LA CONQUISTA DE MÁLAGA POR ABDALAZIS
Tharic ben Ziyad, el lugarteniente de Muza, siguiendo los
consejos del Conde D. Julián, había tomado posesión de España. En las aguas del
Guadalete se había hundido para siempre la Monarquía Goda, sin que supieran
defenderla aquellos guerreros enervados por los placeres y la inmoralidad má s
completa. La traición había puesto su esfuerzo miserable al lado de los
bereberes para darles una victoria inmensa. El desgraciado Rey Rodrigo había
desaparecido y mientras unos le consideraban sepultado en el Guadalete, otros
le creían errante por las Sierras de Andalucía. El vencedor Tharic avanzó hacia
el centro de Iberia, olvidando las órdenes de Muza y confiado en su suerte y en
su valor. Los judíos descontentos, y perseguidos por los godos, se unieron á
los árabes, creyendo hallar sino amigos decididos, al menos opresores más
benignos. Los esclavos guerreaban con la esperanza de ser libres y la sangre
cristiana regaba las regiones Españolas. Zaide ben Kesadi, General árabe más
valiente que instruido, se había hecho dueño de Archidona, plaza de gran
importancia y desde allí enviaba sus gentes á todas las campiñas cercanas á
recoger espléndidos botines de guerra. En tanto Muza con diez y ocho mil
hombres, disputaba las glorias de Tharic, sembrando la desolación en las
comarcas sevillanas. Los cristianos sorprendidos en un principio fueron
reponiéndose y Teodomiro, ilustre magnate Godo, les enardecía al combate, que
les libraba de la más triste esclavitud. El grito de guerra nacido en los
confines de la región Murciana, halló eco en Málaga, como en Almerí a y
Sevilla. Veian los cristianos malagueños que era oportuno momento para combatir
por su independencia y derrotar á los vencedores ^
4 NAKCISO DÍAZ DE ESCOVAR
del Guadalete. Muza y Tharic no podían venir contra ellos pues en el centro de
España luchaban contra ejército poderoso. Ta l vez los invasores se hubieran
trocado en vencidos bi el movimiento hubiera sido más general y la guerra
declarada por los Godos de Andalucía tuviera mayor número de prosélitos en toda
la nación. Comprendió Abdalazis, Gobernador de Sevilla, lo difícil de la
situación y se dispuso á arrostrarla, exponiendo su vida. Era Abdalazis, hijo
de Muza, joven entusiasta, romántico en sus aspiraciones, generoso con los
vencidos, valiente en el combate, audaz en las horas de peligro y muy querido
de sus guerreros. Reclutó gente, especialmente entre los judíos, y fué en busca
de Teodomiro, á quien consiguió vencer en sangrienta batalla. Dominó las
comarcas de Murcia y Almería y se presentó después frente á Málaga. Esta ciudad
se hallaba perfectamente defendida y su conquista era bastante difícil. Esta
misma dificultad le animó y se dispuso a preparar su conquista. Empezó el cerco
y reunió á las puertas de la ciudad malagueña lo más florido de su ejército.
Cuando más dudaba del éxito vino un incidente á favorecerle. Era Gobernador de
la ciudad, un guerrero de más corazón que cabeza. Tenía costumbre de salir de
la plaza y de esta imprudencia tuvo noticia Abdalazis. Una noche el Gobernador,
sin cuidarse de escalonar vigías, abandonó los muros y se fué á visitarlos
jardines situados en uno de los arrabales. Tranquilo se hallaba en ellos, no
sospechando siquiera que su salida pudieran los árabes advertirla, cuando se
vió rodeado por sus enemigos, que le intimaron la rendición. Luchar era
imposible y se rindió á los árabes. Creyó Abdalazis que al verse los malagueños
sin su Jefe principal se rendirían. Mas no fué así y Málaga continuó
resistiendo con heróicá obstinación. Ni el hambre, ni las más ventajosas
proposiciones influyeron en el ánimo de aquellos bravos. Admiró el caudillo
árabe aquella resistencia y entonces pensó en el asalto, después de ponerse de
acuerdo con sus magnates y consejeros. Llegada la hora, aprovechada la
oportunidad, Abdalazis es-
CURIOSIDADES MALAGUEÑAS //5 caló las murallas de la
ciudad. El choque fué sangrientó, terrible. Los árabes lograron penetrar en el
recinto y aquellas tropas desalmadas se entregaron al más cruel de los saqueos,
que como ilustre historiador dice les proporcionó rico y cuantioso botín. Algunos
escritores, fundados en un error de interpretación, consideraron á Zaide ben
Kesadi como conquistador de Málaga. Nació este error de una afirmación del
Arzobispo D. Rodrigo y de haberse interpretado, por algunos traductores de
crónicas árabes, por Málaga el nombre de Rayya, que comprendió á Archidona,
capital entonces de esta Provincia ó Cora. El texto de Al-Maccari esclarece la
duda, probando que fué Abdalazis el conquistador de esta ciudad. Conquistada
Málaga, el caudillo árabe continuó sus correrías triunfales y enamorado de este
clima admirable, de este cielo hermoso y de estos vergeles encantadores, se
detuvo en el valle donde antes existió el Municipio romano de Nescania y hoy se
asienta el pueblo llamado, en recuerdo de aquel valiente,Valle de Abdalazis ó
Abdajis
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