LA MEDICINA EN AL
ANDALUS
INTRODUCCIÓN
La medicina en el mundo islámico, y por consiguiente el andalusí,
alcanzó un nivel de altísima cotas; por el contrario en el mundo cristiano se
encuentra estancada, prisionera de los monasterios y la religión. Para el
cristiano occidental sólo el alma y sus enfermedades interesan - cuantas cosas
se perdieron por el extremismo religioso -
La medicina árabe-islámica, y por ende la andalusí, pertenece al
saber médico clásico. Se trata de la conjunción de una ciencia y un arte.
La medicina fue, de todas las disciplinas practicadas en esa época,
la más interconfesional, también entre los médicos donde se pueden encontrar
las actitudes más "filosóficas y materialistas". La medicina fue sin
duda una de las moradas preferidas de la racionalidad -de la que la Edad Media
no andaba sobrada precisamente-.
La medicina andalusí fue admirada por los hispanocristianos,
reconociendo en ella una superioridad manifiesta sobre la existente en sus
propios reinos; muchos reyes y magnates cristianos fueron a Al Andalus a curar
sus dolencias, por ejemplo Sancho el Craso.
Muchas serían las bondades que podrían enumerarse de la medicina
andalusí, por ejemplo, el elevado nivel que alcanzó la botánica, la
farmacología y la investigación médica. Fue en Al Andalus donde se dignificó la
práctica quirúrgica gracias a personajes como Abul Qasim al-Zahrawi o a
Muhammad al-Safra, que alcanzaron las más altas cotas en especialidades como la
oftalmología y la epidemiología.
LITERATURA MÉDICA
Traducciones
Desde los primeros tiempos del Islam varios califas sintieron
atracción por la recuperación de la cultura clásica, predominantemente la
helénica, solicitando, unas veces como botín de guerra y otras como obsequio,
libros de las más diversas materias. Es en línea con esta tradición como se
empiezan a relizar en Al Andalus traducciones de textos clásicos.
El basileus bizantino Constantino VII Porfirogeneta envió como regalo
a Abd al-Rahmán II un ejemplar de la Materia Médica de
Dioscórides. Ante la imposibilidad de realizar una traducción correcta, el emir
cordobés solicitó que le fuera enviado un traductor; el emperador bizantino le
envió al monje Nicolás,éste junto a un grupo de botánicos y médicos cordobeses,
entre los que se encontraban Hasdai ibn Shaprut, Ibn Yulyul y Muhammad ibn
al-Kattani realizaron la primera traducción realizada sobre temas médicos.
Tras esta primera traducción se crea una escuela de traducción en
Córdoba, ésta institución será pionera en la especial dedicación de los
andalusíes hacia el tema de la botánica, la farmacología y la medicina.
Tratados médicos andalusíes
Los médicos andalusíes no se limitaron exclusivamente a estudiar a
los clásicos, también fueron prolijos a la hora de redactar sus propios
compendios médicos tratando los más diversos temas. En muchas ocasiones fueron
verdaderos maestros que sirvieron de guía a generaciones de médicos en los
siglos posteriores al fin de Al Andalus.
Posiblemente el primer tratado médico andalusí es el de Abu Maewan
Abd al-Malik ibn Habib (Huetor de Vega h. 790 -Córdoba 853), fue autor
del Kitab al-Arab (Libro de la Medicina de los árabes). La
obra se divide en dos partes: en la primera refleja lo que se da en llamar "medicina
del Profeta", compendio de la medicina tradicional árabe -con mucho de
empirismo y algo de racionalidad-; la segunda parte está dedicada a la mención
de medicamentes simples a la vez que propone una terapéutica basada en los
principios de Galeno. Según Fernando Girón [1], es la primera vez que se
escribe el Al Andalus sobre medicina científica. Otro de los pioneros de la
literatura médica andalusí fue Abd al-Malak ben Habur (m. 987 Córdoba)
Será en el siglo X cuando aparecerán los primeros grandes maestros de
la medicina andalusí. El primero que hay que citar es Abul Qasim al-Zahrawi
(Abulcasis) (Medina Azahara h. 936 -Córdoba 1013), su gran obra es el Kitab
al-tasrif li-man ayiza al-taalif (Libro que permite actuar a quién
quiere prescindir de otras compilaciones). La obra tiene objetivos pedagógicos,
así lo demuestra el propio título y la introducción del mismo en la que aparece
dedicado a sus estudiantes.
El Tasrif es la obra de un médico y cirujano. En sus
treinta libros pasa revista a la medicina clínica y general, estudia la
naturaleza del hombre y su temperamento; anatomía, patología -analiza más de
trescientas enfermedades, siendo uno de los primeros en la descripción de la
hemofilia-; también se ocupa de higiene y dieta; aporta el primer tratamiento
independiente de cosmética escrito en al-Andalus y, sobre todo, es un
grandísimo tratado de cirugía.
Uno de sus discípulos, Ibn Wafid (Córdoba, h. 1007) escribió varias
obras médicas, prestando especial atención al régimen dietético y a la
farmacología.
