Paco Albaduli
La mayoría de
los pueblos tienen algún símbolo que, consciente o inconscientemente, les
identifica o creen sentirse identificados ante los demás. Los pueblos con una
fuerte personalidad y antigua tradición histórica son los que más palpable hacen
su simbología. Ejemplo claro es el de los judíos y su símbolo archiconocido de
la estrella de seis puntas, también llamada Estrella de David. En el caso de
Andalucía vamos a ver un símbolo que llena toda la vida andaluza y que
curiosamente pasa desapercibido a la gran mayoría de la población a pesar de
que se encuentra en multitud de sitios. Me refiero a la estrella de ocho
puntas, un símbolo que ha existido a lo largo de toda la historia de Andalucía
de una manera consciente o inconsciente.
Parece ser que
el origen de la estrella de ocho puntas está en la mitología y la religiosidad
tartéssica adoradora del sol. Es el astro rey un símbolo definitorio de la Andalucía más antigua. Desde
los remotos tiempos del neolítico los andaluces adoraban al sol y lo
representaban con ocho rayos. Los andaluces turdetanos representaban esta
estrella en sus monedas como un claro símbolo político, en una época de plena
independencia andaluza. Los andaluces béticos, al no ser independientes, se
limitaban a representar la estrella en la mayoría de sus mosaicos. Los
andaluces que derrotaron a D. Rodrigo, escogieron la estrella de ocho puntas
como símbolo político y lo pusieron en las primeras monedas que acuñaron. El
califato independiente de Al-Andalus utilizó profusamente la estrella, incluso
en algunas de sus monedas. También el reino nazarí lo incluyó en algunos
pendones además de utilizarla profusamente en la decoración. Los mozárabes y
mudéjares andaluces llevaron la estrella de ocho puntas por todo el norte de la Península y los
musulmanes y moriscos andaluces la difundieron por el Magreb y el Oriente
Medio. Nuestros albañiles han seguido poniendo la estrella en las iglesias y en
los azulejos de nuestros pueblos. Hoy, período de libertad en Andalucía, además
de usarse la estrella como símbolo decorativo, algunos partidos y asociaciones
lo utilizan conscientemente como símbolo identificativo.
La estrella de
ocho puntas se puede ver en fragmentos de cerámica de la Cueva de la Carigüela de Piñar, en
la cueva del Pozuelo o en la de la
Mujer , en Alhama de Granada. Este mismo sol con ocho rayos
viene representado en el conjunto de la Cueva de Jimena de la Frontera (Cádiz) junto a
otros signos en una disposición que parece representar una antigua escritura
jeroglífica. Curiosamente también aparecen estrellas de ocho puntas en la
escritura jeroglífica del célebre disco de Festos encontrado en un palacio
minoico de Creta en la ciudad de Festos, que según los expertos no guarda
ninguna relación con los demás testimonios de la escritura minoica ni con las
demás escrituras jeroglíficas conocidas.
Ya Blas
Infante hacía referencia a este disco señalando que había en él signos del
neolítico andaluz. Por la disposición de los signos parece una escritura en
verso (a la memoria me viene la cita de Estrabón en la que habla de las leyes
en verso de los Tartessos). En un catálogo del Museo Nacional de Atenas existe
la foto de un precioso collar de oro, perteneciente a la colección de Stathatos
fechado en el siglo IV y que el propio catálogo lo califica de origen
desconocido. En este collar aparecen multitud de círculos con la estrella de
ocho puntas dentro y de cada una de ellas cuelgan cabezas de toros y bellotas
alternativamente. Para mí este collar es claramente tartéssico por los símbolos
tan andaluces que representan; el toro, la bellota y por supuesto, la estrella
de ocho puntas, símbolo que aparece con profusión en Andalucía en aquella
época, e incluso con una clara significación política como lo atestigua el
estar representado en las monedas andaluzas de la época Turdetana y primera
época romana. En las monedas de Malaca, Sexi, Iptuci, Kastilo, Acinipo, Asido,
todas ellas ciudades andaluzas turdetanas, aparece la estrella de ocho puntas;
(LA MONEDA IBÉRICA ,
Catálogo de numismática, edita CUADERNOS DE NUMISMÁTICA).En muchas de estas
monedas aparece un toro, animal sagrado en la civilización tartéssica, debajo
de la estrella de ocho puntas o debajo de una media luna creciente. Una
curiosidad importante de señalar es la existencia en Cerdeña de monedas en las
que aparece un toro y encima una estrella de ocho puntas y que según Lorenzo
Forteleoni en su libro " le emissioni monetali della Sardegna"
representa el culto al toro que ya se daba en la Cerdeña prehistórica. Recordemos
que en la mitología tartéssica el rey Norax fundó la ciudad de Nora en Cerdeña.
