LOS CASTILLOS DE SANTISTEBAN Y
PEÑAHORADADA,
EN LA PROVINCIA DE JAÉN,
DURANTE LA DOMINACIÓN MUSULMANA
Al
publicar en 1909 mi
libro, titulado Santisteban del Puerto
y
su comarca: datos históricos, que dediqué á la Real Academia
de
la Historia, recibí entre otras una carta doctísima, que conservaré
siempre
con la mayor estimación y reconocimiento, tanto
por
su contenido como por la circunstancia de ser el firmante
•de
ella el sabio ingeniero, arquitecto, orientalista, historiador, y
á
la sazón Director de la precitada Real Academia, el Excelentísimo
Sr.
D. Eduardo Saavedra y Moragas. De esta carta extraigo
el
párrafo siguiente: «Mi objeto—dice el Sr. Saavedra—era cerciorarme
de
que el famoso castillo de Sant Esteban, que tanto
^figuró
en las historias de las rebeliones de Andalucía en los si-
»glos
ix y x, era precisamente el de Santisteban del Puerto,
s>pues
Abderrahman III lo tomó junto con Peñahoradada; y en
^efecto,
algún tiempo después he tropezado con ese nombre en
^>los
libros de la Montería de Alfonso XI, en el capítulo relativo
ȇ
la comarca de Siles. Ahora la descripción, que usted nos
©ofrece
de las localidades, convence más y más de que Santisteoban
fué
el último y fortísimo baluarte de la gran insurrección
»
andaluza».
Estas
manifestaciones de personalidad tan ilustre y estudiosa^
feícieron
nacer en mí el natural deseo de analizar el hecho y
estudiándolo
confirmar por mí mismo la correspondencia de Ioslugares
de
Sant Esteban y Peña Forata con los de Santisteban
del
Puerto y Peñahoradada; investigaciones, de cuyo resultadodará
cuenta
el presente Informe.
7 2 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA
HISTORIA
Antecedentes
históricos de la cuestión.
En
la segunda mitad del siglo ix, reinando Mohámed I en Córdoba,
estalló
una formidable insurrección, tanto en Andalucía
como
en Murcia y Extremadura; ésta hubiera hecho desaparecer
el
imperio musulmán de España recientemente constituido, sí.
todos
los que tomaron parte en aquella rebelión hubieran procedido
de
acuerdo, mas no fué así, y por falta de la unión necesaria
entre
ellos, unas veces victoriosos en un sitio y vencidos en
otros,
fueron prolongando aquella situación, por demás crítica*,
hasta
el reinado de Abderrahman III. El cual, tan pronto cornoempezó á
reinar (31 Diciembre, 912), se dispuso á ponerse en
persona
al frente del ejército pacificador, y en breve plazo domeñó
todo
cuanto se le oponía en las provincias de Jaén y Granada.
Las
peripecias y el éxito de aquella campaña gloriosísima
se
cuentan precisamente en el BayánAlmogrib, crónica árabe,.
que
abraza los siglos vin, ix y x, impresa en su propio idioma
por
el Sr. Dozy, y traducida recientemente al francés por el célebre
arabista,
catedrático de la Facultad de Letras de Argel,,
Sr.
Fagnan (i),
Esta
obra, en la pág. 169 del texto árabe y 271 de la traducción
francesa,
dice, que tomada Salobreña, cerca de Motril, seocupó
el
Sultán en pacificar y reorganizar la provincia de Granada^
y
que luego atacó dos castillos fortísimos} asi por la naturaleza
como
por el arte, que ganó después de veinte días de asedio..
Tras
ello regresó d Córdoba, no sin dejar pacificada la provincia
de
Jaén.
Si
á esto se añade que los castillos antedichos inferían graves-,
daños
á los habitantes de la región granadina, como se deduce
claramente
del texto árabe, clara será la consecuencia de que
debían
encontrarse situados al Norte del mismo país y al Sur déla
sierra,
estando enclavados en tierras de la parte septentrional
(.1)
D. Francisco Fernández y González, emprendió una traducción al' castellano
de esta obra, pero desgraciadamente no pudo llevarla á término.
LOS CASTILLOS DE SANTISTEBAN Y
PEXAHORADADA 73,
de
la provincia de Jaén, cuyo territorio no bien dichos castillos
fueron
sometidos por el sultán, quedó completamente pacificado.
El
libro de Bayán Almogrib llama al uno de estos dos castillos
tomados
por Abderrahman III, Sant Esteban; y al otro
'Lhj-3
L:J ; nombre que por la supresión de vocales (tan común en
los
escritos árabes), lo mismo puede leerse Peña Forata que Peña
Ferrata.
A la lectura Forata, que vale horada ú horadada, el
eminente
orientalista holandés Dozy, se atuvo, escribiendo (i):
«Puis
nassant par Salobreña et prenant la route d'Elvira, le sultán
attaqua
et prit San Estevan et Peña Forata, deux nids de
vautour
qui étaient f effroi des habitants d'Elvira et de Grenacle.
