domingo, 30 de diciembre de 2012

Historia de los musulmanes en al-Ándalus. Exportación de cerámica andalusí allende el estrecho de Gibraltar


EXPORTACIÓN DE CERÁMICA ANDALUSÍ ALLENDE EL ESTRECHO DE GIBRALTAR

 
Ceramica_andalusi
 

C. Posac Mon
 

Dentro de la amplia gama de productos cerámicos fabricados en los alfares andalusíes en el curso de la Baja Edad Media, cabe destacar los que por sus características técnicas y elementos decorativos forman dos unidades culturales bastante homogéneas y se conocen con los nombres de cerámica esgrafiada, una, y cerámica de reflejos dorados, la otra. Ambos modelos están bien representados en los principales yacimientos arqueológicos de los últimos siglos medievales, dentro del área geográfica de Al-Andalus y sería prolijo enumerarlos. Baste señalar que la mayor densidad de hallazgos se ha registrado, de Este a Oeste, en la región de Murcia, provincias de Almería, Granada, Málaga y Sevilla y en el Algarve portugués.
 

Diversos descubrimientos muy importantes, tanto en el aspecto cuantitativo como en el cualitativo, verificados en varios puntos del septentrión africano inmediatos o relativamente alejados del estrecho de Gibraltar, demuestran que esos dos tipos cerámicos fueron objeto de amplia demanda para los ajuares domésticos de quienes habitaban esas tierras.
 

Cerámica esgrafiada.


Elaborada casi siempre con barros de excelente calidad, por lo general de color pajizo y, más raramente, rosados, la característica fundamental de esta cerámica corresponde a sus motivos ornamentales, obtenidos mediante la aplicación de pintura de color negro que tiene como materia prima un óxido de manganeso. Sobre esta pintura se dibujan con un estilete diversos motivos de carácter caligráfico o simplemente esquemas puramente geométricos.
 

La vasija más típica de esta cerámica es una jarra de unos 20 cms. de altura con ancho gollete, de pie generalmente realzado, teniendo dos grandes asas laterales. Toda la parte externa del cuello va pintada de negro y muestra una profusa y elemental decoración esgrafiada. En la panza y encuadrada por líneas rectas, aparece con frecuencia un letrero en cursiva, de interpretación no determinada.


En el catálogo de decoraciones cabe apuntar manos de Fátima, aves, cervatillos y algunas representaciones humanas, siendo las más conocidas las que representan unos músicos, halladas en Murcia. Fueron dadas a conocer por Navarro Palazón, quien ha recogido un mapa de distribución de la cerámica esgrafiada en Al-Andalus(1). Sobre los hallazgos de la provincia de Cádiz tenemos un estudio reciente de Abellán Pérez(2).
 

Al otro lado del estrecho de Gibraltar la cerámica esgrafiada está ampliamente representada en Ceuta. De los descubrimientos hechos en esa ciudad he dado noticia en diversas publicaciones, a partir del año 1962(3). También ésta testimoniaba su presencia en otro punto de la ribera meridional del Estrecho: Alcazarseguir(4). Más al Sur, en la fachada atlántica magrebí han aparecido ejemplares en Larache, precisamente en el mismo solar que ocupaba la Lixus de tiempos antiguos(5), y en Salé(6). Todo este conjunto de hallazgos es testimonio fehaciente de una corriente de exportación de los productos de cerámica esgrafiada de Al-Andalus a los mercados del otro lado del mar.


Hasta el presente no ha sido posible localizar el lugar en que estuvieron instalados los alfares en que se fabricó la cerámica esgrafiada y es muy posible que fuesen varios los centros de producción, pese a la gran homogeneidad que ofrecen todos los materiales que se conocen. No hay que destacar que se instalara alguna sucursal allende el Estrecho. Tampoco se dispone de una cronología segura, apuntándose como una fecha inicial la situada en el siglo XII y posiblemente no se interrumpió su elaboración hasta el derrumbamiento del reino de Granada.


Cerámica de reflejos dorados.


La cerámica de reflejos dorados, conocida también como de reflejos metálicos, malagueña o granadina fue producto de lujo que se popularizó por toda la ecumene islámica medieval y de ella hay numerosas referencias en escritos contemporáneos. Con una variada gama de formas estaba caracterizada por mostrar diversas composiciones obtenidas mediante el uso de derivados del cobalto de color azul pálido, combinadas con elementos complementarios o, simplemente, fondos; de tonos que variaban entre el oro y un castaño-rojizo y que, con mucha frecuencia, han desaparecido en el curso del tiempo, sobre todo si estaban en estratos propicios para mantener la humedad.

A los temas geométricos se unen otros de carácter epigráfico, siendo los más numerosos los que reproducen la leyenda al-‘afiya, estudiados por Acién Almansa(7). No faltan decoraciones animadas zoomorfas o la propia figura humana.


Estas cerámicas, cuyos alfares todavía no han sido localizados pero se supone que deben ubicarse en el que fuera reino nazarita de Granada, serían objeto de imitación en talleres levantinos cristianos durante la Baja Edad Media, destacando los de Menises y Manilva. Sus imitaciones eran tan afines a los originales que existen dudas de atribución para algunos ejemplares importantes como es, por ejemplo, el de un barco reproducido en el fondo de una vasija que se conserva en el Museo Victoria y Alberto de Londres.

La piezas de reflejos dorados presentes en múltiples lugares de la orla mediterránea, tanto musulmanes como cristianos, no faltan en los yacimientos del septentrión magrebino. Sobre los ejemplares más interesantes encontrados en Ceuta presenté un breve catálogo en el IV CONGRESO DE ESTUDIOS ÁRABES E ISLÁMICOS celebrado en Lisboa y Coimbra en 1968.
 

NOTAS.-

1) J. NAVARRO PALAZON, La cerámica esgrafiada andalusí de Murcia, Murcia 1986, pág. 29, figura 9.

 

2) J. ABELLAN PEREZ, <>, ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL <> CEUTA 1987. Madrid 1988, Tomo II, págs. 173-181.

 

3) C. POSAC MON, <>, Ceuta 1962.

 

4) CH. L. REDMAN, <>, comunicación al Congreso LA CERAMIQUE MEDIEVALE EN MEDITERRANEE OCCIDENTALE, Sophie-Antipolis 1978.

 

5) M. ATAALLAH, <>, BULLETIN D’ARCHEOLOGIE MAROCAINE VII, 1967, págs. 627-42.

 

6) A. DELPY, <>, HESPERIS XLII, 1955, págs. 129-52.

 

7) M. ACIEN ALMANSA, <>. MAINAKE I, 1979, págs.. 223-34.

 

8) C. POSAC MON, <>, ACTAS DEL IV CONGRESO INTERNACIONAL DE ESTUDIOS ARABES E ISLÁMICOS, Lisboa-Coimbra 1968, Leiden (Holanda) 1971, págs. 565-71.

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