Por lo tanto
podemos deducir que la estrella de ocho puntas es un símbolo político y
decorativo que utilizan los andaluces en una época de plena soberanía como es
la tartéssica-turdetana.
Más adelante,
en la época Bética, en la que Andalucía conserva una amplia autonomía dentro
del imperio romano, la estrella aparece con carácter decorativo en bastantes
mosaicos de la época, como el que existe en la Alcazaba de Málaga con la
estrella que está datado de època romana y en la ciudad de Itálica. Quizás sea
la estrella entrelazada el elemento que identifica a los mosaicos béticos
frente a los norteafricanos y los de la propia Italia.
Es con la
revolución islámica que se produce en Andalucía en el siglo VIII cuando la
estrella de ocho puntas aparece claramente como un signo político de
identificación. En el año 712 se acuñan monedas en Andalucía donde aparece una
estrella de ocho puntas y una inscripción en latín que dice "este SOLIDO
fue grabado en SPANIA en el año 93" (año de la Hégira que corresponde al
712 de la era cristiana).VER EL CATALOGO OFICIAL DE "AL ANDALUS, LAS ARTES
ISLÁMICAS EN ESPAÑA", PAG. 386 Unos años más tarde, en el 716, aparecen
monedas del mismo tipo, estrella de ocho puntas y leyenda en latín, pero en el
reverso aparece en árabe, empleando por primera vez la palabra Al-Andalus. Este
tipo de monedas son los únicos testimonios contemporáneos en los inicios de la
revolución islámica, pues todos los textos que se refieren a esta época y que
hablan de invasión árabe, están escritos varios siglos después y según los
especialistas como Levi-Provençal "los relatos que nos dan son de una
autenticidad sospechosa". Por lo tanto, estas monedas son fundamentales
como únicos testimonios de la época con escritura árabe (hasta ahora) que
demuestran que no fue una invasión árabe sino una islamización que se inició en
unas minorías dominantes y acabó cuajando en el conjunto de la población. A
este respecto hemos de señalar aquí el estudio de Anna M. Balaguer de la Asociación Numismática
española, de Barcelona en GACETA NUMISMÁTICA, NÚMEROS 42 Y 43, DE 1976. que
señala dos hechos de capital importancia que vienen a corroborar la idea de
islamización autóctona y no de invasión árabe. La primera es la diferencia
sustancial entre las monedas de la época acuñadas en el norte de África y en
Andalucía. En las del Magreb, en las monedas anteriores al año 85 de la Hégira aparecen por una
cara dos bustos y por la otra una columna montada en una escalinata. Estas monedas,
reconoce A.M.Balaguer, son de clara imitación bizantina y no llevan grabado
nada que haga pensar que sean musulmanas, ni la leyenda que es claramente
cristiana, aunque no católica sino posiblemente arriana como señala Ignacio
Olagüe en su libro LA
REVOLUCIÓN ISLÁMICA EN OCCIDENTE, ni tampoco llevan el año de
la Hégira que
no aparece hasta las monedas del año 714, curiosa y sospechosamente, (para los
que sigan manteniendo la teoría de la invasión musulmana desde Afrecha) dos
años después de que aparecieran en Andalucía. Estas primeras monedas en las que
aparece el año de la Hégira
siguen siendo latinas, pero mientras que en las del norte de África aparece una
columna sobre escalinata, en las de Andalucía aparece la estrella de ocho
puntas. Estos datos indican una clara evolución autóctona en el proceso gradual
de islamización que arranca desde un substrato arriano-preislámico hasta los
inicios de una clara islamización autóctona una vez derrotadas las fuerzas de
Rodrigo que representaban el politeísmo-católico y el centralismo toledano. Otros
datos que tendrían que hacer reflexionar a los partidarios de la teoría de la
invasión es el porqué los invasores no impusieron desde primera hora el
auténtico dinar musulmán que instauró el califa de Damasco Adb al-Malik en el
698, y que en Occidente no aparece hasta el 719, así como el poco dominio en la
correlación entre los años cristianos y los de la hégira ya que aparecen varias
equivocaciones entre ellas como la de una moneda fechada en el 91 de la h.
