Cora
La Cora (o Kora)
era una de las demarcaciones territoriales en que estaba dividido al-Ándalus
(donde se ubicaba nuestra provincia, Málaga), la antigua Peninsula Ibérica
islámica, durante el emirato y el califato de Córdoba. Coexistía con otra demarcación
territorial denominada Marca ("thagr"), que se superponía a las coras
en las zonas fronterizas con los reinos cristianos. Ambas constituían la
organización territorial de al-Ándalus.
Según el diccionario de la RAE, la palabra
cora proviene del árabe kūrah, y éste del griego χωρα.
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Organización territorial de al-Ándalus
El Califato se organizó en seis grandes
circunscripciones, tres interiores y tres fronterizas, todas con sus
respectivas coras. Las demarcaciones o regiones interiores (nabiya) eran:
Al-Gharb, que abarcaba la actual provincia de Huelva y el sur de Portugal;
Al-Mawsat o tierras del centro, que se extendía por los valles del Guadalquivir
y del Genil, más las zonas montañosas de Andalucía, es decir, la antigua
Bética; y Al-Sharq o tierra de oriente, que abarcaba el arco mediterráneo,
desde la actual provincia de Murcia hasta Tortosa. Entre estas demarcaciones y
los reinos cristianos se situaban las tres Marcas: (al-Tagr al-Ala o Marca
Superior (Zaragoza); al-Tagr al-Awsat o Marca Media (Toledo); y la Marca
Inferior (Mérida). Estas Marcas se mantuvieron hasta la aparición de los Reinos
de Taifas.
Cada Cora tenía atribuido un territorio
con una capital, en la que residía un walí o gobernador, que habitaba en la
parte fortificada de la ciudad, o alcazaba. En cada Cora había también un cadí
o juez. Las "Marcas" o "thugur" (plural de thagr), en
cambio, tenían a su frente un jefe militar llamado qa’id, cuya autoridad se
superponía a las autoridades de las coras incluidas en la marca.
Las Coras, a su vez, estaban divididas en
demarcaciones menores, llamadas iqlim, que eran unidades de carácter
económico-administrativo, cada una de ellas con un pueblo o castillo como
cabecera. Algunos autores consideran que las coras son herederas de las
anteriores demarcaciones béticas. La demarcación suponía el ejercicio de
determinados poderes políticos, administrativos, militares, económicos y
judiciales. La Cora, como demarcación base, se usó prácticamente durante toda
la existencia de al-Ándalus, aunque sólo se dispone de información completa en
la época del Califato de Córdoba.
En los primeros tiempos de la colonización
musulmana, dentro de cada Cora se establecieron los poblados en torno a
castillos, denominados "hisn" ("husûn", en plural), que
actuaban como centros organizativos y defensores de un cierto ámbito
territorial, denominado "Yûz" ("Ayzâ", en plural). Esta
estructura administrativa se mantiene invariable hasta el siglo X, en que los
distritos se modifican, aumentando mucho su tamaño, denominándose
"aqâlîm" ("iqlîm", en singular). De la época del Emirato de
Córdoba existe información más fragmentada, aunque se conoce el nombre y
situación geográfica de un gran número de coras existentes en el siglo X (ver
mapa). Algunos autores cifran en 40 el número total de coras que llegó a haber
en al-Ándalus, y otras fuentes establecen que su número (excluidas las
pertenecientes a alguna de las Marcas) rondaría las 21-23 demarcaciones.
En otros momentos históricos, la
organización en Coras se sustituyó por otro tipo de demarcaciones, como la
Taha, propia del Reino Nazarí de Granada.
Coras Emirales
Al contrario de lo que ocurre con el
periodo califal, la información sobre la organización territorial del Emirato
de Córdoba es escasa y, sobre todo, muy fragmentaria. Desde los primeros
tiempos del Emirato existían las tres Marcas, Superior, Media e Inferior, con
sus coras correspondientes, aunque con denominaciones y delimitaciones
diferentes, en algunos casos, de las que tendrán más adelante. Es necesario
tener en cuenta que las frecuentes revueltas de los señores periféricos contra
el poder Omeya, usuales durante toda la historia de al-Ándalus, modificaban con
frecuencia los ámbitos de poder de los distritos.
