sábado, 7 de abril de 2012

Historia de los musulmanes en al-Ándalus. La farmacia de Al-Ándalus: El Naranjo



LA FARMACIA DE AL-ÁNDALUS: EL NARANJO



El naranjo es un árbol pequeño, que no supera los 3-5 metros de altura, con una copa compacta, cónica, transformada en esérica gracias a la poda. Su tronco es de color gris y liso, y las hojas son perennes, coriáceas, de un verde intenso y brillante, con forma oval o elíptico-lanceolada. Poseen, en el caso del naranjo amargo, un típico peciolo alado en forma de ‘corazón’, que en el naranjo dulce es más estrecho y menos patente. Este singular detalle sirve para diferenciar claramente, a falta de fruto, al naranjo de su pariente próximo el limonero.
Además este último tiene espinas más fuertes y numerosas en las ramas. En cuanto a las flores, son de naturaleza hermafrodita, aparecen solitarias o en pequeños racimos durante la primavera, y presentan cinco pétalos blancos, carnosos y muy perfumados.


En realidad cuando hablamos del naranjo nos estamos refiriendo a dos especies, muy similares en la forma pero muy diferentes en cuanto a su utilización. Nos referimos al naranjo amargo (Citrus aurantium) y al naranjo dulce (Citrus aurantium var. sinensis).


El primero se cría sobre todo como árbol ornamental en parques públicos y paseos, o cultivado con fines medicinales y para fabricar confituras. Es la especie más apropiada para utilizar partes tales como las hojas, las flores y para extraer tanto su esencia como la cáscara del fruto. Sin embargo la pulpa del fruto es amarga y agria, no apta para el consumo, excepto como mermelada o confitura. El segundo es el más apropiado para consumir la fruta, bien al natural o en forma de zumo, por su agradable sabor agridulce. Se cultiva en los regadíos de todo el litoral mediterráneo, pero sobre todo y en grandes extensiones en la huerta valenciana.

Origen del naranjo



El naranjo amargo es un árbol originario de extremo Oriente, tradicionalmente de China, traído a Europa, principalmente a Sicilia y España, en la Alta Edad Media por los musulmanes. Por otra parte, las primeras naranjas dulces conocidas en Europa parece que fueron introducidas por los portugueses desde la India en los albores del siglo XVI.


En 1565 los españoles llevaron esta fruta a América, donde plantaron naranjos en la ciudad de San Agustín, en Florida y en California, actualmente uno de los principales productores del mundo.


No obstante, hay que decir que el primer agrio que conocieron los europeos fue el Cidro, del que existen antiguas referencias en Grecia, de ahí el apelativo de ‘cítricos’. También el nombre del género botánico, Citrus, deriva del griego Kitros, que era como designaban a aquel fruto.


La naranja se dice en latín Aurantia, por su color de oro, en lenguaje dravídico (de la India) Narayan, que quiere decir ‘perfume interior’. En árabe, procedente del lenguaje persa, Narendj.


En Túnez, desde tiempo inmemorial, se rinde una especie de culto a este árbol, siendo objeto de multitudinarias fiestas en la histórica población de Nabeul. Todos los años, entre finales de abril y comienzos de mayo, la pintoresca ciudad de Nabeul (55.000 habitantes), famosa por su preciada y artística cerámica de vidriados tonos azul, verde y blanco, celebra su tradicional Fiesta de las Naranjas, que coincide con el Festival de las Flores; un verdadero punto de encuentro de miles de personas que llegan no sólo de todo Túnez, sino de los demás países del Magreb.


Nabeul, la ciudad gemela de Hammamet, a la entrada del ‘Cap Bon’, se encuentra al NE del país, exactamente a 63 km. de la capital.

La naranja



La naranja como fruto es una baya especial, formada por una piel externa más o menos rugosa y de color anaranjado, con abundantes glándulas que contienen un aceite esencial perfumado, y una parte intermedia adherida a la anterior, blanquecina y esponjosa (fibra). Finalmente, posee una parte más interna y más desarrollada, dividida en una serie de gajos.


La piel externa se denomina Exocarpo o Pericarpio; la capa blanca se llama Mesocarpo, y el interior de la fruta que constituye la parte comestible es el Endocarpo, formado por 7 a 12 gajos carnosos y pequeñas vejigas rebosantes de zumo.


A diferencia de muchas otras frutas, las naranjas no continúan su proceso de maduración una vez separadas del árbol, por lo que su calidad depende de que se haya elegido el momento justo para recogerlas. Como cosa curiosa deben saber nuestros lectores que los años en que hace poco frío en otoño la naranja retarda su madurez, al revés de lo que ocurre con las demás frutas, las cuales maduran mejor y más pronto con el calor solar.


La calidad de la naranja, su punto de maduración, viene marcada por la correcta proporción de azúcar y acidez. Cuanto más cálido es el lugar donde se cultiva la naranja más proporción de azúcar contiene. Por eso en los lugares algo fríos pueden desarrollarse buenos tamaños de naranjos, como se comprueba en la misma Galicia, pero son poco dulces. Por el contrario, los limones gallegos y del norte son más aromáticos y medicinales que los del sur (tienen más acidez).


Para escoger las naranjas es importante observar que no tengan ningún daño en la piel, pues acortaría notablemente la duración de la fruta. Sin embargo no podemos fiarnos demasiado del aspecto pues se las abrillanta artificialmente, mientras que, por el contrario, las menos tratadas suelen presentar con frecuencia ciertas manchas en la piel.


