jueves, 13 de abril de 2023

TOMA DE VELEZ MÁLAGA

 

TOMA DE VELEZ MALAGA

(MÁLAGA)

En el año 711, grupos provenientes de Oriente y del Norte de África (árabes, sirios y bereberes), de religión musulmana, al mando de Tarik, derrotaron al rey visigodo Don Rodrigo en la batalla de Guadalete. Empezó así la dominación árabe de la Península Ibérica que se prolongará durante ocho siglos, hasta 1492, momento en que el último rey nazarí rindió Granada a los Reyes Católicos.

La conquista fue rápida; en menos de ocho años conquistaron toda Hispania a excepción de una pequeña franja en el Norte de la Península, donde los núcleos de resistencia dieron lugar a los reinos cristianos peninsulares, que fueron recortando progresivamente el espacio musulmán. Gobernaron con éxito durante varios siglos y España se islamiza, su nombre fue Al-Andalus y adoptó en gran parte las costumbres, la cultura y la lengua del invasor y esa influencia jugó un importante papel en su evolución histórica. Fue durante esta época cuando se constituyó el núcleo urbano de Vélez-Málaga. La ciudad musulmana se estructuraba con la fortaleza que era el punto más alto de la población, de gran valor defensivo y estratégico, extendiéndose en la falda occidental del monte, en lo que hoy se conoce con el nombre de La Villa. La fortaleza era un potente reclamo visual, ya que su ubicación era un despliegue de poder ya que estaba diseñada para disuadir cualquier levantamiento o rebelión de la población conquistada. El crecimiento de población que experimentó la ciudad en este período tendría como consecuencia el desbordamiento del área fortificada y la aparición de zonas que conocemos hoy en día como el barrio del Arroyo de San Sebastián y la zona del Pajarillo, en la falda del Cerro de los Remedios. El sistema productivo nazarí, basado en avanzadas técnicas agrícolas altamente productivas hacían posible una gran abundancia de variedades de frutas y verduras.

Tiempos Prósperos


Vélez-Málaga fue durante los siglos XIII al XV una de las medinas más importantes del reino nazarí con una importante ruta comercial entre la capital de Granada y la costa. La ciudad se encontraba bien fortificada y defendida por las murallas y con la imagen imponente de la Fortaleza que disuadía cualquier intento de ataque. El crecimiento de la población durante esta época hizo que las nuevas construcciones se realizan fuera de las murallas, por lo que surgieron nuevos arrabales que hoy en día todavía existen como el barrio del Arroyo de San Sebastián y las actuales plazas de la Constitución y de San Francisco. No solo en Vélez-Málaga se disfrutaba de esta prosperidad, junto a la ciudad se crearon otros núcleos rurales fundamentales para la explotación agrícola del medio como son Almayate, Benamocarra, Benajarafe, Pedupel, Benadalid, Cajiz, Iberos, Iznate, Torrentes, Alcalaín, etc., dedicadas a una agricultura especializada en el cultivo de almendras, higos, viñas y seda que se exportaban en su mayoría.

Tras desencadenarse la guerra final contra el trono de Granada a raíz de la toma de Alhama en 1482, Vélez-Málaga se convirtió en una codiciada presa. Los gobernantes luchaban entre sí,  lo que hizo que las fuerzas cristianas aprovecharan la situación ante un pueblo dividido y vulnerable, capturando fortalezas árabes y enfrentado a los emires. La reconquista cristiana se había iniciado.

El reino nazarí de Granada sería el último estado musulmán de la península ibérica. Entre las razones de su supervivencia a lo largo de más de 200 años se encuentran las barreras montañosas (Sistema Penibético) que lo protegían, la ayuda de los benimerines, guerreros musulmanes llegados de África, y las crisis políticas y guerras civiles de el reino de Castilla durante el siglo XIV. En el siglo XV se inicia un período de debilidad a causa de las frecuentes luchas entre las familias nobles que querían el trono granadino. El último rey Nazarí de Granada fue Boabdil (Abu Abd Allah). En 1483 fue hecho prisionero por las tropas de Fernando el Católico y en 1486 fue restituido como rey con la condición de pagar tributos a los Reyes Católicos. Poco después estalló la guerra civil entre los partidarios de Boabdil y los de su tío el Zagal (Abu ‘Abd Allah Muhammad), lo que facilitó el avance cristiano hacia Granada. Sitiada por los ejércitos de los Reyes Católicos desde la primavera de 1491, Granada cayó el 2 de enero de 1492, cinco años después de la conquista de Vélez-Málaga.  Con la toma de Granada se culmina el proceso político-militar de la reconquista.

Nacimiento Del Mudéjar

Vélez-Málaga capituló ante el rey D. Fernando el 27 de abril de 1487, entrando por la puerta de Granada y procediendo a consagrar las mezquitas existentes. La mayor parte de la población musulmana se quedó como mudéjares en las alquerías de la jurisdicción de Vélez-Málaga, debido a que la corona quería mantener el sistema productivo de la época nazarí, con un conocimiento excepcional de la agricultura, que era parte integral del éxito del área..

Tras la expulsión de los musulmanes, la repoblación de la ciudad tuvo un marcado carácter militar, pues la zona aún seguía siendo frontera con el reino nazarí y aún no había caído Granada, por lo que en buena parte fue ocupada por escuderos de los guardas reales participantes en su conquista.

En los privilegios obtenidos por la ciudad tras la conquista se destaca especialmente el de su jurisdicción, que situaba su gobierno en un término más amplio, pues se añadieron los distritos rurales de Bentomiz y Frigiliana primero y Zalia en 1488. En el ámbito fiscal se otorgaron dispensas especiales a Vélez por privilegio de los Reyes Católicos, que incluían no pagar impuestos en los productos básicos de consumo como alimentación y ropa pero también en artículos de lujo como seda, jabón y el lino. Pero aún persisten los disturbios como consecuencia del levantamiento de los mudéjares de Nerja y Torrox en 1488 que ocasionó numerosas muertes en el bando cristiano. Esto provocó la preocupación de los líderes cristianos y se nombró como alcaide de la ciudad de Vélez a D. Francisco Enríquez (tío del Rey) para tratar de apaciguar los disturbios. Bajo su gobierno, Vélez experimentó cambios significativos en sus edificios y sus usos. El cambio más notable fue que todas las mezquitas se convirtieron en iglesias.

La implantación de una nueva formación social, trae consigo una reorganización espacial y demográfica. El  reciente poder establecido, con sus propias necesidades y con un concepto de ciudad distinto al musulmán, trae consigo la renovación arquitectónica que se plantea, fundamentalmente, desde la ordenación de plazas públicas, edificios civiles y religiosos.

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