas el que había sido el monumento más característico
del calid¡fato de Córdoba, si bi8en las ruinas de la ciudad palaciega
estuvieron pobladas al menos hasta principios del siglo XII.
La edificación de Medina
Azahara
El área fortificada de Medina Azahara forma un
rectángulo de 1518
metros de longitud por 745 metros de anchura;
hasta ahora han sido excavados aproximadamente un 10% de los restos. Las
excavaciones anteriores se realizaron sólo en las terrazas superior y media, y
por lo tanto tan sólo afectaron directamente al distrito palaciego. Las
edificaciones de la terraza inferior o de la planicie no se han excavado hasta
ahora, aunque se ha podido detectar la posición de otras edificaciones por
medio de las fotografía de infrarrojos, que podrían, con el desarrollo de
excavaciones, aportar otras informaciones sobre la vida cotidiana de los
habitantes de la ciudad palaciega.
En la posición más alta de Medina Azahara se
encuentra el palacio del califa, conocido como la Casa Real (Dar al-Mulk). El
palacio se distingue por la decoración de su muros y por el revestimiento del
suelo en forma de mosaicos. hasta el momento, el palacio es accesible a los
visitantes debido a las medidas de consolidación.
Al lado del palacio se ve una hilera de
edificaciones, caracterizadas la mayoría de las veces por un patio interior
grande y casi cuadrado. Se trata de edificios administrativos y
gubernamentales. Así, al lado del palacio hay un complejo un con patio de forma
trapezoidal, alrededor del cual se agrupan series de habitaciones conservadas
de manera incompleta. Este complejo de viviendas se halla a casi dos metros por
debajo del colindante palacio del califa, para el cual estaba reservada la
terraza superior, si bien sobresale unos siete metros por encima de las otras
edificaciones de la terraza media, de manera que la delimitación de las
diferentes terrazas no era tan unívoca, como cabría deducir de las fuentes
históricas.
La construcción situada en el ángulo noroeste de la
terraza media estaba al parecer reservada a la servidumbre y a la guardia del
califa. Se une a ella otro complejo de viviendas con dos patios casi idénticos,
separados el uno del otro por una rampa. Debido a la estructura de los patios
casi idénticos de ambas casas, se suele llamar a este complejo de
edificaciones, situado aproximadamente a ocho metro más abajo que el palacio
califal, las explanadas gemelas. La explanada izquierda, es decir, la
occidental, tiene un gran patio de forma rectangular, cuya extensión de norte a
sur es de aproximadamente 20
metros , mientras que su extensión de este a oeste es de
más de 14 metros .
El patio está rodeado por tres de sus lado d por series de habitaciones, de las
cuales la serie frontal del norte es la mejor conservada. La sala media de la
serie de habitaciones del norte mide 3,50 por 9,82 metros y es la
estancia principal de la edificación.
Las habitaciones adyacentes son algo más pequeñas y
todas tienen una profundidad de 3,5 metros . DE las explanadas gemelas, la
occidental es la que alberga el conjunto de viviendas nobles de este complejo,
mientras que la explanado oriental estaba reservada a las actividades
económicas.
Directamente bajo las explanadas gemelas se ubica un
patio en forma trapezoidal situado a unos siete metros de profundidad. Tiene
una longitud de 27,40
metros y en su centro una anchura de unos 8 metros . En él convergían
diferentes caminos de la ciudad palaciega, por lo que esta zona estaba
especialmente bien vigilada y fue denominada "complejo de los
vigilantes". El complejo de los vigilantes no sólo daba acceso a las
explanadas gemelas situadas más arriba, sino que desde él tambié3n se
alcanzaban los edificios situados al sur de la ciudad palaciega, destinado a
viviendas para personalidades importante, como los familiares del califa, sus
ministro y visires y los altos funcionarios de la corte.
