TORTA MALAGUEÑA DE ANÍS Y ACEITE

 

TORTA MALAGUEÑA DE  ANÍS Y ACEITE

Cuando pienso en esta torta de anís y aceite, aparte de acordarme de mi madre, aún recuerdo su aroma que inundaba toda la casa. Durante la pandemia la he elaborado en casa muy a menudo, pues el confinamiento, daba pie a recordar recetas antiguas (yo las recuerdo principio de los 50), el problema era que una vez puesta en la mesa, volaba, al día siguiente volver a hacer otra, pero la hacía con mucho gusto y cariño, ya que están exquisitas y son fáciles de elaborar. Intentar probarlas, os garantizo que os gustara.

 

Ingredientes

1 Vaso de aceite de oliva virgen extra

1 Vaso de leche entera

2 Vasos de harian de trigo

1 Vaso de azúcar + azúcar para adornar por encima

1 Sobre de levadura en polvo

Matalahúva

1 Copa de anís o aguardiente dulce (según gusto)

Almendras enteras sin piel

 

Elaboración

Primero caliento el aceite de oliva virgen extra con una  cascara de limón, e inmediatamente que comienza a tostarse, apago el fuego, dejo templar un poco, quito la piel de limón, y añado la matalahúva, para que el aceite tome el sabor de la misma, sí  que llegue a quemarse, por eso el aceite debe estar templado...

En un bol pongo el aceite de oliva virgen extra con la matalahúva, la leche, la copa de anís, y el azúcar, mezclo bien para integrar los ingredientes, y procurando que se disuelva el azúcar. A continuación agrego la harina con la levadura tamizando los dos ingredientes, a la vez que lo voy mezclando poco a poco, para que se integre bien en la masa todos los ingredientes y la harina absorba todos los sabores.

Precaliento horno a 180º.

Engraso un molde rectangular (puedes hacerlo en el molde que  desees). Y vierto en el la masa procurando que quede bien extendida en el molde. Pongo por encima las almendras, presionando un poco para que queden bien pegadas a la masa.

Metemos en el horno, y horneamos durante 30 o 35 minutos, aproximadamente, una vez que la veamos que está en su punto, pinchando una aguja o palillo, lo notaremos.

Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla, espolvoreando la torta con azúcar toda la superficie.

Servir fría, os garantizo que os encantara y repetiréis.

¡Buen provecho!