LA GASTRONOMÍA ESPAÑOLA
Desde muy antiguo ya eran
conocidas las sopas de ajo que tomaban los íberos y que los
romanos plasmaron en sus
escritos. Ya entonces era reconocida la salsa garum, salsa de restos de
vísceras de pescados curados en sal y agua durante dos meses, a la que se le
añadían diferentes hierbas aromáticas y aceites, era extraordinariamente
apreciada y valorada en todo el Imperio, así como, también, los aceites de
oliva, vinos, verduras y cereales.
Pero la contribución de
España a la gastronomía es mucho más importante de lo que podamos creer. Por
estas tierras han pasado muchos pueblos y culturas que han enriquecido las
mesas.
Por otra parte, la gran
diversidad de regiones y pueblos, con sus costumbres, su clima y sus recursos
naturales, han hecho que la gastronomía tenga una gran importancia.
España fue de las primeras
en recibir de oriente las especias y cultivos que eran desconocidos hasta
entonces en Occidente. El descubrimiento del nuevo continente, ha sido una de
las mayores aportaciones de los españoles en el intercambio de productos. Se
puede decir que a partir de ahí se universalizó la gastronomía. Sólo ese flujo
de nuevos alimentos merece ser considerado como una aportación jamás prestada a
la humanidad desde el descubrimiento de la agricultura en el paleolítico.
Pero eso no es todo, España
ha sido un país abierto y al mismo tiempo generoso en este aspecto, ha
entregado tanto como ha recibido y esa es una de las virtudes de la gastronomía
española. Ya en tiempos de los Austrias, la olla poderida o poderosa, paso a
Francia con el nombre de olla podrida, volvió a España con esa acepción, pero
los cocidos, ollas, potes, pucheros y escudellas han cubierto toda la geografía
del mundo, con sus diferentes variantes.
Hoy día España se ha
convertido en un lugar turístico preferente y ha sabido dar lo mejor de si
mismo. Es una de las grandes razones para ir a visitar estas tierras.
La dieta mediterránea,
actualmente considerada por los dietistas como las
más completa y más sana de
la alimentación, es en España donde más y mejor se cumple. Este país ocupa el
tercer lugar en el mundo en consumo de pescado, de legumbres y de verduras.
Pero no para aquí su
prestigio, actualmente los grandes chefs españoles
ocupan un lugar privilegiado
en la cocina mundial. En pocos años, tras la
salida de la nueva cocina
vasca, la catalana y, en general, la española, se ha puesto en primer lugar del
mundo a esta gastronomía, que mezcla lo clásico con lo novedoso y creativo. Ha
sido una explosión debida en parte a la afluencia turística y no una
casualidad. No hay que nombrar sólo a Ferrán Adriá y otros muchos chef de
cocina
creativa, sino a una legión
de muy buenos cocineros que han logrado poner en primer plano esta gastronomía,
que llamaríamos de fusión y de creación (aunque a mi particularmente no me hace
mucho tilin).
Sólo en España hay más bares
y restaurantes que en toda Europa juntas, de lo que sólo cabe esperar la mejor
cocina del mundo, y aún queda mucho por hacer...
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