La piel de la naranja deja pasar el aire porque es muy porosa, y esto conlleva un lento resecamiento interno de la fruta. Para retardar este proceso, en el embalaje se cubre la naranja con una capa de cera (parafinado). Lo malo es que durante esta operación se suelen añadir fungicidas, entre ellos el detestable difenil, muy tóxico para el sistema nervioso, para protegerlas de los ataques criptogámicos alargando así su "vida comercial".

Jugo de naranja



El jugo de la naranja es generoso en vitaminas. Junto a gran cantidad de vitamina C, altamente asimilable, encontramos las vitaminas A —en forma de caroteno— B1, B2 y B6. También es muy rico en sales minerales, sobre todo Potasio y Calcio. De todas las frutas, la naranja, la mandarina y el limón son las que más cantidad de Calcio contienen. Otros componentes destacables son: ácidos orgánicos como el cítrico y el málico, responsables de su acidez;azúcares (sacarosa o azúcar de caña, dextrosa y levulosa), en total más del 7 %; fibra (celulosa y pectina); glucósido flavónico hesperidina, de efecto protector sobre los vasos sanguíneos y coadyuvante de la vitamina C.


Respecto a su uso como alimento las naranjas se pueden comer solas o con otras frutas dulces (fresas, manzanas,etc.) y/o desecadas (dátiles, uvas pasas, higos secos, etc.) en forma de macedonias o ensaladas de frutas. Sobre todo al comienzo de las comidas o como comida única. Para ello después de peladas se cortan en rodajas finas, o bien se desgajan. Se aliña luego con miel, azúcar moreno o el propio jugo de la naranja. A veces también con nata batida.


Una deliciosa combinación son las fresas troceadas mezcladas con zumo de naranja y miel o azúcar.

Compatibilidades e incompatibilidades



En cuanto a la compatibilidad de la naranja con otros alimentos podemos enunciar los siguientes principios generales.


La naranja compatibiliza bien con:
  • Toda clase de farináceos (almidones) convenientemente dextrinados (cocidos). Por ej. con pan dextrinado o tostado (a ser posible integral), patatas asadas o cocidas, boniatos (asados o cocidos), arroz cocido, toda clase de pastas (bien cocidas), castañas asadas, etc.
  • Toda clase de frutas desecadas, como dátiles, pasas de higo, de uva, ciruelas secas, etc.
  • Las frutas dulces, como las fresas, las manzanas, las peras, los plátanos bien maduros, etc.
  • Los derivados lácteos como la nata líquida, el yoghurt, el queso fresco, el requesón, las natillas. Y con la yema de huevo.


La naranja es incompatible con:


  • Las verduras
  • Las proteínas concentradas (carnes, pescados, legumbres, leche, etc...)
  • Los frutos secos (oleaginosos)
  • Los aceites y otras grasas (mantequilla, chocolate (!), etc...)
  • Los almidones no dextrinados.


No conviene comer naranja como postre sobre comidas compuestas a base de verduras, aceites, carnes, pescados, etc..., con los que es incompatible. Vale más tomarla antes de estas comidas, como aperitivo, o hacer una comida completa con naranjas (sobre todo el desayuno, la merienda o la cena).


Muchos que temen comer naranjas es porque las combinan mal, y la naranja mal combinada puede producir en tal caso dolores de vientre y de estómago, y a veces diarreas, flatos, cólicos y espasmos gástricos.


En medicina naturista las naranjas se recomienda comerlas chupando los gajos, sin ingerir los hollejos, que son indigestos y flatulentos.


En aquellas personas con tendencia diarreica (vagotónicos), a quienes las naranjas aceleran en demasía los intestinos, se recomienda comerlas con manzanas y pan. Al masticar el pan con la naranja, y luego mezclarse en el estómago con la neutralizadora manzana, el zumo se retiene en la digestión junto con el pan, sufriendo el proceso digestivo de éste, y al llegar al duodeno pasa inadvertido para el hígado, burlando la exaltación de bilis.


Hay un pequeño porcentaje de la población que es alérgico a la naranja, o que pasa a serlo por abuso de ésta. En estos casos es aconsejable un tratamiento progresivo de desensibilización, introduciendo muy poco a poco la naranja de nuevo en la dieta, hasta superar el rechazo digestivo.

Propiedades generales



En cuanto a sus usos medicinales las naranjas son recomendables para combatir el estreñimiento. Las personas simpaticotónicas (estreñidas habituales) si toman naranjas con pan integral tostado, sobre todo en el desayuno, no hay estreñimiento que se resista. La naranja obliga al hígado a fabricar y excretar más jugo, lo que produce un fuerte estímulo intestinal, pues es sabido que lo que realmente purga es la bilis.


Tomada la naranja en ayunas, a primera hora, es cuando más fuerte produce su efecto laxante.


Pero las máximas propiedades terapeúticas de la naranja se manifiestan cuando se utiliza en forma de zumo exprimido. Para evitar la dentalgia (dentera) que el ácido de la naranja puede provocar se aconseja beberlo con pajita para que no toque, o lo menos posible, el esmalte dentario. Es conveniente también enjuagarse la boca con agua al finalizar.


Si cuando hace frío se templa algo el zumo pierde acidez y molesta menos.


También si se endulza el jugo con miel se tolera mucho mejor y origina un mínimo de dentera. Y más tolerable cuando se mastica un bocado de pan con cada sorbo de zumo.


