viernes, 10 de agosto de 2012

Historia de los judios en al-Ándalus. Manuscritos hebreos ilustrados en la edad media


MANUSCRITOS HEBREOS ILUSTRADOS
EDAD MEDIA


BENITO LADENHEIM



Desde aquellas obras ejecutadas bajo la influencia del Islam (actualmente llamadas abstractas) hasta aquellas figurativas, todas ellas irradian y reflejan la vida espiritual de un pueblo, sus usos y costumbres, respondiendo a su visión mística y a las fuentes filosóficas que trataron de entender sus leyes universales.

Los Manuscritos Hebreos permiten apreciar el valor de la palabra (oral y escrita) mientras que su ilustración refleja con su lenguaje pictórico la devoción religiosa y forma de vida de dicho pueblo. Los judíos vivieron en pequeñas comunidades (ghetos) y se relacionaron en forma efectiva a través de sus representantes más distinguidos, con otras culturas sentando las bases de lo que se denomina la Cultura Occidental.

Los Manuscritos Hebreos Ilustrados revelan el “aquí y ahora” de un pueblo caracterizado por su vida errante durante la Edad Media, las influencias culturales recibidas y transmitidas en las diferentes etapas de su historia.

 Dichos Manuscritos Ilustrados permiten confirmar el valor estético del hombre Judío de esa época, consolidando una expresión pictórica que se fue transmitiendo con la fuerza de la tradición y que se han reflejado consciente o inconscientemente en las obras pictóricas.

En la historia Judía existen dos comunidades importantes: Sefaradim y Ashkenazim siendo los primeros de origen Babilónico asociados al mundo del Mediterráneo y particularmente de la península Ibérica y Norte de África, su lengua madre era el ladino (español antiguo) mientras para los segundos, oriundos de Palestina, desde donde se dispersaron y luego se instalaron en poblaciones de Europa central Alemania y norte de Francia (Ashkenaz) y más tarde se radicaron en Europa Oriental (Rusia, Rumania,Imperio Austro- Húngaro), su lengua madre era el “idish” que se escribía con letras hebreas, existiendo pocas diferencias en la práctica de la religión entre ambas comunidades.

 Los Manuscritos Hebreos Ilustrados de la Edad Media tuvieron su auge durante la dominación del Islam en los países del Medio Oriente: Egipto- Palestina, Yemen, Persia, como así también España y Portugal hasta los siglos XIV y XV donde residió la comunidad Judía Sefaradi; y en  Europa occidental, específicamente en los siglos XIII y XIV en el norte de Francia, Alemania e Italia donde habitaron los Ashkenazim.

 Son el reflejo de la forma de vida, usos y costumbres del pueblo Judío durante la Edad Media, desarrollados por sus representantes más significativos, entre los cuales se destacaron Filon de Alejandría, Maimónides y Abraham Abulafia entre otros, sentando las bases de una cultura, que a su vez recibió influencias de la griega a través de los filósofos del clasicismo helénico, de la cultura árabe y de la cristiana; interactuando recíprocamente. Las diferentes culturas vigentes en la Edad Media, la forma en que se relacionaron, ya sea activa o pasivamente, ejercitando un lenguaje expresivo y pictórico

Los Manuscritos Hebreos Ilustrados fueron producidos como reflejo de una concepción mística y filosófica que el hombre Judío medieval trató de interpretar y reproducir, constituyen un paradigma que el filósofo judío Walter Benjamín definió como Aura.
 

*ARTE HEBREO DESDE TIEMPOS ANCESTRALES

 Aunque no hayan quedado evidencias de su existencia física el exponente artístico más importante registrado detalladamente en la Biblia lo constituye el Templo de Salomón, estableciendo un modelo de construcción que más tarde han tratado de reproducir en diversas oportunidades, pero que permite reconocer el valor estético del hombre Judío.

Otra evidencia, pero ya en época post-bíblica, lo establecen las  pinturas murales en las paredes de Templos como el caso de Dura- Europos sobre el Eufrates, representando escenas de la narraciones bíblicas, que pudieron estar basadas en Manuscritos Hebreos Ilustrados y se reprodujeron como lenguaje expresivo del Judaísmo y Cristianismo, en la Edad Media. No se cuenta con evidencias concretas de la evolución histórica de dichos Manuscritos

La decoración de los Manuscritos se desarrolló en las portadas, separadores de libros o capítulos y al final de los documentos, mediante construcciones geométricas y filigranas de naturaleza abstracta (similar al arte abstracto desarrollado durante el siglo XX) como así también con representaciones figurativas de contenido simbólico y didáctico. Se puede afirmar que el libro de la Biblia utilizado en los templos siguiendo el ritual de las oraciones no fue ilustrado.

Dichas expresiones artesanales no sólo se manifestaban en los Manuscritos, sino que también se desarrollaron para adornar la cobertura de los Rollos de la Ley, en el bordado y confección de porta filacterias, del manto de rezos (Talid) mediante bordados con hilos dorados reproduciendo filigranas y ornamentaciones ejecutadas con una artesanía rayana en lo artístico y que se mantuvo a través de los tiempos.

La mayoría de los Manuscritos Ilustrados Hebreos fueron ejecutados en Oriente con piel de cabra o de becerro en estado fetal, lo cual los hacía muy costosos, mientras que en Europa eran de cuero de ovejas o cabra, los Manuscritos  Ilustrados tenían aplicaciones de oro, ya sea en polvo, mezclado con ocre o amarillo, con pincel o alternativamente en hojas delgadas pegadas con yeso mezclado con minio y luego pulidos.
           
Esta decoración formaba parte de los folios previos al texto de la Biblia y que de acuerdo a la tradición formaron parte del Templo de Salomon

Las dimensiones de los Manuscritos Ilustrados no pueden definirse en forma generalizada, son de dimensiones pequeñas por ejemplo las Biblias de la comunidad Sefaradi son de 300x270 mm,  la Biblia de Schocken existente en la Biblioteca del Instituto Schocken en Jerusalén es de 220x150 mm mientras que el libro de Relatos de oro (Golden Hagadah) existente en la Biblioteca del British Museum mide 247x195 mm.

Otro motivo a destacar, es la utilización de las formas de las letras del alfabeto hebreo, para permitir la aplicación de la “ley marco” y ritmo para su embellecimiento y decoración, ya sea con flores, estrellas, pájaros, figuras grotescas y otras representaciones rituales, con movimientos de tipo ascendente y descendente.

No hay letras mayúsculas al principio de las oraciones en la escritura hebrea, por lo cual los escribas no acostumbraban agrandar dicha letra, no obstante en los casos de su existencia se debió a la influencia de los ilustradores Cristianos.

Es necesario destacar la importancia del Escriba en la confección de los Manuscritos, no era él quien los decoraba. La importancia del documento residía en su contenido escrito, mientras que la composición, el aspecto estético de su presentación y motivos decorativos eran de valor secundario pero también de su incumbencia.

El escriba efectuaba la composición dejando espacios para la decoración; a veces sólo escribía las consonantes dejando los signos de puntuación y otras marcas a un asistente que hacía de “puntualizador” (escribía los signos de las vocales), la actividad del escriba era de orden individual, se transmitía de padres a hijos, no existían talleres de escritura al modelo Cristiano (scriptoria)

En la mayoría de los casos la identidad de los ilustradores no era conocida, su actividad no era considerada importante, algunas veces, encargaban dichos trabajos a talleres de ilustración foráneos y por eso se pueden encontrar en los Manuscritos Hebreos Ilustrados ejemplos de iconografía Cristiana donde la ilustración era producto del trabajo de un maestro con sus asistentes, que denotaban la acción de diferentes prácticas artesanales.

*CULTURA JUDEO- ARABE

El Islam desde sus inicios tuvo gran poder temporal. La mayoría de los Judíos de Oriente vivían en Babilonia, pero lo que allí les ocurrió puede resultar típico de sus experiencias posteriores en Egipto y España. Los gobernantes musulmanes no interfirieron con la vida interna de la comunidad Judía, quienes adquirieron un alto grado de autonomía, los Judíos tenían libertad de traslado y de empleo, y aunque no pudieron acceder a altos rangos políticos, sobresalieron en actividades administrativas y económicas, sobre todo alcanzaron elevados grados de elevación espiritual, para descollar en sus actividades literarias y de concepciones estéticas.

A pesar de rivalizar y del prejuicio que separaba a judíos de musulmanes, el hilo unificador fue la autoridad de un Dios exclusivo (monoteísmo). Aquí aparece una importante distinción, ya que mientras el islamismo y el cristianismo imperaron como religiones estatales el judaísmo no tenía una entidad nacional ni dominó ni ejerció el poder sobre otros pueblos, debiendo luchar por su integridad con las fuerzas del espíritu. La influencia del Islam se refiere a Egipto, Yemen, Persia, Siria, Palestina, España y Portugal.

Los recientes hallazgos confirman la habilidad de los Judíos para producir representaciones artísticas desde épocas remotas, pero se debe reconocer que hubo períodos regresivos como los tiempos de acción iconoclasta en Bizancio, durante el cual los Judíos no pudieron oponerse a dicho movimiento.

Lo esencial del arte musulmán radica en la arquitectura y la ornamentación, como medio de una gran riqueza decorativa. Abundan los temas con vegetales estilizados, especialmente las ramas de palmera y las composiciones geométricas, formando estrellas y polígonos varios en combinación con la decoración epigráfica, con series continuas, ininterrumpidas, ascendentes o descendentes con arreglo a ese sentido de lo infinito tan desarrollado entre los pueblos orientales.

La decoración fue utilizada para ilustrar los libros de medicina, astronomía y ciencias naturales, como así también diversos cuentos. Estos temas pictóricos son propios de la escuela de Bagdad. Persia fue el principal hogar de la miniatura musulmana, que a su vez recibió la influencia de la pintura India y China.

Para la época de la conquista musulmana, los judíos habían estado viviendo en Babilonia por más de 1000 años. Cerca de las orillas del Éufrates se desarrollaron dos grandes academias del conocimiento Talmúdico, Sura y Pumbedita, siendo el titular de cada academia elegido por sus rabinos  primero, luego por la máxima autoridad de la comunidad y recibían el título de sabio (Gaón) entre ellos el que se destacó fue Saadia ben Iosef (882-942) mejor conocido Saadia Gaón que tradujo la Biblia hebrea al árabe, lo que nos indica el grado de integración social y económica de los judíos bajo el Islam y el fuerte influjo que desde esa época se ejerció sobre los ilustradores judíos para producir los Manuscritos Ilustrados por muchos años, aún después de la reconquista y expulsión de los árabes

Esta ilustración corresponde a dos volúmenes de Manuscritos con comentarios escritos por Moisés ben Maimon (Maimónides) Tratado de Leyes escritos en Egipto, 1182 y copiados en Lisboa 300 años más tarde por Salomón ibn Alzuk, registrados como AM 5232 Setiembre 1471-Agosto 1472 donde se destacan el follaje, flores y una delicada filigrana, característica de la influencia del Islam. (HarleyMS 5698. vol. 1  ff11v, 12r)

Esta ilustración representada en 3 volúmenes de la Biblia de Lisboa describe un imaginario debate entre la Biblia y el Talmud escrito en letra micrográfica 1482

En la Edad Media el desenvolvimiento del pensamiento judío, y de los  árabes, fue de vigorosa repercusión en el cristianismo. La filosofía judía  medieval influenciada por la cultura árabe, despertó a una nueva vida bajo el impacto de la filosofía árabe, que a su vez fue producto de la helenización.

