Fuente:www.islamyal-andalus.es
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Filósofos, científicos y literatos, hasta
el siglo XIII, son araboparlantes y en consecuencia escriben en el árabe culto
de su entorno
Los sabios judíos de al-Ándalus
Ibn Shaprut
El polímata Hasdai Ibn Shaprut (hacia
910-970) fue el médico de la corte de Abderrahmán III y al-Hakam II. Esta
eminente personalidad judía alcanzó una posición de relevancia política
que ningón otro judío había logrado hasta entonces en España y es el primer
personaje hispanohebreo cuya vida y obra conocemos con detalle. Pertenecía a
una importante familia judía oriunda de Jaén y fue su padre Itzhak
Ben Ezrá Ben Shaprut, un hombre al parecer muy rico y piadoso, quien
decidió trasladarse a Córdoba, la capitalde al-Ándalus, y establecerse allí.
Recibió Hasdai una esmerada educación judía y musulmana y puso además su
empeño en estudiar medicina, sobresaliendo notablemente en esta ciencia.
También mostró un gran interés por los estudios lingüísticos y asimismo dedicó
su tiempo al aprendizaje de las lenguas árabe y latina. Aunque parece que
su principal cargo fue ser médico del califa cordobés, desempeñó tambin otras
importantes funciones. Su conocimiento de las lenguas le permitió realizar en
ocasiones misiones diplomáticas de éxito para la corte de Córdoba, de
modo que también se dejó sentir su influencia en la política exterior del
califato.
En el terreno de la medicina colaboró con
el grupo que tradujo al árabe el original griego de la Materia médica de
Dioscórides Pedáneo de Cilicia (40-90) —el primer tratado serio y libre de
supersticiones sobre botanica y farmacología—, y que recopiló en dicha obra
todo el saber farmacológico de su tiempo. Este importante texto fue uno
de los regalos que el emperador de Bizancio, Constantino Porfirogenetos,
hizo al califa Abderrahmán III con motivo de las relaciones diplomáticas
existentes entre los dos países.
Con el fin de llevar a cabo la
versión de la obra al árabe el califa pidió al emperador que le proporcionara
un experto en lengua griega para que tradujera el original griego al latín. El
monje Nicolás fue enviado a Córdoba para realizar tal misión y Hasdai
colaboró con él, pues debido a sus conocimientos de la lengua latina y de la
ciencia médica su intervención fue de gran importancia para que la mencionada
versión árabe se llevara a cabo. Respecto al talento diplomático de
Hasdai y sus logros en este campo destacaremos su intervención en las
negociaciones con la reina Toda de Navarra, que acudió a Córdoba en
el año 958 con su nieto Sancho I el Craso, rey de León
(956-958/960-966), que buscaba el apoyo de Abderrahmán para recuperar su reino
y los servicios médicos de Hasdai para curarse de su hidropesía. La
actuación de Hasdai en este caso, como médico y diplomático, dio lugar a una
beneficiosa alianza cuya realización se atribuyó a su habilidad y talento.
Véase David Gonzalo Maeso: Un
jaenés, ministro de dos califas (Hasday ibn Shaprut) ,
Boletín del Instituto de Estudios Jiennenses, Jaén, 1956.
«Mayor interés despertó esa floreciente
cultura árabe entre los embajadores transpirenaicos que traían misiones diplomáticas
ante los califas cordobeses. Instalados en la capital del califato, pronto
vieron la superioridad científica, filosófica y cultural del Islam sobre los
reinos cristianos europeos y sintieron enseguida la avidez de llevarse cuanto
podían de libros, de saberes y aún de intelectuales y científicos en persona.
Es el caso de los embajadores recibidos por 'Abd al-Rahmán (912-961) y su amigo
íntimo, eminente científico, el judío Hasday ibn Shaprut (h.910-970), que tanto
le ayudó en misiones diplomáticas, a través de las cuales la ciencia árabe
penetró en Europa. Tales fueron las que recibió del emperador germánico Otón
(912-973) y del rey franco Hugo Capeto (938-996)» (Joaquín Lomba Fuentes: La raíz semítica de lo europeo .