En el sur, el complejo de los vigilantes se abre a
otros palacios de la ci8udad. Se ha de mencionar en particular un complejo de
edificios que se identificó como la "casa del visir Ya'afar
al-Mushafi" gracias a una inscripción. Ya'afar fue nombrado en el año 961
primer ministro del califa al-Hakam II y fue una de las personalidades más
influyentes de la corte. Su casa se divide en tres zonas: una zona oficial para
la representación, la zona de vivienda del visir y las estancias del personal
de servicio. En la zona representativa de la casa había un salón basilical de
tres naves al que se accedía a través de un pórtico que daba paso a un gran
patio cuadrado. Tras el salón basilical se extendía la vivienda privada con sus
numerosas habitaciones de paso, a las que estaban adosadas las viviendas de la
servidumbre. Desde el gran patio de la casa se llegaba a un pequeño baño
privado, denominado "casa con alberca", que también se podía alcanzar
desde un edificio palaciego vecino. Este complejo de edificios está compuesto
por dos construcciones casi idénticas, cuyos pórticos, antaño exquisitamente
decorados, se abren hacia las partes angostas del patio. Restos arqueológicos y
características de la decoración del edificio conservada en fragmentos permiten
clasificar este palacio en la fase temprana de Medina Azahara. Se supone que
'Abd ar-Rahmán III construyó este palacio para su hijo y sucesor al-Hakam II.
En la parte norte de este palacio hay un "patio con pilares" algo más
elevado, que se llama así debido a su patio central rodeado de pilares. En el
patio casi cuadrado, que abarca una superficie total de 440 metros cuadrados ,
se encontraron fragmentos de un sarcófago romano que evidentemente había sido
reutilizado como pila.
En realidad, un edificio sólo se puede identificar si
en él se han conservado inscripciones o si hay fuentes históricas que informen
de su función Es curioso que en Medina Azahara se distingan dos tipos de
edificios los que tienen grandes patios interiores con series de habitaciones a
su alrededor, modelo procedente de la antigüedad y que está extendido por la
zona mediterránea, y los que tienen salones basilicales, que servían para la
representación. La mezquita y el salón de recepción de Medina Azahara son de
este tipo.
La mezquita de Medina Azahara se construyó en el año
941 en la parte este de la ciudad. Sus cimientos, descubiertos en las
excavaciones, corresponden a un salón de cinco naves que discurren
perpendicularmente a la pared de la quibla.
Las dos naves laterales exteriores se prolongaron
hasta superar el fontispicio, casi como e la Gran Mezquita de Córdoba, y se
continuaron de forma circular como galería en torno al patio de la mezquita,
situado delante. Es obvio que la Gran Mezquita de Córdoba sirvió de modelo para
la mezquita del palacio. La mezquita de Medina Azahara, de la que sólo se
conservan los cimientos, no es ciertamente la única mezquita de la ciudad
palaciega, pero así es la única que se distingue por su inmediata proximidad al
distrito del palacio. Directamente delante de la mezquita se encuentra una casa
que era utilizada para las abluciones (mawwadda), como se cabe suponer por los
numerosos depósitos de agua de este complejo de edificios.
Los grandes salones de
recepción de Medina Azahara
Una distribución del espacio comparable a la de la
mezquita de Medina Azahara sirve de base para los dos grandes salones de
recepción de la ciudad palaciega que han sido reconstruidos. Los dos salones de
recepción son de tiempos del califa al-Hakam II, y por lo tanto fueron
construidos algo más de diez años después que la mezquita.
En la terraza media llama la atención un gran salón
de cinco naves con pórtico, ante el que se extiende un gigantesco patio
cuadrado de 2.500
metros cuadrados . El palacio está ubicado en la parte
oriental del distrito del palacio y hasta la fecha ha sido llamado "Dar
al-Jund" (casa del ejército). Debido a las múltiples y a veces cambiantes
funciones de los salones basilicales, este edificio no se ha podido identificar
con seguridad. De todos modos, cabe suponer que esta construcción servía para
fines representativos, ya que en la antigua literatura especializada se le
denomina a menu7do salón de recepción . Como en estos grandes salones también
acostumbraban a tener lugar juntas, últimamente el edificio se relaciona con el
aparato administrativo de Medina Azahara. Actualmente el edificio recibe el
nombre de "Casa de los Visires" (Dar al-Wuzara) y se supone que en él
se reunían los visires. entre sus deberes se contaban dar órdenes, firmar
contratos de venta y arrendamiento, expedir documentos y aclarar cuestiones de
jurisprudencia.
