jueves, 14 de junio de 2012

Historia de los musulmanes en al-Ándalus. Viaje por la provincia musulmana de Málaga



VIAJE POR LA PROVINCIA MUSULMANA DE MÁLAGA




En un recorrido de 300 kilómetros se pueden visitar los restos de la época musulmana presentes en toda la provincia de Málaga






Málaga propone otra forma de ocio: un viaje al pasado. En un recorrido de 300 kilómetros se pueden visitar los restos de la época musulmana presentes en toda la provincia. La conquista realizada en el año 711 por los musulmanes supuso no sólo el asentamiento de nuevos pobladores, árabes y bereberes, sino también la fusión de un legado histórico y monumental de pueblos que, a lo largo de los siglos, se erigieron como testigos mudos de la época. En algunos casos, se trata tan sólo de pequeños restos que reavivan las batallas de antaño, mientras que en otros, las murallas permanecen como la herencia viva de musulmanes y cristianos.


Málaga, Casares y Antequera son algunos de los municipios que presentan una atractiva ruta de monumentos de la época


Ocho municipios malagueños resaltan por sus restos arquitectónicos, algunos bastantes deteriorados y otros en los que parece que no hayan pasado los siglos.


Málaga


El recorrido comienza en la capital. Málaga cayó bajo dominio árabe en el año 743. Se convirtió en una ciudad floreciente, rodeada por una muralla con cinco enormes puertas. Numerosos suburbios componían la ciudad con una ruta que los recorría de este a oeste conectando el Puerto y La Alcazaba con toda la zona interior a la muralla. Los restos de La Alcazaba -fortificación palaciega de la época musulmana- se encuentran en las faldas del monte Gibralfaro en cuya cumbre se halla el castillo del mismo nombre. Alcazaba y castillo están unidos por un pasillo de monte resguardado por dos murallas zigzagueantes o rampantes llamado La Coracha. Otro de los monumentos de la época que se conservan es la Puerta de Atarazanas, que fue construida por Abderramán III en el siglo XIII.


Mijas


Continúa el recorrido. Tras visitar la capital, a 30 kilómetros de Málaga se encuentra un enclave único en la sierra a más de 400 metros de altura. Mijas fue un poblado perteneciente a la Turdetania, fundado junto a la fortificación de la que todavía quedan restos, la actual muralla, y que se reducen a alguna puerta o al trozo de muralla que habla de la solidez con que fue construida. Fenicios y griegos pasaron por aquí pero fue conquistada por los musulmanes después de la toma de Málaga, en el año 714. La iglesia de la Inmaculada Concepción es el enclave musulmán por excelencia de este municipio. El templo fue levantado en el siglo XVI, sobre los restos de una antigua mezquita, siendo uno de los primeros edificios religiosos en la población. Es un templo de tres naves separadas por arcos de medio punto, con artesonado mudéjar en la central y capillas laterales. En su exterior destaca una torre campanario.


El Castillo de la Estrella o los baños árabes son algunos de los reclamos


Pero este santuario no es la única referencia viviente de la época musulmana. La muralla árabe es el único resto que se conserva de una antigua fortaleza que protegía la población. En sus alrededores existen unos jardines en los que destaca un mirador y el santuario de la Virgen de la Peña, patrona de Mijas. Este templo fue excavado en la roca y sobresale en la ladera del monte. En su interior se guarda la imagen de la Inmaculada.


Casares


El municipio de Casares forma parte importante del catálogo de pueblos blancos malagueños asentados sobre la montaña, en este caso sobre dos cerros y su correspondiente hondonada, por lo que su propia configuración urbana de origen musulmán es ya de por sí un importante atractivo para el turismo. De la belleza de este pueblo da idea el hecho de que está declarado conjunto histórico-artístico desde el año 1978.


En la parte alta del pueblo se encuentran los elementos arquitectónicos más sobresalientes del municipio. Las ruinas de su fortaleza árabe conforman su estructura que es irregular debido a su obligada adaptación al relieve del entorno. Otro de los elementos árabes es la iglesia parroquial de La Encarnación que presenta tres naves separadas por arcos de medio punto apeados sobre pilares, sin que se conserve ninguna bóveda. Presenta una torre de tradición mudéjar.


Los orígenes de la Ermita de la Vera Cruz se remontan al siglo XVI. Hoy sólo queda una parte de la bóveda de la nave única. Otros de los elementos arquitectónicos que se pueden visitar son los baños sulfurosos. Aunque su origen es romano, sufrieron una remodelación árabe en la época califal.