O. cit., pág. 39).
«Los dos grandes logros que hicieron
célebres a Hasday en el campo de la medicina fueron su traducción del
Dioscórides y la invención de un prodigioso fármaco que venía a ser como una
especie de penicilina de su tiempo. (...) El otro logro de Hasday en el campo de la medicina fue
la invención de un fármaco "triaca" (theriaca), llamado en árabe
furuq, de extraordinarias propiedades curativas En el siglo I antes de la era
cristiana, el rey Mitridates Eupator descubrió el remedio curativo theriaca.
Más tarde, el médico de nerón , Andrómaco de Creta, había perfeccionado el
fármaco, creando una droga de 61 elementos. Al andar el tiempo, la fórmula se
perdió y constituyó el objeto de la búsqueda de muchos médicos.
Hasday logró dar de nuevo con la fórmula.» (Carlos
del Valle Rodríguez: La
Escuela Hebrea de Córdoba. Los orígenes de la escuela filológica hebrea de
Córdoba, Editora Nacional, Madrid, 1981, págs. 60, 63 y 64).
Hasdai fue considerado como nasi (príncipe)
de las comunidades judías de al-Ándalus. Entre sus protegidos se encuentran,
por ejemplo, los dos primeros poetas hispanohebreos, Dunash ben Labrat y
Menahem ben Saruq, pioneros también de los estudios gramaticales. Véase Angel
Sáenz-Badillos y Judit Targarona Borrás: Gramáticos hebreos de al-Ándalus (siglos X-XII), Ediciones El
Almendro, Córdoba, 1988; Angeles Navarro Peiró: Literatura hispanohebrea (siglos X-XIII), Ediciones El Almendro,
Córdoba, 1988.
Ibn Gabirol
Salomón Ibn Gabirol (1022-1053/1070),
latinizado Avicenbrón o Abencebrol, fue un renombrado poeta y filósofo judío
andalusí nacido en la ciudad de Málaga, que durante años estuvo al servicio de
Samuel Ibn Nagrila (993-1055), visir (ministro) de los soberanos bereberes
ziríes de Granada Habús Ibn Maksán (1025-1038) y Badís Ibn Habús (1038-1077).
Neoplatónico, mantuvo fuertes controversias con los sectores opuestos al
pensamiento filosófico. Su trabajo poético más destacado es «Corona Real»
(en hebreo Kéter Maljút). Allí afirma su profunda convicción
monoteísta, tan cara a judíos y musulmanes:
«Eres Uno, el principio
de toda enumeración,
y la base de
todo edificio.
Eres uno, y, por el
misterio de tu Unidad,
la razón de los sabios
queda estupefacta,
porque de ello no
conocen nada...
En efecto, no se
concibe en Tí
ni multiplicación ni
modificación...
Eres Uno. Tu sublimidad
y tu trascendencia
no pueden disminuir ni
descender.
¿Podría existir el Uno que decae?».
Su obra por excelencia, escrita en árabe,
es Yanbu al-hayat «La fuente de la vida» (en hebreo Mekor
jáim), traducida al latín con el título de Fons vitae por
el clérigo español Domingo Gundisalvo en 1150, influenció en los cabalistas e
inspiró al filósofo holandés descendiente de judíos andalusíes, Baruj Spinoza
(1632-1677).
Véase Shlomó Ibn Gabirol: La Fuente de la Vida. Corona Real,
Editorial S. Sigal, Buenos Aires, 1961; J. Schlanger: La philosophie de Salomon ibn
Gabirol. Etude d’un néoplatonisme , Brill, Leiden, 1968; Salomón
Ibn Gabirol: Selección de perlas,
mibhar hap nimin (Máximas morales , sentencias e historietas) ,
Versión española, con introducción y notas por David Gonzalo Maeso,
Ameller, Barcelona, 1977; Ibn Gabirol: La corrección de los caracteres. Introducción, traducción y notas
de Joaquín Lomba Fuentes, Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 1990; María José
Cano: Ibn Gabirol: poesía
religiosa, Ed. Universidad de Granada, Granada, 1992; José María
Millás Vallicrosa: Selomoh Ibn
Gabirol. Como poeta y filósofo. Ed. Universidad de Granada, Granada,
1993.