Un punto importante en relación al zumo de naranja es que hay que consumirlo rápidamente, pues de lo contrario pierde muchas de sus cualidades.


Lo ideal es beberlo en ayunas y entre las comidas (nunca después de éstas).

Refrescos caseros



Con el zumo de naranja se pueden confeccionar refrescos caseros muy saludables. Uno de ellos es el conocido como Cóctel Pentalfa. Para realizarlo en una coctelera se echa el jugo de cuatro naranjas, una yema de huevo y un vaso grande lleno de mosto de uva sin fermentar, se agita bien y se sirve en vasos grandes con una paja para sorber. En pleno verano, si el calor es muy fuerte, pueden ponerse los jugos de frutas a refrescar en la nevera, pero no deben tomarse muy helados.


Otro refresco de zumo de naranja se realiza mezclando el jugo de cinco naranjas con miel o azúcar moreno, las ralladuras de la piel de media naranja y un vaso de agua fresca. Se pasa el jugo por tamiz, y se sirve en copas con pedacitos de piña o de naranja y una paja para sorber.


Generalmente los refrescos industriales de naranja (con gas o no) contienen muy poca cantidad de esta fruta. Una receta casera para hacer una naranjada refrescante y natural con gas, consiste en mezclar un cuarto de taza de zumo con una taza de agua de sifón.

Usos medicinales



Los usos medicinales del zumo de naranja son muy numerosos. Intentaré exponérselos de la forma más didáctica y ordenada posible.

Niños muy pequeños



Está demostrado que los niños soportan fácilmente la lactancia artificial si se tiene cuidado de darles un poco (2 ó 3 cucharitas) de jugo de naranja cada día. De esta forma se previene la avitaminosis y se suplen las deficiencias de la leche artificial. También con la lactancia materna es aconsejable el zumo de naranja. Como el ácido de la naranja al mezclarse con la leche puede originar trastornos, se le dará el zumo media hora antes de la tetada o del biberón. De este modo el jugo sale del estómago y no se mezcla con la tetada anterior o posterior.


Para el destete es aconsejable darles en el biberón zumo de naranjas o de mandarinas, solo o rebajado con agua, finamente colado y endulzado con miel de abejas.


Se les puede dar, además, una papilla de plátanos (bien maduros) chafados o aplastados con jugo de naranjas.



Embarazadas


Los zumos de naranja son muy convenientes para las mujeres en estado de gestación. Combaten el estreñimiento, las naúseas y, además, por su aportación en vitaminas y minerales (sobre todo calcio) fortalecen al feto.



Puérparas


En los partos queda siempre una marcada tendencia al estreñimiento, y tanto más cuanta mayor tendencia natural hacia éste haya en la mujer. Pero no solo eso, sino que siempre, en esos momentos, suele haber algo de fiebre, motivada por los fenómenos propios del parto. En tales casos el zumo de naranja, sin otra clase de alimento (tomado solo), obra de modo especial contra el estreñimiento, favoreciendo la normalidad intestinal. A su vez, la naranja tiende a rebajar algo la fiebre cuando ésta se manifiesta.


Pero el poder trofoterápico de la naranja tiene todavía en esto un mayor y mejor papel. Se trata del gran poder, hemostático primero y cicatrizante después, que el zumo de naranja demuestra en estos casos, acelerando seriamente la cicatrización de los desgarros propios y normales del alumbramiento.



Hemorragias y heridas


Y es que debido al efecto protector vascular de la vitamina C y la hesperidina, el zumo de naranja es un estupendo cicatrizante y antihemorrágico.


En efecto, uno de los mejores alimentos cuando hay tendencia a las hemorragias es la naranja. Además, cuando hay desgarros internos obra de manera muy especial en su cicatrización. Su efecto, en este sentido, se nota en grado sumo cuando se trata de cicatrizaciones cutáneas en general. También en las úlceras del estómago y del intestino, e incluso en las del pulmón.


Cuando se vaya a ser sometido a una operación quirúrgica se recomienda siempre hacer un gran consumo de naranjas varios días antes y después de la misma. De esta forma la cicatrización de los tejidos cortados se efectúa de modo maravilloso.


Son conocidas las curas de naranjas que realizan algunos cirujanos, sobre todo en Norteamérica, de cara a preparar a sus pacientes a intervenciones quirúrgicas, sobre todo a los que sufren de insuficiencia hepática. Así, en los días anteriores a la operación, les dan abundantes cantidades de zumo de naranja con agua, con lo que evitan las graves acidosis postanestésicas por insuficiencia aguda del hígado.



Acción cardíaca


Por su riqueza en minerales, sobre todo el potasio y el magnesio, y por su poder fluidificante de la sangre, el zumo de naranja es muy recomendable en las enfermedades del corazón.



Antianémico


Con el zumo de naranja se puede preparar un tónico antianémico de efectos maravillosos cuando se prepara y toma adecuadamente, sobre todo para los niños.
Se bate bien una yema cruda de huevo, se le adiciona el zumo de una o dos naranjas, según tamaño, y se añaden 30 gotas de zumo de limón, mezclándolo bien todo. Se templa en invierno y se sirve frío en verano, tomándolo a sorbos en ayunas, una hora antes del desayuno. Sobre todo para niños o niñas pobres de sangre se les debe dar durante una buena temporada. Obra maravillosamente, y lo mismo sucede si se trata de personas mayores. Si es para niños muy pequeños se pone menos jugo y solamente media yema de huevo.



