USO DE LA MUJER COMO ELEMENTO TERAPÉUTICO
La medicina
andalusí se preocupó de la conservación de la salud. Una de las " seis
cosas no naturales " imprescindibles para el cuidado del cuerpo era el
mantenimiento de relaciones sexuales. En la Granada nazarí del siglo XIV se
encuentra un texto , el kitab al-wusul li-hifz al- sihha fil l-fusul o "
libro de higiene ", obra del célebre IBN AL-JATIB dedicada a prescribir
las normas adecuadas para mantener una vida sana. Por supuesto, Ibn al-jatib se
ocupa extensamente del coito como una de las necesidades humanas, pero en su
análisis diferencia las cuatro estaciones del año y la complexión de
los sujetos como factores determinantes del tipo de prácticas sexuales
apropiadas a cada persona en cada época. Ello incluirá el uso, por parte del
varón, de mujeres también muy determinadas según su complexión, edad, raza y
carácter en cada estación del año. de la lectura atenta de las prescripciones
médicas del ministro granadino se puede inferir que realmente todas las mujeres
eran aptas para yacer con ellas aunque no siempre, ni con cualquier
hombre. Así pues, un varón, por prescripción médica, tenía que
mantener relaciones sexuales con diferentes tipos de mujeres durante el año.
Esta clase de "cuidados " presuponía la existencia de un pequeño harán
y que el público al que iba destinado el " libro de higiene "
de IBN AL-JATIB tenía que pertenecer a la aristocracia.
MUJERES JÓVENES Y DELGADAS.
Las muchachas eran recomendables a los hombres de complexión
equilibrada en primavera. También en primavera resultaban aconsejables a los
hombres sanguíneos, especificando que sus parejas habían de ser de pocas
carnes y deben yacer con ellas en lechos bañados por la luz de la luna donde el
agua corriera en sus inmediaciones. Este mismo tipo de hombre también
utilizaría muchachas proporcionadas en otoño. Las muchachas equilibradas eran
las apropiadas para los flemáticos en verano teniendo que yacer con ellas sobre
lechos de algodón y lino. Por último, las jóvenes vírgenes se
recetaban para los flemáticos en invierno.
MUJERES JÓVENES DE ASPECTO ANDRÓGINO.
En esta categoría se englobaban las muchachas que por su extrema juventud aún no presentaban rasgos femeninos muy marcados aunque, eso sí, debían tener los senos bien formados. IBN AL-JATIB se refiere a ellas como " mujeres parecidas a muchachos ". Eran recetables en invierno a los hombres de complexión equilibrada, a los sanguíneos y a los de complexión biliar. Es probable que este tipo de adolescentes se usara para combatir la homosexualidad masculina evitando la tentación de mantener relaciones con muchachos por parte de los señores. Según el Islam el pecado de sodomía es uno de los más repugnantes que se pueden cometer. El coito con muchachas de aspecto varonil podía ser una excelente solución para los hombres más piadosos atraídos por su mismo sexo.
MUJERES GRUESAS
Su empleo era apropiado para hombres de complexión equilibrada en verano. Estas mujeres debían ser de " formas opulentas, gruesas y lozanas " y así mismo, eran apropiadas para los hombres flemáticos en otoño. En las obras médicas consultadas se encuentra una receta para engordar a las mujeres : se cuece alharma con trigo hasta que queden integrados y se alimenta con la masa una gallina hasta que engorde. Después se mata el animal y la mujer que deseara engordar sólo comería de esa gallina durante varios días.
MUJERES DE RAZA NEGRA.
Eran esclavas procedentes sobre todo de Nubia. Según ibn al-Jatib
resultaban convenientes a los flemáticos en invierno y en primavera.
MUJERES DE CARÁCTER DULCE Y DE MAL CARÁCTER.
Aunque las primeras podrían parecer apropiadas para todo tipo de
hombre, IBN AL-JATIB las recomienda a los hombres de complexión equilibrada en
primavera:
" Se yacerá con muchachas equilibradas de costumbres tiernas
y moderadas, que suministran cariño y placer en su justa proporción "
Los varones, en los que predomine la bilis negra, debían cohabitar
con mujeres dulces de complexión húmeda cuando éstas hubieran salido del baño.
Como el régimen de los ancianos era semejante a los de bilis negra, también era
recomendable este tipo de mujer para ellos.
Sólo hay una referencia a mujeres "irascibles " en toda
la obra de Ibn al-Jatib pero resulta bastante curiosa como contrapunto a las
mujeres de carácter dulce. Por prescripción facultativa, debían yacer con ellas
los hombres flemáticos en primavera.
Publicado por al-Andalus en 15:06
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