PESTIÑOS
Como
la cocina es un mundo libre y de imaginación, yo he realizado una prueba, de la
cual me he sentido satisfecho del resultado. He variado algunos ingredientes,
por tanto son un poco diferentes nada más. Pero el resultado exquisito.
Ingredientes
¾ de taza de aceite de oliva
virgen extra, mas aceite para freír
Ralladura de i naranja,
cortada en tiras largas y estrechas.
1 Cucharadita de ajonjolí,+
otra para espolvorear
½ Cucharadita de matalahúva
1 Cucharada de mantequilla
sin sal
1 Cucharada de manteca de
cerdo
½ taza de agua
1 Taza de azúcar
6 Cucharadas de vino blanco
dulce o vino de Málaga dulce
Pizca de sal
½ Cucharadita de canela en
polvo
1 Cucharadita de ralladura
de limón
2 Tazas de harina
½ Taza de miel
Elaboración
En una sartén, calentamos ¾ de
taza de aceite de oliva a fuego alto, agregamos las tiras de ralladura de
naranja y freímos durante unos minutos para darle sabor al aceite, procurando
que no se quemen. Retiramos del fuego y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Colamos el aceite con un colador de
malla fina sobre un bol. Desechamos la ralladura de naranja, añadimos el ajonjolí
y la matalahúva. Removemos bien, y dejamos que tomen su sabor el aceite.
En una cacerola, combinamos
la mantequilla, la manteca de cerdo, 1/3 de taza de agua y el vino dulce que más
nos guste, ponemos a fuego medio-bajo. Cuando las grasas se hayan derretido,
añadimos la canela, la sal y la ralladura de limón, removemos muy bien para
integrar bien los ingredientes con una cuchara de madera. Añadimos la harina de
una vez y luego el aceite, e inmediatamente retiramos del fuego. Con la cuchara
de madera, mezclamos rápidamente y vigorosamente la harian con el líquido,
hasta que la masa este firme y sin burbujas ni grumos. Esto llevara unos 5
minutos aproximadamente.
Espolvoreamos la mesa de
trabajo con un poco de harina, y ponemos la masa sobre ella. Amasamos
brevemente hasta que este suave y flexible y luego formamos una bola. Cubrimos
con un paño de cocina y dejamos reposar aproximadamente 1 hora.
Limpiamos bien la mesa de
trabajo y espolvoreamos con un poco de harina, y extendemos la masa con la
ayuda de u rodillo, dejando una lámina
de 5 mm de grosor. Cortamos con un cuchillo, haciendo cuadrados de 2,5 3 centímetros en diagonal (forma de rombo),
enrollamos el cuadrado diagonal, formando un cilindro con un centro de 1,5 cm,
Para evitar que lo pestiños se desdoblen al freírlos, humedecemos los dedos y
presionamos la punta de la costura contra la capa de abajo, sellándola en su
lugar.
En una sartén con fondo,
vertimos el aceite de oliva virgen extra y calentamos a fuego medio-alto, cuando
este casi humeante. Vamos echando pestiños en tandas, freímos los pestiños, dándoles
vueltas según sea necesario durante 2 a 3 minutos o hasta que los veamos
dorados por todos lados. Sacamos con una espumadera de araña y colocamos sobre
papel absorbente de cocina para quitar el exceso de aceite. Repetimos con el
resto de pestiños, así hasta terminar con ellos.
Podemos hacerlo de dos
formas:
Una pasando los pestiños por
una mezcla de azúcar y canela en polvo. Particularmente a mi me gustan mas, así.
Con miel: en una cacerola
pequeña y pesada, calentamos la miel con ¼ de agua a fuego alto. Hervimos
brevemente, removiendo constantemente, hasta que se forme una consistencia espesa
y almibarada. Retiramos del fuego y dejamos templar un poco.
Colocamos los buñuelos
calientes en una fuente de servir y vertimos sobre ellos el jarabe de miel
sobre ellos. Dejamos que los buñuelos se enfríen completamente.
Servimos a temperatura
ambiente.
¡Buen provecho!
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