*1  A mediados del siglo XI, la comunidad judía había salido de su ostracismo cultural y dependencia intelectual de la cultura oriental para comenzar la formación de una nueva sociedad a semejanza de Samuel ibn Nagrela, (aprox. 993-1056), Granada, fue el primero que se conoció con el nombre hebreo de nagid “príncipe” Samuel ha-Nagid combinando su apreciación a una cultura general, ciencias naturales, y refinada literatura que  los indujo a un refinamiento de su estilo estético, desarrollo poético religioso, fidelidad al Judaísmo Rabínico, despertando un vivo interés en la teología y filosofía Judía. *1  Robert M. Seltzer  Jewish People, Jewish Thought Pag.346 y 379 resp. Traducido del inglés por el autor del presente trabajo

Comenzó el desarrollo de la filosofía Judía, en la Edad Media, para dar     respuesta en forma crítica y metódica a los cuestionamientos de los principios universales de la realidad, búsqueda de la razón en las causas primeras que justificaran el origen del Universo, por lo cual, la filosofía estaba basada en la fuerza de la lógica y racional respuesta a dichos cuestionamientos, sustituyendo imposiciones de la autoridad recibida por la fuerza de la tradición o de inclinaciones intuitivas.

La tendencia racionalista de la filosofía judía se inspiró en el clima intelectual que proporcionaba el pensamiento islámico. En su fase inicial se moldeó según los seguidores de Mu‘tazilismo Kalam. (Neoplatonismo), caracterizado por la doctrina de la emanación, es decir, el mundo y sus partes emanan de un primer principio y postula un número de elementos como el  intelecto, alma, naturaleza, como los primeros que emanaron en el mundo, adhiriendo a la dualidad de cuerpo y alma.

El más importante representante de la filosofía árabe fue Averroes (Ibn Rushd, 1126-1198) mientras de parte de los judíos fue el filósofo Saadia ben Joseph, llamado Saadia Gaón (882-942), nació y se educó en Egipto, pero desarrolló su actividad en Siria  e Irak, sentó las bases de la filosofía judía medieval: no existe conflicto entre la Razón y la revelación, es decir, entre la especulación filosófica y las enseñanzas del judaísmo tal como se revelan en la Biblia.

Mu‘tazilismo Kalam surgió en los círculos islámicos para los finales del siglo VIII para considerar la Unidad Divina y la justicia, considerando además al pecado y los valores del más allá de la vida, sin que pudieran desarrollar una filosofía sistemática para respaldar sus observaciones, fue la base de la concepción teológica de Saadia Gaon *2 “podemos probar que Dios existe y hay razones para concluir que el mundo tuvo un comienzo y un final en el tiempo”

 *2En su libro Averroes y el Averroismo de Ernesto Renan  en su primer capítulo - El Averroismo entre los Judíos- nos dice: “La filosofía árabe no ha sido, en realidad, tomada en serio más que por los judíos. Los filósofos han sido en el islamismo hombres aislados, mal vistos, perseguidos, y los dos o tres príncipes que los han protegido han incurrido en el anatema de los musulmanes sinceros.


Sus obras apenas se vuelven a encontrar más que en las traducciones hebraicas o en las transcripciones en caracteres hebreos,  hechos para uso de los judíos. *3Ernesto Renán   Averroes y el Averroismo (Ensayo Histórico) Titulo original en francés Averroès et Láverroisme  Editoria Lautaro, Buenos Aires, 1946 Pag. 129

Toda la literatura de los judíos en la Edad Media no es más que un reflejo de la cultura musulmana, mucho más análoga a su genio que a la cristiana. La primera tentativa de teología racional, a la que va unido el nombre de Saadia, se realizó bajo la influencia árabe, manifestada en el siglo X en la Academia de Sura (cerca de Bagdad). La dominación musulmana en España produjo los mismos resultados. Jamás conquistadores, llevaron más lejos que los árabes de España, la tolerancia y la moderación hacia los vencidos.

 Desde el siglo X, el árabe es la lengua común de los musulmanes, de los judíos y de los cristianos. Los matrimonios mixtos eran frecuentes, a pesar de la oposición del clero.” Los judíos en los siglos en que convivieron sobre tierras de España con cristianos y musulmanes, fueron un factor de progreso, de adelanto de las ciencias, de las letras, de la filosofía. A lo original de su aporte agréguese su fecundo papel de mediadores en el campo del espíritu. Fueron los intérpretes del pensamiento árabe, nutrido en aquella época de la tradición griega, ante los pueblos latinos. El encuentro de Israel con el Islam, bajo el cielo sonriente de España, constituye la más bella página de la historia de la dispersión judía, habiéndose consolidado una cooperación fértil entre judíos y árabes en los dominios de la filosofía, de la poesía y de la ciencia.


Maimónides fue uno de sus mayores exponentes, nació en la ciudad de Córdoba en 1135, lugar que sirvió de cuna de nacimiento de Séneca en el año 2 y de Averroes en 1126. Fiel al destino común de sus correligionarios su familia comenzó a deambular de ciudad en ciudad en España; debido al avance de los almohades (secta musulmana que desde el Norte de Africa invadió España) al atacar Andalucía produciendo igual infortunio a la Iglesia como a la Sinagoga.


En el año 1160 Maimonides y su familia se establecieron en Fez; allí Maimónides entró en relación con sabios mahometanos, que a su vez, le hicieron conocer versiones árabes de escritos de Aristóteles, teología, filosofía, medicina y las ciencias matemáticas incluso geometría y astronomía. Nuevamente, tuvieron que emigrar en 1165, dirigiéndose a Palestina primero y Cairo, Egipto después.

 Su prestigio de médico creció rápidamente, hasta transformarse en médico de la corte del Sultán. En 1177, como Rabino fue reconocido como conductor de la comunidad Sefaradí, del Cairo. A los 55 años de edad, había terminado de escribir su Guía de los Descarriados. Aunque sus obras eran de concepción poética, consideraba la “poesía” un entretenimiento superfluo no apreciaba la música. Su sensibilidad estética fue alta como para recomendar los beneficios de lo bello para el tratamiento del espíritu agotado.


Falleció en 1204 a la edad de 70 años y su sepultura se encuentra en Tiberíades, Israel. Descolló como filósofo, sentando las bases racionales de los conceptos divinos, el mundo y el hombre a través de una síntesis de la religión bíblica y el aristotelismo. Si bien en la Biblia el método de razonamiento es afín con el platonismo, la modalidad intelectual desarrollada en un milenio de disquisiciones sobre las reglas legales se asemeja a la de Aristóteles. Anteriormente Filón de Alejandría vinculó la concepción de la divinidad del Antiguo Testamento con el Platonismo abriendo el camino del Neo-Platonismo, mientras que Ibn Gabirol fundamentó, en la época de la escolástica románica los principios de la filosofía judía, ejerciendo su influencia sobre la doctrina cristiana de Duns Scoto.

A comienzos de la escolástica, Maimónides ensayó una síntesis de Aristóteles y la Biblia, estableciendo concordancias esenciales entre los máximos pensadores de Grecia y la tradición bíblica, constituyendo las bases de la filosofía judía medieval.

En la Edad Media el desenvolvimiento del pensamiento judío y en particular la comunidad Sefaradí actuó en forma escrita y expresada en árabe para ser traducidas más tarde al hebreo, siendo su mejor exponente Salomón Ibn Gabirol (el pueblo de España lo honró con una estatua en la ciudad de Málaga) quién escribió La Fuente de la Vida (traducida al latín en 1150), tuvo una concepción Neo-Platónica y particularmente basada en Plotino acerca de la noción de la materia inteligible y de la voluntad divina.

Las ideas filosóficas y teológicas de Maimónides expuestas en su libro Guía de los Descarriados y de Abraham ibn Daud (siglo XII) ejercieron fuerte influjo en el pensamiento europeo, en su época y la posteridad. La Guía de los Descarriados presupone alta erudición en sus lectores, era inaccesible para el común de la gente. Trae reflexiones metafísicas en torno a la obra de los filósofos griegos, particularmente Aristóteles con consideraciones críticas  para refutar los conceptos expresados por los Motecallemin (cultores de la filosofía ortodoxa en el pensamiento árabe) según coincidieran o no con principios contenidos en la Biblia y el Talmud. Con ese método buscaba una interpretación esotérica y no literal de lo escrito en la Biblia, y para lo cual se entregó a descifrar la escritura de  los homónimos. Llegó a la conclusión, que la Biblia es accesible a todos, pero sólo aquellos que hayan alcanzado un alto desarrollo intelectual podrían valorar el sentido metafísico de dichas expresiones, para lo cual, el valor de lo escrito y la transmisión oral adquirieron gran relevancia  en contradicción a la comunidad Caraíta  (comunidad Judía que sólo aceptaban el Pentateuco escrito y no aceptaban la tradición oral, a diferencia de los seguidores rabínicos). Por ello, tratando de comprender al hombre medieval, podemos entender el alto valor que le asignaban a la palabra.

Maimonides coincidió con Aristóteles, en cuanto a la concepción de un universo esférico, con la tierra inmóvil en su centro. La materia estaba constituida de cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego pero ninguno de ellos se presentaba en estado puro, es decir, todos los estados de la materia resultan de la fusión de dichos elementos, que terminan en disolución, de allí el concepto bíblico: “a polvo retornarás” su mezcla da lugar a una composición resultante, que lleva el nombre del elemento que predomina.

 Sin embargo, los cuerpos celestes no estaban sujetos a disgregación, no experimentaban cambio alguno, y sólo tenían movimientos circulares conformando cuatro esferas principales: la de la luna, la del sol, la de otros  cinco planetas y la de las estrellas fijas, cada una gobernada por una inteligencia particular.

En el mundo sublunar los cuatro elementos realizan movimientos rectilíneos: tierra y agua hacia abajo; aire y fuego, hacia arriba. Estaba regido, a su turno, por una inteligencia, el intelecto activo, merced a la cual el espíritu pasa de la potencia al acto.

*4”El hombre, antes de pensar una cosa es inteligente; pero cuando ha pensado alguna cosa, como por ejemplo, cuando ha pensado la forma de esta madera, abstrayéndola de su materia y se ha representado abstracta (porque en eso consiste el intelecto), ha devenido en inteligente en acto. *4 Maimonides  Guia de los Descarriados- Proyectos Editoriales Buenos Aires, 1989  Prologo de Leon Dujovne  Pag. 52

 El intelecto que ha pasado al acto, es la forma de la madera abstraída en el espíritu del hombre, porque el intelecto no es otra cosa, que el objeto inteligible. Comprenderás pues, que la cosa inteligible es la forma abstraída de la madera, porque el intelecto en acto no es otra cosa que lo que ha sido pensado, y la cosa por la cual la forma de la madera ha sido pensada y abstraída, y que constituye lo inteligente, es sin disputa, el intelecto que ha pasado al acto.

En efecto, la esencia de todo intelecto consiste en su acción y no puede ser que el intelecto en acto sea una cosa y su acción en otra, porque el verdadero ser del intelecto es la percepción. No debe pues, creerse que el intelecto en acto sea una cosa que existe por su lado, separadamente de la percepción y que la percepción sea alguna otra cosa (que exista) en él sino que (es lo que constituye el intelecto mismo y su realidad en la percepción, y por consiguiente, cuando tú pones un intelecto que existe en acto, pones por ese mismo hecho la percepción de un objeto pensado.

 Pues siendo claro que la acción del intelecto consiste en su percepción, que es (lo que constituye) su verdadera esencia, sílguese de ahí que aquello por lo cual la forma de esta madera ha sido abstraída y percibida, a saber, el intelecto es el mismo inteligente; porque este intelecto es quién ha abstraído la forma y quién la ha percibido, y esa es su acción, a causa de la cual es llamado inteligente, intelecto, lo inteligente y lo inteligible son siempre una sola cosa, cuando se trata de un pensamiento en acto”
 

 En reconocimiento de la profunda influencia  que tuvieron en Maimónides los escritos de Aristóteles, una edición del siglo XIV de la Guía de los Descarriados muestra a un filósofo griego sentado en una silla cubierta de estrellas de David.