Laxante


Tomando el jugo de naranja en ayunas, a primera hora, es cuando actúa de forma más estimulante sobre el hígado y, por tanto, su efecto laxante es más pronunciado. Si se bebe el zumo frío el efecto es aún mayor.


En casos de estreñimiento severo existe una fórmula de éxito casi seguro para conseguir la evacuación. Consiste en tomar por la mañana en ayunas un vaso lleno en sus 3/4 partes de zumo de naranjas (frías), al que se le añadirá agua fría, una cucharada de aceite de oliva virgen y una o dos ciruelas pasas rayadas.



Febrífugo


El jugo de naranjas, tomado en gran cantidad y sin ingerir ningún otro alimento (y menos si es sólido), es una medicina muy especial para la fiebre.


Limpia el aparato digestivo, incrementa la diuresis y baja la temperatura.
Como en todo caso de fiebre aumenta el estreñimiento es muy necesario el jugo de naranja, que sirve de elemento laxante.


Además, el ácido cítrico actúa sobre la fiebre reduciéndola, por lo que si la naranja tiene mayor acidez tanto mejor para estos casos.


Comoquiera que cuando hay fiebre no se deben comer alimentos sólidos, salvo en casos excepcionales, el jugo de naranja bebido entona el organismo, corrige la sed, fluidifica la sangre, limpia el intestino y rebaja la fiebre.


El zumo de naranja es un valioso recurso en la alimentación de los niños con procesos febriles eruptivos: sarampión, escarlatina, varicela, etc., en los que puede ser alimento exclusivo en los primeros días del proceso.



Litiasis (piedras de vesícula o de vejiga)


Una buena dieta de naranjas, sobre todo el jugo dos o tres veces al día, media o una hora antes de las comidas, detiene el desarrollo de los cálculos, los va reduciendo y termina por excretarlos por las vías normales de la región donde se hallen.


Para expulsar los cálculos de vesícula es clásico el procedimiento de mezclar el zumo de un limón con una cucharada de aceite de oliva. Se mezclan bien en un vaso y se toma todas las mañanas en ayunas. La única contraindicación a este procedimiento son los cálculos demasiado grandes o de aristas cortantes, en cuyo caso no debemos realizarlo.



Enfermedades renales agudas y crónicas


El jugo de la naranja, debido a su contenido en potasio, tiene marcadas propiedades diuréticas, siendo un gran colaborador de las funciones renales, especialmente cuando éstas están comprometidas por un proceso inflamatorio (nefritis) agudo o crónico. Además, no perjudica en nada, pues no fuerza al riñón, sino que obra en armonía con él. Lo mismo puede decirse del zumo de pomelo.



Enfermedades del aparato respiratorio


El zumo de naranja limpia y fluidifica la sangre, descongestiona los pulmones y los fortifica. Es muy útil en el asma, la tos, la gripe e incluso en la tuberculosis. Su contenido en calcio facilita la curación de las úlceras pulmonares de los tuberculosos.


Tomando el zumo de 6 ó 7 naranjas cada mañana, con un poco de zumo de uvas sin alcohol, o bien con agua, o el zumo de naranja puro, es lo mejor para fluidificar y eliminar flemas de los bronquios, pulmones y garganta.


Como remedio para la gripe y los resfriados en general es recomendable prescribir a los enfermos las naranjas como único alimento durante dos o más días, con lo que la curación del proceso se acelera. Como decía Marañón: "Comiendo seis naranjas diarias practicamos la profilaxis más eficaz contra la gripe".


En cuanto al asma, vale la pena someterse una temporada larga a una dieta de naranjas. En una semana, o a lo sumo en quince días, de dieta absoluta de zumo de naranjas (3 ó 4 kilos diarios), se alivia el asma, por rebelde que sea el caso y en cualquier aspecto que se presente. Con la toma de un vaso o dos de zumo de naranjas cada hora la mejoría es radical, y si se quiere hacer más enérgica, se le añadirá un poquito de zumo de limón. Ahora bien, para que esta cura de el resultado apetecido, debe practicarse sin aditamento alguno de sustancias cárneas (carnes y pescados), ni tomando tampoco leche, pan, arroz, patatas ni huevos.



Hiperclorhidria (acidez estomacal, ardor estomacal)


Para tratar esta dolencia con zumo de naranjas debemos proceder con mucha lentitud y precaución, adaptando poco a poco el estómago a pequeñas dosis de zumo e ir aumentando media o una naranja cada día. Ensalivar y saborear bien el zumo, porque así es mayor su acción neutralizante sobre el ácido clorhídrico. Con este método, aplicado con inteligencia y voluntad, a los tres meses, si no antes, estará vencida la hiperclorhidria.


Debemos tener en cuenta que los ácidos de la naranja al llegar al aparato digestivo son desdoblados en agua y anhídrido carbónico, que unido a los cationes potasio, sodio, calcio, etc. forma carbonatos y bicarbonatos que contribuyen a alcalinizar el contenido gástrico y la sangre.


No obstante esta neutralización está condicionada por la salud del individuo y por la cantidad de ácidos que ingiera. En sujetos débiles (niños frágiles, ancianos, adultos desmineralizados, ...) esta conversión puede no ser completa y llegar a ocasionar cierta acidificación sistémica y desmineralización.



