martes, 18 de diciembre de 2018

AL ZARQALI (Azarquiel)



Al Zarqali, o Azarquiel nació en Toledo en el año 420 H (1.029 dC) Fue un destacado astrónomo y matemático que, a raíz de la conquista de la ciudad por Alfonso VI en 477 H (1.085 dC), se trasladó a Córdoba, donde murió en el año 493 H (1.100 dC). Construyó excelentes instrumentos astronómicos, y otros aparatos de precisión, y fue muy admirado por su amplio conocimiento de esta ciencia. Said de Toledo, que escribió una obra de astronomía, le describe como el mejor conocedor de los movimientos de los astros, la observación astronómica, preparación de tablas y construcción de instrumentos.
Hizo un reloj de agua capaz de determinar la hora del día y de la noche, y los días de los meses lunares: el reloj anafórico, lo cual le dio un gran prestigio y acrecentamiento de su fama. Con referencia a dicho reloj existe una descripción realizada por Al Zuhri y Al Maqqari, exponiendo los siguientes detalles: «Lo que hay de sorprendente en Toledo, tanto que no creemos que haya en todo el mundo habitado ciudad alguna que se le iguale en esto, son dos recipientes de agua que fabricó Al Zarqali. Cuentan que oyó hablar de cierto aparato que hay en la ciudad india de Arín y se propuso construir un artificio parecido por el que supiera la gente qué hora del día o de la noche era y pudiera conocer la edad de la Luna. Para ello construyó grandes estanques en una casa, en las afueras de Toledo, a orillas del Tajo, haciendo que se llenaran de agua o se vaciaran según el crecimiento y menguante de la Luna».
Y continúan diciendo: «Según nos han informado personas que vieron estas clepsidras funcionaban así: en cuanto aparecía el novilunio, el agua empezaba a afluir a los estanques por tuberías invisibles de tal modo que al anochecer el día siguiente había la mitad de un séptimo justo de agua. De este modo iba aumentando el agua en los estanques, así de día como de noche, hasta que al fin de una semana estaban llenos hasta la mitad y la semana siguiente se veían rebosar llenos del todo. Luego, a partir de la decimoquinta noche del mes, la Luna empezaba a decrecer el agua del estanque a razón de la mitad de un séptimo cada día, y el día vigésimo noveno del mes quedaban vacíos del todo los estanques. Si durante este ciclo de aumento y disminución del agua alguien extraía parte de ella, aumentaba el flujo de las tuberías de abastecimiento de tal modo que no se alteraba el ritmo del ciclo. Lo mismo ocurría si alguien aumentase el caudal de los estanques, pues lo que sobraba salía inmediatamente».
Su nombre se asocia, asimismo, a las tablas toledanas, que se basaban en las enseñanzas del Sindhind y en las obras de sus predecesores, principalmente de Al Juwarizmi, aunque también añadió sus propias observaciones y estudios. Su legado de astronomía fue enorme, como atestiguan sus numerosas obras, entre las que se halla el "Libro de las Tablas" (Yadwal), en forma de almanaque, que contenía diversas tablas: algunas determinando qué día marca el comienzo de cada mes lunar copto, romano o persa; otras describiendo la posición del Sol, la Luna y otros astros, y otras prediciendo los eclipses de Luna y de Sol.
Otra de sus obras fue "Suma referente al Movimiento del Sol", que recoge el fruto de 25 años de observaciones para demostrar y medir el movimiento del apogeo solar respecto a las estrellas, modo de determinar la posición del Sol basándose en las tablas, la posición de los planetas, longitud y latitud, y los eclipses de Luna y Sol.
También mejoró un tipo de astrolabio llamado Al Safíhah, sobre el cual escribió un tratado que fue traducido al romance por orden de Alfonso X el Sabio. Sus "Tablas Astronómicas Toledanas", elaboradas hacia el año 740 H (1.340 dC), fueron la base de la primera redacción de las "Tablas Alfonsíes", de Alfonso X el Sabio, y se tradujeron al latín por Gerardo de Cremona (*).
(*) Acerca de tales materias y estudios de Astronomía, enumera el autor Anwar G. Chejne, en su obra "Historia de España Musulmana" las siguientes puntualizaciones: "Carra de Vaux, en Arnold y Guillaume, "Legacy of Islam", pág. 394: Los árabes construyeron numerosos observatorios astronómicos e instrumentos astronómicos tanto en Oriente como en España. A. Sayli, "The Observatory in Islam and Its Place in the General History of the Observatory", Ankara, 1960; H Michel, "Traité de l’Astrolabe", París, 1947. L.A.Mayer, "Islamic Astrolabists and their Works", Génova, 1956; J.M. Millás Vallicrosa, "Los primeros tratados de astrolabio en la España árabe".

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