'ABD AL-AZIZ AL-BAKRI
‘Abd Al-‘Azīz
Al-Bakrī. ‘Izz al-Dawla. ?, f. s. X – Sevilla, 450 H./1059. Soberano de
la taifa de Huelva y Saltés.
Rey de Taifa
Biografía
Carecemos por completo de datos respecto a la
biografía de este personaje, de tal forma que sólo disponemos de alguna
información relativa a su actuación como soberano de la minúscula y efímera
taifa que, con centro en las ciudades de Huelva y Saltés, gobernó entre los
años 403-443/1012-1051.
El texto más completo para el estudio de la taifa
Bakrí es aquél en el que el cronista cordobés Ibn Ḥayyān narra la conquista de
la misma por el soberano de la taifa sevillana al-Mu‘taḍid b. ‘Abbād en el
año 443/1051. Ibn Ḥayyān se ocupa únicamente del momento final de la taifa
Bakrí, pero aun así se trata, del documento más importante para el conocimiento
de su evolución e incluso constituye el texto cronístico más completo y
detallado sobre hechos políticos acaecidos en la Huelva andalusí a lo largo de
todo su devenir.
Al igual que la mayoría de los restantes reinos de
taifas de la zona del Occidente de al-Andalus (Sevilla, Niebla, Mértola, Silves
y Faro), el de Huelva y Saltés fue gobernado por un linaje de origen árabe, los
Bakríes, cuyo miembro más célebre fue, sin duda, el geógrafo
Abū ‘Ubayd ‘Abd Allāh b. ‘Abd al-‘Azīz al-Bakrī, hijo del ahora
biografiado. Las fuentes árabes sitúan el ascenso de los Bakríes onubenses
durante los últimos tiempos del califato de Córdoba, en la época de gobierno de
Almanzor. Sabemos que Ayyūb b. ‘Umar al-Bakrī (m. 398/1008), fue titular
de la magistratura de apelaciones en Córdoba y cadí de Niebla. Asimismo,
Almanzor encargó a su hermano Abū-l-Qāsim Muḥammad b. ‘Amr b. Muḥammad b.
Ayyūb al-Bakrī fortificar las fronteras y la dirección de una embajada para el
establecimiento de la paz con los reyes y condes cristianos. Ambos hermanos
participaron como testigos en la redacción del documento por el que el califa
Hišām II al-Mu’ayyad cedió el poder a Almanzor, lo que
refuerza la impresión del estrecho vínculo que unía a éste último con los
Bakríes. En definitiva, se trataría, por lo tanto, de una familia que cabría
incluir dentro de la denominada “élite ‘āmirí”, la nueva aristocracia del
poder ascendida a los puestos de mando de la mano de Almanzor y a la cual se
debe la fundación de varias taifas.
La preeminencia de los Bakríes onubenses es subrayada
por Ibn Ḥayyān en su texto de la conquista de la taifa. Así, en relación al
gobernante depuesto por al-Mu‘taḍid en 443/1051, Abū Zayd ‘Abd al-‘Azīz
al-Bakrī, Ibn Ḥayyān pone de relieve la alta alcurnia y prominente posición del
linaje en relación a la figura de su padre, a quien no cita explícitamente por
su nombre. Son dos los elementos que Ibn Ḥayyān destaca en los Bakríes.
Primero, su relevancia social y económica, que afirma al describirlos como familia
noble, de abolengo, gloria y prosperidad. Segundo, su significación política,
que justifica en base a la existencia de antiguos vínculos con el poder central
de Córdoba y a relaciones familiares y de poder con los ‘Abbādíes de
Sevilla. Para rematar su caracterización del linaje, Ibn Ḥayyān señala que los
Bakríes eran superiores en mérito y nobleza a los Yaḥṣubíes, gobernantes de la
taifa iliplense.
Respecto al origen de la proclamación de ‘Abd
al-‘Azīz al-Bakrī dependemos del texto de la Crónica anónima, único
que aporta datos relativos al momento de constitución de la taifa. En el año
403 H/1012, ‘Abd al-‘Azīz al-Bakrī, señor de Huelva y Saltés, recibió el
juramento de proclamación, ceremonia mediante la que quedaba convertido en
soberano de dicha zona. Desde el punto de vista cronológico, la taifa de Huelva
y Saltés representa uno de los más tempranos movimientos de secesión respecto
al centralismo califal, contándose entre los primeros territorios en abandonar
la obediencia de Córdoba.