Hipoglucemia y diabetes


El zumo de naranja está muy indicado en el descenso de azucar en la sangre, la llamada hipoglucemia. El afamado doctor Marañón se expresaba así: "Es difícil comprender como la relativamente pequeña cantidad de azúcar que una naranja contiene puede remediar con tanta rapidez y energía el profundo descenso del azúcar de la sangre. Podríamos aquí poner en el haber de dicha fruta algún poder, aún desconocido, que se añadiría al que puede achacarse estrictamente a su dulzura".


Sin embargo, es curioso y paradójico que al mismo tiempo esta fruta no está contraindicada en los diabéticos, y que incluso algunos naturistas la utilizen como remedio eficaz para esta enfermedad.



Empacho (indigestión)


Si padece un empacho (indigestión), con síntomas tales como lengua pastosa, mal sabor de boca, mareos, naúseas, tal vez vómitos, dolor de cabeza, etc... es posible que sea víctima de una indigestión, debido al abuso de alimentos inadecuados o de malas combinaciones. En estos casos nada mejor que suspender toda alimentación, aplicar calor sobre el vientre y beber el zumo de dos o tres naranjas cada dos horas (es mucho más eficaz la reacción curativa si se añaden una o dos cucharadas de jugo de limón cada vez). El zumo se puede tomar solo o con agua.


No debemos tener recelo ante las naranjas. Si el paciente vomita después de beber la primera o la segunda toma no hay que alarmarse. Dejamos que descanse, y después se le hacen tomar algunos sorbos de agua. Seguimos luego con las tomas de zumo de naranja, solo o mezclado con un poco de limón. Si el paciente tiene fiebre y dolor de cabeza, es conveniente aplicar compresas de agua fresca en la frente.


Finalmente decir que un régimen exclusivamente a base de naranjas durante 24 horas es excelente después de unos días de comidas copiosas.



Preventivo del cáncer


Recientemente se ha descubierto que quien come cítricos tiene menos posibilidades de contraer tumores malignos. El llamativo descubrimiento lo ha sacado a la luz el profesor Elio Riboli, un investigador italiano que trabaja en la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, de Lyon (Francia). Se ha llegado a la conclusión de que no es la vitamina C la que frena la aparición de tumores sino otras sustancias que contiene la naranja. Hay algunas familias de sustancias químicas, un verdadero cóctel natural, que reducen notablemente los riesgos de tumores en la cavidad oral, en la faringe, laringe, esófago, estómago y colon. En países donde el consumo de cítricos es más alto la población padece un 60 % menos de tumores de este tipo que en otros lugares.


Continuamos en este número con el artículo sobre el naranjo. Nos quedaban por ver tres partes muy importantes desde el punto de vista terapeútico; con ello tendremos una visión global sobre este increíble regalo del Creador, que es, junto con el limonero, uno de los más preciados dones de la farmacia natural.


Corteza del fruto


La corteza de los frutos algo verdes contiene del 5 al 14 % del glucósido flavónico (bioflavonoide) hesperidina, que desaparece gradualmente al madurar. Tiene propiedades protectoras de los vasos sanguíneos, de interés en el tratamiento de la fragilidad capilar.


La corteza de los frutos maduros contiene también hasta 1,5 gr. de esencia por cada kilogramo, formada principalmente por d-limoneno y una pequeña cantidad de aldehído decílico. Los frutos algo verdes tienen mayores cantidades de esencia en la corteza.


Dicha esencia es lo que identificamos cuando decimos de algo que "huele a naranja". Hay otras especies vegetales en las que podemos encontrar un olor semejante, por ej. en las hojas de la Salvia taraxacifolia (de Marruecos), en el fruto del Culantro (Coriandrum sativum), en la hoja de la Monarda didyma, etc.


Finalmente posee también varios principios amargos que le confieren una acción tónica y aperitiva.


Son preferibles las cortezas gruesas del naranjo amargo, sobre todo las de frutos ya hechos pero no completamente maduros, pues son más ricos en principios activos. Lo ideal es utilizar naranjas biológicas, es decir, no tratadas con plaguicidas ni con el temible difenil (usado para la conservación del fruto después de su recolección). Resumiendo, para usar la corteza son preferibles los frutos, algo verdes, del naranjo amargo, tanto por su mayor riqueza en principios activos como porque, al no aprovecharse dichos frutos para el consumo, están menos tratados químicamente.


Las cortezas se obtienen mondando con un cuchillo las naranjas recién recolectadas, sin sacarlas demasiado gruesas para coger lo mínimo de la parte interna. Luego se le quita la capa blanca de dentro, el llamado ‘albedo’, de modo que quede tan solo la capa más externa con las glándulas odoríferas. Inmediatamente se ponen a secar a la sombra colgándolas en cuerdas, en lugar seco y bien ventilado. Así conservan su hermoso color verde. Otros sin embargo prefieren secarlas en el horno o al sol. Una vez secas se cortan en trocitos y se guardan en botes.


El aceite esencial se obtiene por expresión en frío de la corteza fresca. Usado por vía externa -puro o diluído en aceite o alcohol- es un excelente antiséptico, superior a la tintura de yodo, antifúngico -contra los hongos de la piel-, y un eficaz calmante del dolor de vientre.


Las cortezas de naranja nos servirán luego para quemar -lo cual sanea el ambiente-para aromatizar pasteles, compotas y, sobre todo, como medicamento. La corteza de la naranja es un tónico estomacal y un carminativo -facilita la expulsión de los gases intestinales. Es el ejemplo perfecto de un tónico amargo-aromático.


