LA
RECONQUISTA
El espíritu independiente de las gentes del Norte unido al deseo
de desquite de los restos del reino Visigodo que se habían replegado ante el
avance musulmán, fue el motor que puso en marcha el núcleo de oposición que
lentamente inició la recuperación del territorio nacional. En principio no hubo
coordinción entre los diversos grupos cristianos. Se formaron varios reinos:
Galicia, Asturias, Navarra, Aragón, Barcelona. Más tarde surgieron Castilla y
León. Cada uno luchaba independientemente contra los musulmanes, y
desgraciadamente en ocasiones entre sí, retardando la reconquista.
El siglo XI marcó un avance profundo, bajo el Rey Fernando I de
Castilla, que recobró una gran parte de territorio,y extendió su soberanía
sobre los reyes de Sevilla y Toledo. Sin embargo, debilitó la posición
cristiana dividiendo su reino entre sus hijos, dando origen a la guerra civil.
Uno de sus hijos, AlfonsoVI, reconquistó Toledo en 1085, mientras El Cid
conquistaba Valencia para su rey.
Nuevas invasiones de norteafricanos fundamentalistas y fanáticos
tuvieron lugar, entre ellas las de los Almorávides, Almohades y Benimerines,
que infligieron severas derrotas a los cristianos, pero que no replegaron
sustancialmente las fronteras. Estos invasores tenían una idea fija: La islamización
de la Península. El historiador musulmán Marrakeshi escribía a este propósito:
“Entre nosotros no se concede tregua ni a judíos ni a cristianos desde el
establecimiento de la dinastía Almohade, y no existe ninguna sinagoga o iglesia
en todo el territorio musulmán del Mogreb. Los judíos practican el islamismo
externamente, rezan en las mezquitas, y enseñan el Corán a sus hijos. Pero sólo
Dios sabe lo que ocultan en sus corazones y en el interior de sus casas.”
Ciudades y regiones enteras fueron despobladas a causa de matanzas y
destierros. “Sultán Yousouf, escribe Marrakeshi, repetía constantemente:
Nuestro único destino es librar a la Península de cristianos...No fracasaré en
mi intento de devolver al Islam todas las Provincias que los cristianos les han
arrebatado.” Tras haber expulsado a los cristianos de sus territorios y
haberlos reemplazado por bereberes, Yousouf exclamó: ”Para luchar con mis
enemigos, inundaré España con hombres de a pie y de a caballo que ni siquiera
piensen en el descanso, que no conozcan la vida fácil, y cuyo sólo pensamiento
sea ocuparse de sus caballos y de sus armas, y obedecer las órdenes de sus
amos”.
El siglo XIII fue el gran siglo de la Reconquista. España tuvo la
suerte de producir varios soberanos enérgicos que extendieron las fronteras de
una forma definitiva. Por ejemplo, Fernando III el Santo, su hijo Alfonso X el
Sabio, y Alfonso XI de Castilla, y Alfonso el Batallador y Jaime I de Aragón.
En 1236 Fernando III conquistó Cordoba, en 1241 Málaga, 1248
Sevilla. Su hijo Alfonso el Sabio reconquistó Cartagena, Cádiz, Sanlúcar,
Niebla. En la región mediterránea, Jaime I de Aragón conquista las Islas
Baleares en 1229 y recupera Valencia en 1238, y poco después Elche y Alicante.
Pero durante casi un siglo, en la segunda mitad del XIV y primera mitad del XV,
con sólo el reino de Granada entre los reinos cristianos y el Estrecho, la
reconquista prácticamente se detuvo, debido principalmente a las disensiones y
guerras civiles que enturbiaron el clima político de Castilla.
Granada, con excelentes defensas naturales, muy poblada y con muy
buenas relaciones con sus hermanos bereberes del norte de Africa, representaba
una empresa difícil que requería una España fuerte y unida. La ocasión llegó
cuando el rey de Granada, Abou Hassan, reconquistó Zahara de los cristianos en
1478. Isabel la Católica, muy ocupada con otros asuntos, no respondió durante
cuatro años. Pero en 1482 inspiró una cruzada contra los moros, reunió un
fuerte ejército en el que participó la flor de la nobleza y de la juventud
española, y comenzó la ofensiva final. Fueron diez años de lucha constante e
intensa. Pero su resolución nunca vaciló. Cuando su campamento fue destruído
por el fuego, su férrea determinación la llevó a construir toda una ciudad,
Santa Fe, para reemplazarlo. En 1492, alzando la cruz y el estandarte de
Castilla en lo alto de la Torre de la Vela en la Alhambra, dio fin a los ocho
siglos de reconquista. Ese año representa en la historia de España el fin de la
Edad Media, y el comienzo de Edad Moderna.
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