Uno de los problemas existentes en torno a la taifa
Bakrí es el relativo a la existencia de uno o dos soberanos al frente de dicha
taifa, íntimamente relacionada con el de la identidad de ‘Abd al-‘Azīz
al-Bakrī, a quien todas las fuentes coinciden en señalar como el gobernante de
la misma en el momento de su conquista por al-Mu‘taḍid b. ‘Abbād. En
cambio, no existe la misma unanimidad en las fuentes a la hora de designar la
relación de paternidad (kunya) de dicho personaje, lo cual suscita
ciertas dudas acerca de su identidad y, en segunda instancia, obliga a plantear
la cuestión de la posible existencia de dos gobernantes Bakríes al frente de la
taifa onubense. Ello, junto al carácter “heredado” que Ibn Ḥayyān atribuye al
poder del Bakrí depuesto en 443 H/1051, permite plantear la hipótesis de la
existencia de dos gobernantes sucesivos al frente de la taifa onubense. Esta
posibilidad surge a partir de un análisis detenido y pormenorizado de las fuentes
textuales de que disponemos, aunque su contrastación es problemática debido,
como ya hemos indicado, al carácter a menudo contradictorio de los datos que
las mismas suministran.
Sin embargo, lo cierto es que ningún texto alude de
forma explícita a la existencia sucesiva de dos gobernantes en la taifa
onubense. Al contrario, en algunas fuentes se asume de manera implícita la
existencia de uno sólo y, por lo tanto, la inexistencia de sucesión en la
cabeza del poder. No obstante, si bien es verdad que en ninguna parte se alude,
ni si quiera de forma indirecta, a la existencia de más de un soberano al
frente de la taifa de Huelva, no es menos cierto que en ningún texto se afirma
explícitamente que hubiese un sólo gobernante ni tampoco que ‘Abd al-‘Azīz
al-Bakrī fuese el único soberano de dicha taifa.
La taifa Bakrí da bastantes muestras de haber poseído
una escasa consistencia política, entre las que pueden mencionarse las
referencias que aluden a un reconocimiento, fuese momentáneo o permanente, de
la autoridad de los Yaḥṣubíes de Niebla, así como la ausencia de acuñación de
moneda, uno de los dos principales símbolos de soberanía en el Islam. Pese a
ello, las fuentes describen en tono elogioso la actuación del soberano Bakrí,
señalando que fue bienhechor, virtuoso y generoso y que su reinado fue una continua
fiesta por la baratura de los precios y por la seguridad de los caminos.
Esas informaciones se complementan con los datos que
va proporcionando la arqueología, que indican que el siglo XI coincide con una
fase de actividad urbanística. Así, tenemos constancia de la realización de
obras de acondicionamiento durante el siglo XI en el acueducto de Huelva, de
origen romano, lo que revela un interés por el mejoramiento de las
infraestructuras urbanas. De otro lado, recientes intervenciones realizadas en
la zona de la Iglesia de San Pedro, el área de más antiguo poblamiento de la ciudad,
llevan a afirmar que la fase comprendida entre el siglo XI y la primera mitad
del XII se corresponde con el momento de ocupación más potente de todo el
período islámico. Por todo ello, en virtud de la independencia política
alcanzada y de los testimonios relativos al desarrollo urbanístico, puede
decirse que la etapa Bakrí representa la época de apogeo de la Huelva islámica.
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Bibliografía
R. Dozy, “Notice
sur les Becrites, seigneurs d’Huelva et de Djezirat Schaltisch, et sur la vie
et les ouvrages du célèbre Abou Obaid al-Becri”, en R. Dozy, Recherches sur
l’histoire et la littérature de l’Espagne pendant le Moyen Âge, Leiden,
1849, págs. 292-307
F. Maíllo Salgado, Crónica
anónima de los reyes de taifas, Madrid,
1991
La caída del califato de Córdoba y los Reyes de Taifas, Salamanca, Universidad, Estudios
Árabes e Islámicos, 1993
A. García Sanjuán, La Huelva
islámica, una ciudad del Occidente de al-Andalus, Sevilla, Ateneo de
Sevilla, 2002.
Autor/es
- Alejandro García Sanjuán
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