LA ALGECIRAS MEDIEVAL (ALGECIRAS)
Época:
Edad Media
Inicio:
Año 711
Fin:
Año 1492
(C) Alvaro Cruz García
Lugar habitado desde muy antiguo por íberos,
griegos, fenicios, cartagineses, romanos, godos y árabes, su estratégica
situación en pleno estrecho de Gibraltar ha hecho que ella puerta de entrada o
salida a la península Ibérica.
Los romanos establecieron allí una colonia,
Portus Albus, cercana a las poblaciones de Baelo Claudia y Carteia.
La entrada de los árabes en la Península
supone la fundación de una ciudad, que llamarán Al-Yazira-Al-Hadra, Isla Verde,
debido a un islote cercano dominado por ese color. Es ésta una etapa de
esplendor, en la que se convierte en una de las principales poblaciones del sur
de al-Andalus, beneficiada por su privilegiada situación geográfica. Parece ser
que en ella nació Almanzor, el gran caudillo andalusí. De su importancia da fe
el hecho de que dominara uno de los reinos taifas en que se dividió el
Califato.
Al-Himyari la describe como una ciudad
"róspera, agradable para vivir, se beneficia a la vez a las producciones
de su suelo y de las de su mar, todo contribuye a hacer allí la vida
fácil". Otro cronista, al-Idrisi, dice que "está bien poblada".
En el siglo IX Algeciras fue dotada con una
muralla. Más tarde, el califa de Córdoba Abd al-Rahman III mandó construir unos
astilleros para fabricar barcos de guerra.
Durante este periodo la ciudad fue capital de
una Kora o provincia islámica, que incluía el actual Campo de Gibraltar y parte
de Alcalá de los Gazules y Estepona, llegando hasta Gaucín por el norte.
Palacios, mezquitas, baños, dos murallas y un hospital edificado en época
almohade hacían de Algeciras una de las principales ciudades de al-Andalus.
Tan codiciada pieza no podía por menos que
llamar la atención de los monarcas cristianos. Alfonso X, Sancho IV y Fernando
IV intentarán si éxito hacerse con la plaza. Por fin, en el año 1344 fue
conquistada por Alfonso XI, no sin antes sufrir un asedio de casi dos años. La
entrada del monarca se produjo el 28 de marzo de ese año, un Domingo de Ramos,
lo que convirtió a Santa María de la Palma en la Patrona de Algeciras.
La caída de Algeciras convierte más débil aun
al ya languideciente reino de Granada, por lo que, en 1369, el sultán Muhammad
V se apresura a reconquistarla. La presión cristiana es cada vez más fuerte,
persuadiendo al sultán nazarí de que no podrá conservar Algeciras por mucho
tiempo. Ante esto, decide incendiarla. La ciudad quedó arrasada, no resurgiendo
como ciudad sino hasta principios del siglo XVIII.
Algeciras
fue tomada por los meriníes, miembros de la dinastía Bereber, en el siglo XIII
y hasta el XIV. La ciudad se convirtió en una zona de contacto entre Europa y
África, lo que le concedió un título muy importante en cuanto a la comunicación
entre los musulmanes y los cristianos. Fue nombrada capital de una quora
(provincia) que abarcaba los términos del Campo de Gibraltar, Vejer, Gaucín y
Estepona. El rey meriní que fundó la zona fue AbuYaqub Yusuf al-Mansur, más
conocido como Yusuf II.
El
dominio árabe se extendió hasta Europa. Durante ocho siglos, los árabes
dominaron Al-Ándalus y los cristianos, para defender su territorio,
construyeron una fortificación que rodeaba la ciudad, denominada Puerta de
Gibraltar, conformada por torres, murallas y puertas, que impedía el acceso
fácil a ella. Después del Cerco de Algeciras, batalla que mantienen cristianos contra
musulmanes, Alfonso XI tomó la ciudad a los musulmanes, que fue dominada
durante 25 años, hasta que los musulmanes volvieron a conquistarla. A finales
del siglo XIV, por no poder mantenerla económicamente, los nazaríes destruyeron
la ciudad, que quedó arrasada completamente, para que nadie pudiera disfrutar
de lo que ellos habían construido durante siglos.
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