Una planta semejante a la de la Casa de los Visires
se puede ven en el Salón Rico, que debe su nombre a la rica decoración del
edificio. Se encuentra justo en el centro de la ciudad y presenta cinco naves
con un pórtico transversal delantero flanqueado por compartimentos. Las medidas
exteriores de este edificio son de 38 por 28 metros . Frente al
palacio está el llamado "Gran Jardín". Desde el jardín se llegaba a
través de la arcada de entrada del Salón Rico al pórtico, en el que hay una
inscripción según la cual el edificio puede fecharse entre los años 953-954 y
hasta 956-957. Se accedía a la nave central a través de una abertura de tres
arcos flanqueada a su vez a la altura de las dos naves laterales colindantes
por una abertura de dos arcos. Las tres naves centrales formaban el núcleo del
Salón Rico, flanqueado por dos naves exteriores paralelas y divididas en dos
cámaras. Estas dos naves exteriores están separadas de la estancia principal
por un muro macizo. Las naves exteriores están unidas mediante grandes puertas
en forma de arco de herradura con el núcleo del edificio de tres naves, así
como con los compartimentos de ángulo al sur, que flanquean el pórtico.
La estancia principal está dividida por dos arcadas
longitudinales compuestas por seis grandes arcos de herraduras. En la pared
frontal de la nave central se ve un gran arco de herradura ciego, ante el que
se sentaba el califa durante las recepciones y demás ceremonias cortesanas.
La decoración del Salón
Rico
El Salón Rico se caracteriza sobre todo por su
decoración. Así8, en la base del núcleo del edificio de tres naves hay grandes
placas con motivos vegetales en relieve, en las que están representados árboles
de la vida formados por un tronco central con ramificaciones complejamente
entrelazadas que se alzan hasta una gran corona redonda de hojas y flores Las
coronas de hojas de estos árboles de la vida recuerdan lejanamente las coronas
de palmeras sasánidas recogidas por el arte omeya oriental del siglo VIII y que
algo más de dos siglos después encontrarán nuevas formas en Medina Azahara. Las
formas de las hojas y flores de estos paneles murales parecen, por el
contrario, remitir al arte abasí de Samarra (siglo IX), que experimentó aquí un
renacimiento. Al parecer, los artesanos que trabajaron en Medina Azahara
conocían estos modelos procedentes de Oriente y los transformaron según el
gusto local, con lo que finalmente nacieron las formas que nosotros hay día
consideramos como características del arte califal de Córdoba y de Medina
Azahara.
Ante el Salón Rico pasa un ancho camino a través del
cual se llegaba al llamado Jardín Alto, así como a las edificaciones palaciegas
situadas más al este. Justo delante del Salón rico hay un gran estanque, cuya
superficie reflejó una vez la fachada del edificio, con lo que volvía a ponerse
de relieve su significado. además, en el centro del Jardín Alto, sobre el eje
central orientado hacia el Salón Rico, hay un pabellón concebido como una sala
de tres naves, que de esta manera refleja fielmente en tamaño menor el modelo
del Salón Rico. De este pabellón todavía se conservan los muros de cimentación,
los pilares que lo flanquean y los cimientos de los pilares. El Salón Rico
ocupa una situación central en el plano general de la ciudad palaciega y además
es el centro de las miradas de la terraza media. El eje longitudinal del Jardín
Alto con el pequeño pabellón en el centro está orientado hacia el Salón Rico,
situado enfrente, realzando así su importancia. El tamaño del Jardín Alto es de
aproximadamente 65 por 77
metros , lo que supone una superficie total de más de 5000 metros cuadrados .