Bar Hiyya
Abraham Bar Hiyya Savasorda ha-bargeloní
"el Barcelonés" (1065-1136) fue un filósofo y matemático sefaradí,
uno de los primeros expositores del álgebra árabe en Occidente. Sus obras
principales han sido traducidas al castellano y otros idiomas: Abraham Bar
Hiyya: Llibre revelador,
Meguil.lat hamegal.lè, Segons l'edició del text revisat i prologat pel
Dr. Juli Guttmann/Abraam bar Hiia; Versió de l'hebreu per J. Millàs i
Vallicrosa, Alpha, Barcelona, 1929; Abraham Bar Hiyya: Llibre de geometria, Hibbur hameixihà
uehatixbòret, Segons el text editat i prologat pel Dr. Miquel
Gutmann/Abraam bar Hiia; Versió de l'hebreu per J. Millàs i Vallicrosa, Alpha,
Barcelona, 1931; Abraham Bar Hiyya: La obra enciclopédica Yesode hatebuná u migdal ha-emuná de Rabí Abraham
bar Hiyya Ha-bargeloní /Edición cristica con traducción,
prólogo y notas por José Mª Millás Vallicrosa, Instituto Arias Montano (CSIC),
Madrid/Barcelona, 1952; Abraham Bar Hiyya: La obra Forma de la tierra de Rabí Abraham bar Hiyya Ha-bargeloní /
Traducción del hebreo, con prólogo y notas por José Mª Millás Vallicrosa,
Instituto Arias Montano (CSIC), Madrid/Barcelona, 1956; Abraham Bar
Hiyya: La obra Séfer Hesbón
mahlekot ha-kokabim (Libro del cálculo del movimientode los astros) del Rabí
Abraham bar Hiyya Ha-bargeloní / Edición crítica, con traducción,
introducción y notas por José Mª Millás Vallicrosa, Instituto Arias Montano
(CSIC), Madrid/Barcelona, 1959.
Yehudá ha-Leví
El apologista hebraico-andalusí Yehudá
ha-Leví (1075-1141) escribió el Libro de la prueba y de la demostración en
defensa de la religión menospreciada, más conocido con el título de «El
Cuzarí». Los argumentos de esta obra apologética partían
del hecho histórico de la conversión al judaísmo del Jan de los
jazares turcos (instalados en las estepas de Rusiameridional) en el siglo VII.
Conviene subrayar que una obra como «El Cuzarí» jamás habría visto la luz si no
hubieran servido de ejemplo otros tratados polémicos surgidos en el seno
de la religión musulmana (cfr. El
Cuzarí, Editorial S. Sigal, Buenos Aires, 1961; Arthur Koestler: El imperio kazaro y su herencia, Aymá,
Barcelona, 1980).
Abraham Ibn Ezrá
Tras la colosal figura de Abraham Bar
Hiyya, tan importante para la educación de Europa, hay que citar otra
de igual relieve, la del tudelano Abraham Ibn Ezrá (1089-1164).
De él dice el hebraísta sefaradí David
Romano: «Es el más influyente de los científicos judíos que vivieron en
la Alta Edad Media cristiana y lo es en su doble faceta de creador — realmente
es el único de su época— y trasmisor, no sólo a los intelectuales judíos, sino
también a los cristianos. Fue autor prolífico en muy variados campos.
