martes, 31 de julio de 2018

EL ARTE CALIFAL ANDALUSÍ


El arte califal andalusí comprende sus manifestaciones ar1sticas desde la conquista musulmana de la península ibérica hasta el surgimiento de los primeros reinos de taifas, es decir, los siglos VIII al X. Los edificios ar1sticos se centran, desde el primer momento, en torno a la capital, Córdoba, en la que se construyó una mezquita destinada a convertirse en el monumento más importante del occidente islámico. El arte califal incorporó estilos prestigiosos orientales, como los mosaicos bizantinos para el mihrab de la mezquita. La destrucción de la unidad política llevó a la abolición del califato cordobés en 1031 y a la creación de un mosaico de reinos independientes que fueron denominados taifas. El único ejemplo homogéneo de arquitectura palaciega del arte taifa está representado por La Aljafería de Zaragoza, un palacio de recreo con aspecto fortificado que supuso la culminación del esplendor de la Taifa de Zaragoza.

 El arte almohade se desarrolló después de 1172, cuando Sevilla se hizo capital del nuevo imperio. La Giralda es el an2guo alminar de la mezquita almohade de Sevilla, de finales del siglo XII. El tercio superior es una construcción sobrepuesta en época cris2ana para albergar las campanas.

 El arte nazarí, también llamado arte granadino, constituye la última etapa del arte hispanomusulmán. Se desarrolla durante los siglos XIII, XIV y XV. La Alhambra era un lugar de residencia y de recreo construido en la nueva capital, Granada, por los sultanes nazaríes (siglo XIII). El agua es el elemento fundamental, y alrededor de ésta se construye el jardín y alrededor de éste los palacios. Las paredes del palacio están cubiertas con azulejos y caracteres caligráficos (versos del Corán o poemas). La palabra “mudéjares”, designaba a los musulmanes que, viviendo en 2erras reconquistadas por los cristianos, seguían conservando su religión, sus costumbres e incluso sus jefes, bajo la autoridad suprema del monarca cristiano.

El arte mudéjar tuvo lugar entre el siglo XII y el siglo XVI. La catedral de Teruel en Aragón, es una de las construcciones más caracterís2cas del arte mudéjar. Incorpora influencias, elementos o materiales de estilo hispanomusulmán, por ejemplo el uso de azulejos en los exteriores. La palabra “mozárabes”, designaba a los cristianos que habitaban en territorio musulmán. Ciudades como Toledo, Mérida, Valencia, Córdoba y Lisboa eran importantes centros mozárabes. Las comunidades de mozárabes mantuvieron para la práctica de sus ritos religiosos algunos de las iglesias o monasterios anteriores a la ocupación musulmana y raramente construyeron nuevos. El monasterio de San Miguel de Escalada (León). Una de las principales caracterís2cas que definen la arquitectura mozárabe es el uso del arco de herradura, desarrollado dentro del mundo islámico.

 III – LA ARQUITECTURA POPULAR En Andalucía, la Ruta de los pueblos blancos creada por la Junta permite descubrir otro legado del periodo hispanomusulmán : la arquitectura popular. Los pueblos se caracterizan por sus casas encaladas (blancas), con sus techos cubiertos de teja rojiza, en los hermosos paisajes de las sierras (montañas).

IV – LAS HUELLAS JUDIAS EN LAS CIUDADES DE AL-ANDALUS En tiempos de al-Ándalus también era numerosa la comunidad judía en la Península. Se concentraba en las juderías o barrios judíos. Se dio pues una coexistencia e interrelación de “tres culturas” en una clara confusión entre cultura y religión, siendo Toledo un testimonio vivo de esta convivencia. La ciudad llegó a contar diez sinagogas, de las que sólo dos quedan hoy en pie: el Tránsito y Santa María la Blanca. Esta se destinó al culto cristiano en 1411, momento en que se expulsó a los judíos.

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