CAZÓN
EN ADOBO
Es
un plato muy típico en Andalucía, y uno de los platos españoles más populares.
La receta se desarrolló en el siglo XVII en la ciudad de Cádiz.
Al
ser Andalucía una región caracterizada por sus playas y sus actividades
portuarias, tiene una rica tradición en la cocina con pescados. Pero el
problema en el siglo XVII, era la falta de
frigoríficos para conservar los pescados, por eso se creó esta receta, y
con ella el adobo.
Aparte del cazón, mi madre usaba,Japuta o pintarroja, exquisitos tambien.
Ingredientes
500 gr de Cazón
300 ml de agua
300 ml de vinagre de vino
1 Cucharadita de pimentón
1 Cucharada de orégano seco
50 gr de harina
1 Cucharada de comino molido
2 Dientes de ajos machacados
20 gr de sal
2 Hojas de laurel
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Cortamos el cazón en dados
de unos 3 a 4 centímetros cada uno.
Mientras lo hacemos, debemos aseguraros de quitar cualquier cartílago o espina
que puedas encontrar, aunque no suele tener
mucho.
En un bol, ponemos los
trozos de cazón, y lo cubrimos con las especias, la sal, el ajo y las hojas de
laurel. Vertimos también suficiente agua y vinagre de vino para cubrir
completamente el pescado, removemos para que se integren los ingredientes y
surta su efecto el adobo en el pescado.
Dejamos que el pescado se macere durante 8 horas o toda la noche, para que se infusiones
bien de todos los sabores de las especias.
Una vez pasado el tiempo de
maceración, sacamos el cazón del bol y retiramos el exceso de líquido con papel
absorbente de cocina. Asegurándonos bien de que estén bien secos, de esta forma
no habrá ningún líquido en contacto con el aceite.
Pasamos el cazón por la
harina, lo mejor es usar harina para freír o harina combinada con harina de
garbanzos.
En una sartén, calentamos el
aceite de oliva virgen extra a fuego alto.
Freímos los trozos de cazón
a fuego alto, aunque podemos bajarlo a medio, si parece demasiado caliente, y freírlos,
removiendo de vez en cuando para que su fritura sea uniforme, aproximadamente 2
minutos por cada lado, hasta que adquiera un color marrón dorado.
Servir caliente.
¡Buen provecho!
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