Des
lors les provinces d'Elvira et de Jaén, étaient purgées de brigands
et
pacifiées.» Con estas líneas Dozy parece afirmar que los
castillos
se hallaban en el trayecto de la ruta que iba de Salobreña
á
Granada; mas como lo advierte el Sr. Saavedra, el texto
árabe
no lo afirma; y por esto el Sr. Simonet (2), fijando el primer
castillo
en Santisteban del Puerto, atribuye el sitio de Peña
horadada
á uno enclavado en la comarca de Siles, y partido
judicial
de Segura de la Sierra, en el extremo NE. de la provincia
de
Jaén, precisamente muy próximo á la convergencia de
esta
provincia con las de Granada, Murcia y Albacete.
Pero
es el caso que existe otro castillo llamado en la actualidad
Peñahoradada,
á unas ocho leguas próximamente de Santisteban
del
Puerto; y de consiguiente, se nos ofrece una cuestión
totalmente
nueva, que vengo á plantear y trataré de resolver,
describiendo
la situación de ambos lugares de Peñahoradada,
y
aprovechándome de los datos suministrados por otras fuentes
de
información, y en especial por el Sr. Saavedra.
Descripción
topográfica.
1.
Hablaremos primeramente del situado á unos cinco kilómetros
al
Sur de la población de Siles. En aquel punto encuén-
(1)
Histoire des mttsulmatis d'Espagne, tomo 11, pág. 331. Leyde, ISÓI.
(2)
Memorias de la REAL ACADEMIA DE LA
HISTORIA, tomo XIII, páginas-
945
Y 949- Madrid, 1903.
74 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA
HISTORIA
trase
una roca de gran tamaño con una oquedad en el centro
conocida
siempre por aquellos vecinos con el nombre de Peña
horadada,
sin que tenga "otra particularidad digna de mención; y
nosotros
no la hubiéramos citado á no ser porque á unos cuarenta
metros
de ella hacia la parte sur existe otra mucho mayor en altura
y
circunferencia que no tiene acceso natural, pero que encontrándose en
su cima restos de edificaciones antiguas, es lógico suponer
que cuantos residiesen en aquel promontorio habían
necesariamente
de tener por dónde comunicarse con el exterior,
y
que esto tendría lugar por conductos subterráneos; puesto
•que,
como se ha manifestado, es impracticable la subida.
La
cumbre de esta roca no es una planicie como la del castillo
de
Santisteban del Puerto. Es un plano inclinado que cuenta
con
más de una hectárea de terreno. La posición de las rocas
citadas
no puede presentarse á nuestra vista en forma que más
nos
interese y que resulte más estratégica; se las contempla enclavadas
en
el centro de un amplio puerto, y dominándose un
grande
horizonte á un lado y á otro, desde la parte superior de
ellas.
Los cerros, que une el puerto, son bastante altos, denominándose
el
de la parte Norte «cerro de Bucentaina», el de la
parte
Sur «calar de Nava del Peral». Por medio del puerto, del
que
hablamos, atraviesa en toda su longitud un camino real que
se
conoce en el país con el nombre de «collado de los Berzales».
El
Sr. D. Cleto Ibáñez, ilustrado médico de Siles, á quien se
debe
la mayoría de los datos anotados, me dice en una apreciable
carta
que «mirando por la parte del Poniente del calar de
Nava
del Peral en dirección Sur á unos tres kilómetros próximamente,
hubo
minas, que bien pudieran denominarse Segura
la
Vieja, porque del poblado que llevó este nombre se aprecian
vestigios
á unos quinientos metros más arriba de las minas». Los
•dos
cerros ya descritos, Segura la Vieja y las minas, están á la
vista
de Peñahoradada.
Así
como los cerros y puerto sobredichos pertenecen al término
de
Siles, el sitio de las minas y Segura la Vieja corresponden
actualmente
al término municipal de Segura de la Sierra, colindante
con
aquél y ambos del mismo partido judicial.
LOS CASTILLOS DE SANTISTEBAN Y
PEÑAHORADADA 75
Para
dar una idea más exacta de la posición que ocupa Peñahoradada,
presentamos
el adjunto croquis.
2.
El segundo castillo de Peñahoradada muy cerca está de
la
carretera de Albacete á Jaén, en el trozo comprendido entre
Jaén
y Baeza, á legua y media próximamente de esta población.
Incluyese
dentro de la finca La Laguna, propiedad del Marqués
de
este título, y es un edificio antiguo sin carácter de época.
Parece
en parte recompuesto, ocupando un lugar que no da
una
verdadera idea de lo que fuera una fortaleza poderosa durante
la
dominación árabe ni en tiempos de la Reconquista. En
él
se han alojado más de una vez varios destacamentos de la
Guardia
civil.
Aun
cuando se le ve en una parte prominente del terreno, su
situación
estratégica no es comparable con la que ostenta el de
Peñahoradada
anteriormente descrito; pues aun cuando existen
por
este sitio en que nos ocupamos muchas ondulaciones del
terreno,
á su vista nunca podrá formarse la idea de haber sido
aquél
un castillo que resistiera veinte días de asedio llevado á
cabo
por las aguerridas tropas de Abderrahman III.
3.