Gramático, teólogo, exegeta bíblico (...) Asimismo se ocupó
mucho y bien de temas científicos: cultivó sobre todo el campo
matemático, en especial el astronómico y su aplicación astrológica;
en cambio, nada sabemos de que se interesara por cuestiones médicas» (David
Romano: La ciencia hispanojudía,
Mapfre, Madrid, 1992, págs. 104-105).
Véase Abraham Ibn Ezra: El libro de los fundamentos de las tablas
astronómicas de Rabí Abraham ibn Ezra / Edición crítica, con
introducción y notas por José Mª Millás Vallicrosa, Instituto Arias Montano
(CSIC), Madrid/Barcelona, 1947; Abraham Ibn Ezra: Séfer Sahot de Abraham ibn Ezra / Edición crítica y versión
castellana/Carlosd del Valle Rodríguez, Universidad Pontificia, Salamanca,
1977.
Yehudá al-Harizí
En el siglo XII el escritor Yehudá
al-Harizí (h. 1170-1235), nacido cerca de Barcelona, de una familia oriunda
probablemente de Granada, vivió, sobre todo, en Toledo, Cataluña y Sur de
Francia. Adoptó en la literatura judeoandalusí las reglas y las imagenes
de la poesía islámica, y fue autor de una colección de Maqamat(6)
titulada «Tahkemoni».
«Su labor traductora del árabe al hebreo
se centra, por ejemplo, en "Los dichos de los filósofos", de Hunayn
ibn Ishaq, en una carta atribuida a Aristóteles , en varios tratados de
filosofía y medicina, en el "Libro sobre el alma " del Pseudo Galeno,
y, sobre todo, en la "Guía de los perplejos" de Maimónides» (Joaquín Lomba Fuentes: La raíz semítica de lo europeo. O.
cit., pág. 59).
6-Las Maqamat (composiciones
de un genero literario caracterizado por su temática ejemplarizante y
humorística) fue un estilo revolucionario desarrollado por la literatura
islámica cuyo principal exponente fue Abu Muhammad al-Qasim Ibn Alí al-Harirí
(1054-1122), perteneciente a la denominada "Escuela de Bagdad".
Moisés Ibn Ezrá
El granadino Moisés Ibn Ezrá (1060-1139)
escribió el más importante tratado de teoria poética judía en árabe,
llamado Kitab al-muhadarah ua al-mudhakarah. Véase Alejandro
Díez-Macho: Moshé ibn Ezra como
poeta y preceptista, Instituto Arias Montano, Madrid, 1953; Angeles
Navarro Peiró: El tiempo y la
muerte . Las elegías de Moseh ibn Ezra, Ed. Universidad de Granada,
Granada, 1994; Paul B. Fenton: Philosophie
et exégese dans le jardin de la métaphore de Moïse Ibn Ezra, philosophe et
poète andalou du XIIe Siècle, Leiden, 1996).
Ibn Paquda
Siempre en al-Ándalus, el filósofo y
moralista judío zaragozano Bahya Ibn Paquda (segunda mitad del siglo XI),
influenciado por las corrientes gnósticas islámicas y neoplatónicas, escribió
en árabe la «Doctrina de los deberes de los corazones» (al-Hidaya ila
fara’id al-qulub), (Editorial S. Sigal, Buenos Aires, 1958) una de las
obras maestras de la literatura ascética.
Conviene resaltar que algunas de estas
obras se han conservado hasta hoy gracias a su traducción en hebreo (habiéndose
perdido la traducción árabe, o la traducción latina a partir del hebreo).
Dice Ibn Paquda:
«Te he buscado, Dios
mío, a media noche
en el fondo de mi alma
entre tinieblas;
te he recordado en
los atardeceres
y brilló para mí la
gloria de tu nombre
como
la luz del sol esplendorosa».
Maimónides, pensador judío en lengua árabe
El Rabí Moshé Ben Maimón, en árabe Abu
Imran Musa Ibn Maimún Ibn Abdallah al-Qurtubí, el Maimónides de los latinos,
que recibió el apodo de RaM-BaM (ram-bam), nació en la ciudad hispanomusulmana
de Córdoba el 30 de marzo de 1135 y falleció en Fustat, el viejo Cairo,
Egipto, el 13 de diciembre de 1204.
