TÁRIQ BEN ZIYAD, EL CONQUISTADOR DE AL-ÁNDALUS
.Javier Iglesia Aparicio
Táriq ben Ziyad o Tarik
ibn Ziyad (en árabe, طارق_بن_زياد)
[670 o 679 – Damasco,
720]
Militar y conquistador
de Al-Ándalus (711-714)
Táriq ben Ziyad fue un
general árabe, persa de Hamadan o bereber de Nafza o Sadif, las fuentes árabes
no se ponen de acuerdo en su procedencia, al servicio del gobernador musulmán
del norte de África (Ifriqiya), Musà ben Nusayr.
A las órdenes de Musá
ben Nusayr logró incorporar Tánger (705) y se convirtió en su gobernador.
Atendiendo a la llamada
de ayuda de los partidarios de Agila II, el conde Julián, gobernador de Ceuta,
que había pactado su sumisión a los árabes (709), aconsejó a Táriq invadir la
península Ibérica. Tras una primera incursión a cargo de Tarif (710), en la zona de Algeciras, en
el 711 Táriq es enviado con un ejército, en su mayor parte compuesto por
bereberes. El número de soldados varía según la fuente árabe que se estudie:
1.700, 7.000, 12.000 o 13.000 soldados.
Ibn Qutayba relata así
las órdenes dadas por Musa ben Nusayr a Tariq una vez que éste había logrado
tomar Tánger:
«Tariq escribió a Musà, su señor:”He
encontrado aquí seis bajeles”; y Musà contestó:”Prueba a hacerlos llegar al
número de siete, y cuando este número esté completo, llévalos a la costa del
mar, y llénalos de hombres y provisiones; entonces buscarás un hombre entendido
en los meses sirios, y cuando sea el 21 del mes sirio llamado Adar, hazte a la
mar con tus hombres, después de implorar el favor del Todopoderoso. Si no hay
entre los tuyos quien sepa los meses sirios y los meses romanos, ten en cuenta
que éstos coinciden con aquellos, y que corresponde con el llamado en romance
Marzo; de manera que, cuando sea el día 21 del mismo, equipa los barcos como te
he mandado, si a Dios place. Una vez en el mar, debes dirigir el rumbo hasta
que veas delante de ti un monte sin vegetación, de color rojo, que tiene en sus
laderas una fuente que corre hacia el Este, y en el lado de la fuente una basa
con un ídolo en lo más alto, de figura de toro. Tu harás trizas el ídolo, por
primera providencia, y después buscarás entre los tuyos un hombre de elevada
estatura, que tenga el pelo rubio, de blanco color de cutis, con un desvío en
uno de sus ojos y una mancha en la mano. Da a este hombre el mando de la
vanguardia, y no te muevas dondequiera que estés entonces, esperando ulteriores
instrucciones mías, si a Dios place”.
Cuando Tariq recibió las anteriores órdenes de Musà, contestó lo siguiente:
” He cumplido escrupulosamente tus mandatos; pero respecto al hombre a que te
refieres, no puedo encontrarlo en ninguna parte, conforme lo describes, a no
ser mi propia persona”.»
Invasión y conquista
del reino visigodo por Táriq ben Ziyad
Táriq desembarcó
en Yabal Táriq (Gibraltar) en primavera o verano del
711, y estableció su base de operaciones en Algeciras. Durante una
semana, del 19 al 26 de julio del 711 se enfrentó al ejército del rey visigodo Rodrigo en al batalla de Guadalete. La localización exacta de esta batalla
sigue siendo un enigma. Para unos se produjo en el entorno de la Laguna de la
Janda, en Cádiz; para otros en el campo de Sangonera, entre Murcia y Lorca.
Dejando aparte esta cuestión, lo cierto es que el resultado de esta batalla
marcará la historia de España. El rey Rodrigo fue derrotado y muerto. Con este
acontecimiento se inicia el desmoronamiento del reino visigodo y el comienzo de
la dominación musulmana sobre la península Ibérica: el origen de al-Ándalus.
Poco después conquistó
Écija tras una dura batalla. Desde aquí Táriq dividió su ejército. Encargó
la conquista de Córdoba a su lugarteniente Mugaith al-Rumi; envió
un ejército hacia Granada, y otro hacia Málaga. Mientras tanto Táriq ben
Ziyad se encaminó hacia Toledo, el centro político del reino visigodo. La
capital visigoda le abrió sus puertas, probablemente porque en ella estaban los
partidarios del rey Agila II, enfrentado a Rodrigo.
Ya es el año 712 cuando
Táriq ben Ziyad cruza el Sistema Central, para unos por Buitrago de Lozoya,
para otros desde Guadalajara hacia la sierra soriana, conquistando las plazas
de Clunia y Amaya, posiblemente la capital del ducado de Cantabria.
Mientras tanto, los ejércitos enviados hacia Málaga y Granada, tras cumplir con
éxito su cometido, se reunieron y se encaminaron hacia Tudmir (Orihuela,
en Murcia) donde derrotaron al conde Teodomiro quien tras la
derrota firmó un pacto.
Según la tradición
árabe, durante este recorrido por la Meseta Norte, Táriq encontró fabulosos tesoros entre los
que destacaba la Mesa de Salomón
del Templo de Jerusalén en una ciudad llamada Almeida (La Mesa)
«cuyos bordes y pies, en número de 365, eran de esmeralda verde»¹.
Mientras tanto Musà,
valí de Ifriqiya y superior de Táriq, había desembarcado en la península. Se
encontró con Táriq probablemente en la ciudad de Toledo. El encuentro no parece
haber sido muy cordial ya que Musà exigió a Táriq la entrega de los tesoros
encontrados e incluso llegó a atizar a Táriq con un látigo.
Tariq ben Ziyad según
Theodor Hosseman
En el 713, Musà y Táriq
emprenden una nueva campaña dirigiéndose por Medinaceli hasta Zaragoza donde
logró la conversión al Islam del conde Fortún Casio, origen de los posteriormente poderosa dinastía de los Banu Qasi. Desde
aquí Táriq partió a la conquista de Huesca, Lérida y Tarragona; mientras Musà
se fue hacia León, Astorga y Lugo.
Exilio y muerte de
Táriq ben Ziyad
En el 714, el califa de
Damasco, al-Walid I, llamó a su presencia
a Musà y a Táriq. Ambos abandonaron la península en el verano del 714 dejando
como gobernador al hijo de Musà, ‘Abd al-Aziz. Cuando llegaron a
Damasco, al-Walid I ya había fallecido y fueron recibidos por su hermano, el
califa Suleymán.
Algunos autores árabes
posteriores cuentan que, en dicha reunión, Táriq proporcionó al califa una
serie de valiosos libros. Ibn ‘Abd al-Barr2 dice que Táriq
llevó veintidós libros en cuya encuadernación había pedrería incrustada y entre
los que se encontraban: textos de la Biblia; uno, chapeado en plata, acerca de
las propiedades de las piedras, los árboles los animales y que contenía
extraños talismanes; otros referidos a la alquimia, la fabricación de
jacintos…, supuestamente todos ellos escritos en latín.
A pesar de su éxito en
la conquista, Táriq fallecerá olvidado en la ciudad siria de Damasco en torno
al año 720.
1.
Así lo cuenta la
crónica anónima musulmana Ajbar Machmua, del siglo XI.
2.
Vernet, Juan: Lo
que Europa debe al Islam de España. Ed. Acantilado, Barcelona, 2006. págs.
110-111.
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