Fuente:
arabespanol.org
Al
Zarqali, o Azarquiel nació en Toledo en el año 420 H (1.029 dC) Fue un
destacado astrónomo y matemático que, a raíz de la conquista de la ciudad por
Alfonso VI en 477 H (1.085 dC), se trasladó a Córdoba, donde murió en el año
493 H (1.100 dC). Construyó excelentes instrumentos astronómicos, y otros aparatos
de precisión, y fue muy admirado por su amplio conocimiento de esta ciencia.
Said de Toledo, que escribió una obra de astronomía, le describe como el mejor
conocedor de los movimientos de los astros, la observación astronómica,
preparación de tablas y construcción de instrumentos.
Hizo un
reloj de agua capaz de determinar la hora del día y de la noche, y los días de
los meses lunares: el reloj anafórico, lo cual le dio un gran prestigio y
acrecentamiento de su fama. Con referencia a dicho reloj existe una descripción
realizada por Al Zuhri y Al Maqqari, exponiendo los siguientes detalles: «Lo
que hay de sorprendente en Toledo, tanto que no creemos que haya en todo el
mundo habitado ciudad alguna que se le iguale en esto, son dos recipientes de
agua que fabricó Al Zarqali. Cuentan que oyó hablar de cierto aparato que hay
en la ciudad india de Arín y se propuso construir un artificio parecido por el
que supiera la gente qué hora del día o de la noche era y pudiera conocer la
edad de la Luna. Para ello construyó grandes estanques en una casa, en las
afueras de Toledo, a orillas del Tajo, haciendo que se llenaran de agua o se
vaciaran según el crecimiento y menguante de la Luna».
Y
continúan diciendo: «Según nos han informado personas que vieron estas clepsidras
funcionaban así: en cuanto aparecía el novilunio, el agua empezaba a afluir a
los estanques por tuberías invisibles de tal modo que al anochecer el día
siguiente había la mitad de un séptimo justo de agua. De este modo iba
aumentando el agua en los estanques, así de día como de noche, hasta que al fin
de una semana estaban llenos hasta la mitad y la semana siguiente se veían
rebosar llenos del todo. Luego, a partir de la decimoquinta noche del mes, la
Luna empezaba a decrecer el agua del estanque a razón de la mitad de un séptimo
cada día, y el día vigésimo noveno del mes quedaban vacíos del todo los
estanques. Si durante este ciclo de aumento y disminución del agua alguien
extraía parte de ella, aumentaba el flujo de las tuberías de abastecimiento de
tal modo que no se alteraba el ritmo del ciclo. Lo mismo ocurría si alguien
aumentase el caudal de los estanques, pues lo que sobraba salía
inmediatamente».
Su
nombre se asocia, asimismo, a las tablas toledanas, que se basaban en las
enseñanzas del Sindhind y en las obras de sus predecesores, principalmente de
Al Juwarizmi, aunque también añadió sus propias observaciones y estudios. Su
legado de astronomía fue enorme, como atestiguan sus numerosas obras, entre las
que se halla el "Libro de las Tablas" (Yadwal), en forma de
almanaque, que contenía diversas tablas: algunas determinando qué día marca el
comienzo de cada mes lunar copto, romano o persa; otras describiendo la
posición del Sol, la Luna y otros astros, y otras prediciendo los eclipses de
Luna y de Sol.
Otra de
sus obras fue "Suma referente al Movimiento del Sol", que recoge el
fruto de 25 años de observaciones para demostrar y medir el movimiento del
apogeo solar respecto a las estrellas, modo de determinar la posición del Sol
basándose en las tablas, la posición de los planetas, longitud y latitud, y los
eclipses de Luna y Sol.
También
mejoró un tipo de astrolabio llamado Al Safíhah, sobre el cual escribió un
tratado que fue traducido al romance por orden de Alfonso X el Sabio. Sus
"Tablas Astronómicas Toledanas", elaboradas hacia el año 740 H (1.340
dC), fueron la base de la primera redacción de las "Tablas
Alfonsíes", de Alfonso X el Sabio, y se tradujeron al latín por Gerardo de
Cremona (*).
(*)
Acerca de tales materias y estudios de Astronomía, enumera el autor Anwar G.
Chejne, en su obra "Historia de España Musulmana" las siguientes
puntualizaciones: "Carra de Vaux, en Arnold y Guillaume, "Legacy of
Islam", pág. 394: Los árabes construyeron numerosos observatorios astronómicos
e instrumentos astronómicos tanto en Oriente como en España. A. Sayli,
"The Observatory in Islam and Its Place in the General History of the
Observatory", Ankara, 1960; H Michel, "Traité de l’Astrolabe",
París, 1947. L.A.Mayer, "Islamic Astrolabists and their Works",
Génova, 1956; J.M. Millás Vallicrosa, "Los primeros tratados de astrolabio
en la España árabe".
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