ANDALUCÍA: El origen del nombre
según los autores árabes .
Georgeos Diaz Montexano
*ATLAS = *ANTALAS = *ANDALAS = ANDALUS =
ANDALUCIA.
Mapa
que aparece en el “Livre de Roger”. Sicilia, 1154. Copia del siglo XIII,
Maghreb. Según datos del autor árabe Al-Idrîsî. España aparece mencionada como
la “Península de Al-Andalus”. Se mencionan islas habitadas y desaparecidas
frente a la Península de Al-Andalus o España. ¿Recuerdo del piélago de Atlantis
o Atlántida de Platón?
“El
origen del nombre Al-Andalus ha sido tema de debate entre los especialistas, y
todavía hoy en día las opiniones están encontradas. En la mayoría de los casos,
la cantidad de seguidores de una determinada teoría depende más del nivel de
prestigio del autor o sea, de su autoridad, que de las propias evidencias. El
nombre de Al-Andalus apareció por primera vez en una moneda bilingüe
latino-arábica, cinco años después de la “conquista” islámica. La moneda
presenta la inscripción latina “Span(ia)” y la árabe “Al Andalus”(1).
Historiadores y geógrafos musulmanes posteriores expusieron que el nombre
derivaba de un pueblo de primitivos habitantes “antediluvianos”, pero desde que
el islamólogo holandés Reinhardt Dozy (1820-1883), autor de la famosa obra
“Historia de los musulmanes de España” (4 vols., Turner, Madrid, 1994), propuso
la teoría de que el nombre de al-Andalus era una derivación de *Vandal(2), por
los vándalos, esta ha sido la teoría más adoptada -casi como un dogma- por
muchos arabistas e historiadores modernos. Sin embargo, esta teoría no presenta
ningún fundamento real como veremos en lo adelante. No existe ningún documento
que acredite que la Bética se llamó en alguna ocasión *Vandalicia o
*Vandalucía. Esta derivación resultaba imposible también por evidentes razones
históricas: los vándalos sólo vivieron por corto tiempo en Andalucía (411-429)
antes de embarcarse hacia África del norte.
La teoría gótica o germánica
En
fecha más reciente, Heinz Halm(3) ha propuesto la teoría de que “Al Andalus”
sería una arabización del nombre visigodo de la antigua provincia romana
Bética. Según Heinz Halm, los visigodos se repartirían las tierras conquistadas
mediante “sorteos”. Las tierras repartidas se llamarían “Sortes Gothica”. En
las fuentes escritas en latín se halla la expresión “Gothica sors” para
designar del reino godo en su conjunto. Desde aquí supone el citado islamólogo
que sería posible creer que la correspondiente designación en legua goda, que
sería “Landa-hlauts” (“tierra de sorteo”), se transformaría en “Al-Ándalus”,
con lo cual quedaría también explicado el notorio artículo árabe al-.”
En
cuanto a la teoría de Heinz Halm, apuntamos que no ha sido aún demostrada como
algunos de sus seguidores afirman irresponsablemente. La teoría de Heinz Halm
se basa más en “suposiciones” o “asunciones” que en datos que puedan ser
corroborados. Se parte de la “presunción” de que los árabes pudieran haber
confundido la también supuesta frase visigoda *Land hlauts (pronunciada
aproximadamente como “Land jlods”) como *Landalos. Debe quedar constancia de
que no se ha hallado hasta la fecha ni un solo documento escrito que acredite
ninguna de las dos formas.
En efecto, Land en gótico significaba “país y campo” y hlauts “suerte, parte, herencia”. Pero no es sostenible, desde el punto de vista lingüístico, que los árabes confundieran la supuesta frase de “Land hlauts” (pronunciado “land jlods”)como “Al Andalus”, ya que Al- es un artículo árabe, independiente de la palabra “Andalus”. La lengua árabe no presenta ninguna dificultad en la pronunciación de las l iniciales, por lo que no tiene sentido su desaparición en la supuesta transformación que propone Heinz Halm desde *Land-hlauts a *Landalos y de esta hacia la forma *Andalos. Un árabe que hubiera escuchado la supuesta frase “Land hlauts”, lo cual, como ya he apuntado, sonaría algo así como “land jlods” o “Land jlots” podría haberlo traducido perfectamente, por muy mal que lo entendiera, como “land-jlods”, “lan-jlods” o “lan-jlos”, puesto que todos estos sonidos existen en la lengua árabe. Al adicionársele el artículo al- (lo cual hacían con la inmensa mayoría de sus denominaciones geográficas) habría quedado pues como *Al-Land-jlods o *Al-Landa-jlods, pero muy difícilmente como Al-Ándalus.
Suponiendo
aún que desapareciera el sonido gutural de la h gótica -que al igual que la
enfática inglesa de house presentaba un sonido cercano a nuestra j castellana y
al mismo fonema que también existía y existe en el árabe- habrían transcrito
*Al-Land-lods, o *Al-Lan-lods, pero es practicamente imposible que lo hubieran
derivado en “Al-Andalus”.