Eminente médico, jurista y filósofo, en
1160 emigró a Fez, en Marruecos, para beneficiarse de las enseñanzas del sabio
Yehudá Ibn Sason. Luego de un viaje por Palestina (1165), se radicó
definitivamente en Fustat. Allí muy pronto se hizo célebre practicando la
medicina de tal manera que se convirtió en médico personal del último
califa fatimí al-Adid (g. entre 1160-1171) y de su sucesor, el sultán
Salahuddín al-Ayubí (1137-1193), el Saladino de los cruzados.
Hacia 1173, su hermano menor David,
próspero comerciante de piedras preciosas, murió ahogado cuando el navío
musulmán que lo transportaba se hundió en el Océano Indico. Por esa época,
Maimónides se casó por segunda vez —su primera esposa había fallecido joven,
tiempo atrás en al-Ándalus— con la hermana de Abu-l-Ma'ali Ben Hibbat Allah, un
judío que era escriba de la corte de Saladino.
Maimónides es el máximo pensador judío de
la Edad Media y el polígrafo por excelencia del Judaísmo. Sus obras, todas
escritas en árabe, abarcan las disciplinas más importantes y fueron redactadas
en su mayoría durante su residencia en Egipto.
Sobre astronomía escribió el «Tratado
sobre el calendario (judío)» (1158), las «Reglas de la consagración
de la neomenia» (antes de 1180) y una «Carta a los rabinos de Marsella sobre
la astrología » (1194). Sobre filosofía, destacan su «Guía de los descarriados
(o de los perplejos vacilantes)» (realizada entre 1185 y 1190), titulada en
árabe Dalalat al-ha'iríny llamada en hebreo Moré
nevujím. Sus obras médicas principales son «Aforismo médico de Moshé»
(1187-1190), «Tratado sobre el asma » (1190), «Sobre el coito» (1191), «Sobre
higiene » (1198) y «Explicación de las particularidades (de los accidentes )»
(1200). De sus obras rabínicas sobresale la «Segunda Ley » (1180), en hebreo Mishné
Torá.
Maimónides es el paradigma de la
hermandad judíomusulmana y de la tradición abrahámica monoteísta. Su principal
esfuerzo fue conciliar la religión revelada con la razón en base a la vía
abierta por la filosofía islámica (falsafa), afirmando que la
adquisición de la ciencia es una de las formas más elevadas de la fe.
Influenciado por Razes, al-Farabí,
Avicena, Avempace, Avenzoar, y particularmente por su compatriota y vecino, el
cordobés Averroes, su pensamiento penetró en los ámbitos escolásticos
cristianos e iluminó el camino de San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino.
Sus obras fueron vertidas al hebreo por
traductores como Samuel Ben Yehudá Ibn Tibbón (1150-1230) y Moshé Ben Samuel
Ibn Tibbón (m. 1283), y al latín, algunas por Edward Pococke (1604-1691), el
profesor de árabe de Oxford.
Véase Maimónides: Guía de los descarriados, 3 vols., S.
Sigal, Buenos Aires, 1955; Meir Orián: Maimónides. Vida, pensamiento y obra, Riopiedras, Barcelona, 1984;
David Romano, Miguel Cruz Hernández, Diego Gracia y Juan
Vernet: Maimónides y su época,
Ministerio de Cultura/Junta de Andalucía/Ayuntamiento de Córdoba, Córdoba,
1986; Maimónides: Guía de los
perplejos, 3 vols., Cien del mundo, México, 1993; Maimónides: Guía de perplejos, Trotta, Madrid, 1994;
Abraham Joshua Heschel: Maimónides,
Muchnik Editores, Barcelona, 1995; Maimónides: Guía de los perplejos, Ramón Llaca y Cía, México, 1996.