 *5 Abba Eban  La civilización y los judíos Traducción española por Salomón Lewinsky

  Sheva Publicaciones S.A. 1987  Pág. 202

La introducción de los textos árabes en los estudios occidentales divide la historia científica y filosófica de la Edad Media en dos épocas perfectamente distintas. En la primera, la introducción de los textos árabes en los estudios occidentales tiende a satisfacer su curiosidad más que las áridas ruinas de la enseñanza de las escuelas romanas, cuyo carácter usual los salvó del olvido. En la segunda, todavía es la ciencia antigua la que vuelve a Occidente, pero más completa esta vez, en los comentarios árabes o en las obras originales de la cultura griega.

 Al mismo tiempo y como medio de relación las traducciones del idioma árabe al latín cobraron ímpetu, prevaleciendo en los medios escolásticos de la Edad Media.

 Las obras de Aristóteles fueron introducidas entre los latinos por la traducción de Miguel Escoto (aprox.1230).

En las postrimerías de la Edad Media, Averroes se encuentra cerca de Maimónides. En aquella época al primero, los filósofos Judíos lo llamaban “el grande”, “el más grande comentador de Aristóteles”, “alma e intelecto de Aristóteles”.


Naturalmente, los místicos judíos, al igual que los musulmanes y los cristianos, espiritualmente afines a ellos, no eluden el hecho de que la relación entre la contemplación mística y las manifestaciones fundamentales de la vida y del pensamiento humano son muy paradójicas. Veamos su relación con el fenómeno expresivo, inherente exclusivamente al hombre y  su necesidad de expresarse. ¿Cómo es posible expresarse pictóricamente, como medio de contacto entre el individuo con lo divino? Al contrario de lo indicado en el segundo mandamiento.

No cabe duda de la necesidad del hombre de utilizar un lenguaje para expresarse, los judíos la adoptaron a través de un proceso, que los condujo a buscar un medio, una vía que permitía la conciliación entre lo religioso y su manera de sentir, por lo cual los rabinos comenzaron a aceptar la  representación como medio de decoración, siempre y cuando lo reproducido no se convirtiera en objetos de adoración, de allí que con su simbolismo y alegoría llegaron a la Edad Media, por medio de expresiones heredadas desde la antigüedad y que en el caso particular de las Manuscritos Ilustrados tuvieron su esplendor, precisamente durante la Edad Media.


Dichos Manuscritos han sido un medio propicio  para el intercambio cultural entre los pueblos: creando un mundo de relaciones y se transformaron en tierra fértil para el cultivo y desarrollo del arte pictórico en todas sus expresiones. Precisamente la relación e influencia de cada uno de ellos sobre los otros ha sido notable, el desarrollo de las concepciones filosóficas de Platón y de Aristóteles, llegaron como reflejos a esa época y determinaron  en dicho crisol lo que actualmente llamamos la cultura occidental.

INFLUENCIA DEL HELENISMO

Los restos arqueológicos de sinagogas han sido motivo de hallazgos durante los últimos tiempos, los cuales permiten tener una buena idea de cómo era la arquitectura, pinturas y mosaicos de sus pisos y paredes, la influencia griega y la representación de motivos paganos.

 Dichos descubrimientos sacaron a luz trozos de paredes que habiendo sido protegidos por la arena y bien conservados, dieron testimonio del material pictórico.

El fragmento representado en la fig.1 representa el Tabernáculo y otros elementos iconográficos, entre ellas un candelabro, con otros accesorios para los servicios de oración, pertenece a la 1ª Biblia de Leningrado, fue escrita en el año 929 por Salomón ben Buyaá, aparentemente en Tiberíades mientras que la portada de la  fig.2 representa varios círculos alrededor de uno central representando la estructura abovedada del techo de un Templo prefiguradas con la técnica micrográfica, mediados del siglo XIV (originales en poder de la biblioteca del British Museum




*6 Los descubrimientos arqueológicos en Dura-Europos, el material pictórico, y en *8Beit She’arim, se ven complementados por inscripciones que demuestran el uso popular y difundido del griego como idioma coloquial empleado por la gente de esa época. Muchos judíos tanto en Palestina como en la diáspora estaban helenizados en lo que se refiere al idioma como así también las decoraciones.

 

Estas evidencias arqueológicas dan la pauta de la influencia helénica sobre la gente común en las masas urbanas y en particular en la población rural.
 

*6Clark Hopkins The Discovey of Dura Europos Editado por Bernard Goldman New Haven &London, Yale University Press 1979                                                                                                                                           



Es preciso hacer notar que las figuras de querubines habían acostumbrado a los judíos a la idea y práctica de incluir en sus lugares de culto representaciones de seres sobrehumanos, que si bien no fueron motivo de adoración tenían la función de servir de trono, actuar de mensajeros e intermediarios entre la voluntad divina y el mundo terrenal.


Por otro lado, los judíos del período helénico vivieron en un entorno en el cual las representaciones visuales de los dioses y de los poderes y funciones divinas estaban representadas en todos lados.

No cabe duda, que en el proceso de ubicar esos rasgos paganos en las paredes y pisos de la sinagoga de Dura-Europos (ejemplo típico de la influencia helénica) puede ser considerado una intrusión en las casas judías de culto representada en los Manuscritos Ilustrados.

 *8  Encyclopedia Judaica Volumen 3  Pag. 515-516; 517-518

En términos generales puede decirse que el arte judío, expresó visualmente sus ideas religiosas, aunque para ese fin utilizó durante cierta época, imágenes paganas, a pesar de existir opiniones generalizadas que aseveran la aversión de los judíos hacia el lenguaje pictórico y respaldadas por una fuerte tradición oral como expresión de sus principios. Se puede decir que el estilo Judío no emergió en forma independiente durante la Edad Media, estuvo íntimamente relacionada con otras culturas y sociedades recibiendo y transmitiendo su influjo a través del tiempo.

Filón de Alejandría (25 a. J.C.? 50 d. J.C.) vinculó la concepción de la divinidad del antiguo Testamento con la filosofía de Platon: el concepto del alma, la concepción Platónica vinculada al mundo de la percepción respaldada por  la inteligencia a través del:



NOUS ESENCIA   ESPIRITU MUNDO IDEAS



La doctrina de las Ideas, que había surgido como filosofía de la razón humana, se transformó casi en una lógica del pensamiento divino.

 Producir y albergar Ideas se convirtió casi en un privilegio del espíritu Divino, y en el caso de estas imágenes, originadas y encerradas en Dios, fueron pensadas en relación con el hombre, eran más bien objeto de una visión mística que de conocimiento lógico o de creaciones figurativas. Tomás de Aquino en una disertación sobre el concepto de Idea, recogió el ejemplo aristotélico, citado ya por Filón y Plotino “La forma de las cosas que han de ser creadas deben tener un arquetipo (similitudo) en el que crea. Y como el mundo no ha surgido por casualidad, sino que fue creado por Dios gracias al intelecto activo, necesariamente ha tenido que preexistir en la mente divina una forma, a cuya imagen y semejanza fue creado el mundo”. En esto consiste la esencia racional de la Idea. Para el pensamiento medieval era indiscutible que el artista conformaba su obra, no según una idea metafísica en el verdadero sentido de la palabra, sino que según una representación interior preexistente a la propia obra

 Así, la filosofía medieval interpretó el proceso de la creación artística no como si quisiera exaltar la obra de arte, sino más bien para facilitar la comprensión de la esencia y del obrar del espíritu divino o en algunos casos, para posibilitar la solución de otros problemas teológicos.

Nació la filosofía de los judíos al contacto de la helénica. Filón de Alejandría procuró conciliar las ideas de Platón con el pensamiento bíblico y su significación en la cultura de Occidente.



 * Los Manuscritos Iluminados en el ISLAM

 

Existe una gran cantidad de Manuscritos Iluminados de Biblias de origen oriental, aunque han perdurado otros documentos como los contratos de matrimonio (Ktuvot), libros de oraciones para el servicio religioso de diferentes festividades, etc.

 

Con respecto a las Biblias Iluminadas, muy pocas fueron producidas como Manuscritos y salvo raras ocasiones se puede apreciar la existencia de un colofón que acredite el nombre del escriba, la fecha, lugar de ejecución y nombre del cliente para quién fue realizado, Fig. 3 y Fig.4.Los dos manuscritos (siglo XI) aquí representados corresponden a la colección Fircovitch de Leningrado, ambos eran portadas de textos Bíblicos y fueron encontrados en la Sinagoga de Fostat, Cairo.

Los Manuscritos fueron sacados de su destino original por Fircovitch, cuando visitó El Cairo en 1865 y llevados a Chufut-Kale en Crimea y más tarde vendidos a la  Biblioteca Imperial de St. Petersburgo. Este manuscrito fue escrito en el año 929 por Salomon ben Buyaá, aparentemente en Tiberíades, mientras que el agregado de notas del ritual fue hecho por su hermano, años más tarde (Enciclopedia de la Historia Judía)

                  



Fig. 3 Biblia española del Duque de Sussex  Candelabro (Menora)

        Mediados siglo XIV 
 

Fig. 4 Biblia española del Duque de Sussex  Implementos de Liturgia del Templo
 

En muchos casos este tipo de Manuscritos pertenecían a la comunidad Caraíta (de origen Babilónico) que a diferencia de la Rabínica sólo creían en la Ley escrita de la Biblia y no aceptaban la transmisión oral como fuente y respaldo de sus creencias religiosas.

 

 Las imágenes aquí descriptas permiten apreciar el alto valor icónico de las mismas, y remiten a su significado, es decir como medio de pertenencia a la cultura judía, su religión y destino. Estos objetos, si bien no fueron encontrados en el primer Templo de Salomón, fueron hallados en el Segundo y representados en el Arco de Tito de Roma, como reliquias traídas por los Romanos desde Jerusalén en el año 70 como así también los hallados en las catacumbas romanas en el siglo IV, y que se  vuelven a reproducir en los Manuscritos Hebreos Ilustrados, durante la  Edad Media.


Además fueron encontrados aplicados en muchas Iglesias Cristianas como medio de prefiguración de la figura de Cristo.
 

En la Biblia Hebreas de origen español fue representada como símbolo de esperanza de su inclusión en el futuro Tercer Templo de Jerusalén.


El candelabro y accesorios reproducidos con aplicaciones de oro, remarcados con compartimentos de colores azul y rojo crean un efecto espacial.


Por otro lado existe el valor de lo alegórico, es interesante definir, por su trascendental importancia desde el punto de vista filosófico y místico, los conceptos según palabras de Gershom Shalom

 *9“La alegoría consiste en una red infinita de significados y correlaciones en la que todo puede convertirse en una representación de todo, pero siempre dentro de límites del lenguaje y de la expresión. En este sentido, se puede hablar de inmanencia alegórica. Lo que se expresa por y en el signo alegórico es, en primer lugar, algo que tiene su propio contexto significativo, pero que, al volverse alegórico, pierde su propio significado, y se convierte en vehículo de otra cosa. En realidad, la alegoría surge, por así decirlo, de la brecha que se abre en ese momento entre la forma y su significado. Ambos han dejado de estar indisolublemente unidos; el significado ya no se limita a esa forma particular, ni la forma a ese contenido significativo particular. En suma, lo  que aparece en la alegoría es la infinidad  de significados que acompañan a toda representación” *9 Las Grandes Tendencias de la Mística Judía de Gershom Shalom   Fondo de la Cultura Económica Página 34

La alegoría constituía, como hemos dicho antes, una preocupación permanente en los kabalistas, pero no era en ese punto en el que diferían con los filósofos. 