Coras
correspondientes a las Marcas
Están identificadas las siguientes coras,
dentro de las Marcas:
·
Marca Inferior. Al igual que ocurrirá
durante el Califato, tenemos certeza de una única Cora, llamada Cora de Xenxir,
con capital en Batalyaws (Badajoz), al menos en una primera época, y Mérida más
tarde. La posible Cora de al-Libuxna (Lisboa), podría haber sido en realidad un
iqlim, puesto que también la estructura de estos tenía un cadí al frente de su
administración judicial, a pesar de que hay constancia de que gozó de autonomía
en 808-809, tras la rebelión de Tumlus.
·
Marca Media. La capital de la Marca
estaba en Tulaytulah (Toledo) y su ámbito prácticamente no varió entre el
Emirato y el Califato. En ella se situaban las coras de Al-Belat, Ax-Xerrat y
Al-Ulga. La primera de ellas permaneció casi invariable hasta la caida del
Califato. La segunda ocupaba territorios que, más adelante, se atribuirían a la
cora de Santaveria, por lo que existe una clara continuidad entre ellas. En
cuanto a Al-Ulga, no tenemos referencia alguna sobre ella más allá del año 929,
siendo su territorio atribuido por el geógrafo Abu Yaqut a la cora de Toledo.
·
Marca Superior. En la marca superior,
se han identificado durante el período emiral, las siguientes coras:
Harkal-Suli, que más tarde se integraría en la cora de Barbitaniya, que se
extendía por la zona norte de la actual provincia de Huesca: Az-Zeitum, que
comprendía lo que luego fue la cora de Lérida; Arth, que se extendía por
territorios de las ciudades de Zaragoza y Calatayud; al-Shala, que comprendía
la parte septentrional de Teruel y posteriormente resultaría en la taifa de
Albarracín; y la cora de Turtusha, que se extendía hasta la frontera con el
Imperio carolingio.
Coras interiores
En total, se conocen unas 16 coras
situadas en las circunscripciones interiores, es decir, no fronterizas, de
al-Ándalus. La mayoría de ellas se mantendrán hasta finales del Califato:
Is-biliya (llamada también Al-Xarraf), Xeduna o Saduna, al-Yazirat o Heira,
Qurtuba, Rayya, Ilbira, Yayyán (denominada a veces, al-Buxarrat), Bedjala o
Pechina, Tudmir y Balansiya (denominada en algunos textos Amur).
Otras, desaparecerán con la llegada del
Califato, para integrarse en diferentes circunscripciones: Oxuna, Al-Fagar,
Kunka (que se distribuirá entre Tudmir y Santaveria), Bathr (integrada en
Balansiya) y Marmaria (integrada en la de Turtusha). Finalmente, la cora de
Kambania se convierte en Takoronna, y parte de su territorio pasa a la de
Rayya.
En cualquier caso, no se dispone de
información cierta sobre los límites territoriales de todas ellas.
Coras califales
La información sobre las coras del
Califato, mucho más abundante, proviene básicamente del historiador cordobés,
del siglo XI, Al-Razi, si bien existen más fuentes de la época (Al Muqaddasi,
Al-Kalbi, Ibn al-Faradi, etc.). Aunque los distintos autores que han tratado
estas fuentes coinciden, en general, se aprecian algunas pequeñas diferencias
de datación y ámbito entre ellos.
Siguiendo la clasificación de Arjona
Castro, estas coras fueron:
Coras de Gharb al Ándalus
Cora de Labla
Era una cora de regular tamaño, que
ocupaba la casi totalidad de lo que hoy es la provincia de Huelva. Limitaba con
el Algarve, del que la separaba el río Guadiana, y con la cora de Isbiliya,
llegando por este límite oriental hasta el Aljarafe y, por el norte, hasta la
Sierra. Entre Labla y la sierra se situaba el territorio del Andévalo, que en
esa época estaba totalmente despoblado. La capital de esta demarcación era la
ciudad de Niebla, y se han identificado varios iqlim cuyas cabezas eran Onuba
(Huelva), Aljabal (Almonte), Takuna (Trigueros) y Cashtm (Cartaya), además de
varias ciudades como Lapp (Lepe) y Jabal al Uyum (Gibraleón). Era una cora
económicamente desarrollada, con cultivos arbóreos y arbustivos, predominando
el olivo, la vid y los frutales.