Ben Sahl
El sevillano Abu Ishaq Ibrahim Ben Sahl
(1212-1251, de origen judío, fue un notable poeta que se convirtió al Islam
destacándose en el estudio de las ciencias coránicas, y llegando a ser
secretario del gobernador musulmán de Ceuta (cfr. Ben Sahl de Sevilla: Poemas, Hiperión, Madrid, 1984).
Ibn Falaqera
Shem Tov Ibn Yosef Ibn Falaquera o
Palquera (1225-1295) fue un filósofo y traductor sefaradí, defensor acérrimo de
las obras de Maimónides. Véase Semtob ibn Falaquera: Versos para la sana conducción del cuerpo.
Versos para la sana conducción del alma de Sem Tob ibn Falaquera/Traducción,
edición crítica y comentario por Mª Encarnación
Varela Moreno (Universidad de Granada), Universidad Pontificia de
Salamanca, Salamanca, 1986.
Moisés de León
El cabalista sefaradí Moisés de León
(1240-1290) residió una buena parte de su vida en Guadalajara y
publicó el Séfer ha-zohar ("Libro del Esplendor"),
obra considerada por los cabalistas como el auténtico libro sagrado de la
Cábala. Escrita en arameo, la obra redactada a modo de comentario de la Torá,
desarrolla una exposición doctrinal teosófica que se encuentra
a caballo de la cábala profética, propia de la escuela de Gerona y
una corriente que se inclina hacia el redescubrimiento de la gnosis originaria.
En Mallorca se
dibuja el mundo
Bajo la égida del rey aragonés Pedro IV
el Ceremonioso varios judíos mallorquines destacaron en la fabricación de
instrumentos de cálculo y también en el dibujo de cartas de navegar y
mapasmundi, como Abraham Crescas y su hijo Yehudá Crescas. Padre e hijo
confeccionaron varios mapamundis, entre ellos el que se encuentra en la
biblioteca Nacional de París, conocido con el nombre de Atlas Catalán de
1375.
Este Atlas marca uno de los hitos más
señalados de la cartografia medieval. Se trata de un portulano que consta de
seis hojas de pergamino, de las cuales cuatro representan regiones costeras
situadas entre Gibraltar y el mar de la China.
«En el reinado de Pedro IV (1336-1387)
las casi mil familias instaladas en Mallorca y Menorca poseían un
alto nivel cultural. Florecían entre ellos las ciencias, sobre todo
lo relacionado con la navegación; muchos hebreos mallorquines destacaron como
constructores de instrumentos náuticos, y la cartografía estaba por entero en
sus manos. Abraham Crescas, de Palma, y su hijo Yehudá eran célebres por sus
mapamundis (le llamaron "el judío de los mapas "); otros cartógrafos
fueon Haim Ibn Rish, Gabriel de Valsecha (quien en 1439 diseñó
el mapa que debía orientar a Américo Vespucio) y Mecia de Viladestes» (F. Torroba Bernaldo de Quirós: Historia de los sefarditas. O.
cit., pág. 179).
Hasdai Crescas
Hasdai Crescas (1340-1410), fue un
filósofo hispanojudío, de origen mallorquín, nacido en Barcelona. Fue un
defensor de la tradición espiritual judía, y se opuso a Maimónides y otros autores
judíos, a los que consideraba excesivamente racionalistas. Muchos de sus
argumentos se basaban en las obras de Aristóteles, autor que conocía bien, y
empleó argumentos racionales en su defensa de la tradición espiritual frente a
cualquier tipo de intelectualismo.
En oposición a Maimónides, Crescas
defiende la idea de la existencia de un ser infinito que se encuentra más allá
y fuera del mundo (que identifica con Dios), así como la posibilidad de otorgar
a Dios atributos positivos como la unidad y la simplicidad. Su obra fundamental
es Or Adonai (La luz del Señor), que se
publicó en Ferrara (Italia) en 1596 y
tuvo una gran influencia en la tradición de la filosofía judía. Hasai Crescas
llevó a cabo la crítica de la fisica aristotélica, influyendo en Pico della
Mirandola y en Spinoza.