Tampoco era el fundamento principal de su fe ni de su método. Debemos buscar este fundamento en la atención que le prestaron al símbolo: una forma de expresión que trasciende radicalmente la esfera de la alegoría. En el símbolo místico, una realidad que para nosotros no está por si sola dotada de forma ni de

contorno se vuelve transparente y de alguna manera, visible a través de otra realidad que recubre su contenido con un significado visible, por ejemplo: la cruz para los cristianos; el candelabro y los iconos rituales del templo, para los judíos.

*El códice más completo y antiguo de la Biblia Hebrea

El códice es una de las formas que adoptó el libro en la antigüedad. La palabra deriva del latín caudex (tronco de árbol).

 Se trata de una nueva forma del libro, que en tiempos de los romanos utilizaron el pergamino como el papiro para la confección de los códices

 El códice de Leningrado ocupa un lugar relevante entre los miles de Manuscritos Hebreos dispersos en Sinagogas y bibliotecas del mundo, que se  han preservado a lo largo del tiempo.

Se lo denomina de dos maneras diferentes: Códice del Cairo, de acuerdo al lugar donde fue copiado o Códice de Leningrado de acuerdo a la ciudad y biblioteca en que fue preservado. Actualmente en la Biblioteca Estatal Pública de St. Petersburgo, en la famosa colección Fircovich.

Este códice ha sido escrito sobre pergaminos de cuero de cabra, de grueso espesor y consta de 491 folios. Cada folio mide 27x30 centímetros escritos con tinta negra, incluye notas para la vocalización y todas las reglas para su correcta lectura. Fue escrito en Junio 1010, en la ciudad de Cairo por el escriba Shmu’el ben Ya’aqob para Meborak Ha-Kohen ben Natan’el.

La ilustración del Códice de Leningrado es un extraordinario ejemplo de la expresión pictórica judía del Medievo (hay una copia en la biblioteca del Seminario Rabínico Latinoamericano, de Buenos Aires, reciente adquisición) incluye 16 Manuscritos Ilustrados decorados en oro, azul y con ornamentos pintados de color rojo, como así también con escritura ritual en micrografía (folios 473v-479r, 488v-490r).
 

Es muy probable que la parte micrográfica fue escrita por Shmu’el ben Ya’acqob, mientras que no se conoce el nombre del autor de las ilustraciones, no obstante se reconoce que dicho artista iluminó los Manuscritos del Pentateuco para la Sinagoga Caraíta de Cairo.


Los Manuscritos Ilustrados del códice de Leningrado sirvieron de base a la publicación del libro de B. Narkiss, Director del Centro de Arte Judío en Jerusalén “The Ornament of the ancient Hebrew Bibles” (Jerusalem, 1990) y del libro Hebrew Iluminated Manuscripts publicado por Encyclopaedia Judaica Jerusalem y Keter Publishing House.

 La importancia del documento se encuentra en la escritura, con expresiones  cuyo sentido se ha querido resaltar, los elementos decorativos pintados con tinta negra sobre fondo de oro se adaptan a ley de marco, hay un efecto de ritmo en la figura, no hay representaciones figurativas, las decoraciones son secundarias y subrayan  con sus distintas formas la importancia del texto,  los marcos circundantes en rojo, demuestran la idoneidad del ilustrador para producirlos, dan la impresión de haber sido hechos de mano alzada, sin elaboración previa, no se sabe si el tiempo decoloró la tinta, pero hay lugares reforzados con tinta roja, es muy probable que el letrista de la micrografía en su actividad haya precedido al ilustrador pero ambos actuaron con visión estética.
     


 permite apreciar una mayor elaboración por parte del ilustrador, con respecto a las figuras anteriores, sobre todo en los botones que reproducen las filigranas.

 Las partes curvas y su combinación con las figuras geométricas reproducen el frente del Tabernáculo.
      


     Esta portada de Biblia *10  es uno de los Manuscritos Ilustrados más importantes, contiene las indicaciones de pronunciación y entonado para su lectura, sigue el modelo de Moisés b. Aarón Asher (folio 479) la complejidad de este trabajo es mayor con respecto a las anteriores, pero el estilo oriental se mantiene con sus colores verde, oro, azul, y marrón.

 La página aquí reproducida, incluye círculos, arcadas y estrellas para remarcar el texto e incluye escritura micrográfica. El pergamino mide 33.8x29.8 centímetros.
         

*10 Hebrew Iluminated Manuscripts by Bezalel Narkiss Encyclopedia Judaica Jerushalem, Keter Publishing House Página 44
 

           En la Ilustración Fig. 7 el marco  exterior de la decoración adquiere mayor importancia, asimétrico, respondiendo a un simbolismo no conocido; la micrografía dispuesta en forma de estrella de varias puntas es reforzada por las decoraciones







Fig.8

 Manuscrito Ilustrado de la Biblia de Leningrado

 En la decoración (folio 476r) Fig. 9 el escriba y el ilustrador han compuesto una decoración de tipo geométrico con numerosos triángulos, trapecios y otras formas geométricas, que están inscritas dentro de un marco rectangular con un efecto armonioso e interesante, para llamar la atención del lector. El valor simbólico de la estrella de David Fig. 11

 El pergamino mide 33.8x29.8 centímetros.

 


Fig. 15  Libro de Relatos (Hagadah)  Aragón  1350

de Aragón, España durante el tercer cuarto del siglo XIV



 

Fig.16  Vestimenta de Judíos 







Fig. 16ª Vestimenta de Judíos del Norte de Francia principios del 6.  

  

 *CULTURA JUDEO – CRISTIANA



La influencia de Maimonides se manifestó en diversas corrientes de la filosofía, siendo la primera sobre los representantes de la filosofía religiosa judía a partir del siglo XIII; en segundo lugar sobre la escolástica cristiana y finalmente sobre la filosofía moderna.


 Averroes, Maimonides y Santo Tomás de Aquino ocupan situaciones similares en la historia del pensamiento islámico, judío y católico, respectivamente. El análisis prolijo de dichas obras, efectuado con criterio comparativo, permite señalar los elementos diferenciales de los tres credos que cada cual procuró sintetizar dentro de las líneas comunes de la filosofía de Aristóteles.


Santo Tomás de Aquino tomó y elaboró en conformidad a los principios de ordenación y armonía propios de la teología cristiana. El libro Guía de los Descarriados fue traducido al latín en el siglo XII y Sto. Tomás cita a su autor como “Moisés el Egipcio” unas veces y otras como “Rabi Moisés”.

Coincide con el doctor de la sinagoga en la interpretación racional de la Biblia y en la doctrina concerniente a problemas fundamentales de Teología. Maurice de Wulf, profesor de la Universidad Católica de Lovaina, hace referencia a la vinculación de Sto.Tomás con Maimonides al ocuparse de la obra de éste último:


*12.- “El objeto supremo de la metafísica es Dios. Maimonides prueba su existencia de la manera de los filósofos Alfarabi y Avicena mediante el argumento del primer motor y por la distinción de lo posible y de lo necesario, dos pruebas que toma de sus predecesores y que apoya sobre “veintiséis proposiciones de los filósofos” extraídas de la física y de la metafísica de Aristóteles y en correspondencia de las “cinco vías” de Sto. Tomás.*12- Guía de los Descarriados. Maimonides Pág. 63

Maurice de Wulf: Historie de la Philosophie medievale, 1924 TI pag. 218,219

Nota de Redacción: De la Enciclopedia Salvat: Avicena, nombre con que los escolásticos conocieron al filósofo persa Ibn Sina (Afshana, en Bukhara, 980- Hamadan, 1037).

Fue médico muy famoso en todo Oriente; su Canon de Medicina, traducido al latín en el siglo XII, se consideró texto fundamental en todas las facultades Occidentales. Escribió más de 100 obras sobre diversos temas, pero se dedicó especialmente al estudio de la filosofía Aristotélica.

Esta le llevó a definir las relaciones entre el ser de una cosa y su esencia y las relaciones entre posible y necesario. En el universo, dice Avicena, hay un ser absolutamente necesario, en el que coinciden esencia y existencia: Dios existe después de lo posible, que recibe de lo <<de lo absolutamente necesario>> la necesidad de su ser (por ejemplo: el alma humana), y en fin, lo simplemente posible, que está sujeto a perecer. El universo es eterno porque Dios, absoluta necesidad, no hubiera querer primero y luego no querer su existencia. De esta forma falta a la metafísica de Avicena la nota que caracteriza la metafísica cristiana, en la que la creación es un acto de la voluntad divina.

Avicena se perfila con una doctrina que será muy debatida en la Edad Media y el Renacimiento: la doctrina de la unidad del intelecto activo. La  operación<< activa>> por la que se llega a la esencia del objeto conocido no puede realizarla nuestro intelecto activo único, el divino, prácticamente piensa en nosotros y por nosotros.

*13 Emile Saisset afirma: “Maimonides es el precursor de Sto. Tomás, y en la Guía de los Descarriados anuncia y prepara la Summa Theologie”.

Bonilla y San Martín señala a su vez, las relaciones entre el gran sistematizador del catolicismo y el filósofo judío.  Igualmente en Alberto Magno se advierte el influjo de Maimónides, lo mismo que en otros pensadores cristianos, coincidiendo en algunos puntos, disintiendo en otros. Así como su obra sembró semillas en el vasto terreno teológico, en otros casos surgieron discrepancias, por ejemplo, con los Motecallemin *14 “han cometido el error monstruoso y violento, sobre el que han edificado su falso sistema, relativo a la distinción de lo necesario, de lo posible y de lo imposible, error que los ha conducido a pensar y hacer pensar que con todo lo que es representado en la imaginación es posible, ignorando que esta facultad asocia cosas cuya existencia es imposible”

Maimónides recomendaba a aquellos que sufrían tristeza o pesar *15 “si está atacado de melancolía la arrojará escuchando cantos o diferentes clases de música, recreándose en los jardines y en los edificios hermosos y admirando las obras de arte o mediante distracciones análogas que serenan el alma y disipan los pensamientos tristes. Y en todo esto procurará la salud de su cuerpo y el fin de la salud será adquirir ciencia” y agrega:

*16  “Y como el cuerpo después de haber cumplido tareas penosas, experimenta lasitud y debe, por consiguiente, tomarse reposo y permanecer tranquilo para recobrar el equilibrio, así debe también el alma reposar y ocuparse del placer de los sentidos. Contemplará, por ejemplo, cuadros y otras cosas bellas que le librarán de su fatiga como dicen los sabios (rabinos- doctores de la ley):

 Cuando los doctores estaban fatigados del estudio, decían palabras placenteras. Bajo este punto de vista se puede admitir que los cuidados aportados para pintar y adornar los edificios, los vasos y los vestidos, no son ni cosas malas ni acciones fútiles”. *13, 14,15 y16 Maimónides Guía de los Descarriados Pág. 89, 63,106 y 108 respec.

Estas recomendaciones en el siglo XII se corresponden con el estímulo que bajo el influjo de Maimónides pudieron tener los ilustradores de los Manuscritos Hebreos y son coincidentes con la visión estética del hombre de la Edad Media, incluso el cristiano. Después de examinar las coincidencias y discrepancias entre Sto.Tomás y Maimonides, Bonilla y San Martín dice:


*17 “Es indiscutible, por tanto, que el Angel de las Escuelas hacía frecuente uso de la Guía y que este libro le merecía singular atención. Si se exceptúa el Antiguo Testamento, ninguna producción de la literatura hebrea influyó más en la doctrina del Príncipe del Escolasticismo que la obra del que el mismo Sto. Tomás llama “Moisés el Egipcio” V.Bonilla y San Martín Historia de la filosofía española, Madrid,1912 T II pag.140 *17 Maimonides Guía de los Descarriados Pag. 63

*18  “Todas estas afirmaciones encuentran en la temperie intelectual de la Edad Media una traducción en términos bastante más enfáticos, tanto en virtud de un natural componente cristiano de amorosa adhesión a la obra divina como de componente, neoplatónico” “ que nos permite además introducirnos en el concepto medieval de la estética (no desde el punto de vista contemporáneo, siglo XXI) sino de aquel momento.

