sábado, 7 de enero de 2012

Historia de los musulmanes en al-Ándalus. El agua y los baños en Al-Andalus

EL AGUA Y LOS BAÑOS EN AL-ANDALUS




El agua estaba presente en todas  partes, en las curtidurías y alfarerías, en los baños públicos, en el entorno de las mezquitas, así como en las propias casas y huertos.


Los lugares destinados al baño, bastante numerosos, ocupaban un lugar destacado en la vida cotidiana de población  andalusí. Los había públicos y privados, lujosos y humildes, pero todos proporcionaban a sus usuarios la necesaria higiene  personal y espiritual, además de ser lugares de encuentro y reunión. Hombres y mujeres se alternaban en su uso y disfrute siendo esta actividad una de las escasas oportunidades que la mujer andalusí tenia para relacionarse y salir del entorno domestico. En la Córdoba califal llegaron a existir más de seiscientos.


En ellos, la clientela no solo se lavaba, sino también se relajaba y se dejaba masajear enérgicamente. Para ello se contaba con distintas dependencias. La tarde estaba destinada al turno de las mujeres, que se acicalaban, charlaban e incluso merendaban.


Estaban divididos en una serie de estancias en las que la temperatura varía de forma progresiva. La diferente temperatura se consigue mediante una conducción subterránea de aire calentado por grandes calderas de leña. Las bóvedas horadadas por lucemas de forma geométricas  proporcionaban luz creando un ambiente tenue y acogedor. Se abrían y cerraban para regular el vapor de las salas.


Con frecuencia los baños se abastecían del agua de los aljibes  (depósitos de agua para consumo vecinal). En el barrio del Albaicín de Granada  se conserva casi intacta la red de aljibes andalusí que se mantuvo en uso hasta la instalación del agua corriente en los años cincuenta.

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