(710)-sic-. Otra curiosidad es el especial esmero que pone el tallador en las
leyendas latinas que aparecen en las monedas bilingües, en contraposición con
las latinas monolingües.
El uso de la
estrella de ocho puntas en ésta época no es exclusivo de los andaluces
pro-musulmanes, sino que los de credo cristiano también lo utilizan en sus
construcciones, tanto dentro como fuera de Andalucía. La historiografía nos
habla de que muchos andaluces de la época emigran hacia el norte debido a la
inestabilidad político-religioso-económica de Al-Andalus, sobre todo a mediados
y finales del siglo IX. Estos andaluces, muchos de ellos clérigos, llevan su
arte, entre otras cosas, hacia sus nuevos hogares en el norte. Y también llevan
sus símbolos, entre ellos la estrella de ocho puntas que en sus aplicaciones
decorativas adquiere diferentes formas, (lobuladas, octagonales, etc.) Así,
encontramos estrellas de ocho puntas en sus diferentes versiones, además de
otras características del arte andaluz de la época como el arco de herradura,
en varios rosetones calados de la iglesia de San Miguel de Lillo (Oviedo). En
la puerta de Santa María de Ripoll (Girona)-la de las traducciones de las obras
de Al-Andalus-. En el conjunto de iglesias pre-románicas de Terrassa
encontramos las claras huellas de estos andaluces que colocan en la cúpula del
Abside de la iglesia de Sta. María una gran estrella de ocho puntas formada por
dos cuadrados cruzados igual que la que aparecía en los mosaicos de la Bética e igual que la que
haría suya el reino nazarí de Granada. También aparecen estrellas en los
murales de la misma iglesia así como una fuente octagonal en el baptisterio de
S. Miguel de Terrassa, del mismo conjunto monumental, encima de la cual pende
una lámpara de platillo, del mismo estilo a la que el arqueólogo Gómez Moreno
encontró en la ruinas de Elbira, con un círculo metálico en la que tiene calada
una estrella de ocho puntas, todo ello rodeado de columnas y arcos al mejor
gusto cordobés. También aparece una fuente octagonal en los baños de Gerona
construidos en 1194. Pero no sólo aparece la estrella en la arquitectura sino
que también aparece en códices y en telas como la que aparece en el catálogo de
la exposición Al-Andalus, Granada 1992, pág 224. llamada "franja del
pirineo" de claro estilo califal cordobés y en ella los intersticios se
rellenan de cintas con perlas, que forman mitades de estrellas de ocho puntas y
elementos florales de tipo califal, el propio catálogo nos dice también que
tradicionalmente se había pensado que esta pieza, descubierta en una iglesia de
los pirineos, formaba parte de un almaizar o tocado musulmán. Sin embargo, un
análisis reciente nos hace suponer que se trata de una franja ornamental que
sirvió como guarnición a otra pieza, quizá a un paño de tapicería como el del
obispo de Barcelona don Arnaldo de Gurb. A finales del siglo XI con la
dominación de los intransigentes religiosos Almorávides se produce una nueva
ola emigratoria de andaluces hacia el norte, sobre todo de clérigos que pueblan
los monasterios del norte. Estos clérigos andaluces también llevan la estrella
de ocho puntas consigo y la plasman en sus obras, un ejemplo claro de ello es
la multitud de estrellas que aparecen en el Beato (códices) realizado en el
monasterio de San Sebastián y Santo Domingo de Silos a finales del siglo XI. Una
inspección ocular en todos los monumentos de la zona norte de aquella época en
los que se ve claramente la mano de constructores andaluces seguramente nos
haría descubrir bastantes estrellas de ocho puntas.