Tras la caída del Califato, se descompuso
en dos reinos: El Taifa de Niebla y el Taifa de Huelva.
Cora de Mārtulah
Pequeña cora situada en las márgenes del
río Guadiana, en terreno montañoso, que abarcaba el territorio que actualmente
corresponde al distrito de Beja, aunque algunas fuentes la hacen descender
hasta la costa. Su capital estaba localizada en la ciudad de Mértola. Con el
fin del Califato, se convirtió en el Taifa de Mértola.
Otras posibles
coras
En algunos textos se apuntan otras
posibles coras:
·
La ciudad de Huelva y su territorio estuvieron incorporados a la Cora de
Labla, al menos hasta final del Califato. Algunos autores señalan su carácter
autónomo, aunque probablemente esto sólo ocurrió justo antes de su conversión
en Taifa.
·
Algunos autores señalan la existencia de una cora de Al-Fagar, con capital
en la ciudad de Silb (Silves), que después se convertiría en el Taifa de
Silves. Esta cora existió durante el emirato, pero es probable que durante al
Califato sólo tuviera autonomía en épocas muy concretas de crisis, bien en su
comienzo, bien en la disolución del propio Califato.
·
También se ha señalado la posible existencia de la cora de Faro, con cabeza
en la ciudad de Faro, y que luego se convertiría en el Taifa del Algarve. En
principio, parece que esta comarca pudo pertenecer, como iqlim, a la cora de
Mértola, por lo que su autonomía estaría restringida, en todo caso, a la etapa
final del Califato (1009-1031).
Coras de Mawsat al Ándalus
Cora de Isbiliya
Formaba parte anteriormente de la antigua
circunscripción romana hispalense. Abarcaba la sierra de Aracena, la campiña de
Sevilla, el Aljarafe y las Marismas del Guadalquivir. Gracias a su riqueza
agrícola y a la potencia artesanal de su capital, tuvo una alta densidad de
población, especialmente en la zona que rodeaba a aquella. Sus ciudades más
importantes fueron: Alcalá de Guadaira, Talyata (Tejada), Al Sharaf, Tushana
(Tocina), Utrera, Curtugana (Cortegana), Almonaster, Aznalcázar, Lebrija y
Puebla del Río.
Cora de Firrish
Ocupaba la zona norte de la actual
provincia de Sevilla y parte de la de Badajoz. Su capital se denominaba
igualmente Firrish y su ubicación no está totalmente despejada, pues mientras
algunos autores la sitúan en Constantina, para otros se hallaba en el término
de Las Navas de la Concepción. Era un distrito muy poco poblado, aunque con
recursos minerales y forestales.
Cora de
al-Yazirat
Abarcaba lo que hoy es el Campo de
Gibraltar y la costa hasta Marbella. Espacio montañoso, por tanto, y con
economía ganadera, básicamente. Su capital era Al-Yazirat Al-Hadra (Algeciras),
que era también su principal puerto comercial y de transporte. Estaba muy
poblada y constaba de varios iqlim: Aruh (Castellar de la Frontera), Al-Hadira,
Olba y otros, en los que estaban incluidas las ciudades de Gibraltar, Tarifa,
Jimena de la Frontera, Gaucín, Ojén, Maysar y Turrus. Limitaba al norte con la
cora de Takurunna, al este con la cora de Rayya y al oeste con la cora de
Siduna.
Cora de
Takoronna
Abarcaría la Serranía de Ronda y su
capital era la ciudad de Ronda. Hay autores que no citan esta cora y otros que
la unen a la de Écija. Además de la capital, incluía las ciudades de Ateba
(Teba) y Canit (Cañete), así como posiblemente Setenil, Grazalema y Olvera, aunque
algunos autores sitúan a estas poblaciones en la cora de Saduna. Era una zona
también montañosa, de economía pobre y poco poblada.