 *19 “Entendemos, pues, por teoría estética cualquier discurso que, con algún intento sistemático y poniendo en juego conceptos filosóficos, se ocupe de fenómenos que atañen a la belleza, al arte y a las condiciones de producción y apreciación de la obra artística; a las relaciones entre el arte y la moral, a la función del artista; a las nociones de agradable, de ornamental, de estilo, a los juicios de gusto así como a la crítica sobre estos juicios y a las teorías y las prácticas de interpretación de textos, verbales o no, es decir, a la cuestión hermenéutica”. *18y19, Umberto Ecco Arte y Belleza en Estética Medieval Editorial Lumen  Pág. 30 y 8 respec.

Sin duda, esta definición es de vigencia y aplicación en la apreciación de los Manuscritos Ilustrados Hebreos, que permiten encuadrar a los mismos dentro de diferentes estilos, a la relación del arte con la expresión mística, el efecto pedagógico y su representación hermenéutica.  Efectivamente, en cuanto a estilos se los puede sistematizar dentro del estilo oriental o árabe: de Persia, Yemen, Irán, Egipto, Norte de África y España, y los de influencia occidental.

 De manera que se puede concluir que la influencia de la cultura hebreo - cristiana incluye, sin lugar a dudas, la oriental o árabe. Véase  Fig.13  y 14  donde el espíritu iconoclasta no impidió la expresión estética del ilustrador de los manuscritos, que si bien no reprodujo imágenes figurativas pudo expresarse pictóricamente mediante figuras geométricas, arabescos, filigranas que fiel al pensamiento islámico no incluyen un centro de foco, nada empieza ni termina pero la expresión artística se corresponde con trazos y colores que estimulan la percepción del hombre medieval.

Respetando una tradición cultural, alejados de cualquier reflexión de la realidad circundante y que cuando el filósofo medieval habla de belleza no sólo se refiere a un concepto abstracto, sino que se refiere a experiencias concretas:

  *20.-“Está claro que en la Edad Media existe una concepción de la belleza puramente inteligible de la armonía moral, del esplendor metafísico, y que nosotros podemos entender esta forma de sentir sólo a condición  de penetrar, con mucho amor en la mentalidad y sensibilidad de la época”



*20 Umberto Ecco Arte y Belleza en Estética Medieval Editorial Lumen  Pág. 14
 

TRADICION ESTETICA en la EDAD MEDIA


Por lo escrito precedentemente se ha  podido inferir la vinculación y paralelismo entre las diferentes culturas: clásica, judeo - islámica y cristiana, en cuanto a la valoración estética medieval y al mundo de relaciones se refiere.

 Sus influencias recíprocas fueron evidentes, pero a medida que fue pasando el tiempo la evolución estética del hombre medieval se fue trasladando a Europa Central: Francia, Alemania, Italia entre otros, siendo sus mayores exponentes San Agustín, Sto. Tomás y otros, quienes exploraron nuevos conceptos estéticos basándose  en la cultura clásica y la árabe - judía, en concordancia con la apreciación mística de sus propias creencias.


*21 “Según se colige de las fuentes, la elite de la sociedad judía – en especial la erudita- no repudiaba el contacto con los tesoros del conocimiento de la sociedad gentil: más aún, cuando la sociedad gentil gozó de un esplendor cultural, los más prominentes eruditos en la ley religiosa judía de ese entonces, se interesaban sobremanera por los valores de la cultura gentil e inclusive hacían uso de ellos.

 Buscaban y encontraban pruebas para demostrar que el origen de los conocimientos de que se valían eran judíos. No aceptaban datos que contravenían las fuentes judías tradicionales

 Toda idea o conocimiento obtenido en el “exterior”, necesitaba un respaldo y una justificación basados en las fuentes tradicionales. Esa justificación se daba ad hoc y, por lo tanto, no era posible una adopción integral de los bienes culturales gentiles”. *21 En una era de Transición  Unidad 4  Edit. Universidad abierta- Israel


Sello de la comunidad Judía de Amsterdam, que trae la figura de un fénix (ave mitológica que renace de sus cenizas)

Se puede describir la vida de los judíos, musulmanes y de los cristianos en el mundo tradicional como habitando tres fortalezas separadas. Los residentes de cada una de ellas se sentían unidos por la convicción religiosa y por una conciencia de singularidad y superioridad con respecto a los demás. Por imperio de la necesidad, salían a menudo de los muros de sus fortalezas y entablaban contactos con los miembros de los otros grupos. Pero eso no significaba que renunciaran al principio de distanciamiento y de la separación”

 En muchos casos los sabios de ley judía permitían ad hoc el uso de modas y otras pautas culturales que eran comunes entre los cristianos o musulmanes en distintos lugares, como por ejemplo la utilización de representaciones paganas y mitológicas en sellos de la comunidad Judía de Amsterdam:

   

Siglo XIV



Se intentará un análisis, desde el punto de vista del hombre de aquella  época (siglo XII) que permitió generar una simbiosis cultural, donde desaparecieron  los límites de una u otra cultura para crear las bases de conceptos universales que tuvieron vigencia y se extendieron hasta los tiempos actuales. Una prueba evidente de estos conceptos lo demuestran los Manuscritos Hebreos Ilustrados, donde algunos de ellos fueron ejecutados en los talleres de origen cristiano en las catedrales,“scriptoria”. Allí se aplicaron estilos y concepciones vigentes en aquellos momentos, sin ignorar la producción original y típica de los Ilustradores Judíos.



En el capítulo Lo Bello como Trascendental, 3.1 La visión estética del universo, pág. 41 de Umberto Ecco en su libro Arte y Belleza en la Estética Medieval nos dice:


“La tradición estética de la Edad Media desarrolla una serie de temas como la concepción matemática de lo bello, la metafísica estética de la luz, una cierta psicología de la visión y una noción de forma, como esplendor y causa de goce. Será siguiendo estos temas en sus desarrollos, a través de los siglos de revisiones y discusiones, como podremos entender mejor qué grado de maduración alcanzan tales temas en el siglo XII y como se introducen en el ámbito de un sistema (el tomista) que resume los problemas y sus soluciones”


 Desde los albores de la civilización griega, bajo el influjo de Pitágoras, Platón, Aristóteles, el concepto de belleza estaba asociado a la concepción matemática como medio de expresión, siendo la proporción una de las manifestaciones que llegan a la Edad Media.

  Las relaciones entre las diferentes partes del cuerpo humano establecen armonías concretas. La ley marco donde la figura debe adaptarse al espacio por exigencias de la composición formal; no como fruto de una expresión sensible, transformándose en un tema doctrinal y que gradualmente se irá aplicando al terreno práctico.

 Siguiendo el concepto de U.Ecco es interesante analizar la metafísica de la luz como otro elemento integrante del concepto de la luz y en consecuencia el gusto por el color.


 La luz constituye un principio que hace al sentido de la belleza, unido al concepto metafísico de la estética en la Edad Media. La luz que irradia Dios, responde a diferentes tradiciones; Platón equiparaba el bien con la luz que emana de las ideas.

En los Manuscritos Ilustrados Hebreos se resalta la acción figurativa mediante colores simples y vivaces donde la luz parece ser irradiada por el Tabernáculo en algunos casos, como así también de personajes carismáticos de la historia Judía; Moisés por ejemplo Ver Fig. 20 a través del color, el efecto simbólico y hermético en muchos casos se hace presente; aunque a través del tiempo se haya perdido su significado y cuáles fueron las influencias que lo promocionaron.

 Sin embargo, es necesario admitir, que sus efectos perseguían probablemente, el goce particular del hombre de esa época, o simplemente respondían (los colores) a la técnica constructiva de los Ilustradores al efecto de llamar la atención del lector no solamente como valor estético sino como medio de transmisión de un mensaje.


*22 “El gusto por el color y la luz es, en cambio, un dato de reacción espontánea, típicamente medieval, que sólo sucesivamente se articula como interés científico y se sistematiza en las especulaciones metafísicas (aunque  desde el principio la luz, en los textos místicos y los neoplatónicos en general, aparece ya como una metáfora de las realidades espirituales). Además, como ya se ha apuntado, la belleza del color es sentida uniformemente como belleza simple, de inmediata perceptibilidad, de naturaleza indivisa, no debida a una relación, como sucedía con la belleza proporcional. *22  Umberto Ecco Arte y Belleza en la Estética Medieval Editorial Lumen    pag.59

Inmediatez y simplicidad son características del gusto cromático medieval. El mismo arte figurativo de la época no conoce el colorismo de los siglos posteriores y juega sobre colores elementales, sobre zonas cromáticas definidas y hostiles al matiz, sobre la yuxtaposición de colores chillones que generan la luz por el acuerdo del conjunto, en vez de dejarse determinar por una luz  que los envuelva en claroscuros o haga salpicar el color más allá de la figura. La miniatura medieval documenta claramente ese goce por el color íntegro, ese gusto festivo por la yuxtaposición de colores vivaces, yuxtaponiendo el esplendor del oro con tonalidades frías y claras, como el morado, el verde glauco, el amarillo ocre o el blanco azulado, se obtienen efectos de color donde la luz parece irradiarse de los objetos.”


En los Manuscritos Hebreos Ilustrados, el simbolismo y la alegoría, alcanzaron su máxima expresión, en consonancia con el pensamiento de la Edad Media.

*23 El siglo XIII llega a fundar una concepción de la belleza sobre bases hilemórficas, incluyendo en esta visión las teorías de lo bello físico y metafísico elaboradas por las estéticas de la proporción y de la luz. *22  Umberto Ecco Arte y Belleza en la Estética Medieval Editorial Lumen    pag.68


Para entender el punto de evolución representado por estas conclusiones, hay que tener presente otro aspecto de la sensibilidad estética medieval, el más típico, quizás el que mejor caracteriza la época, dando una imagen de esos procesos mentales que consideramos << medievales>> por excelencia: se trata de la visión simbólica - alegórica del universo”

 Nota de Redacción- Hileformismo:(Sistema creado por Aristóteles para explicar filosóficamente la constitución esencial de los cuerpos. Tiene un doble fundamento: uno metafísico y el otro empírico; donde el primero afirma que entre el ser en acto y la nada está el ser en potencia, mientras que el empírico se basa en el hecho observado de los cambios sustanciales de las cosas, cambios de fuego en agua, de oro en tierra)  De manera que a la parte potencial y permanente de los cuerpos la llamó <<materia>> (concepción que adoptó Maimónides)


El hombre Judío vivía dentro de una estructura social centrípeta, con el concepto unipersonal desarrollado sobre la base del libre albedrío y la reflexión dentro de la concepción mística, en un mundo poblado de significados, con representaciones dirigidas a una verdad superior. Simbolismo y alegoría en los Manuscritos se instalaron como medio de un sistema pedagógico, siguiendo una cadena de causas y efectos. Cada imagen representada, cada color utilizado, respondía a un significado y finalidad.


*24 “Hay una exégesis alegórica de la Torah hebrea y Filón de Alejandría en  el siglo I intenta una lectura alegórica del Antiguo Testamento” *24  Umberto Ecco Arte y Belleza en la Estética Medieval Edit. Lumen  Pag.73

No obstante en el siglo XII se comenzó a desarrollar en el hombre un interés por la Naturaleza y a partir del siglo siguiente, mediante la aplicación de los principios aristotélicos, se comienza a definir la representación de formas concretas que orientaron a los Ilustradores hacia la apreciación y composición de diferentes motivos que la Naturaleza le ofrecía, dando lugar a la formación de una estética de tipo realista, no del todo conscientes, y que dieron lugar a la satisfacción de exigencias de proporciones objetivas, que a su vez estaban sometidas a exigencias ópticas.