De los talleres
de Medina Azahara salieron una serie de botes y arquetas,, entre ellas la del
monasterio de Leyre (Navarra) en las que aparece una peculiar estrella de ocho
puntas en forma lobulada. Curiosamente esta misma forma lobulada aparece en una
singular moneda acuñada por Pedro I de Castilla y que según don Antonio Orol
Pernas en GACETA NUMISMÁTICA, número 42,pág. 17,Barcelona "se acuñó en la
ceca de Sevilla y podemos pensar que Pedro I mandó labrar esta excepcional
moneda como homenaje perpetuo a la que fue SU SEVILLA". Por la misma época
también aparecen monedas parecidas en Portugal y Francia pero son con cuatro
lóbulos en vez de los ocho que tiene la "sevillana".
En la Andalucía islámica
abundan multitud de representaciones de la estrella, tanto en sentido decorativo
como en sentido político-religioso. Esta utilización aparece en todos los
períodos, ya lo hemos visto en las arquetas y botes de la época califal, así
como en algunas monedas califales, también aparece en los reinos taifas, tanto
en decoración de edificios, en telas, en grabados de coranes y en joyería (como
la magnífica estrella de ocho puntas , de oro, expuesta en la exposición
Al-Andalus de Granada. Lo mismo sucede en la época Almorávide y Almohade.
Después de la dominación extranjera beréber, muy pronto los andaluces vuelven a
utilizar la estrella de ocho puntas como símbolo político, pues aparece como
lema central del pendón que se conserva en el Monasterio de las Huelgas, pendón
que Alfonso X arrebata a los andaluces en una de sus campañas y que
erróneamente se le había considerado tradicionalmente como perteneciente al
sultán almohade que fue derrotado en las navas de Tolosa.(ver catálogo oficial
de la exposición Al-Andalus, pág. 362). Los nazaritas granadinos son los que
dan un gran auge a la expansión de la estrella como símbolo político y
decorativo, en todas sus construcciones, azulejos, taraceas, telas, coranes,
como tragaluz de los baños, e incluso en la empuñadura de la espada de Boabdil
aparece una preciosa estrella de ocho puntas. Generalmente la representación de
la estrella en la época nazarita se hace de una forma entrelazada, aunque
también existe en los azulejos de la Alhambra una forma muy peculiar de estrella que
curiosamente aparece como logotipo de la actual caja General de Granada. Esta
misma forma de representar la estrella aparece en un rosetón mudéjar de la Iglesia de la Virgen de Guadalupe en
Cáceres.
Con el arte
mudéjar, que nace en la
Andalucía recién conquistada y se expande por la península,
también viaja la estrella de ocho puntas. Los famosos alarifes andaluces firman
sus obras con esta estrella, símbolo de su identidad como pueblo. Se supone que
en la extensión de la estrella por el reino de Aragón algo tuvieron que ver los
más de diez mil granadinos que Alfonso "el Batallador" se llevó a
Aragón después de su incursión en Granada en el año 1125.