Ronda


En el año 713, Ronda abre sus puertas, sin presentar batalla, al jefe bereber Zaide Ben Kesadi El Sebseki. La ciudad pasa a denominarse Izn-Rand Onda (la Ciudad del Castillo) convirtiéndose en la capital de la provincia andalusí de Takurunna. Con la desintegración del califato de Córdoba, la Cora de Takurunna pasa a convertirse en la Taifa de Ronda. Será durante este periodo cuando se crea la mayor parte del patrimonio monumental con que cuenta el casco histórico de Ronda y los arrabales. Las obras arquitectónicas por excelencia en esta época son los baños árabes.


Este recinto termal, de época musulmana, es el mejor conservado de la Península Ibérica. La cronología de estos baños se remonta a los siglos XIII-XIV, estructurándose éstos en tres zonas fundamentales, siguiendo el modelo romano: salas de baño frío, templado y caliente. Hasta la actualidad ha llegado prácticamente en su integridad el sistema hidráulico de los mismos. El edificio está cercado con un muro de arcos ciegos, que forman el acueducto, y tiene una torre al fondo con una caja de noria. Del mismo modo conserva el área de calderas donde se calentaba el agua.


Teba


El mundo islámico dejó en Teba importantes yacimientos como el de Nina Alta y monumentos tan significativos como el Castillo de la Estrella -hisn atiba-, el más grande de la provincia de Málaga, junto al de Bentomiz (en Arenas, Axarquía).


La fortaleza, de la que no existen evidencias arqueológicas relevantes anteriores al imperio almohade, ocupaba una superficie de 25.000 metros cuadrados y presentaba dos recintos amurallados. El exterior se adaptaba al terreno, tenía barbacana al noreste y disponía de 18 torres, todas cuadradas excepto una circular situada al noreste y otra octogonal albarrana al norte.


Sus murallas pertenecen a la época almohade (siglos XII- XIII), aunque la llamada Torre del Homenaje y los restos de la primitiva iglesia son de época cristiana. No sería hasta el siglo XVII cuando el castillo pierde su valor estratégico y militar, que volvió a recuperar durante unos años al ser ocupado por las tropas napoleónicas, quienes instalaron aquí una potente guarnición que causó graves daños en los lienzos de las murallas.


Antequera


Durante la dominación musulmana se la conoció como Medina Antakira. En aquellos momentos, la ciudad se convirtió en una importante ciudad fronteriza. Para defenderse de las tropas católicas se construyó La Alcazaba de Antequera, siendo su torre más importante la del Homenaje.


Dentro del conjunto amurallado de la medina islámica se distinguían dos recintos más o menos diferenciados: la Alcazaba, que ocupaba todo el coronamiento del cerro, y un segundo anillo que, bajando desde la Puerta de la Villa, continuaba hacia el Postigo del Agua y Puerta de Málaga, para volver a unir con la Torre Blanca.


Archidona


Conocida como la Arsiduna árabe su conquista se produciría entre los años 711 y 713. ¿Qué testimonios materiales han quedado de esta época? Destaca visualmente el recinto fortificado del Cerro de Gracia, del que se conservan un cinturón de muralla hacia media ladera y los restos del castillo que ocupa la atalaya. En el recinto de la fortaleza se conserva además un aljibe, con bóveda de medio cañón dotada de una abertura para el abastecimiento con agua de lluvia.


En dicho conjunto se mantiene buena parte de la estructura de una mezquita árabe, la única conservada en la provincia de Málaga de época andalusí, cuyos restos forman parte de la arquitectura del posterior templo cristiano, actual Santuario de la Virgen de Gracia. El alminar o minarete conserva parte de la estructura musulmana, siendo su remate en chapitel una incorporación del siglo pasado que vino a sustituir una antigua terminación aterrazada.


Vélez-Málaga


La ciudad de Ballis (Vélez-Málaga) en la etapa musulmana fue próspera cabeza de toda la región denominada Al-Sarq (el oriente). Tenía alcazaba preeminente, una amplia medina y dos arrabales a mediodía. En uno de estos arrabales, el de San Francisco, se conservan restos musulmanes del alminar de una mezquita, donde se ubicó el convento de San Francisco, y de un arco decorado con ataurique y epigrafía de algún edificio notable del arrabal. El alminar pertenece a la etapa almohade o primera época nazarí (siglo XII hasta comienzos del siglo XIV), y el arco a la ultima etapa nazarí, finales del siglo XIV principios del XV.



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