Cora de Rayya
Esta cora abarcaba un extenso territorio
entre las sierras del sur de la actual provincia de Córdoba, y casi toda la
provincia de Málaga. Su capital, en un principio, fue Medina Arxiduna
(Archidona) y, tras la caída del Califato, Mālaqa (Málaga). Demarcación
económicamente poderosa y muy poblada, sus principales ciudades eran Suhayl
(Fuengirola), Ballix (Vélez), Cártama, Ard-Allah (Ardales)... Era una zona
fértil agrícolamente, con grandes extensiones de bosques y pastos y zonas de
vega.
Cora de Saduna
La Cora de Saduna o Siduna, también
conocida como de Jerez, comprendía el litoral atlántico, entre el Guadalquivir
y el río Barbate, llegando por el interior hasta la campiña y la sierra de
Grazalema.[18] Su capital era, en una primera época, Medina-Sidonia y después,
tras la ruina de ésta por los normandos, la desaparecida ciudad de Qalsana.
Incluía entre otros los lugares de Arcus (Arcos de la Frontera), Cadis (Cádiz),
Saluqa de Bahr al-Mada (Sanlúcar de Barrameda), Conil de la Frontera, Jerez de
la Frontera y Rota.[19] Se trataba de una cora poderosa, con el valle del
Guadialakka (Guadalete) como eje económico y agrícola y una importante
actividad pesquera y de salazones.
Cora de Fahs
al-Ballut
Situada en la sierra de Córdoba, Sierra
Morena y el Valle de los Pedroches, con capital en Bitrawsh, incluía la ciudad
de Gafiq.
Cora de Qurtuba
Estaba situada a lo largo del río
Guadalquivir, desde el actual límite de la provincia de Jaén hasta Peñaflor, ya
en tierras sevillanas. Con capital en Córdoba, que era una ciudad muy populosa,
se dividía en varios iqlim: Wabo (Ovejo), Montemayor, Bury al-Hans (Bujalance),
Peñaflor, Montoro y Qannit (Cañete de las Torres). Era, por tanto, una cora
especialmente importante, con centros de poder político, religioso y militar,
artesanías diversas, industrias (como la seda) y ricas tierras de labor.
Cora de Istiyya
Situada en plana campiña, con el río Genil
como eje económico y geográfico, se trataba de una cora pequeña pero muy
poblada, con la capital en Écija, una importante ciudad amurallada. Tenía en su
territorio poblaciones como Usuhuna (Osuna), Istapa (Estepa), Lawra (Lora) o
Gilena.
Cora de Carmuna
Junto con la Cora de Mawrur, era una de
las más pequeñas de al-Ándalus, con capital en la ciudad de Carmona, ciudad de
ascendencia tartésica, fuertemente amurallada e importante centro comercial y
militar. La cora estaba situada en plena campiña y, salvo la capital, apenas
tenía poblaciones de cierta envergadura, con hábitat disperso en almunias,
ricas en pozos y fuentes. Los únicos núcleos destacables, cuyo nombre ha
perdurado, eran Marshana y Pardish (Paradas).
Cora de Mawrur
La más pequeña de todas las coras
andalusíes, situada en las estribaciones del sistema Subbético, se sustentaba
en el olivar. Su capital era la actual Morón de la Frontera e incluía además a
la población de Coripe.
Cora de Qabra
En época anterior a la dominación musulmana,
las tierras de esta cora habían pertenecido al convento bético de Écija.
Durante el Califato, comprendía la parte sur de la actual provincia de Córdoba,
con las salvedades de Priego, que pertenecía a la cora de Elvira, y de
poblaciones como Benamejí, Rute o Iznájar, que estaban incorporadas a la cora
de Rayya. La capital de la misma era la ciudad de Cabra, aunque en ocasiones se
trasladó a Baena. Además, estaban Lucena, Lukk (Luque), Aguilar, Monturque y
Almodóvar del Río. Su economía era agrícola y ganadera, con el olivo y las
plantas aromáticas como ejes centrales, aunque también había huertas junto a
los grandes núcleos de población.
