LA GUERRA DE LOS MORISCOS EN LAS
ALPUJARRAS
Que trata del levantamiento general de
los moriscos de la Alpujarra
Congoja
pone verdaderamente pensar, cuando mas haber de escribir, las abominaciones y
maldades con que hicieron este levantamiento los moriscos y monfis de la
Alpujarra y de los otros lugares del reino de Granada. Lo primero que hicieron
fue apellidar el nombre y seta de Mahoma, declarando ser moros ajenos de la
santa fe católica, que tantos años había que profesaban sus padres y abuelos.
Era cosa de maravilla ver cuan ensañados estaban todos, chicos y grandes, en la
maldita seta; decian las oraciones a Mahoma, hacian sus procesiones y
plegarias, descubriendo las mujeres casadas los pechos, las doncellas las
cabezas; y teniendo los cabellos esparcidos por los hombros, bailaban
publicamente en las calles, abrazaban
los hombres, yendo los mozos gandules delante haciendole aire con los
pañuelos, y diciendole en voz alta que ya era llegado el tiempo del estado de
la inocencia, y que mirando en la libertad de su ley, se iban derechos al
cielo, llamandola ley de suavidad, que
daba todo contento y deleite. Y a un mesmo tiempo, sin respetar a cosa divina
ni humana, como enemigos de toda religion y caridad, llenos de rabia cruel y
diabolica ira, robaron, quemaron y destruyeron las iglesias, despedazaron las
venerables imagenes, deshicieron los altares, y
poniendo manos violentas en los sacerdotes de Jesucristo, que les
enseñaban las cosas de la fe y administraban los sacramentos, los llevaron por
las calles y plazas desnudos y descalzos,
en publico escarnio y afrenta. A unos asesinaron, a otros asaetearon
vivios, y a muchos hicieron padecer
diversos generos de martirios. La mesma crueldad usaron con los
cristianos legos que moraban en aquellos lugares, sin respetar vecino a vecino,
compadre a compadre ni amigo a amigo; y aunque algunos lo quisieron hacer, no
fueron parte para ello, porque era tanta la ira de los malos, que matando
cuantos les venia a las manos, tampoco daban vida a quien se lo impedia. Robaronles las casas, y a los que se recogian
en las torres y lugares fuertes los cercaron y rodearon con llamas de fuego, y
quemando muchos dellos. A todos los que se le rindieron a partido dieron
igualmente muerte, no queriendo que quedase cristiano vivo en toda la tierra,
que pasase de diez años arriba. Esta pestilencia comenzo en Lanjaron, y paso a
Orgiba el jueves en la tarde en la taa de Poqueira, y de alli se fue
extendiendo el humo de la sedicion y maldad en tanta manera, que en un
improviso cubrio toda la faz de aquella tierra, como se ira diciendo por su
orden. Y porque juntamente con la historia de este rebelion hemos de hacer una
breve descripcion de las taas de la Alpujarra y lugares dellas, para que el
letor lleve mejor gusto en todo, diremos primero en este lugar que cosa es taa,
y lo que significa este nombre berberisco.
Taa
es un epiteto de que antiguamente usaron los africanos en todas las ciudades
nobles, como dijimos atrás en el capitulo tercero del primer libro, y taa
quiere decir cabeza de partido o feligresia de gente natural africana, aunque
otros interpreten pueblos avasallados y sujetos. Dicen algunos moriscos
antiguos haber oido a sus pasados, que por ser las sierras de la Alpujarra
fragosas y estar pobladas de gente barbara, indomita y tan soberbia, que con
dificultad los reyes moros podian averiguarse con ellos, por estar confiados en
la aspereza de la sierra, como acaece tambien en las serranias de Africa, que
estan pobladas de bereberes, tomaron por remedio dividirlas toda en alcaidias y
repartirlas entre los mesmos naturales de la tierra; y despues que estos
hubieron hecho castillos en sus partidos, vinieron a meter en ellos otros
alcaides granadinos y de otras partes, con alguna gente de guerra, para
poderlos avasallar. Como habia en cada partido destos un alcaide, a quien
obedecian mil o dos mil vasallos, tambien habia un alfaqui mayor que tenia lo
espiritual a su cargo, y aquel distrito llamaban taa. Finalmente, es lo mesmo
que en Africa nueiba , que quiere decir partido de barbaros pecheros del
magacen del Rey; una de las cuales es la tierra de Orgiba, que aunque cae fuera
de la Alpujarra, esta en la entrada della, donde comenzaremos por alli su
maldad, y por la mesma orden iremos prosiguiendo en las demas taas como se
fueron alzando.
Luego
como en Lanjaron, lugar del valle de Lecrin, se entendio el desasosiego de los
moriscos, el licenciado Espinosa y el bachiller Juan Bautista, benficiados de
aquella iglesia, y Miguel de Morales, su sacristan, y hasta diez y seis
cristianos, se metieron en la iglesia y llegando Abenfarax, les mando poner
fuego, y el beneficiado Juan Bautista se descolgo por una pleita de esparto y
se entrego luego al tirano, el cual le hizo matar a cuchilladas, y prosiguiendo
en el fuego de la iglesia, la quemo y hudio sobre los que estaban dentro. Y
haciendolos sacar de debajo de las ruinas, los hizo llevar al campo, y alli no
se hartaban de dar cuchilladas en los cuerpos muertos: tanta era la ira que
tenian contra el nombre cristiano. Luego pasaron a la taa de Orgiba, llevando
consigo a los mancebos del lugar.
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