En los siglos XI y XII, al-Andalus fue la patria de una gran familia
de médicos, los Banú Zhur, de ésta familia sobresalió con luz propia Abu Marwan
Abd al-Malik ben Zhur (Avenzoar) (Sevilla 1090-1162). Avenzoar, hijo y nieto de
médicos, y padre y abuelo de médicos, tiene una especial peculiaridad, al
contrario de los grandes sabios que cultivan las más variadas artes y ciencias;
Avenzoar se dedicó exclusivamente a la medicina.
Entre sus numerosas obras destaca el Kitab al-Taysir
fi-l-mudawa wa l-tadbir (Libro de la simplificación de la terapéutica
y la dieta). En esta obra, escrita a instancias del califa Abd al-Mumin,
aparece, por primera vez, el absceso de pericardio y su tratamiento. Se muestra
en su obra partidario de la cirugía y la preparación de las medicinas
-posiblemente sea una primera separación de funciones entre la medicina, la
cirugía, y la farmacia.
Avenzoar está considerado como el mayor de los clínicos andalusíes,
un Rhazes andaluz. Averroes le consideraba el mejor médico de la historia
después de Galeno.
Un coetáneo, y amigo según algunas fuentes, de Avenzoar, fu Abu Walid
Muhammad ben Ahmad ben Rush (Averrores) (Córdoba 1126 - Marrakech 1198)
El gran erudito Averroes, cadí de Córdoba y Sevilla, alumno del
médico extremeño Abu Yafar Harum, de Trujillo, escribió, en el campo de la
medicina el Kitab al-Kullyyat fi l-tibb (Libro de las
generalidades sobre la Medicina), en esta obra, dividida en siete partes,
Averroes trata los más diversos temas médicos, abarcando desde la anatomía a la
terapéutica.
No solo fueron musulmanes los que destacaron en la teoría y la
práctica médica en las tierras de al-Andalus. Otro de los pueblos que habitaban
la Península Ibérica también gozaban de una reputada tradición médica; me estoy
refiriendo al pueblo hebreo. De entre los judíos cabe mencionar a Musa ben
Maymum (Maimónides) (Córdoba 1135 - Fustat 1204), más conocido por su obra filosófica,
como algún otro de los mencionados. El que fuera médico de los ayubíes, tras su
obligado exilio, nos legó diversas obras médicas como son los Aforismos
médicos.
Sería interminable la lista de los autores médicos andalusíes, y no
es objetivo de este trabajo circunscribirse a la literatura médica; pero no
quiero terminar este apartado sin mencionar a Abu Bakr Muhammad (1110-1198),
hijo de Avenzoar, que escribió un comentario del poema de Avicena sobre la
medicina; o el granadino Al Luachy (siglo XIII) autor de La llave para
la salud del cuerpo y del alma, obra dividida en siete partes: de los
órganos, de la salud, de las enfermedades, de los alimentos, de los medicamentos,
de la higiene, y de la terapéutica.
Tratados de cirugía
Amén de las obras que se podrían denominar enciclopédicas sobre
medicina general, también se escribieron numerosas obras especializadas en las
distintas ramas de la medicina.
En cirugía Abulcasis proporcionó el primer, y principal, manual que
se realizó sobre la medicina quirúrgica. La cirugía del Tasrif contenía,
por un lado, conocimientos de la Antigüedad, inspirados en Paulo de Egina, y
por otro, innovaciones propias de Abulcasis o importadas del Oriente islámico.
En el Kitab al-Tasrif la parte quirúrgica se divide
en dos: la primera se dedica al uso del cauterio [2], la segunda habla de las
ablaciones, las luxaciones y las fracturas. En el texto aparecen doscientos
instrumentos qirúrgicos, muchos de ellos diseñados por el propio autor.
En el Tasrif hay cincuenta y seis capítulos
dedicados a la cauterización, noventa y nueve a la oftalmología y las
enfermedades quirúrgicas; de la oculística hay que destacar la descripción de
las operaciones de cataratas, incluso las blandas -por succión-, la dedica
especial atención a la cirugía vascular y a la extracción y curación de las
heridas de flecha, etc.
A pesar de todo la cirugía, en gran parte por las prevenciones del
Islam al respecto, no florecía por esos tiempos en al-Andalus; significativa es
la exposición que hace el propio Abulcasis en sus obras:
«La cirugía no florece en nuestra tierra y en ésta época, de tal manera que
dicho saber está a punto de desaparecer, casi sin dejar huella. Quedan algunos
restos de la misma en los libros de los antiguos, pero son tantas las
adulteraciones, llevadas a cabo por las manos de los copistas y tantos y tan
graves los errores, que su significado se ha vuelto oscuro y su comprensión
imposible»
[1] Historia de la Ciencia y de la Técnica, vol. 8 (Occidente
Islámico medieval)
[2] se trata de calentar un instrumento médico y aplicarlo sobre el lugar
del cuerpo apropiado.
(CONTINUARÁ)
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