El Sr. Saavedra, al escribirme respecto á esta cuestión>
•deja
entrever de que Peña Forata fuese el de Peñahoradada de
Siles,
fundándola en que desde aquel sitio las tropas rebeldes
podían
molestar más á las fieles del Califa, que residían en Granada,
y
podían con más facilidad realizar excursiones por el territorio
de
aquella provincia.
En
favor de esta resolución del problema, que tengo por cierta
y
segura, militan además las razones siguientes:
No
pudo encontrarse entre Salobreña y Granada, porque allá
no
hay nada, absolutamente ningún lugar en que pudiera presumirse
que
estuviesen los castillos de Sant Esteban y Peña Forata.
También
hay que desechar la suposición de que el de Peñahoradada
de
Baeza fuese el fuerte en cuestión, pues por su situación
geográfica
en el centro de la provincia de Jaén, por la topográfica,
por
su mayor distancia á la provincia de Granada y por los
restos
que aún se conservan de lo que fueran en otros tiempoSj
no
puede ponerse ni á discusión con probabilidades de éxito.
7 6 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA
HISTORIA
La
distancia que media entre Peñahoradada de Siles y Santisteban
es
de unas siete leguas próximamente; y esta es otra
razón
que prueba nuestro aserto; pues el Sultán sitiador bien
pudo
rendir un castillo antes y otro después, ó bien enviar tropas
simultáneamente
á los dos, que tan próximos relativamente
se
hallaban y eran los dos últimos puntos en que se habían refugiado
los
insurrectos.
Estado
actual en que se encuentran los castillos de Sant
Esteban
y Peña Forata.
La
villa actual de Santisteban del Puerto se halla rodeada de
tres
altos cerros llamados La Guarida, San Marcos y El Castillo.
Este
último con una altura de 820
metros (1) sobre el niveí
del
mar, cuenta en su parte superior con una extensa meseta,
casi
circular de unos 200
metros de diámetro, á cuyo alrededor
pueden
verse aún muchas ruinas de edificaciones propias de
fortalezas
poderosísimas. Las huellas de los siglos han producido'
grandes
destrozos en la obra; si bien puede notarse sin gran esfuerzo
que
dicha meseta estuvo rodeada de murallas sin interrupción
y
que de trecho en trecho de ellas estaban instaladas:
potentes
fortificaciones. De la cumbre del cerro partían también,
murallas
que rodeaban el primitivo pueblo, y á él bajaban subterráneos
por
los que éste se comunicaba con la fortaleza.
Este
castillo bien merecía el nombre de Alcázar y aun de1
Cmdadela
por su extensión; y reconócese todavía que dentro
del
perímetro de los fuertes existieron edificios que el tiempo
destruyó.
Seguramente cabían dentro de la meseta cómodamente
2.000
hombres, que hacían poderosísima la defensa en aquellos
tiempos
en que los medios de guerra estaban reducidos ai
arma
blanca y á los bólidos de las catapultas.
Indudablemente
se comunicaban los habitantes del fuerte con
los
del pueblo por las minas que partían desde el centro de la.
(1)
Según el mapa del Instituto geográfico y estadístico, núm, 885, de
la
provincia de Jaén,
LOS CASTILLOS DE SANTISTEBAN Y
PENAHORADADA 77
meseta:
una á la casa que actualmente se llama ele la mina, situada
en
el barrio de San Francisco, y la otra en. la casa actual
de
D. Amador Romero, en la calle del Senador Sanjuan. Dichas,
comunicaciones
son túneles amplios y de longitud de unos /OO
metros
próximamente, cuya construcción demuestra, dadas las
dificultades
del terreno, la importancia que se le reconoció á la
fortaleza,
cuando se procedió á tales construcciones.
Las
torres intercaladas en las murallas son unas huecas y otras
macizas;
hoy pueden admirarse aún en las alturas del cerro dos
fortísimas
á Levante, tres al Norte y otra ál Sur; siendo de notar
que
las inclemencias del tiempo han hecho despeñarse por
los
cuatro puntos cardinales altas murallas y fortificaciones enteras.
El
castillo de Peñahoradada que podemos llamar así, puesto
que
por ese nombre es conocido en la comarca de Siles, lo hemos
descrito
anteriormente; si bien no hemos manifestado el estado
de
conservación en que hoy se halla. Situado en la parte
superior
del cerro que existe al lado de la Peña, como en el de
Santisteban,
no se ven más que ruinas. Como aquel lugar es en
general
poco frecuentado para hacer estudios que descubran
nuevos
datos acerca de su historia, desconócense los sitios por
donde
pudieron comunicarse los habitantes de la cumbre con
los
del exterior; si fueron minas como en el castillo de Santisteban,
éstas
las ha ocultado el tiempo de tal manera que habría
que
realizar trabajosas excavaciones para descubrirlas.
Esto
es á grandes rasgos cuanto he podido ver y averiguar
respecto
al asunto que me propuse exponer al superior criterio
de
la Real Academia de la Historia, y deseando mayor y mejor
ocasión
de contribuir á los fines de su noble Instituto.
Santisteban del Puerto, 14 de Junio de
191c.
MARIANO SAN JUAN Y MORENO,
Correspondiente,
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