EL ZOCO
El
zoco era un espacio de intercambio y compra-venta de mercancías y servicios, además
de un lugar de encuentro y de relaciones sociales, sobre todo masculinas, en el
que, en medio de un frenético deambular, se sucedían las más diversas
transacciones. Se situaba generalmente próximo a la mezquita, aprovechando una
plaza o espacio abierto. Podía estar cubierto o al aire libre.
Los
oficios y los puestos se extendían por áreas especializadas. En ellos exponían
los distintos productos (especias, perfumes, tejidos, leche, huevos, frutas y hortalizas,
pescados, carne, así como objetos propios de orfebrería, cerámica, espartería,
calderería,….); también ofrecían sus servicios distintos trabajadores,
carpinteros, aserradores, sastres, pintores, molineros, zurcidores, escribanos,
médicos, sangradores, herreros, barberos, albañiles, braceros…, por ultimo, los
acróbatas, narradores, encantadores…., proporcionaban divertimento a la
muchedumbre que los abarrotaba. Algunos oficios como curtidores y aceiteros se veían
relegados a lugares alejados, fuera del zoco, por producir malos olores o sustancia insalubres.
Las tiendas eran muy pequeñas y dedicadas a la artesanía
solían tener incorporado el taller. El comerciante se situaba normalmente sobre
una tarima y desde ella podía alcanzar cualquiera de los objetos expuestos
a la venta.
También
existían bastantes freiduras, en las que despachaban buñuelos, pestiños y
platos preparados con carne picada cuya elaboración era especialmente vigilada.
Al
frente del zoco estaba el almotacén o
zabazoque, encargado de velar por su correcto funcionamiento. Entre sus
atribuciones se contaban: fijar los precios prohibiendo el acaparamiento,
controlar la calidad, los pesos, medidas
y la moneda, asignar el emplazamiento de los gremios y los puestos, controlar
la limpieza, imponer sanciones y retirar las mercancías defectuosas. También podía
nombrar ayudantes y alamines para los gremios. Las compras se hacían con dinero
en efectivo, que primero se acuñó en la ceca de Córdoba, y luego, en época de
taifas, en otras ciudades. Las monedas de pago corriente eran los dinares,
dirhams y feluses.
Además
de los zocos permanentes hubo otros que se desplegaban una vez en semana. Los
mercadillos o puestos de venta ambulante de muchos pueblos y ciudades de
nuestra geografía son herederos de esta tradición.
Cercanas
al zoco estaban las alhóndigas o funduk (de donde deriva la palabra “fonda”),
establecimientos que jalonaban las rutas comerciales y que servían de
alojamiento y de almacén para los, productos.
Yia.L.M.
www.islamyal-andalus.org.
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