 En el siglo XIII la representación toma en cuenta la psicología de la visión. Este punto de vista, que presuponía la experiencia visual subjetiva de un observador, es de suma importancia en el caso de los Manuscritos Ilustrados. Este criterio llega a la Edad Media desde la época clásica griega, cuando Fidias había plasmado su Atenea de tal forma que desde cerca la parte inferior de la escultura parecía corta, pero vista desde abajo hacia arriba, en una dirección de 60º, desde la vista del ojo del ateniense, resultaba de dimensiones correctas.

Los Ilustradores concibieron mediante la representación pictórica la satisfacción de una cualidad objetiva a través de lo bello y el feligrés con su sensibilidad lograba introducirse en el mundo místico en que estaba imbuido que a través de dichas representaciones permitieron dejar una impronta en futuras generaciones, en lo que a raíces se refiere.
 

*LOS JUDÍOS DE ALEMANIA Y NORTE DE FRANCIA (ASHKENAZ)

El destino errante del pueblo judío, tuvo diferentes expresiones a través de la historia,  si bien al principio de la Edad Media  poblaron el Asia Menor y luego la España musulmana, en el siglo XIII la mayoría del su pueblo, por primera vez en la historia, residió en Europa y no en Asia  Menor.

 El destierro, con todas sus implicancias fue una parte importante de la forma de vida de los judíos  a través de la historia, en el Manuscrito Ilustrado de la  Fig. 18 (original en la Biblioteca de la Universidad estatal de Hamburgo, Alemania, Cod. Hebr. 37, folio 27 recto) ha quedado plasmado la dramática escena donde se representa a las mujeres y los niños viajando en el carro, con los pocos bártulos que el espacio disponible permitía, con sus animales de corral; mientras los hombres, ancianos y más débiles tenían que emprender el camino a pié en marcha hacia un nuevo destino. Son emigrantes de una ciudad de Alemania aprox. 1427-8



 Fig. 18 Manuscrito Ilustrado  El Judío errante 1427-8  



En la escena están representados todos los personajes, aunque sorprende visualizar a los mismos descendiendo desde derecha hacia la izquierda, probablemente siguiendo la dirección de la lectura de los textos hebreos (de derecha a izquierda).



 La composición fue hecha por manos expertas en el ejercicio de la profesión, con pinceladas de colores con diferentes planos de aplicación, no se  ha definido el contorno de las figuras, como era usual en la temprana Edad Media, las flores de color blanco se han representado mediante pinceladas cortas, los cerros matizados de color marrón – pardo Desde el siglo VIII hubo asentamiento judíos en Alemania, Norte de Francia e Italia donde los judíos mantuvieron estrechas relaciones comerciales con las tierras árabes y desde donde se desarrolló el flujo cultural judío con la Europa Cristiana.
 

Desde el siglo IX, libros y manuscritos hebreos fueron  compuestos en Sicilia, y el Sur de Italia, escritos rabínicos florecieron sentando las bases científicas y filosóficas en Europa, bajo el dominio de los bizantinos, normandos, germanos y franceses a través de la historia hasta el siglo XIII.

 Los judíos, tenían un sistema de vida (político y jurídico) independiente, respondiendo a una entidad socio-legal, en cuyo seno se desarrolló la corriente filosófica medieval judía y donde tuvieron cabida las conclusiones de Maimónides que luego fueron desarrolladas por Levi ben Gerson (1288-1344) nativo de Provenza, quién escribió de acuerdo con la teoría de grandes sabios de origen cristiano de la Edad Media acerca de la aplicación Aristotélica sobre la inmortalidad del alma, la naturaleza de la profecía, la influencia de las esferas celestes sobre el mundo terrenal, la creación y los milagros, a veces en contradicción a lo escrito por Maimónides, siguiendo una concepción científica del universo en un contexto Aristotélico, armonizando razón con religión como nunca antes se había concebido.

 Por su origen oriental y bajo la influencia de los pueblos islámicos, los Judíos vivieron en la Edad Media una época de esplendor (descripta más arriba) y donde se forjó una visión estética muy distinta a la concebida por los judíos que vivieron en Europa.

 En efecto, a través de los Manuscritos Hebreos Ilustrados se puede apreciar la influencia del cristianismo, en cuanto al predominio de la idea sobre la forma, de la iconografía sobre la estética. La principal fuente de inspiración de los Iluminadores fue  el Antiguo Testamento de la Biblia, desde donde se eligieron episodios bíblicos con su efecto simbólico, basados en comentarios rabínicos, de significado literal o esotérico.



 Los Manuscritos Hebreos Ilustrados formaron parte de Libros de Oraciones de la liturgia religiosa, Biblias, Libros de Relatos del ritual de Pascuas (Hagadot), códices, actas de matrimonio, y diversos documentos de carácter público como las actas de matrimonio (ktubot).


 Los Manuscritos emergen por primera vez en el área Franco-germana durante el siglo XIII, tomando en cuenta los primeros que fueron preservados y sin tomar en cuenta los primeros ejecutados, pero que por obvias razones, no se han llegado a conocer o difundir.

 Se debe tomar en cuenta que dentro de esta área de influencia se debe incluir a Italia, con la salvedad  de que su producción se reveló más tarde.


 La comunidad Judía, inclusive los altamente educados, banqueros y prestamistas, se encontraban asimilados a las altas esferas culturales de sus vecinos (gentiles) que en esa época comenzaron a demostrar ansiedad para coleccionar dichos Manuscritos, ejecutados por los más experimentados escribas e Ilustradores, sin fijarse en costos. En esa época dicho interés se extendió a coleccionistas de ejemplares de la liturgia cristiana, manuscritos hebreos, de escritos de filosofía, tratados de medicina, etc. Tal es el caso de la Biblia de origen judío que fue adquirida por uno de los Médici y que se encuentra en la Biblioteca Laurenziana de Florencia del Ministerio per i Beni e le Attivitá Culturali, iluminada al estilo cristiano por Francesco Rosselli, quien, produjo otros Manuscritos Ilustrados de alta calidad.
 

*25La judería alemana de la Edad Media se mantuvo al margen de las discusiones teológicas y filosóficas que influyeron tan profundamente en el pensamiento de los judíos de Oriente, España e Italia y que impulsaron importantes y novedosos acontecimientos en la vida cultural de esas comunidades.
 

Los nuevos valores e ideas que los teólogos y filósofos judíos de la época introdujeron en el campo de la metafísica, la ética, y la antropología, en fin todo ese movimiento que podríamos describir como una lucha entre  Platón y Aristóteles por el legado bíblico y talmúdico del judaísmo, fue prácticamente ignorado por las comunidades judías de Alemania y del norte de Francia.
 

 El advenimiento del movimiento religioso Jasidismo fue el acontecimiento decisivo en la evolución religiosa de la judería alemana, en el siglo XIII, representado por líderes espirituales que llegaron al Rin procedentes desde Italia: los Kalonimus, para formar comunidades en Espira, Worms y Maguncia, entre ellos el prominente Rabino Yehudá el Jasid, cuyo lugar en la historia F.I.Baer en su libro Religious Social Tendency of the sefer Jasidim (La tendencia religiosa y social del libro de los Jasidim) lo compara con San Francisco de Asís, estableciendo la relación entre la filosofía  social del Jasidismo y su medio monacal-cristiano.


 *26 En realidad, es indudable que ciertas ideas religiosas y sociales populares, comunes al Occidente católico romano después de la reforma clunianense, también se infiltraron en la filosofía religiosa de algunos grupos judíos. *25, 26  Gershon Scholem Las Grandes Tendencias de la Mística Judía
 

*27 La devoción generada por los Jasidim de Askenaz (Alemania y norte de Francia) fue estimulada por la misma atmósfera producida por el movimiento Franciscano en la cristiandad. (Francisco de Assis fue contemporáneo de uno de los descendientes de la familia de Kalonimus: Judah el Jasid) *27 Robert M. Seltzer Jewish People, Jewish Thought Macmillan Publishing, 1980. Pág. 424
 

El Jasidismo estableció la importancia de un ideal humano definido, un tipo de hombre y un modo de vida, que incluyen principios de su fe mística e independientes del intelectualismo y de la erudición, ser devoto sin ninguna otra cualidad excepcional. Basado en tres principios fundamentales: renuncia ascética a las cosas de este mundo, absoluta serenidad mental y altruismo llevado al extremo. El cumplimiento de la voluntad divina convertida en un acto de amor, al igual que los místicos cristianos de la época, de la misma forma que este ideal ascético del devoto estaba unido al ideal ascético del monje. El énfasis ya no reside en la aproximación del místico al trono Divino, sino en su oración. La combinación de éxtasis y magia reaparece como rasgo característico.
 

 El martirologio (Kidush ha-Shem) “la santificación del su nombre sagrado” fue un importante factor en la formación de este movimiento Fig.21 Escenas del Martirologio representado en un manuscrito ilustrado planificado probablemente por el escriba Simha Gansmann como parte de un Manuscrito Misceláneas en la conmemoración de las Fiestas de las Luces (Hannuca) y sin remarcar *28   sentando un precedente por ser la primera vez que se representa esta iconografía (1428). En él se describe el martirio de siete hijos por parte de una mujer devota. *28 Joseph Gutmann  Hebrew Manuscript Painting George Braziller, New York 1978, Pag.101



 Fig.21  Escenas del Martirologio aprox. 1428

 

En la primera escena, parte superior representa dos mujeres, que en rebeldía a un decreto del rey, hicieron la circuncisión de sus hijos. Ellas han sido colgadas desde sus pechos en castigo, sus hijos fueron arrojados desde una torre medieval.
 

 Próxima escena (derecha): el rey está tratando de persuadir al gran rabino Eleazar para que ofrezca falsos sacrificios. Tercera escena, a la izquierda, ante la rebeldía del gran Rabino será decapitado con un sable de gran dimensión.
 

La última escena: siete de sus inocentes hermanos son mutilados y quemados por negarse a abandonar su religión.
 

En la ilustración se reconoce la mano de diferentes ilustradores, pero puede decirse que la expresión “naif” (véase los árboles), prevalece en todas las escenas. En la composición se destaca armónicamente el trazo y el color.



El Ilustrador le ha dado a la composición un ritmo dinámico mediante la inclusión de las diferentes escenas, dando la impresión que el texto fue escrito a posteriori de la ilustración y donde texto-ilustración-texto se suceden sin solución de continuidad.
 

La penitencia, flagelación, como reparación de una ofensa a Dios, por medio de un acto personal de indemnización se introduce en el culto judío como influencia de las ideas que tenían del mundo los celtas y los germanos recién cristianizados, lo cual permite confirmar el fuerte influjo que el medio cultural de esa época ejerció entre los miembros de la sociedad, sentando las  bases de un mundo de relación arraigado y desarrollado a pesar de los efectos negativos de los actos de vasallaje durante las cruzadas, expulsiones de los territorios donde moraban y las persecuciones que los judíos sufrieron en aquella época.
 

 El Manuscrito Ilustrado de la Biblia ejecutado en el Sur de Alemania, contiene la representación de figuras humanas distorsionadas (monstruos) con la cabeza de diferentes animales, con el objeto de eludir las prohibiciones expresamente establecidas en el segundo mandamiento, Fig. 22 Revelación en el Monte de Sinaí Libro de Oraciones ilustrado por Jayim en 1320 aprox. correspondiente a la festividad de Pentecostés, donde se destaca la palabra resaltada en hebreo SEÑOR, estampado con letras de oro y relacionada a la sentencia “el Señor me ha guiado”.
 

