MONTAR NATA
¿Alguna
vez habéis pensado que montar nata es fácil, y cuando os habéis puesto a
hacerlo habéis comprobado que era más complicado de lo que parecía, y que la
nata no subía de ninguna manera?…
En
realidad montar nata es relativamente sencillo, pero sí es importante seguir
unos pequeños “trucos” o pasos al prepararla:
El primer consejo es que la nata debe estar
muy fría cuando nos dispongamos a montarla. Por eso hay que procurar que el
ambiente no sea excesivamente caluroso. También es aconsejable que el
recipiente en el que la vamos a batir esté frío (podemos meterlo previamente al
frigorífico).
Es mejor montar poca cantidad de nata cada
vez. Para haceros una idea, un litro de nata montada dobla su volúmen. Si
necesitáis mucha cantidad de nata es mejor repetir los pasos para preparar más
cantidad.
Si vas a comprar nata líquida para montar
asegúrate que tiene como mínimo un 30% de grasa, ya que algunas de ellas son
aptas para cocinar pero no para montar, al ser natas ligeras con un 18% de
materia grasa.
Si vais a batirla con batidora eléctrica
aseguraros de que tenga el accesorio de varillas, de esta forma poniéndolo a la
velocidad mínima subirá en apenas 3 ó 4 minutos. Ojo con batir demasiado la
nata porque podría convertirse en mantequilla.
El azúcar se incorpora una vez que está casi
montada, y no más de dos cucharadas cada vez. Si utilizáis azúcar glasé
estaréis preparando chantillí. La proporción nata/azúcar (para que quede dulce)
es de 250 ml de nata por cada seis cucharadas de azúcar.
Para saber si está en su punto, al intentar
dar la vuelta al recipiente, el contenido no debería volcarse.
¿Pensáis
que ahora os resultará más fácil preparar nata montada? Ya me contaréis si
tenéis algún otro truco de cocina…
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