La teoría de Atlantis o de la Atlántida
Esta
teoría de Heinz Halm se considera hoy en día como la más aceptable. Sin
embargo, existe otra teoría que parece mucho más lógica y viable: la teoría de
Al-Andalus como interpretación del nombre de Atlantis o *Antalasi, el nombre de
la Isla Atlántida. Apoyamos esta teoría sustentándonos en varias referencias de
autores andalusíes y en la opinión de dos importantes investigadores españoles,
Fernández Amador y de los Ríos y el eminente filólogo español don Joaquín
Vallvé Bermejo, quien ha defendido esta teoría en su trabajo erudito “La
división territorial de la España musulmana” (CSIC, Madrid, 1986) La ecuación
Andalus=Atlantis (o *Andlas) fue defendida por los propios autores andalusíes.
A principios de siglos el gran historiador y filólogo español Juan Fernández
Amador y de los Ríos expuso por primera vez, basándose en afirmaciones de los
cronistas medievales hispano-musulmanes, que el mismo nombre de Andalucía sería
una variante (por metátesis o intercambio de sonidos) del nombre Atlantis dado
por los autores griegos a la Isla Atlántida.
La
existencia de una moneda bilingüe arábico-latina con el nombre de “Span(ia)” y
“Al Andalus”, confirma algo ya intuido, que “Andalus” o “Al-Andalus” fue la
forma primitiva usada por los andalusíes para denominar a Hispania o Spania
entera, no solo a lo que hoy conocemos como Andalucía. Si los andalusies
musulmanes de aquél entonces afirmaban que Al-Andalus era el nombre dado a
Hispania por los antiguos pobladores antediluvianos (Andalusim, Andalusies o
Atlantes) en base a tradiciones comunes sobre la Atlántida y el mar Atlántico,
que eran muy conocidas en aquellos tiempos por los musulmanes, deberíamos darle
mucho mas peso a lo que ellos mismos afirmaban que a una hipótesis de un
investigador, curiosamente de origen germánico o gótico, que se basa en
“supuestas” confusiones de los árabes sobre una también “supuesta” frase de la
que hasta ahora no existe ni la mas mínima referencia o prueba de que haya sido
usada jamás por la población hispana a la “supuesta” llegada de los árabes.
Aceptar como mas válida, precisamente, a la menos sostenible y menos
fundamentada de las hipótesis, al menos, desde el punto de vista de la razón y
el sentido común que el verdadero espíritu científico exigen, es un completo
absurdo. Pero analicemos en profundidad la teoría de “Andalus=Atlantis”.
Como
ya adelantábamos a principios del siglo XX el gran historiador y filólogo
español Juan Fernández Amador y de los Ríos defendió basándose en afirmaciones
de los cronistas medievales hispano-musulmanes que el mismo nombre de Andalucía
era una variante, por metátesis, del nombre de Atlantis. Esta conclusión es
también defendida hoy en día por el eminente filólogo español don Joaquín
Vallvé Bermejo. Este autor dice que la expresión árabe Ÿazirat al-Andalus “isla
de al-Andalus” es una traducción pura y simple de “Isla del Atlántico” o
“Atlántida”, la cual era mencionada también como Yazirat al-Atlasi. Esta
puntualización de los historiadores andalusies y de Vallvé Bermejo cobra ahora
grandes visos de verosimilitud, sobre todo cuando he hallado que, también en
las lenguas indoeuropeas antiguas y en muchas indoiránias, existen unas
variantes de la voces Atlas y Atalas “el espacio intermedio” que se pronuncian
como Andara y Andala. O sea, que el nombre de Andalucía no sería mas que otra
forma “atlante” del mismo nombre de Atlantis o de la Atlántida.
Según
Vallvé, los textos musulmanes que dan las primeras noticias de la isla de
al-Andalus y del mar de al-Andalus, se clarifican extraordinariamente si
sustituimos dichas expresiones por “isla de los atlantes” o “isla Atlántida” y
por “mar Atlántico”. Lo mismo podría decirse del mitema de Hércules y las
Amazonas, cuya isla, según los comentaristas musulmanes estaba situada en el
Yauf al-Andalus, lo cual, según Vallvé, puede interpretarse como “al norte” o
en “el interior del Mar de Andalucía” o “mar Atlántico”. Resulta curioso que
los autores andalusíes, al igual que los griegos, denominaban con el término
Yazirah (isla) tantos a las islas como a las penínsulas. De hecho, se conocen
referencias a territorios mesopotámicos con el nombre de Yazirah. Otra prueba
sobre esta tradición de denominar a regiones costeras y extremas como islas o
penínsulas la hallamos en el propio nombre árabe de Marruecos, ya que en las
referencias más antiguas se registra la forma “Yazirat al-Magrib”, “Isla del
lugar donde se pone el sol” o “isla del Poniente”. Platón siempre se refiere a
la Atlántida como “Nêsos Atlantis” o sea, “Isla o Península de Atlantis”, a la
que ubica delante de Gibraltar, colindando con Gades por un lado y con el Atlas
por el otro. Al respecto ver mis artículos publicados en el nº 5 de esta misma
publicación.
