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LA HISTORIA DE AL-YAYYAR, EL DESTERRADO DE CÚTAR QUE
ALUMBRA EL PASADO ANDALUSÍ
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Capturado, excarcelado
y nombrado imam de la localidad malagueña en 1488, escondió sus libros en una
pared y aún se conservan
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El pueblo axárquico
mantiene su trazado antiguo en el imponente y escarpado terreno
Detalle de un azulejo andalusí. / M.H.
ADRIANO ESPINAL11
Abril, 2022 - 09:30h
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Cuando los ejércitos de los Reyes Católicos empezaron a cercar Málaga en 1487,
el último rey nazarí Boabdil estaba en plena guerra civil
contra su tío, Al-Andalus afrontaba una de sus batallas
finales, de las más sangrientas y peligrosas. Desde los pueblos de la Axarquía
y las localidades que no habían sido tomadas aún por los cristianos llegó hasta
la fortaleza malacitana mucha gente. El miedo a quedar en sus pueblos a merced
de las tropas cristianas y el presentimiento de una importante batalla en poco
tiempo llenaron la alcazaba malagueña. Tomada la ciudad, Mohammed
Al-Yayyar contaba entre los capturados a los que después de meses de
asedio sólo se les dio dos opciones: esclavitud o muerte. Encarcelado en Sevilla,
Al-Yayyar acabó de copiar La burda de Al-Busiri casi año y
medio después de la caída malacitana: en noviembre de 1488. Más de cinco siglos
después, ese manuscrito se encontró en la vieja tapia de una casa en Cútar,
la casa del desterrado.
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No está claro cómo salió de la cárcel (los prisioneros se dividían en un
tercio para los Reyes Católicos, otro para nobles y el último para intercambiar
por presos cristianos), pero parece que el cadí mayor de Málaga, Alí Al-Durdus
tuvo que ver en la liberación. Los documentos confirman que Al-Yayyar lo
conocía y que en 1490 junto a su esposa agradeció que le nombraran imam de
Cútar que, por entonces pertenecía junto a El Borge, Almarchar,
Benamargosa a la taha de Comares. Diez años más tarde
de tomar el cargo de imam, dejó de fechar sus escritos, según recoge la Real
Academia de la Historia: "[El señor de Castilla] rompió el
pacto y bautizó a la gente de Granada a primeros de ŷumādà al-ulà, que equivale
a mitad del mes de duŷanbir (diciembre) del año 905/1499-1500 –¡Dios
Altísimo los haga perecer y los trate de la manera como sólo alguien que es
digno y capaz lo puede hacer!– , fue al atardecer de un viernes".
La conversión forzosa decretada para los residentes en lo que hoy es
la provincia de Málaga en 1500 provocó marchas de gente con
dirección a lugares que no estuviesen controlados por los cristianos o que
tuviesen unos gravámenes menores. Esa población se denominaban monfíes, es
decir, desterrados. Además, estaba prohibido libros en árabe. Así que ahí se
pierde la pista de Al-Yayyar. No se sabe si huyó de Cútar o permaneció allí,
pero lo que sí hizo fue guardar sus libros más preciados en una tapia que no
volvería a abrir. Por eso se supone que se marchó. Su legado, más de 500 años
después es clave para estudiar una parte de la historia de la zona: los
escritos de tiempos andalusíes son escasos, cada vez que se encuentra y se
estudia alguno aportar una pieza al puzzle histórico.
Corán de los
manuscritos de Cútar ya restaurado. / PIQUI SÁNCHEZ
Unas reformas en una vivienda de Cútar durante 2003 dieron con tres libros
diferentes de Al-Yayyar: una copia de un Corán del siglo XIII, de
bella factura y que probablemente perteneció a alguien importante siglos antes
de que naciese Al-Yayyar; otro libro que era una herramienta de trabajo, con
formularios notariales, cuestiones jurídicas, reglas sobre el reparto de bienes
en los matrimonios, herencias y otro tipo de documentos; y un el tercer volumen
de carácter más personal con poemas, textos religiosos, ensalmos, sortilegios,
temas que tienen que ver con la magia, la adivinación o la astrología, apuntes
de filosofía y otras misceláneas que terminan con una obra sobre la muerte.
Habla de acontecimientos como el terremoto en Málaga de 1494 o la toma
de Vélez. Todo un tesoro. Hay 45 sitios en la península ibérica en los que
sucesos similares han repercutido en casi 200 manuscritos en árabe. No son
documentos muy habituales los documentos de esa época, pero menos aún los
andalusíes. La población islámica se llevó consigo sus documentos o los quemó y
también se estima que precisamente en 1500 se produjo la gran quema de
libros nazaríes ordenada por el Cardenal Cisneros en
la actual plaza de Bib-Rambla. Ardieron varios miles de volúmenes,
sólo se salvaron algunos libros de medicina.
Los encontrados en
Cútar han sido restaurados por el Archivo Provincial y
puesto en valor por María Isabel Calero Secall, Esther Cruces Blanco,
Ana Díaz Sánchez y Sonsóles González García con un libro publicado (Los
manuscritos nazaríes de Cútar), son uno de los puntos de partida que tiene
el turismo en el pueblo de Cútar en la actualidad, que a través del Museo del Monfí
articula parte de su patrimonio. Pasar un día en la casa del desterrado
Al-Yayyar tiene por delante bastantes cosas que hacer.
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