Los andaluces
llevan la estrella de ocho puntas también al norte de África, en la época
califal (no olvidemos que parte del Magreb pertenecía al Califato de Córdoba)
encontramos estrellas en el almimbar (especie de escalinata de madera que
servía para que el orador acceda a un sitio elevado) más antiguo de los
conservados en Marruecos: el de la mezquita de los andalusíes de Fez. Tiempo
después los andaluces deportados por los Almorávides y Almohades al norte de
África, primero, y los moriscos granadinos después, vuelven a llevar la
estrella al magreb.
En Oriente
medio también aparecen estrellas de ocho puntas. La cultura sumeria la utilizó
sobre todo como motivo decorativo. Es lógico suponer que un símbolo geométrico
como este sea atractivo para la decoración, quizás sea por eso que aparece en
culturas ajenas a las andaluzas, pero en muchos casos, incluso como decoración,
tienen relación con Andalucía. No podemos establecer esa relación en el caso de
la cultura sumeria, a pesar de el origen enigmático del pueblo fundador de esta
cultura, pero sí que podemos explicar la utilización de la estrella en la
arquitectura moderna de los países árabes por la influencia de la cultura
andalusí. Aunque en el caso de Turquía, donde también se encuentran estrellas
en algunos de sus monumentos también podemos achacarlas a los diez mil
andaluces que en el siglo IX salieron de Córdoba y fundaron la república
andaluza de Creta que después de un siglo de existencia pasó a ser absorbida
por el imperio otomano a cuyo servicio pasaron muchos de estos "andaluces
de Creta". Pero con la conquista del reino granadino no desaparece la
utilización de la estrella, sigue apareciendo en azulejos, taraceas y en artesonados
de iglesias. En una puerta de la cartuja de Granada existen estrellas, también
en las vigas del artesonado de la iglesia de mi pueblo (Padul, Granada) existen
multitud de estrellas).
Pero es en la
actualidad, curiosamente período de autonomía y libertad en Andalucía, cuando
vuelve a generalizarse el uso de la estrella, y no sólo como motivo decorativo,
sino también como símbolo político, administrativo y cultural. Existen muchos
ejemplos. En la construcción se ve por todas partes, sobre todo en las cenefas
decorativas de azulejos. En el plano administrativo es curioso ver cómo la Junta de Andalucía ha
escogido este símbolo para los camiones y autobuses, y además con la
particularidad de que aparece como estrella entrelazada con una bandera
andaluza. También, ya he hecho referencia antes, una caja de ahorros la ha
adoptado como logotipo comercial. En el sentido político, han utilizado la
estrella de ocho puntas como símbolo de identificación, LIBERACIÓN ANDALUZA Y
algunos partidos políticos ya desaparecidos como FRENTE ANDALUZ DE LIBERACIÓN y
un curioso y efímero PARTIDO ANDALUZ DE CATALUÑA que apareció sólo para
presentarse a unas elecciones autonómicas sin ninguna suerte. La coalición
andalucista "poder Andaluz" también escogió como símbolo la estrella.
Como símbolo de identificación de asociaciones culturales ha sido sobre todo en
Cataluña donde se ha utilizado más. En concreto, la Casa de Andalucía en Mataró
la ha adoptado como logotipo distintivo, también una asociación ya
desaparecida, ANDALUCÍA VIVA, la utilizaba. En Andalucía, actualmente la
utilizan como logotipo sobre todo asociaciones musulmanas andaluzas como la Yama'a Islámica de
Al-Andalus o la revista LAMALIF de la Fundación Islam y
Al-Andalus.
Existen muchos
mas ejemplos de utilización de la estrella de ocho puntas en sus diferentes
formas que sería largo de describir, pero lo que sí es cierto es que consciente
o inconscientemente la estrella es un símbolo que se ha utilizado a través de
toda la historia por los andaluces allá donde se han encontrado.
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