Abraham Zacuto
El último exponente de la riquísima
tradición astronómica andalusí fue el rabí Abraham Zacuto bar Samuel bar
Abraham Zacut (1450-1522?), nacido en Salamanca. En la universidad de esa
ciudad estudió medicina, astrología y matematicas . Luego de vivir algún tiempo
en Zaragoza donde enseñó diversas disciplinas, retornó a su ciudad natal y en
la universidad salmantina desempeñó la cátedra de astronomía.
En 1492, debido al edicto de expulsión
contra los miembros de su confesión, Abraham Zacuto fue uno de los 120 mil
judíos que buscaron refugio en Portugal. Allí, entre 1496 y 1497, asistiría con
sus conocimientos astronómicos y náuticos a la preparación de la expedición
de Vasco da Gama (1469-1524) —incluso con el suministro de uno de sus
astrolabios—, contribuciones que serían exaltadas por Luiz Vaz de Camoes
(1524-1580) en sus «Luisíadas» (Canto V).
Sin embargo, debido a las persecuciones
ordenadas por Manuel I el Afortunado (rey de Portugal entre
1495-1521) a partir de fines de diciembre de 1496 contra los judíos, Abraham
Zacuto se vio obligado a emigrar en forma definitiva de la Península. Con su
hijo Samuel se dirigió a Túnez donde fijó residencia. Allí florecía una
próspera y docta comunidad judía bajo los auspicios de la dinastía musulmana de
los Hafsíes (1228-1534). Algunos años después, cuando la conquista española
amenazó aquella costa africana, marchó a Turquía, pasando el final de
sus días en Damasco (Siria). Su bisnieto fue el célebre médico llamado «Zacuto
lusitano».
Las obras principales de Abraham Zacuto
son una obra histórica compuesta entre 1480 y 1510: el Séfer Yuhasin ("Libro
de las genealogías o de los linajes"), y dos tratados astronómicos:
el Hajibbur Hagadol ("Compilación magna" o
"Gran obra"), redactado hacia 1478, y el Almanach perpetuum ("Almanaque
perpetuo"), publicado en Leria (Portugal) en 1496. Abraham Zacuto cita
elogiosamente en sus trabajos a numerosos autores musulmanes como al médico
ar-Razí o Razes (844-926), al astrólogo tunecino Ibn Raÿal, latinizado
Abenragel (940-?), a los astrónomos Alfraganus (813-882) y Azarquiel
(1029-1087), y a Averroes (1126-1198).
Véase Antonio Barbosa: O Almanach Perpetuum de Abraham Zacuto e as
Tábuas nauticas portuguesas, Coimbra, 1929; Francisco Cantera
Burgos: El judío salmantino
Abraham Zacut. Notas para la historia de la astronomía en la España medieval,
Bermejo, Madrid, 1931; José Luis Lacave: El «Séfer Yuhasin» de Abraham Zacut, Facultad de
Filosofia y letras, Madrid, 1970; Abraham Zacut: Almanach Perpetuum(en castellano), Imprensa Nacional-Casa de
Moeda, Lisboa, 1986.
Cristóbal Colón y el descubrimiento de América
Fuente de controversias entre los
especialistas, la contribución de judíos y conversos al descubrimiento de
América parece haber sido de suma trascendencia.
Historiadores como Salvador de
Madariaga (La Coruña 1886-Locarno 1978), sostienen que los Colombo descendían
de judíos mallorquines (xuetas o chuetas) establecidos en Génova en el siglo XV
—cfr. Salvador de Madariaga: Vida
del Muy Magnífico Señor Don Cristóbal Colón, Sudamericana, Buenos Aires,
1991; Ibrahim Husain Hallar: Descubrimiento
de América por los Árabes, Cap. III: «Cristóbal Colón judío», Edición
del Autor, Buenos Aires, 1959,—; y que Cristóbal Colón (1451-1506) por tanto,
era un converso (cfr. Simon Wiesenthal:
Cuando el almirante llegó a Portugal se
casó con Felipa Moniz, cristiana nueva de origen judío. En tierra portuguesa
Colón obtiene ayuda de los judíos para su proyecto , así como apoyo científico
a través de mapas, tablas de astronomía y los trabajos de Abraham Zacuto (ver
aparte).