 De acuerdo a la tradición rabínica esta fiesta rememora la entrega de la Tabla de la Ley a Moisés en el monte Sinaí. En esta composición la mirada del observador está orientada para dirigirla desde la esquina superior izquierda del Manuscrito donde prevalece en orden de jerarquía:



 

Fig. 22ª (detalle)


El Tabernáculo con marco estampado en oro donde están escritas las primeras palabras del comienzo de cada Mandamiento en manos de Moisés, que ha sido representado arrodillado y desbarbado, su hermano Aaron se encuentra orando. Se ha representado al Monte Sinaí por medio de una serie de círculos ejemplificando el valor simbólico de la ilustración.
 

Fig. 22b  (Detalle)  Un grupo de siete Judíos vistiendo túnicas a la usanza medieval, con sombreros de forma cónica (pileus cornutus) forzados a utilizarlos como medio de discriminación.


A la derecha del Manuscrito un grupo de mujeres con sus cabezas representando diversos animales y donde se puede apreciar la técnica empleada para disimular la prohibición de reproducir imágenes.

 Por su posición relativa en la composición se puede deducir la estructura social del pueblo Judío, donde la mujer estaba relegada a un plano secundario.Se aprecia el ritmo dinámico de la composición, los hombres con el cabello ondulado, las ramas de un árbol en forma de guirnaldas delimitan y armonizan con las diferentes actitudes de los personajes dando la sensación de movimiento que fue remarcada con los pliegues de las túnicas y las diferentes formas asignadas a las trompetas. Desde el cielo dichas trompetas y cuerno de cabra (Shofar) representan alegóricamente un pasaje bíblico “la montaña se estremeció violentamente mientras el shofar sonaba fuerte y más fuerte”Hay una escala jerárquica donde el punto focal esta centralizado en el Tabernáculo, desde donde emana la luz. Moisés y Aaron representados de frente, luego un grupo de mujeres de perfil y unos círculos con expresión volumétrica representan simbólicamente el monte Sinaí.En la fig. 22 las nubes con un mensaje alegórico representan las fauces de diversos animales desde donde cuelgan las trompetas. Colores vívidos con sensación volumétrica dada por la tonalidad de los colores se corresponden a un estilo en boga en aquella época y que va delineando un nominalismo medieval progresivo, que preanuncia el surgimiento del Renacimiento.
 

Se trata de una composición figurativa donde las formas están definidas mediante trazo de color negro definiendo claramente las figuras, mientras el  fondo de color rojo es uniforme y sin matizar.
 

Toda la construcción fue remarcada por una guarda con elementos geométricos de borde amarillo y con guardas artísticas de varios colores que delimitan concretamente lo representado. Los Manuscritos Ilustrados representados en las Fig. 22 y 23 fueron producidos en el Sur de Alemania, corresponden al Libro de Oraciones para festividades, donde el primero: portada dedicada a la fiesta de Pentecostés (Shavuot): “La Revelación en el Sinaí”, original en la Biblioteca del British Museum (Add. MS 22413, ff71r), el segundo: portada del Libro de Ruth, aprox. 1320, “Ruth y Boaz” (Biblioteca del British Museum, original Ms. Add. 15282) formando parte de una trilogía y el otro en la Biblioteca Nacional de Viena, Austria Cod. Hbr. 75 y el tercero en la Biblioteca  Nacional de la  Universidad de Jerusalén, Ms.Hebr. 4º 781/II, fol.35) definen la más prominente y prolífica escuela estilística del movimiento Hasidico de Ashkenaz, que a su vez, convivió y recibió la influencia de la escuela de ilustradores de la escuela Latina, durante el siglo XIII y que  sobrevivió durante los siglos XIV  y XV.

 Dos árboles diferenciados de distinto color que no he podido interpretar, florecidos con abundantes flores, todas ellas orientadas hacia el observador, de igual forma y color, dividen la composición en dos escenas. En este caso la mirada del observador está orientada de derecha hacia la izquierda, como en  la lectura en hebreo, Fig. 22a se lee la palabra en hebreo *29 vayehy  “vinieron para pasar...” primera palabra del Libro de Ruth que se lee en el servicio matinal del segundo día de la fiesta de Pentecostés. *29 Joseph Gutmann Hebrew Manuscript Painting Edit. George Braziller, Inc. 1978 Pag. 95

 En la Fig.23 la parte superior se configura una serie de arcos en cúspide, mientras  en cada lateral se ha sintetizado la representación de fortificaciones con torres medievales. Mientras que los pergaminos de Esther han recibido abundante ilustración en el caso de los pergaminos de Ruth no es así. Esta ilustración pertenece a una trilogía, probablemente producida en Alemania en la primera mitad del siglo XV con originales en la Biblioteca del Museo Británico  Ms. Add.15282; Bibioteca Nacional de Viena Cod. Hebr.75 y en la Biblioteca de la Universidad Nacional de Jerusalén, Ms. Hebr. 4º 781/II, fol.35 





Fig. 23 a (detalle)

 Ruth representada con cabeza de animal, con una hoz en su diestra, se encuentra cosechando entre cuatro personajes, sus manos protegidas con guantes, (práctica inusual)*30 uno de ellos sosteniendo un rastrillo, otro enfardando atados de espigas; Boaz, esposo de Ruth, con cabeza de cerdo, sermoneando a su gente: “déjenla cosechar entre los fardos preparados y no le reprochen nada...   más aún, si pueden agreguen algunas espigas a sus a fardos” (en señal de respeto y consideración) hacia Ruth.
 

*30 Thérèse and Mendel Metzger Jewish Life in the Middle Ages  Alpine Fine Arts,1982  Pag. 163


La identificación de los otros personajes es dificultosa ya que similares representaciones se pueden apreciar en la Fig. 22, en cuanto a personas con cabeza de animales y vistiendo vestimentas se refiere.

 El fondo de color azul en toda la ilustración, le imprimen una sensación espacial para hacer resaltar o destacar los elementos figurativos de la composición.


 Es muy probable que haya otros elementos simbólicos que yo no puedo reconocer




Fig. 23b (detalle)

 Se observa a Ruth con sus manos en actitud reflexiva, conversa con dos hombres,  uno de los cuales sostiene una bolsa de granos, mientras que el otro con una vara de madera de forma especial le pega a la bolsa para separar la paja del grano
 

Observando la fig. 23 se puede apreciar al árbol que divide los cuadros

con sus ramas de color pardusco hacia la izquierda mientras que hacia la derecha son de verde escarlata, su follaje establece un ritmo, con las flores de igual forma y orientadas hacia el observador.

 Todo este lenguaje responde a un mensaje simbólico que no puedo interpretar ni explicar, pero puede ser que el Ilustrador de este Manuscrito haya tratado de resaltar la palabra “Vayehi”
 
Los Manuscritos Ilustrados Figs. 22 y23 representan imágenes que se corresponden al mundo de las ideas del platonismo y que otorgaron un carácter fundamental a la representación de las creencias místicas del pueblo Judío en la Edad Media y en especial durante sus vivencias en Ashkenaz.





Fig. 22  Libro de Oraciones, fiesta de Pentecostes (Shavuot)


 


Fig. 23 Libro de Ruth,  Ruth y Boaz  Fiesta de Pentecostes, (Shavuot)

Alemania 1320/5      
                              

   

La Portada del Deuteronomio  del Pentateuco perteneciente a la colección del Duque de Sussex reproducida en la Fig. 24 constituye otro ejemplo de la relación entre las culturas, judeo-cristiana, en efecto, si no fuera por la escritura de la palabra hebrea, podría decirse que esta composición pertenece a la escuela Latina de Alemania ejecutada en el siglo XIV.





       Fig. 24 Portada del Deuteronomio del Libro Pentateuco 1310 



Se ha representado un panel arquitectónico con la inscripción de la palabra hebrea “eleh” (“estas son las palabras”), portada del libro Deuteronomio, escrita en letras de oro, se destaca en el centro de la composición, sobre fondo de color azul intenso.


 La arquitectura representada reproduce las aberturas ojivales de las catedrales, de estilo gótico construidas en la Edad Media, como así también la fachada de las mismas, con sus frentes de ladrillos a la vista.

En la composición se ha representado las aberturas de color amarillo intenso que constituyen también una manera de destacarlas, confiriendo una expresión de tipo ascendente, muy característica del arte gótico. Debajo de la palabra hebrea, se ha representado la estrella de David con sus lados entrelazados, delimitada con trazos de color negro y rellena de una lámina delgada de oro, definiendo seis triángulos de color azul (del mismo color del fondo de la palabra hebrea).


En el centro de la estrella de David, dentro de un círculo de fondo rojo un elefante portando una corona y bordeándola una serie de animales grotescos que parecen haber sido copiados de un bestiario (de gran difusión en la Edad Media), y de gran influencia en la pintura y arquitectura de aquella época. No conozco el simbolismo de todas estas expresiones pictóricas. Este Manuscrito Ilustrado perteneció a la colección del Duque de Sussex y se caracteriza por haber sido escrito sobre pergamino de muy alta calidad,
 
Por su estilo, siglo XIV, fue obra de ilustradores que trabajaron  en el sur de Alemania. De colores vibrantes y puros, sin matizar, caracteriza y demuestra el mundo de relación de las culturas imperantes en dicha época. Es interesante notar que todas las representaciones geométricas de esta Ilustración son de orden planimétrico, con influencia del estilo bizantino, sin perspectiva, la que más tarde comenzará a aplicarse.

 La Fig. 25 (original en poder de la Biblioteca del British Museum, Add. Ms 11639, f.523 v.) representa otra expresión del intercambio y relación entre diferentes culturas, corresponde a antologías del norte de Francia de fines del siglo XIII y representa a David y Goliat.



 Fig. 25 David y Goliat


 Debajo de la figura de Goliat, la inscripción “este es Goliat el Filisteo” mientras  que debajo de la figura de David se lee “David que le arroja”  ambas inscripciones en hebreo pudieron haber sido agregadas más tarde por manos anónimas; esta imagen no está conectada con el texto


Por la expresividad de los personajes se puede inferir el avance de un nominalismo medieval. Esta iconografía, fue utilizada esporádicamente en Biblias Hebreas Ilustradas, pero también fueron de gran difusión en la época bizantina y en salterios de origen cristiano.
 

En esta ilustración se representa a un monumental Goliat abarcando todo el límite de la composición delimitada por el aro que hace de marco pintado al oro, con una lanza en su brazo izquierdo, en su apoyo inferior excede por delante dicho límite, mientras que en su extremo superior se encuentra por detrás del aro-marco, estableciendo de esta manera un eje de referencia de tipo ascendente, frente a un David mucho más pequeño. Ambas figuras delineando una ligera curva en “S”, el cabello y los pliegues en sus vestimentas reproducen las características del neoclasicismo en el Gótico.


 David y Goliat como expresión simbólica se destaca sobre un fondo magistral de color rojo reproduciendo un “capitone”, como así también, el color azul en el escudo de Goliat y en la vestimenta de David caracterizando el estilo vigente en el Norte de Francia del final del siglo XIII.
 

 Frente a un Goliat, asimilable a un cruzado de la Edad Media, la esbelta figura de David con la honda, representado como pastor rodeado por una manada de ovejas, mientras un perro ladra a su contrincante, ilustra alegóricamente el relato de los Reyes  (Rey Saúl) de la Biblia. Kandinsky, De lo espiritual en el arte, Barcelona, Barral, 1978 p.82
 

En el Manuscrito Ilustrado de la Fig.26 el Rey David ejecuta su arpa, original en poder de la Biblioteca del British Museum (Add. Ms 11639, f.117V) enmarcado por una guarda, contrasta sobre un fondo tapizado “capitone” de color azul, se encuentra sentado en una silla luciendo una capa real de color naranja, revestida interiormente con una piel de armiño. Mientras que su cabeza coronada resalta por debajo un triple arco apoyado sobre dos columnas laterales y desde donde sobresalen los pináculos de dos torres definiendo la influencia del estilo gótico en boga en Francia. La figura de David ha sido un motivo de representación desde lejanos tiempos de la historia y en este caso en particular fue ejecutado entre 1280-1290 por varias manos, a no ser por las inscripciones hebreas el motivo podría haberse confundido con similares de la escuela cristiana latina, de manuscritos de esa época.


