TORTILLA
DE CALABACÍN Y CEBOLLA CON HIERBAS
AROMÁTICAS
Existen
pruebas de que el calabacín ya era consumido por los egipcios y más tarde por
griegos y romanos. Sin embargo, fueron los árabes quienes lo extendieron su
cultivo por las regiones mediterráneas, donde se convirtió en u n alimento de
consumo habitual en la Edad Media. En las zonas del norte de Europa, su consumo
fue más tardío.
Esta
receta está inspirada en la diete y la gastronomía de nuestros antepasados
andalusíes, ellos eran amantes de las verduras, las especias y las hierbas
aromáticas. La gastronomía Andalusí era disfrutar, alimento, medio de
relacionarse social y sobre todo, fuente de salud. Cita que resume a la
perfección el sentir de los médicos y tratadistas islámicos sobre el papel de
la dieta en la salud del individuo.
“si
el paciente puede ser tratado con dieta,
deben evitarse los medicamentos simples y especialmente las asociaciones de
medicamentos.”
“Abu
Bakr b. M. b Zakariya al-Razi, Rhazes; cfr. Huetos y Salas-Salvadó, 2005:2224”
Tales
premisas, dieron una forma de comer variada y rica, con amplia presencia de
verduras cultivadas o silvestres.
Ingredientes:
1 Calabacín grande o 2
medianos
1Cebolla grande
5 Huevos
Aceite de oliva virgen extra
½ manojo de cilantro fresco
1 Rama de albahaca fresca, o
1 cucharadita de albahaca seca
1 Cucharadita de eneldo
1 Cucharadita de estragón
1 Diente de ajo
Sal
Pimienta negra recién molida
Elaboración:
Pelamos y picamos el ajo, lo
ponemos a dorar en una sarten con aceite
de oliva a fuego muy lento.
Pelamos, lavamos y cortamos
la cebolla en juliana. La añadimos a la
sarten junto con el ajo, salpimentamos y subimos la potencia a fuego
medio-bajo.
Lavamos el calabacín,
eliminamos los extremos y cortamos en rodajas. Lo incorporamos a la sarten de
la cebolla que ya estará medio pochada. Agregamos las hierbas aromáticas y
dejamos pochar todo junto, hasta que estén tierno el calabacín y la cebolla.
Mientras cascamos los huevos
en un bol y lo salpimentamos al nuestro gusto, batimos muy bien, hasta que hagan
mucha espuma para que la tortilla quede esponjosa.
Cuando ya esté tierno el calabacín
y la cebolla, bajamos el fuego al mínimo, retiramos el exceso de aceite, y
mezclamos con los huevos batidos, removiendo suavemente para que se integren bien los ingredientes, volcamos todo
en la misma sarten donde hemos pochado la cebolla y el calabacín (procurad que
la sarten sea antiadherente para que no se nos pegue la tortilla).
Movemos bien la sarten para
que la tortilla ocupe toda la superficie, tapamos y dejamos cuajar a fuego
medio – bajo.
Con una espátula, teniendo
cuidado de no estropear la tortilla, teniendo cuidado de no estropear la tortilla,
comprobamos si está lo suficientemente cuajada como para darle la vuelta.
Damos la vuelta a la
tortilla con la ayuda de una tapadera o de un plato grande, y dejamos que se dore la otra cara de la
tortilla.
A mí me gusta que el huevo
quede un poco crudo en el centro de la tortilla, jugosa sí, pero no cruda, eso
va a gustos, así que cuando este en el
punto deseado, la sacamos y Emplatamos.
Esta aromática tortilla es una
delicia y saludable opción para un primer plato o una cena ligera.
¡Buen provecho!
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