viernes, 21 de junio de 2019

FIN DE LA DOMINACIÓN ÁRABE Y EL REINADO DE LOS TAIFAS


FIN DE LA DOMINACIÓN ÁRABE Y EL REINADO DE LOS TAIFAS

Después del esplendor del siglo diez, el siguiente siglo fue el principio de la desintegración del gobierno central. El joven califaHisam II, fue separado del poder que el ambicioso Almanzor, su mayordomo, quería ejercer. Éste queriendo el apoyo de los juristas fundamentalistas, quemó obras heréticas de la biblioteca del predecesor de Hisam, Hakam II. Mientras que el jóven califa fue dado a placeres sensuales y a la indolencia, Almanzor trasladó la administración a un nuevo palacio. Además, su "reinado" fue de una gran actividad militar contra los cristianos. El resultado fue la extensión del territorio dominado y ocupado por los musulmanes (la mayor parte en León y Castilla). Los musulmanes marcharon sobre Barcelona y en el 997 una gran expedición saqueó y destruyó la iglesia y el sepulcro de Santiago de Compostela(respetando, sin embargo, la tumba del santo). Llevaron las campanas de la iglesia que iban a quedarse en Córdoba hasta 1236. También extendieron su poder al norte de Africa.

El período que va el 1008 al 1031 es en cierto modo uno de los más trágicos cuartos de siglo de toda la historia. Desde el pináculo de su riqueza, de su poder y de su esplendor cultural, 
al-Andaluz se desplomó en el abismo de una sangrienta guerrra civil. Ninguna autoridad central era capaz de mantener el orden en el país. Todo terminó en 1031 cuando un consejo de notables reunido en Córdoba decretó la abolición del califato y el establecimiento de un consejo del estado (que sólo gobernaba en la región de Córdoba). Las treinta ciudades más importantes tenían un gobernante más o menos independiente. Este período es conocido por el nombre de época de los reyes de taifas (banderías o "Party Kings" en inglés) que eran de los tres grupos étnicos: los beréberes, los esclavos y los andaluces (todos los musulmanes de origen tanto árabe como ibérico). Entre los andaluces, el más fuerte fue la de los Abbadíes de Sevilla. A pesar de las dificultades políticas, florecieron las artes y letras en las taifas especialmente en Sevilla.
La desintegración de la autoridad central permitió a los cristianos del norte hacer sentir su presencia. En vez de pagar tributo al califa, empezaron a exigirlo a los reyes de taífas. Al finales del siglo, grandes figuras de la Reconquista como Alfonso VI León y Castilla llegaron a imponer el tributo hasta a Sevilla; y Toledo se rindió en 1085. Es también la epoca del héroe nacional cristiano, El Cid. Como veremos más adelante, sin embargo, las "conquistas" tanto musulmanas como cristianas fortalecieron los reinos con los tributos y no figuraba casi el elemento religioso. Había muchos soldados cristianos en las fuerzas militares musulmanes y los cristianos a veces luchaban en favor de los musulmanes en sus disputas contra cristianos u otros musulmanes. 

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