En Castilla es acogido por el duque de
Medinaceli, nieto de una judía. En la corte le ayudaron también Abraham Senior
y Ashaq Abravadel, colaboradores de la reina, y en su favor intervinieron los
conversos Juan Cabrero, Alfonso de la Caballería y Luis de Santángel. Este
último adelantó 70.000 ducados para financiar la empresa .
Entre los tripulantes de las naves figuran
un intérprete de hebreo y varios hombres de origen judío. Entre los 120
navegantes del primer viaje no había ningún sacerdote católico.
Es bien conocida la historia de Colón y
del marinero morisco Rodrigo de Triana(7); ésta se constituyó en la primera de
la larga serie de injusticias que caracterizaron a la colonización de las
Américas (cfr. Georg Friederici: El
carácter del descubrimiento y de la conquista de América, 3 vols.,
FCE, México, 1987).
7-Rodrigo de Triana (fl. finales s. XV
principios s. XVI), fue un marinero de origen musulmán, miembro del primer
viaje americano de Cristóbal Colón. Conocido como Rodrigo de Triana, su
verdadero nombre, al parecer, era el de Juan Rodríguez Bermejo, un morisco
procedente de Los Molinos (Sevilla). Formó parte de la tripulación del primer
viaje colombino a América, y su nombre ha pasado a la historia por ser el
primero
en divisar tierra desde su puesto de
vigía en La Pinta,en la madrugada del 12 de octubre de 1492. Lo que
Rodrigo había avistado era una pequeña isla del archipiélago de las Lucayas
(Bahamas), cuyo nombre indígena era Guanahaní, a la que Colón llamó San
Salvador Rodrigo de Triana no pudo cobrar los 10.000 maravedíes de
recompensa que habían prometido los Reyes Católicos al primero que divisara tierra,
ya que Colón adujo haberla visto antes que él y se embolsó la suma. En 1525,
Rodrigo de Triana participó en la expedición del fraile dominico García Jofre
de Loaisa (1480-1546) a las Molucas. El triste episodio que protagonizó Colón
nada tiene que ver con la fe judía de sus padres y amigos. Éste se caracterizó
por no ser precisamente un creyente y si más bien un individuo materialista,
inescrupuloso y ambicioso que no trepidó en conducir un cargamento de esclavos
al continente americano en su segundo viaje (1493)
—cfr. Jean Meyer: Esclavos
y negreros, Aguilar, Madrid, 1989, pág. 23—-.
León Hebreo
Yehudá León Abravanel (1460-1521), más
conocido por León Hebreo, fue un famoso filósofo, médico y poeta sefaradí.
Vivió en Toledo y emigró a Italia tras la expulsión de los judíos españoles.
Escribió (en italiano) entre 1501 y 1502 unos Diálogos de amor (Espasa-Calpe, colección Austral, Buenos
Aires, 1947) que alcanzaron gran notoriedad. Para León Hebreo, el amor es
el principio universal que domina todos los seres del universo ; es la idea de
las ideas, tiene un origen divino y es la finalidad de toda forma de
movimiento. La realidad de cada ser no es sino su grado de amor. En su obra se
funden las influencias de la filosofía neoplatónica con otras ideas procedentes
de Aristóteles, Ibn Gabirol, así como de las tradiciones judía, cristiana y
musulmana. Los Diálogos fueron traducidos al español por
Garcilaso de la Vega en 1590, y tuvieron influencia en el pensamiento de Baruj
Spinoza.
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