En infusión es útil como digestiva y en los dolores de estómago, tomándola después de las comidas. Para hacerla se utiliza una cucharadita de cortezas secas -hay quien prefiere tostarlas un poco antes para incrementar su aroma- por una taza de agua hirviendo, dejándola reposar durante 15 minutos.


En cocimiento se emplea como tónico estomacal, cuando el paciente ha perdido el apetito o digiere mal. Se prepara con 30 gr. de corteza, seca y cortada a pedacitos, y 0,5 litros de agua, hirviendo durante un cuarto de hora. Después de frío se cuela y se toma en dos veces, después-si es para digerir mejor- o antes -si es para estimular el apetito- de cada comida (almuerzo y cena); hay quien prefiere tomarlo caliente. Otras propiedades de la corteza son:


- Vermífuga.


- Tónica venosa (por los flavonoides: hesperidina y narangina).


- Febrífuga (por los principios amargos).


Como curiosidad sólo resta por comentar que para ahuyentar polillas es útil colgar en los armarios una naranja con la corteza atravesada con varios clavos de especia, o una bolsita de tela con la corteza rallada del limón.


Hoja


Las hojas contienen en diminutas glándulas una esencia que recibe el nombre de ‘petitgrain’, que encuentra aplicaciones en perfumería. Está compuesta principalmente por d-limoneno, l-linalol y acetato de linalilo. Es muy similar a la esencia de la cáscara del fruto.


También en las hojas se forma un alcaloide, la l-estaquidrina, muy soluble en agua y de sabor amargo, que se encuentra también en algunas labiadas del género Stachys.


Las hojas se recolectan después del rocío, en la primavera (según Valnet durante el invierno, desde finales de noviembre a mediados de febrero), escogiendo las de las ramas jóvenes (o sea, hojas más bien tiernas). Secarlas a la sombra lo más rápidamente posible (para evitar que pierdan su hermoso color verde), y guardarlas al abrigo de la luz y de la humedad.


La infusión de las hojas es digestiva, antiespasmódica (del aparato digestivo y del sistema nervioso), sudorífica y ligeramente sedante, gracias a su acción sobre el sistema nervioso simpático. Bajo el punto de vista de la Medicina Tradicional China sus acciones se explican por su sabor amargo, que actúa como dispersante de los meridianos del Corazón-Intestino Delgado y del Hígado-Vesícula biliar.


Se emplean, desde tiempos inmemoriales, contra todas las ‘enfermedades nerviosas y convulsivas’: histeria, palpitaciones del corazón, epilepsia, etc., así como contra las del estómago. Fueron prescritas con bastante éxito en casos de epilepsia leve: un puñado de hojas por medio litro de agua; se hierven hasta reducir su volumen a la mitad y se beben por la mañana en ayunas.


Son también sudoríficas y bajan la fiebre. Matthioli decía que su infusión "hace sudar de tal modo al paciente que éste expulsa por la piel sus malos humores". Se han usado en las fiebres tifoideas, etc...


Para calmar los nervios, las jaquecas (sobre todo las de origen nervioso), las palpitaciones y convatir el insomnio, se pueden tomar 2 ó 3 tazas al día (la última al acostarse) de infusión: 3 ó 4 hojas por taza de agua hirviendo. Se deja diez minutos en reposo, se endulza con miel, a ser posible de azahar, y se bebe.


En casos de epilepsia y de estados graves nerviosos: histerismo, ataques de pánico, etc., en lugar del cocimiento visto más arriba se puede preparar otro hirviendo durante 10 ó 15 minutos, a fuego lento, tres puñados de hojas secas y desmenuzadas en un litro de agua. Beber tres tazas al día.


Para reforzar el efecto de estas infusiones foliares se les puede añadir una cucharadita de flores de naranjo o de agua de azahar. El azahar tiene similares efectos que la hoja pero en grado superior.


Para finalizar comentaré que una infusión hecha con 1/3 de hojas y 2/3 de corteza de naranjo amargo es un remarcable estimulante intelectual, refuerza la memoria y devuelve el gusto por el trabajo.


Flor


El Azahar, vocablo nítidamente árabe, es la flor del naranjo, del limonero y del cidro, aunque aquí nos referiremos a la flor del naranjo amargo, la cual contiene una esencia de mayor calidad.


Las flores contienen aproximadamente del 0,03 al 0,04 % de esencia de ‘neroli’, de composición muy compleja y gratísimo olor. Además poseen un principio amargo, betaína y flavonoides.
Dicha esencia es de color amarillento o parduzco, de sabor primeramente dulce y después amargo.


Las flores se recolectan a mediados o finales de Marzo, cuando se acaban de abrir o estando todavía encapulladas. Se ponen inmediatamente a secar a la sombra, bien esparcidas sobre telas porosas que dejen pasar el aire, o sobre enrejados metálicos, y en lugar bien ventilado. Las que vayan a usarse para extraer la esencia o fabricar el ‘agua de azahar’ se utilizan inmediatamente, estando frescas.


En cuanto al tema de los Usos Medicinales de la flor de azahar vamos a clasificarlo en 3 apartados:


a) Usos de la flor de azahar


- La flor se prepara en infusión. Para ello basta verter una taza de agua a punto de hervir sobre media docena de flores frescas (lo ideal), o una cucharada sopera ó 10 gr. de flores secas, tapar el recipiente con un platito boca abajo y dejar reposar unos 15 minutos. Luego se cuela y se endulza como se prefiera, pero lo ideal sería usar miel de azahar. Se toman 2 ó 3 tazas al día.