Cora de Yayyan
Era de las más extensas de al-Mawsat,
extendiéndose por la actual provincia de Jaén, más el norte de las de Granada y
Almería y parte de la de Ciudad Real. Incluía el Valle del Guadalquivir, el
Valle del Almanzora, Sierra Morena, las sierras de Cazorla, Segura, Mágina,
Castril y La Sagra, además del altiplano de Huéscar y la zona sureste de la
meseta. Era, por tanto, una cora rica y poderosa, con variada producción
agrícola, dividida en varios iqlim, entre ellos Andújar, Baeza, Segura,
Huéscar, Baza y Purchena. Aparte las cabezas de estas circunscripciones, había
otras poblaciones importantes, como Arjona, Porcuna, Bedmar, Ubeda y Qayshata
(Quesada), además de castillos como Tixcar.
La capital de la cora, era la ciudad de
Hadira, que más tarde pasó a denominarse como la propia cora, Yayyán, la cual
se convirtió en Jaián y, finalmente, Jaén.
Cora de Elvira
Era una cora de gran tamaño también, que
abarcaba la costa desde Al-Munacab (Almuñecar) hasta la actual Guardias Viejas,
en Almería. Por el interior, llegaba al norte hasta Priego, Al-Quibdat
(Alcaudete), Al-Uqbin (Castillo de Locubín) y Walma (Huelma). Su frontera
oriental era el río Guadiana Menor, incluyendo por tanto el iqlim de Wadi-as
(Guadix), y englobando toda la Alpujarra y Sierra Nevada, con Canshayar
(Canjáyar) como cabeza, y la Sierra de Gádor. Al oeste, el límite era casi
igual al que actualmente separa las provincias de Granada y Málaga, aunque la
ciudad de Alhama de Granada pertenecía a la cora de Rayya.
Era una demarcación económicamente
pujante, en el aspecto agrícola gracias a la vega de su capital, de las hoyas
de Guadix y Baza y del valle del Almanzora. Tenía además una gran riqueza
minera y ganadería comunal. La capital estuvo situada en Medina Elvira, y, tras
la conversión en taifa, en Madinat Garnata, muy cerca de aquella, y donde
algunos autores sitúan a la ciudad de Illiberri o Ilíberis.
Cora de Pechina
Estaba situada en el extremo más oriental
de al-Ándalus, comprendiendo los actuales campos de Dalías-El Ejido, el valle
bajo del río Andarax y los campos de Tabernas y Níjar. La capital fue
inicialmente Pechina, aunque su situación periférica (el valle del Almanzora
pertenecía a Yayyán) e interior hicieron que la capitalidad se trasladase a
Al-Mariya (Almería), que ya contaba con un importante puerto. A pesar de ello,
mantuvo su denominación.
Otras posibles
coras
Algunos autores, como López de Coca citan
algunas coras que no se recogen en los restantes estudios. Se trata en todos
los casos de pequeñas particiones de coras ya citadas, posiblemente de finales
de época califal. Concretamente, enumera tres demarcaciones nuevas:
·
La Cora de Medina Gagha, en el término municipal de Priego de Córdoba, que
pudo estar separada de Elvira en la primera época.
·
La Cora de Osuna, que sería una partición de la ya pequeña cora de Écija.
·
Coras de Sharq
al-Andalus
Cora de Tudmir
Desde el año 825 hasta el 1031, fue una
cora del territorio de al-Ándalus, con capital en Madinat al-Mursiya (Murcia),
tras su fundación en 825 por orden de Abderramán II (Abd al-Rahman). La cora
ocupaba el territorio de la actual Región de Murcia, la provincia de Alicante,
en el sureste de España, Hellín y parte de Albacete. Fue creada seguramente
tras las reformas administrativas impulsadas por 'Abd al-Rahman, al proclamar
el emirato independiente. Siguió siendo así en la época Omeya y fue
reestructurada definitivamente por la retirada de las ciudades al interior,
debido a las amenazas de los vikingos y otras tribus en el 844.
