LA CIUDAD DE GRANADA ISLAMICA
El nazarí es un largo periodo en el que
resulta fácil detectar una actividad científica, y que va decayendo en su tramo
final, el siglo XV.
- Autor: Expiración García Sánchez - Fuente: Escuela de Estudios Árabes (CSIC)
Astrolabio
del s. XV
La ciencia en
al-Andalus, como el resto de manifestaciones culturales y artísticas, sigue un
lento proceso de asimilación de unos conocimientos llegados del Oriente
islámico en los que se funden la tradición indo-irania y, sobre todo, la
helenística, para iniciarse a mediados del s. X como una ciencia con
características y aportaciones originales.
En Granada se
experimenta, sin grandes diferencias, el mismo proceso evolutivo que el resto
de territorio andalusí, salvo un hecho aislado que se produce a mediados del
siglo IX. En esta fecha temprana el alfaquí e historiador nacido en la cora de
Ilbira, Abd al-Malik Ibn Habib, redacta un tratado de medicina considerado el
más antiguo de los andalusíes conservados. La obra, pese a estar inscrita en el
género de la denominada Medicina del Profeta vigente en la época, con prácticas
mágico-creenciales, refleja una tímida introducción de elementos racionales
derivados de las teorías hipocrático-galénicas, adquiridos por el autor durante
su larga estancia en Oriente.
Tras este caso
excepcional habrá que esperar a que la dinastía zirí, de origen beréber, se
instale en Granada en el siglo XI para tener noticias de alguna actividad
científica en ella. En los últimos momentos del califato de Córdoba algunos de
sus científicos se refugian en la recién surgida taifa zirí, igual que en los
restantes reinos de taifas expandidos por todo el territorio andalusí, entre
los que destaca el matemático y astrónomo Ibn al-Samh. Este autor iniciará en
la corte granadina el interés hacia la astronomía que perdurará hasta su desaparición
en 1090 y se prolongará hasta el final del reino nazarí; junto a ella convivirá
su manifestación práctica, la astrología. Esta inclinación es patente incluso
en el último de sus monarcas, Abd Allah, en cuyas Memorias se encuentra una de
las escasas referencias seguras a una concepción física del cosmos, con unas
curiosas estimaciones del tamaño de los planetas, diferentes a las comúnmente
aceptadas.
En los últimos
años de la taifa zirí y comienzos de la época almorávide destaca la figura de
al-Tignari, gran poeta y literato que, como otros muchos hombres de ciencia
andalusíes, cultivó diversos campos del saber, caso de la medicina y la
botánica aplicada, además de las disciplinas antes señaladas. Fue especialmente
conocido por el tratado agrícola que compuso, uno de los más claros y
sistemáticos de los redactados en al-Andalus, tal vez el que refleja de forma
más directa y concreta la realidad agrícola andalusí y, de forma especial, la
del territorio granadino, aportando una valiosa información de carácter
lingüístico y botánico, junto a otra relativa a prácticas locales. Este
tratado, en el que una teoría racional va acompañada de una experiencia vivida
y constatada, lo dedicó al-Tignari al gobernador almorávide de Granada.
Aparte de esta
figura puente entre los dos períodos históricos correlativos, no volvemos a
encontrar autor ni acontecimiento científico digno de resaltar hasta alcanzar
la época nazarí, pese a que la etapa almorávide y almohade fue un período
particularmente activo en el campo de las ciencias.
El período que
cubre el reino nazarí (s. XIII-XV), tal vez por ser más amplio temporalmente y
de mayor trascendencia en numerosos aspectos, fue más rico –o al menos, más
conocido- que la etapa anterior, aunque ya en él se inicia el declive de la ciencia.
La materia científica que más interés suscitó en el reino granadino fue la
medicina que, como en épocas anteriores y en todo el territorio andalusí,
aparece estrechamente ligada a la botánica y farmacología. Le siguen la
astronomía (astronomía matemática, dedicada al cálculo de las posiciones
planetarias, cosmología y construcción de instrumentos astronómicos) y las
matemáticas en sus diversas ramas (matemáticas en general, aritmética y
geometría teórico-práctica), aunque la astronomía acabó absorbiendo como
ciencias auxiliares a las matemáticas y geometría. La astrología, como sucede a
lo largo de la Edad Media, va a seguir estando muy unida a la astronomía, en
calidad de rama aplicada o práctica de la misma.
Escuela de matematicas |
Este decidido
apoyo de determinados monarcas se plasma también en la fundación (1349), en
tiempos de Yusuf I, de la madraza, en la que se imparte la medicina de modo
oficial, aunque se sigue manteniendo la tradicional enseñanza de ésta y otras
disciplinas en las casas y en las escuelas coránicas. Una nueva iniciativa de
gran transcendencia por parte de otro soberano nazarí, Muhammad V, fue la
fundación del que parece haber sido el primer maristán u hospital de
al-Andalus.
Otro factor
importante en el desarrollo de las ciencias fue el intercambio científico y
cultural que tuvo lugar entre Granada, los reinos cristianos fronterizos, el
norte de África y los países islámicos orientales. En ellos hay que destacar
los que se producen con el Magreb, donde se está originando un importante
desarrollo cultural y científico potenciado por las figuras que allí se
refugian ante el avance cristiano. En cuanto a los contactos con Oriente, no
son suficientes para introducir en el reino nazarí las aportaciones de la
renovación científica que se desarrolla allí a partir del XIII; también
aparecen en la Granada nazarí ciertos indicios de una influencia cultural y
científica de los reinos cristianos, especialmente de la corte de Alfonso X.
Medicos andalusíes |
Esta rama de la
ciencia sobresalió en la Granada nazarí por la labor realizada por los médicos
granadinos con ocasión de la gran epidemia de peste bubónica, la llamada Peste
Negra, que se extendió por Europa en el siglo XIV. Posiblemente, la novedad más
destacable fueron las medidas profilácticas a adoptar por la población
propuestas por tres grandes médicos que también destacaron en otras parcelas
del saber, el ya citado Ibn al-Jatib, junto a Muhammad al-Saquri e Ibn Jatima.
Se recurrió, como en épocas pasadas, a las fumigaciones con diversas materias
aromáticas para sanear la atmósfera, se prescribió una dieta estricta en la que
se prohibían los alimentos dulces y se aconsejaba evitar la carne, al tiempo
que se recomendaban las verduras y aderezar las comidas con vinagre fuerte. No
obstante, los médicos nazaríes se anticiparon a los del occidente europeo al
señalar la importancia del aislamiento y los peligros de la contaminación por
contacto, cuya existencia había sido establecida por la experiencia. En
definitiva, estos médicos granadinos dieron muestras de una innegable
perspicacia, denotando un claro progreso tanto en la teoría como en la práctica
de sus predecesores.
aceites aromaticos |
astronomos |
Relacionadas con
la agronomía se desarrollan técnicas de regadío, con la construcción de norias
y sistemas de captación de agua. En época nazarí se produce un notable auge de
los textos sobre hipología, dedicados al caballo pero, a diferencia de los
tratados agrícolas, que solían incorporar temas dedicados a la veterinaria,
éstos estaban orientados más al arte de la guerra o de la equitación que a la
veterinaria.
Dentro de la
tecnología hay que destacar el uso de la pólvora en las armas defensivas,
utilizándose por primera vez en al-Andalus en el sitio de la fortaleza de
Huéscar, en tiempos de Ismail I en 1324. En líneas generales, el nazarí es un
largo período en el que resulta fácil detectar una actividad científica que,
sin embargo, va decayendo lentamente en su tramo final, el siglo XV.
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