Las virtudes de esta infusión vienen a ser las mismas que las del ‘agua de azahar’, que a continuación comentaremos. Sus usos más tradicionales y conocidos son como sedante nerviosa, antiespasmódica (histeria, dolores abdominales, hipo), carminativa (gases intestinales) y anti-diarreica.


Una infusión concentrada de las flores (1 ó 2 cucharadas soperas) en el biberón constituye un remarcable calmante de los bebés nerviosos y algunas veces suprime los dolores de vientre que les provocan fuertes llantos (normalmente por gases durante los primeros tres meses de vida).


Para potenciar sus efectos sobre el sistema nervioso pueden añadirse a la infusión de azahar otras plantas nervinas como la tila, la melisa, etc., o una cucharadita de ‘agua de azahar’.


Finalmente, mezclando las flores frescas con semillas de Alcaravea o de Comino se usan en el norte de Africa para la aerofagia (gases intestinales) de los adultos.


b) Usos del ‘agua de azahar’


- En cuanto al ‘agua de azahar’, se obtiene destilando en corriente de vapor de agua las flores frescas del naranjo amargo. Una vez destilada se conserva en frascos de vidrio, a veces de un bello color azulado, y lo más llenos posible. Debe guardarse en un lugar fresco y protegido de la luz.


El ‘agua de azahar’ es un líquido transparente, incoloro, con olor aromático característico, sabor algo amargo y reacción neutra o ligeramente ácida al tornasol. Con el tiempo, por la acción del aire, de la luz y de los microorganismos, amarillea, se hace viscosa y se forman sedimentos. En estas condiciones no debe utilizarse.


En los países musulmanes del norte de Africa, sobre todo en Túnez, el ‘agua de azahar’ se utiliza para la elaboración de repostería a base de almíbar, miel y almendras, y en el café turco se echan unas gotas antes de tomar el primer sorbo.


Esta última costumbre es herencia de la presencia otomana en Túnez.


Pero las aplicaciones del ‘agua de azahar’ no se limitan a la cocina. Es tradicional en muchos hogares tunecinos tirar algunas gotas sobre los hombros del visitante como señal de hospitalidad, transmitiéndole, de ese modo, el deseo de que vuelva en otra ocasión. Esta práctica también es habitual en los restaurantes más tradicionales cuando el cliente se marcha.


En cuanto a sus propiedades medicinales podemos resumirlas diciendo que es antiespasmódica, sedante y ligeramente hipnótica. También carminativa, colerética y tónica.


Se utiliza en casos de insomnio, tanto de niños como de adultos, gases intestinales, espasmos digestivos -es un excelente remedio para el cólico infantil-, nerviosismo y palpitaciones. También está indicada en el síndrome del "colon irritable", que produce dolor y trastornos del tránsito intestinal.


Es asimismo un remedio para las personas con la tensión baja. Esta última virtud la hace muy recomendable en los desmayos y desvanecimientos, sobre todo de la mujer.


Para disimular su sabor amargo se echa sobre terrones de azúcar que se saborean lentamente en la boca, o sobre agua azucarada.


Se puede también fabricar un "jarabe" de flores de azahar disolviendo en frío 625 gr. de miel (si fuera azúcar serían 950 gr.) en 500 gr. de agua de azahar, que luego se filtra. O usando una proporción de 36 partes de agua de azahar por 64 de azúcar.


También se puede añadir a tisanas de otras hierbas que potencien alguno de los efectos que acabamos de mencionar. Por ejemplo a infusiones de melisa, de tila, etc.


La dosis es de una cucharita o de 20 a 25 gotas en cada toma. Los niños la mitad de la dosis.


A dosis de 10 a 45 gr. por día, es útil contra dolores de cabeza, favorece un buen funcionamiento del estómago y es ligeramente sudorífico.


c) Usos de la ‘esencia de azahar’


- Para finalizar hablaremos de la esencia de azahar, obtenida destilando las flores y separando luego por decantación el agua (que pasará a llamarse ‘agua de azahar’) de la esencia.
La palabra «azahar» como dijimos viene del árabe. La mayoría de las lenguas europeas sin embargo dan a esta esencia el nombre de neroli, cuya etimología es incierta. Algunos lo relacionan con el emperador Nerón, mas hoy prevalece la teoría que ve su origen en una tal Anne-Marie, princesa de Nerola. Esta dama, casada con un célebre príncipe italiano del siglo XVI, utilizó por primera vez la esencia de azahar para perfumar sus guantes y el agua de su baño. Los guantes así perfumados se pusieron de moda y la gente empezó a llamarlos guanti di Neroli.


La esencia de azahar es una de las más refinadas, y su precio así lo indica. Se usa sobre todo para fabricar bases para las mejores aguas de Colonia, donde suele mezclarse con otras esencias: espliego, bergamota, sándalo, etc., así como en la confección de perfumes de gran clase. Su color es amarillo pálido y tiene un gusto amargo, sugiriendo una posible acción en el corazón y el intestino delgado.


Entre los aceites esenciales, el de azahar figura en primer plano como sedativo-antidepresivo; puede emplearse contra el insomnio, la histeria, la ansiedad y la depresión. Apacigua la mente, retardando su actividad.


Ejerce también un notable influjo en el corazón al reducir la amplitud de las contracciones del miocardio; de ahí su uso en el tratamiento de las palpitaciones y otras modalidades de espasmo cardíaco.