Comprendía numerosas ciudades, entre las
que se encuentran Uryula (Orihuela), Laqant (Alicante), Mula (Mula o La Mola
{Novelda}), Bqsara (Begastri {Cehegín, Murcia} o Bogarra {Caudete, Albacete}),
Blintla o Billana (Valentula {Elche} o Villena), Lawrka (Lorca), Iyya o Illa
(Eio, que los autores identifican con la antigua Ilunum romana (Hellín)}, con
la pedanía murciana de Algezares donde ha aparecido restos de una basílica
bizantina y un gran palacio, o con Elda), e Ils (Elche). No existe unanimidad
entre los distintos autores sobre el límite septentrional de esta cora, pues
algunos la extienden hasta la región montañosa cercana a Denia, mientras que
otros estiman que esta zona perteneció a la cora de Valencia.
Algunos autores también le atribuyen la
ciudad de Huéscar, que usualmente se considera parte de la Cora de Yayyán o de
la de Elvira.
Tras la caída del Califato, se dividió
entre varias taifas: Murcia, Denia (más Baleares) y Granada (910-1031).
Cora de Balansya
La cora de Balansya ocupaba
aproximadamente lo que hoy es la provincia de Valencia y limitaba al sur con la
de Tudmir, y al norte con la de Turtusha. Se trataba de una cora de segundo
orden, ya que en el siglo X el peso económico y demográfico del área de
Valencia era escaso. En su área geográfica había dos ciudades relevantes:
Játiva y Denia. Existen datos de que, hacia 929, había un gobernador en Játiva,
distinto del de Valencia, lo que puede hacer pensar en que, en algún momento,
formó una cora separada. Hacia finales del Califato, ante la escasa envergadura
de esta cora se unificó con la de Tortosa y se le adscribieron las Baleares.
Cora de Turtusha
Se trata de una cora periférica, con
capital en la ciudad de Tortosa, muy escasamente poblada y económicamente poco
activa. Abarcaba el norte de la actual provincia de Castellón, el curso bajo y
la zona del delta del río Ebro, así como algunas comarcas de la provincia de
Tarragona, y en ella se incluyó usualmente la población de Morella, aunque no
siempre. Era limítrofe con las coras de Lérida y Zaragoza, incluidas en la
Marca superior. Durante algún tiempo, al final del Califato estuvo unida a la
Cora de Balansya. Después, se convirtió en la Taifa de Tortosa.
Coras de la
Marca Inferior
Cora de Mérida
Integrada en la Marca Inferior, se
extendía por la actual Extremadura y el sur de Portugal, hasta el océano
Atlántico, con capital en la ciudad de Mérida, que le daba nombre, o en
Badajoz, según la época. Su demarcación procedía de la antigua división
lusitana tardorromana, que se había conformado como cora en época emiral bajo
el nombre de "Xenxir". Era una de las más extensas y económicamente
pujante, aunque su cercanía a la frontera cristiana le daba un carácter
predominantemente militar. Tras la disolución del Califato, se convirtió en la
Taifa de Badajoz.
Coras de la
Marca Media
Cora de Toledo
Además de capital de la Marca Media, la
ciudad de Toledo era cabeza de una Cora de igual nombre que, según algunos
autores, se extendía por el sur hasta la cora de Yayyan. Incluía diversos
iqlim, entre los que destacaba el de Fahs al-Luyy, cuya capital era Qasr
'Atiyya (Alcázar de San Juan). Además de con las otras coras de la marca,
lindaba también, en su extremo oriental, con la de Tudmir.
Cora de Al-belat
Se situaba en el norte de las actuales
provincias de Cáceres y Toledo, con capital en Medina Albalat, fortaleza
amurallada junto al río Tajo, cerca del puente de Almaraz. Se trataba de una
demarcación económicamente poco activa y poco poblada. Su existencia está
datada en los siglos X y XI, y estaba integrada en la Marca media, con lo que
militarmente dependía de Toledo. Con la desaparición del Califato, se integró
en el reino taifa de Toledo.