Los
estudios del arabista D. Joaquín Vaillé, en los que se replantea la invasión
musulmana, están considerados como una de las aportaciones más interesantes por
la nueva interpretación de las fuentes. Según el citado autor, la etimología
del Al-Andalus aparece ya en tradiciones que se atribuyen a Mahoma o a la
poesía Árabe pre-islámica lo que apunta un origen Oriental. En las primeras
crónicas de Al-Andalus, aparece el nombre como el otorgado a una isla
(Yazirat). El nombre Algeciras derivaría también de *Al-Geziras y este de
Al-Yazirat. Y Gadira aparece referenciada como Yazira-Al-Jhadra una arabización
de Gadeira = Gades.
En
dichas crónicas se encuentran también los nombres “Yazirat Al-Andalus”,
“Bahr-Al-Andalus” asociados al de un mar que sólo podría tratarse del
Atlántico. Basándose en esto Vallvé opina que la denominación de Al-Andalus es
una traducción igual, pura y simple, de la de una “isla del Atlántico”
(Andalus) o Atlántida, resultado de una transmisión literaria del mito de
Platón que se difundiría por el mundo Oriental.
Otro
antropónimo es Tarif. Vallvé niega la existencia de Tarif y opina que es un
personaje inventando porque no se menciona en los textos Norteafricanos, por
eso opina que fue inventando para dar lugar al nombre de Tarifa. Mi hipótesis
es que Tarifa es una derivación de Tartessos. He hallado mapas medievales y
documentos donde Tarifa aparece referenciada como Tarissa, por consiguiente
pudo haber sufrido metátesis y evolución fonológica desde la forma *Tarissia, y
esta desde las formas *Tarassia < *Tarssia < Tarssis < *Tartess <
Tarte-ssós y *Tarte.
Concluyendo:
coincido pues con Vallvé en que existen muchos más datos objetivos para defender
la teoría del origen “atlante” del nombre de Andalucía. Los estudios que vengo
realizando desde hace ya más de diez años me han llevado a concluir que tanto
Platón como todos los autores que hablaron de la legendaria Atlántida, hasta
los tiempos medievales y la época hispano-musulmana, siempre ubicaron a la
Nêsos Atlantis, “Isla o Península de Atlantis”, en el entorno de Gibraltar
entre Gades (Andalucía) y el Atlas (Marruecos). En este sentido, mis estudios
corroboran los estudios del Catedrático de la Universidad Complutense de
Madrid, Joaquín Vallvé; mientras que los suyos corroboran los míos. Andalus
sería pues una derivación de formas árabes, persas, siriacas o coptas, usadas
para denominar a la Isla Atlantis citada por Platón. Adelanto que estas podrían
ser *Andala, “el espacio intermedio”, “el centro” o “eje”, como el dios Atlas o
bien *Antalos, probablemente por asociación con el semidios Anteo quien al
igual que el dios Atlas o Atlante vivía al pie del monte Atlas. Supongo que
algún día tendremos las pruebas documentales. Eso esperamos.
NOTAS:
(1)
Un dinar que se conserva en el Museo Arqueológico de Madrid.
(2)
El asterisco * precediendo a una palabra significa que esta no ha sido
documentada o registrada mediante ningún tipo de inscripción o documento
histórico.
(3) Halm, H.: “Al-Andalus und
Gothica Sors”, en Welt des Oriens, 66, 1989, págs. 252-263.
BIBLIOGRAFIA:
“Alandalús, es decir, España”. Salvador Peña Martín y Miguel Vega Martín. http://cvc.cervantes.es/trujaman/anteriores/diciembre_00/15122000.htm
“Al
Andalus: 800 años de convivencia intercultural”. Shamsuddin Elia.
http://es.geocities.com/khiroune5/k8.html
“La
Geografía de Al Idrîsî”. http://classes.bnf.fr/idrisi/
“La
conquista y sus itinerarios”. Joaquín Vallvé. Catedrático de la Universidad
Complutense de Madrid.
http://www.almendron.com/historia/medieval/invasion_arabe/invasion_11.htm
“Antigüedades
ibéricas”. Juan Fernández Amador de los Rios. Pamplona : Nemesio Aramburu ,
1911.
“Textos
de Platón”. Versión griega y transcripción en caracteres latinos. Georgeos
Díaz-Montexano.
http://usuarios.lycos.es/atlantisiberia/cultura/id7.htm
http://usuarios.lycos.es/atlantisiberia/cultura/timaios_kritias.htm
“La Atlántida entre Iberia y África” Introducción a la Atlantología Científica. Georgeos Díaz-Montexano. http://www.laAtlantida.info
©
Copyright 1994/2003 Georgeos Díaz-Montexano “Scientific Atlantology
International Society” (SAIS).
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