 Fig.26  Biblia de Schocken  Portada del Libro de Génesis 





Fig.27  Biblia de Schocken  Portada del Libro de Génesis



En la Fig. 27 Portada del Libro de Génesis de la Biblia Schocken, finales del siglo XIII y albores del siglo XIV, se aprecia una serie de círculos ilustrados, con aplicación de ley “marco” a manera de relato gráfico de escenas de la historia bíblica, con la inscripción de la palabra Génesis (Bereshit) en la portada de la Biblia.
 

La combinación rojo y azul como fondo de las ilustraciones figurativas en los círculos se corresponde con la utilización de dichos colores en la producción de los vitrales en las catedrales de la Edad Media y se pueden encontrar también en Biblias de origen cristiano, de esa misma época.


El estilo de la composición responde a la escuela de arte del sudoeste de Alemania a comienzo del sigloXIV

Los Manuscritos Ilustrados nos permiten recorrer una especie de galería retratos del hombre Judío de Ashkenaz con sus costumbres y vestimenta, representando al hombre Judío de aquella época y que supieron mantener a través del tiempo hasta nuestros días
 

Existen pocos ejemplos de la forma de vestir del hombre Judío durante el siglo XIII pero a partir del siglo XIV Los Manuscritos Ilustrados han sido una muestra en este sentido.
 

Generalmente el hombre utilizaba túnicas cortas, medio o largas sujetadas por medio de un cordón angosto a la altura de la cintura con una capa que se abrochaba en su hombro derecho. La mujer usaba túnicas largas hasta la altura del suelo, con una capa sobre sus hombros y con cofia cubriendo su cabeza y cuello.
 

Utilizaban calzas muy coloridas con zapatos delicados que se mantenían abiertos en su empeine y sujetaban a la altura de los tobillos.


El cabello y la barba de los hombres eran generalmente cortos y sus sombreros de distinta forma y color se pueden apreciar en las Ilustraciones. La forma de vestir de los judíos de Alemania a partir del siglo XV (aprox. 1420) se puede apreciar en el Manuscrito del Libro de Relatos de Pascuas (Darmstad Hagadah) fig. 28 y 29 que demuestra una forma de vestir muy refinada tanto para la clase alta como para el común de la gente judía. Los hombres vestían túnicas largas sujetas con cinturón a la altura de la cintura, con mangas amplias y con pliegues (abuchonadas) que se abrochaban a la altura de las muñecas. Toda la vestimenta  era suelta.



En la Fig. 28 se aprecia además de la vestimenta, la influencia del Gótico a través de las cubiertas abovedadas, arcos y pilares, en el coronamiento del Manuscrito una profusión de agujas, típicas de las catedrales.

 

  

Fig. 28 Vestimenta en la zona del Rhin, Alemania  siglo XV 

  



Fig. 29 Libro de Relatos de Pascuas de Darmstad (Darmstad Hagadah)

 Página decorativa  Vestimenta en la zona superior del Rhin, Alemania



En la Fig. 30 Manuscrito Ilustrado del Libro de Relatos de Pascuas (Feibush Hagadah) están representados cinco Rabinos de Bnei Brack, centro religioso de Israel, platicando sobre las historias de Pascuas (Pesaj)


Sur de Alemania 1460-1475, Biblioteca del British Museum Add.Ms 14762,f.7v (detalle) donde se puede ver la pesada vestimenta de los Rabinos, de terciopelo o brocato revestidas interiormente con pieles, reunidos alrededor del atril que porta un libro abierto, con sus capas abrochadas sobre el pecho con broches artísticos y sus sombreros característicos.

 


Fig. 30 Libro de Relatos de Pascuas (Feibush Hagadah)

Sur de Alemania 1460-1475 (detalle)


En este Manuscrito se destaca la expresión de los personajes que demuestran el avance de un realismo incipiente y el trabajo del ilustrador que los representó desde arriba hacia abajo (aplicación no muy frecuente).


 El examen de la vestimenta usada por los Judíos representada en los Manuscritos Ilustrados implica la necesidad del estudio de la evolución de la moda durante la Edad Media, pero los Judíos en esa época no siguieron una tradición  particular, como fue el caso de sus futuras generaciones.
 

 El valor de la iconografía de los Manuscritos Hebreos Ilustrados en cuanto a la vestimenta se refiere nos permite apreciar las diferentes clases y profesiones y puede parecer raro que a pesar de su situación social con una sensación de inferioridad, precaria situación económica y generalizada inseguridad, no se vieron reflejadas en la vestimenta que utilizaron. Dichos Manuscritos dan la impresión que la comunidad Judía acostumbraba vestir a semejanza de la clase alta de mayor poder económico y podría decirse que de la aristocracia inclusive.
 

 No obstante con el correr del tiempo, con la aparición de medidas discriminatorias se fue dando margen a un tipo de vestimenta realmente ofensivo, que no se reprodujo en los Manuscritos Ilustrados y es probable que los Iluminadores ya sean judíos o foráneos tuvieran específicas instrucciones de sus clientes Judíos de  no reproducirlas.
 

Los judíos tuvieron la necesidad de utilizar un lenguaje para expresarse, la adoptaron a través de un proceso, que los condujo a buscar un medio, una vía que permitía la conciliación entre lo religioso y su manera de sentir, por lo cual los rabinos comenzaron a aceptar la representación como medio de decoración, siempre y cuando lo reproducido no se convirtiera en objetos de adoración, de allí que con su simbolismo y alegoría llegaron a la Edad Media, por medio de expresiones heredadas desde la antigüedad y que en el caso particular de los Manuscritos Ilustrados tuvieron su esplendor, precisamente en esa época
 

El hombre *41  medieval ve símbolos en todas partes. Para él la existencia no se compone de elementos, energías y leyes, sino de formas. 
 

Estas son significativas de sí mismas, pero por encima de su propio ser revelan algo diverso, de categoría superior; en último término, lo Supremo y Verdadero, Dios y las cosa eternas. Así, toda forma se convierte en símbolo; remite a algo que la trasciende. Se puede decir también, e incluso con más exactitud, que tiene su origen en algo que está por encima, más allá de ella. Estos símbolos se encuentran en todas partes: en el culto y en el arte, en las costumbres populares y en la vida social. Repercuten incluso en las tareas científicas; por ejemplo, se puede observar, y no con carácter excepcional, que la explicación de un fenómeno o el desarrollo de una teoría están.
 

 La cultura judía formó parte del desarrollo de la cultura europea, estableció y convivió en un mundo de relaciones recíprocas, sentando las bases de la evolución de su filosofía, del proceso artístico pasando por las diferentes etapas de la historia del arte, que fueron transmitiéndose a través del tiempo, ya sea como parte de su religión o de su tradición. Muchos de estos manuscritos, tuvieron la influencia latina de los ilustradores de la Biblia, sin embargo la intervención de los ilustradores Judíos es reconocible. En el fondo de la primera escena se representa un “capitone” y la vestimenta revela la influencia  italiana–gótica del siglo XIV sobre la región norte de España, sobre todo Catalonia y Barcelona. Varios personajes arrodillados están recolectando el “maná” al mismo tiempo que a la izquierda Aarón lo llena en una jarra

Durante los siglos XIII y XIV, los libros de Relatos de Pascuas (Hagadot) fueron los más difundidos en las comunidades judías, bajo la forma de los Manuscritos, utilizando textos de la Biblia y textos para la interpretación de las sagradas escrituras, reforzaban la relación entre pasado y el presente. Su lectura durante el curso de la comida ritual, donde los alimentos, vino y apetecibles hierbas, eran un estímulo para las conversaciones que tenían como tema excluyente el Éxodo de Egipto.
 

El libro de Relatos de Pascuas pasó por diferentes etapas, en cuanto a su difusión en la Edad Media. A partir del siglo XIII,  comenzó a cristalizar su forma de libro independiente del libro diario de oraciones, que antes lo incluía, aunque muchas innovaciones y modificaciones fueron introducidas más tarde. Los Libros de Relatos de Pascuas (Hagadot) permitieron a escribas e ilustradores amplia libertad para desarrollar sus virtudes personales, su labor estaba centrada en Manuscritos de pequeñas dimensiones, razón por la cual tuvieron amplia difusión durante la Edad Media. Esta práctica fue seguida por los ashkenazim, por ejemplo Joel ben Simon Feibush, quién vivió en Bonn y Colonia, en Alemania, en el siglo XV hizo figurar su nombre en muchos ejemplares, dos de los cuales se encuentran en la colección de la biblioteca del British Museum (37x28 cm)
 

En ese período la situación social y económica, la vida de ciudad y consecuentemente la fundación de nuevas universidades, auspiciaron la apertura de importantes talleres para la producción de dichos libros. Estos talleres complementaron o reemplazaron los scriptorium de los talleres monásticos e introdujeron el desarrollo del gremio de los “iluminadores”, que cumplían la función de embellecer e iluminar los Manuscritos a satisfacción de sus adinerados clientes.
 

Simultáneamente, nuevas técnicas se fueron desarrollando en la preparación de los pergaminos, con tintas, colores, hojas de oro y otros materiales, permitieron gradualmente que los manuscritos iluminados en forma de códice fueran accesibles a la mayoría de los miembros de la comunidad. No obstante, no todos los Judíos tenían la posibilidad de contar con un Códice Iluminado de relatos de Pascuas (Hagada), solamente una pequeña minoría, aquellos adinerados que en ciertas ocasiones eran allegados de los príncipes y cortesanos, tenían la posibilidad de contar con hermosos e iluminados códices y de libros Hebreos, los cuales incluían motivos tradicionales judíos, donde las escenas y la iconografía estaban unidas a los estilos y composición de procedencia cristiana de acuerdo al gusto del ilustrador y al “patrón”.


Es necesario hacer destacar la habilidad artesanal, rayana con lo artístico, que tuvieron los Ilustradores de los Manuscritos Hebreos, con su representación lograron reflejar el sistema de vida del pueblo Judío, sus creencias y costumbres, durante la Edad Media, contraviniendo probablemente indicaciones de reproducir imágenes enunciadas en el Segundo Mandamiento.


Los Manuscritos Ilustrados fueron reflejo de concepciones filosóficas por parte de sus representantes más preclaros como Filon de Alejandría, Maimónides, Salomón Ibn Gabirol y todos aquellos que determinaron las bases de una “catedrocracia” cimentando las bases culturales del pueblo Judío.
 

El punto de vista del hombre del Medievo, la simbiosis cultural en la que coincidieron los límites de una u otra cultura para crear las bases de conceptos universales que tuvieron vigencia y se extendieron hasta  los tiempos actuales. Una prueba evidente de estos conceptos lo demuestran los Manuscritos Hebreos Ilustrados donde quedaron plasmados y tuvieron la influencia del Islam por un lado y las culturas vigentes en el Norte de Francia y Alemania por el otro. La producción de los Manuscritos Hebreos Ilustrados denota la influencia del Cristianismo con el estilo vigente en la Edad Media (Románico y Gótico) sobre la Judía en los campos expresivos, mientras que en el campo de los contenidos la cultura Judía ejerció una marcada influencia sobre las otras culturas, para definir mancomunadamente lo que ahora definimos como cultura occidental.

No hay comentarios:

Publicar un comentario