Cora de
Santaveria
Ocupaba un territorio algo superior al que
hoy en día integra las provincias de Cuenca, parte de la provincia de
Guadalajara y Teruel. Su límite noreste llegaba al nacimiento del río Tajo, el
valle del río Turia, hasta Tirwal (Teruel) y, continuando por la depresión del
río Jiloca, alcanzaba hasta Qalamusa (Calamocha, Zaragoza). Hacia el oeste,
llegaba a Mulin (Molina de Aragón, Guadalajara), haciendo frontera en el río
Tajo hasta un determinado punto entre el castillo de Welid y el monte toledano
de Awkaniya (Ocaña, Toledo), en el sur. Desde ahí se extendía hasta Uclés y,
por el río Cabriel, hasta el Turia, cerrando su demarcación. Parece heredera de
una antigua división visigoda, la llamada Hitación de Wamba con los tres
obispados situados en Cuenca, Valeria, Segóbriga y Ercávica más otras zonas
incorporadas ya en época musulmana.
Se trataba de una cora poco poblada y
económicamente débil, adscrita a la Marca media. La capitalidad de esta cora
variará: inicialmente situada en Shantaverya (Ercávica), después en Uklís
(Uclés), más tarde en Walma (Huélamo) y al-Qannit (Cañete), que era la capital
en época califal y, finalmente, en Qunka (Cuenca), fundada por al-Mansur en el
999. Con la desaparición del Califato, pasó a integrarse en la Taifa de Toledo.
Coras de la
Marca Superior
Sobre la base de la información
transmitida por Al-Udri, sabemos que en la Marca Superior el territorio se
repartía entre las coras de:
·
Barbitaniya, que se extendía por la zona norte de la actual provincia de
Huesca, con capital en Barbastro, e incluía además las ciudades de Boltaña y
Alquézar.
·
Washka, con cabeza en la ciudad de igual nombre, incluía la fortaleza de
Bolea.
·
Lérida, que era de tamaño muy reducido, incluyendo las ciudades de
Mequinenza y Fraga.
·
Zaragoza, era la cora principal de la Marca Superior, tanto política como
económicamente. Su capital estaba en la ciudad de Zaragoza, y disponía de
varios centros de población relevantes: Zuera, Ricla, Muel, Belchite, Alcañiz y
Calanda. Tras la desaparición del Califato, se erigió en cabeza de la Taifa de
Zaragoza, que englobó a buena parte de la Marca.
·
Calatayud, que incluía, además de la capital, los poblamientos de Muruenda
y Daroca.
·
Tudela, que incluía las ciudades de Tarazona y Borja, y se extendía hasta
la actual La Rioja.
·
Barusa, la más pequeña de las coras del Califato, organizada sobre el eje
del río Piedra, con capital en Molina de Aragón, y limítrofe con la de
Santaveria, ya en la Marca Central.
Para algunos autores, las dos primeras
coras citadas conformaban una subdivisión militar de la Marca Superior,
denominada al-Tagr al-Aqsa o Frontera exterior.
Las Coras tras la caída del Califato
La prolongada crisis del Califato, entre
1009 y 1031, impulsó a que los gobernantes de las Coras, así como algunas
familias poderosas de ciudades importantes, fueran asumiendo los poderes
políticos y militares antes en manos del poder central. Así, la mayor parte de
las Coras Califales se convirtieron en Reinos de Taifas, manteniendo en líneas
generales su ámbito territorial. De hecho, la independencia se consigue como
consolidación de un reconocimiento de los propios gobernantes califales,
otorgándoles títulos de visir, laqabs honoríficos y otras distinciones.
No se dispone de información suficiente
para trazar la organización territorial de estos Reinos de Taifas, aunque
parece que, como regla general, mantuvieron la división en distritos iqlim. No
obstante, el poder solía estar muy centralizado en el sultán.
Tras la fatwa que en 1090 puso final a los
reinos de taifas, incorporándolos al imperio almorávide, se establecieron
gobernadores en todas las circunscripciones territoriales, coincidentes con el
ámbito de las distintas taifas, por lo que en cierta forma se restituyó la
estructura anterior de coras, aunque se instituyó en todos ellos la figura de
un qa’id o comandante militar y su dependencia del poder central era bastante
fuerte.
Tras la segunda época de taifas, los
almohades establecen un Estado muy centralizado, con poder absoluto, y en el
que la traza del sistema de coras queda prácticamente borrada.
Referencia
Este artículo incorpora material de una entrada de Wikipedia, publicada en
castellano bajo la licencia GFDL
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