BORRACHUELOS
MALAGUEÑOS
La
palabra borrachuelo deriva de la misma palabra que usamos en español para “borracho”,
y es que lleva en su composición este
dulce navideño entre sus ingredientes dos vinos diferentes y licor de anís. Relleno
de “cabello de ángel”, o de “dulce de batata”, como también sin rellenar. Son
bastante fáciles de elaborar, pero requieren tiempo y paciencia.
OLORES Y SABORES A MI INFANCIA EN FAMILIA. QUE TIEMPOS AQUELLOS. DE TODAS LAS CASAS SALIAN LOS MISMOS OLORES, ERA UN PLACER PASEAR POR LAS CALLES. BONITOS RECUERDOS Y AÑORANZA DE AQUELLOS TIEMPOS DONDE LAS FAMILIAS .(VECINOS) COMPARTIAN Y SE AYUDABAN
Ingredientes
200 gr de aceite de oliva
75 gr de manteca de cerdo
25 gr de matalahúva (anís en
grano)
25 gr de ajonjolí (sésamo)
1 K de harina
Ralladura de naranja
70 gr de azúcar
125 ml de vino de Málaga
125 ml de vino blanco
125 ml de anís dulce
Una pizca de sal
1 K de confitura de cabello
de ángel
Aceite de oliva para freír
Azúcar .para rebozar
O miel clarificada si os
gustan con miel
Elaboración
En una sarten amplía con fondo, ponemos aceite de oliva, la
manteca de cerdo, la matalahúva y el ajonjolí, la piel de una naranja y otra de
limón, al objeto de aromatizar el aceite, ponemos a fuego medio bajo unos
minutos, sin que llegue a quemarse las pieles de los 2 cítricos (naranja y limón).
Retiramos del fuego, y retiramos las pieles de la naranja y del limón, dejamos
templar, teniendo cuidado que no se quemen las semillas de matalahúva y ajonjolí.
En un bol grande, echamos la
harina, la ralladura de naranja, el azúcar, los vinos, el anís dulce, la pizca
de sal, removemos bien, para que todo quede bien integrado y a continuación
añadimos el aceite con la matalahúva y el ajonjolí.
Trabajamos la masa con las dos manos, hasta formar una bola,
continuando trabajándola con los puños, para que toda la harina se integren
bien los ingredientes y sus respectivos sabores, la masa debe quedar homogénea y
que al extenderla sobre la mesa de trabajo no se nos pegue en las manos ni en
la mesa de trabajo. Debemos espolvorear la mesa de trabajo con una poco de
harina, y tapar con un paño durante 30 minutos aproximadamente para que repose
y los sabores queden bien integrados.
Hacemos pequeñas bolas de
unos 30-35 gramos aproximadamente, las extendemos con la palma de nuestras
manos en forma ovalada o si lo preferís con
forma circular, yo particularmente para igualarlas las aplano con un rodillo.
Una vez aplanadas, las
dejamos orear unos 20 minutos. Después marcamos cada pieza con un rodillo
estriado o con un tenedor para formar canales. Les damos la vuelta y rellenamos
con una cucharilla de cabello de ángel (también lo puedes rellenar de dulce de
batata), doblamos como si fuera una empanadilla y sellamos con las puntas de un tenedor, para
que no se salga el relleno al freírlas.
Calentamos bastante aceite
de oliva y una sarten grande, y los vamos friendo en tandas, de unas 5-6
piezas para que no se baje la temperatura
del aceite y podamos darle la vuelta al borrachuelo más fácilmente. Removemos
mientras las freímos regularmente para
que tengan un bonito color dorado.
Cuando los borrachuelos estén
dorados, los sacamos, colocamos sobre papel absorbente de cocina para quitar el
exceso de aceite, y después bien los pasamos inmediatamente por azúcar. Si lo queréis
enmelar los dejamos enfriar y al día siguiente los metemos en miel caliente
clarificada durante unos cuantos segundos.
Yo lo he elaborado con azúcar,
les gustan más a mi familia y a mí.
¡Buen provecho!
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