Esto lo hace asimismo eficaz en estados de pánico, histeria y excitabilidad aguda, como se ve en algunos individuos que se alteran sin motivo justificado o pierden los estribos por una nimiedad. No cabe duda que el azahar es un valioso remedio para el shock, el miedo repentino y todo cuanto entraña un esfuerzo brusco y suplementario para el corazón.


Igualmente es bueno contra la diarrea crónica que resulta de una prolongada tensión nerviosa o del temor. Su acción es lenta pero segura.


Se ha utilizado también en casos de calambres, contracturas musculares, tics y tos nerviosa.


La esencia de azahar por fin tiene efectos pronunciados en la piel. No irrita en absoluto, pudiendo tratarse con ella toda clase de comezones, enrojecimientos, etc. Se la considera muy útil para pieles secas y allí donde ha habido ruptura de vasos sanguíneos. Es uno de los aceites, junto con el de espliego, que actúan directamente en el tejido celular cutáneo, estimulando la regeneración de las células (efecto "citofiláctico").


El baño de esencia de azahar, verdadero artículo de lujo, apenas tiene rival como relajante y desodorante.


La dosis de esencia de azahar para uso interno es de 3 gotas, 3 veces al día. Se vierten sobre un poco (media cucharilla) de azúcar morena, o sobre miel, agua azucarada, zumo de frutas o infusión, y se toman con el estómago vacío o, tratándose de problemas del aparato digestivo, después de las comidas.


Para el insomnio usar 3 gotas en una infusión de hojas de naranja o limón antes de acostarse.


Para finalizar acabaremos hablando de otras dos partes del naranjo cuyas propiedades son prácticamente desconocidas. La primera es la semilla de la naranja, la cual seca y molida proporciona una excelente tisana purgativa. La segunda es la tisana de raíces de naranjo, usada en medicina veterinaria, que es un maravilloso vermífugo (contra las lombrices intestinales) para los perros, los caballos y otros animales domésticos. Este procedimiento es utilizado sobre todo por los gitanos.


Addenda sobre el Pomelo


El Pomelo o Toronja es otro miembro del grupo de los Cítricos (familia Rutáceas) que merece la pena mencionar en este artículo.


El Pomelo es el agrio de mayor tamaño y de ahí su denominación latina Citrus grandis o Citrus maxima. Sus frutos nacen en racimos, lo que también explica su nombre en inglés: grape-fruit. La corteza es de color amarillo claro (como un limón) y rica en esencias.


La pulpa, jugosa y refrescante, tiene un sabor ligeramente amargo. Ahora se empieza a extender una variedad de pomelos de pulpa rosada muy dulce y apreciada.


Se consume generalmente al natural, cortado transversalmente, y se come con cucharita o en forma de zumo. También desgajado o cortado en daditos formando parte de ensaladas. Desde el punto de vista dietético une las propiedades de la naranja y las del limón.


El zumo contiene un 90% de agua y 70 mg de vitamina C por 100 gr. Esta riqueza en vitamina C y su pobreza en calorías -es muy pobre en azúcares- lo convierten en la fruta ideal para las dietas de adelgazamiento.


Debido justamente a su pobreza en glúcidos tiene un peculiar sabor ácido y amargo que puede suavizarse añadiendo canela, sin recurrir necesariamente al azúcar. También puede mezclarse con zumo de naranja con el mismo fin.


Comer pues pomelos o beber su jugo contribuye a disminuir el exceso de peso. En efecto, produce saciedad debido a su contenido en pectina, un tipo de fibra vegetal que, además, disminuye la absorción intestinal de grasas y azúcares; es pobre en calorías y rico en vitamina C y potasio, mineral que favorece la eliminación de líquidos sobrantes a través de su acción diurética.


El zumo de pomelo es alcalinizante, favorece la eliminación de toxinas y posee propiedades depurativas. Es aperitivo, mejora las funciones digestivas y favorece las hepáticas. Constituye una de las mejores bebidas para estómagos delicados, sobre todo tomando el zumo en ayunas o antes de las comidas. También los que sufren de hiperclorhidria tienen en los pomelos una de las mejores medicinas.


En invierno el jugo se templa algo y se toma frío en verano. Se le puede añadir algo de miel o de sirope. En la India a los zumos de cítricos (limón, naranja, etc.) se les añade sal; de esta manera obtienen una bebida refrescante para los calurosos días del verano. Además, el ión sodio de la sal repone el perdido por la transpiración, previniendo peligrosas deshidrataciones.


Finalmente, según estudios de la Universidad de Ontario (Canadá), beber jugo de pomelo cuando se toman ciertos fármacos para reducir la presión arterial puede llegar a doblar el efecto de éstos. El tipo de medicación antihipertensiva que parece ser influenciada por el pomelo -no sucede lo mismo con el jugo de naranja- es la que contiene nifedipina (comercialmente Adalat, Cordilán, Dilcor, ...). Este dato es interesante, ya que puede permitir reducir la dosis del medicamento, naturalmente siempre bajo control médico.


Y ya por último hablaremos un poco de la semilla del pomelo. Recientemente se ha descubierto que extractos de dicha semilla son un poderoso medicamento antifúngico y antiparasitario. Ya se comercializa en casi todo el mundo un preparado que contiene dicho extracto, de nombre "Citricidal" (consultar en Internet). En España desde hace pocos años existe otro similar con el nombre de "Panacitril".


Para más información pueden consultar el interesante libro "La semilla de pomelo" (de Shalila Sharamon y Bodo J. Baginski). Ediciones Martínez Roca, S.A.




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