Está rodeado de un sólido muro que eleva el conjunto formado por el Salón Rico
y el Jardín Alto en forma de podio sobre los edificios de la terraza inferior,
es decir, de la llanura, salvando una deferencia de altura de más de 12 metros . Esto explica
también el nombre de "Jardín Alto".
Al este del Jardín Alto se halla, en la terraza
inferior, otro jardín de estructura análoga, el llamado "Jardín
Bajo". El visitante, que en un principio se acercaba a Medina Azahara
desde la llanura, debía de sentirse muy impresionado por las edificaciones del
palacio, lo que correspondía a los deseos del califa, que quiso dejar
constancia visible de su poder con la construcción de Medina Azahara.
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El
hallazgo de una mezquita revela nuevos datos sobre la urbe de Abderramán III
Fue el boom omeya del ladrillo. Y la mezquita
escondida que los trabajos de excavación acaban de sacar a la luz en Medina
AzaHara es, desde ayer, su máxima expresión arqueológica.
Siglo X. Córdoba se llenó de arrabales, de barrios
residenciales de nueva construcción. Abderramán convirtió su emirato en
califato independiente en 929, con Córdoba como capital. Andaban ya a la
gresca suníes (los omeyas que ocupaban la Península) y chiíes (del norte de
África). El omeya Abderramán III se independizó y erigió una urbe reflejo de
su poder: así nació la ciudad palaciega de Medina Azahara, que comenzó a
construirse a finales de la década de los treinta del siglo X a ocho
kilómetros de Córdoba.
Sólo un porcentaje reducido -entre un 10% y un 30%-
de lo que fue está al descubierto hoy. Se trata de la zona noble: las
estancias reales, las administrativas, el rico palacio para los
embajadores... Pero rodeando el alcázar se levantó una ciudad amurallada. Es
ahí donde los arqueólogos acaban de descubrir la mezquita, una construcción
del siglo X situada a
Se trata de una mezquita de barrio en la que
rezaban los fieles de a pie que vivían dentro de Medina Azahara y extramuros.
El edificio tiene
Según detalló Antonio Vallejo, director del
complejo arqueológico, también se ha encontrado el alminar, la torre del
templo desde la que se llamaba a la oración. A diferencia del resto de
mezquitas localizadas en Córdoba, el alminar de este templo está situado en
la zona sur y no al norte del edificio. El hallazgo podría hacer que se
reconsidere la estimación de que en Medina Azahara llegaron a vivir unas
6.000 personas, aunque podrían ser muchas más.
Las excavaciones arrancaron en abril de 2007. Y los
arqueólogos sabían donde tenían que buscar. En 1997 se elaboró un mapa del
subsuelo que detalla, como si fuera una radiografía, qué es lo que podía
ocultar la tierra.
El hallazgo de la mezquita coincide con el duro
informe sobre el conjunto que acaba de hacer público Icomos, la
organización no gubernamental que asesora a la Unesco en asuntos de
patrimonio. El Icomosha instado a las administraciones a que
eliminen los 240 chalés ilegales que se levantaron en los años noventa en la
zona de protección del complejo. Icomosadvierte de que la
catalogación del conjunto como Patrimonio de la Humanidad está en juego.
Y es que parece que esta ciudad siempre ha estado
amenazada. La vida de medina Azahara fue breve, se abandonó en el siglo XI y
sufrió un expolio que duró siglos. Los materiales de la ciudad se utilizaron
para otros edificios de Córdoba y de urbes del Mediterráneo. El visitante
sigue comprobando hoy día con estupor cómo algunas personas insisten en el
intento de llevarse del recinto trozos de piedra con los que poder alardear
delante de algún amigo o familiar. "Los patios de Córdoba están llenos
de restos de aquí", comentan los vigilantes.
Los recientes hallazgos también arrojan luz sobre
este asunto. Junto a la muralla se han encontrado amontonados sillares
antiguos. Fueron colocados allí, según Vallejo, para luego ser transportados.
"Pero algo debió ocurrir porque nunca se llegaron a mover".
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